Visor de obras.

Volumen 21 - carta nº 240

Santander, 28 octubre 1910

Mi querido Marcelino: Con grandísima satisfacción he leído en los papeles el relato de la entrega de la medalla y el precioso discurso de gracias que dirigiste a esos amigos. En el A B C hemos visto además gráficamente representada la escena. Ya deseo que manden pronto aquí las medallas de cobre para los suscriptores, pues todo el mundo desea verla. Hoy reproducen tu «acción de gracias» El Diario y La Atalaya .

La inauguración de la estatua de Pereda se hará a mediados de diciembre, según habrás leído en El Diario . El miércoles la recibió la comisión.

No me dices nada en tu carta del seguro de la biblioteca. No te olvides preguntar al Sr. Laiglesia qué datos o requisitos necesita.

Me entero con sumo gusto de las noticias que me das de que «la paz reina en Varsovia», es decir, en la Biblioteca Nacional, aunque deseo saber que el propio Ministro ha cantado la palinodia ante ti. Esa seguridad que hay de que tu carta -verdadera Carta magna por el tamaño- le ha hecho gran efecto, debe inducirte a no ponerte bravo , como dicen en Cuba, cuando se realice vuestra entrevista.

Estoy sufriendo un catarrazo otoñal que me ha tenido dos días en la cama, después de varios de haber querido luchar con él. Hoy estoy algo mejor, y he salido a esta galería, donde hace un calor de verano, a escribirte.

Mil recuerdos de María; da los míos, si te acuerdas, a Bonilla y a Rodríguez Marín, y recibe un abrazo de tu hermano

M. P., Enrique-M.P., Marcelino, p. 207.