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Volumen 8 - carta nº 258

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Bruselas, 12 febrero 1887

Mi querido amigo Menéndez: He recibido hoy seis barajas, y por la letra del sobre conozco que es Vd. quien las envía, y se lo agradezco muchísimo. Han llegado a tiempo, porque estábamos jugando con barajas muy turroneras.

He recibido también dos novelas del Marqués de Figueroa, firmadas por él las sendas dedicatorias.

Cuando las lea yo, escribiré al Marqués agradeciéndole el envío y hablando algo de sus obras. Dígame Vd. dónde vive este Marqués. También Santiago de Liniers me ha enviado un nuevo libro satírico, que ha compuesto, todo en verso, titulado Novísimo espejo y doctrinal de caballeros, etc. Me parece-dicho sea con el debido sigilo-libro tontísimo y pretencioso.

Estelrich me escribe a veces desde Palma de Mallorca y ha poco me envió un tomo de sus Poesías y algunas sueltas que me parecen atildadas. Quizá bien encaminado podría salir un buen poeta de este joven. Es curiosa su idea de publicar una Antología de traducciones en verso de poesías italianas.

Para esta Antología me ha pedido algo Estelrich. Yo no he traducido nunca nada del italiano; pero si tuviese tiempo y humor, había de traducir la Urania de Manzoni, a pesar de la casi seguridad de quedar muy por bajo del original en la traducción y a pesar de lo ingrata que sería la tarea, aunque saliese bien, pues aquella elegancia, pulcritud y elevación del pequeño poema del vate de Milán no es posible que guste a público que gusta de los pequeños poemas, prosaicos y ñoños de nuestro compañero Campoamor.

Doña Emilia Pardo Bazán está en París conferenciando con Goncourt, Daudet y Zola. Esta buena señora me escribe desde allí muy entusiasmada con las tales conferencias.

No olvide Vd., por Dios, el encargo que le tengo hecho respecto a mi hijo Luis. Quiero que se le habilite para que pueda examinarse ahí este verano o este otoño del primer año de Derecho, y quiero que me diga Vd. cuáles son las asignaturas y los libros de texto para escribir a Fe que me los envíe y hacer luego que el chico los estudie. Es él listo, aunque flojo.

Aquí se gasta en mi posición y con la familia muchísimo más de lo que da el Gobierno, y tengo muchas ganas de soltar el turrón y de volver a España. Por no disgustar a mi mujer no lo he hecho ya. Mi sueño de oro es volver a Madrid y vivir ahí modestamente, sin ser nada; pero con mi familia esto es casi imposible. Aseguro a Vd. que estoy aburridísimo y sin saber qué camino tomar. Esta última plana de mi carta son desahogos íntimos y para Vd. solo.

Adiós. Créame su afmo.

J. Valera

 

Valera-Menéndez Pelayo, p. 350-351.