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Volumen 15 - carta nº 439

De JUAN VALERA [1]
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

San Ildefonso, 27 agosto [1899]

Mi querido amigo Menéndez: Por más que escarbo y escudriño en mi memoria, no acierto a recordar si contesté o no contesté a la muy amable carta en que Vd., después de haber leído las peregrinaciones heroicas de Miguel de Zuberos, me las elogia tan generosamente, lisonjeándome y animándome para escribir otras cosas. Como quiera que sea, yo doy a Vd. mil gracias por todo o se las vuelvo a dar si se las di antes.

Hoy escribo a Vd. no sólo por el gusto que siempre tengo en escribirle, sino también para pedirle un favor, que espero alcanzar de su amistad bondadosa.

Estoy reimprimiendo mi traducción de Dafnis y Cloe. Para la introducción y el texto corregiré yo las pruebas, o mejor dicho, las corregirá D. Pedro de la Gala leyéndome lo impreso. Pero hay después una serie de notas con no pocas citas en griego, y esto no es posible que me lo lea D. Pedro, ni menos aun que lo corrija. El favor, pues, que yo pido a Vd. y el auxilio que deseo me preste es que corrija con esmero dichas notas a fin de que no salgan erratas. Para ello, si Vd. me lo permite, le enviaré yo las pruebas cuando estén prontas y Vd. me las devolverá corregidas. Las pruebas irán a Santander, donde supongo que Vd. permanecerá hasta el fin del próximo mes de septiembre.

Hará ya unos veinte días que estoy ya en este Real Sitio, donde mi mujer me ha hecho venir a regañadientes y donde reconozco, sin embargo, que me hallo mejor de salud que en nuestra heroica villa y corte. Creo que seguiremos aquí durante un mes todavía, a no ser que el frío y las lluvias nos hagan salir en busca de más confortable vivienda. Aquí las cosas están harto mal preparadas, el viento se cuela por todas partes y no hay alfombras ni esteras ni chimeneas. Lo que es hasta ahora el tiempo es hermosísimo, salvo las tormentas, que ya pasaron, y no se echa de menos el confort ni el abrigo. Vivimos en la casa que fué de la famosa Condesa de Campo-Alange, hoy Casa Soriano.

Apenas tengo aquí con quien hablar, salvo D. Alejandro Groizard, personaje gravísimo y sobrado serio para mí, y salvo D. Nilo Fabra, que me parece más conversable. También está aquí la Condesa de las Navas, pero su marido y mi tocayo se halla en Asturias y hasta dentro de una semana no vendrá a este Real Sitio.

Gente y diversiones no faltan, pero harto poco a propósito para mí, que estoy ciego, torpe y medio baldado y no puedo hacer excursiones ni dar largos paseos a pie o a caballo.

El otro día, sin embargo, estuve en Segovia, donde hice una visita a nuestro Director, el Conde de Cheste, que está más firme que un roble y tan amable, caballeresco y cumplido como de costumbre.

Por las noches tengo el recurso de ir al teatro; aunque sólo puedo oír y no veo a los actores ni la escena. La compañía que tenemos aquí no es mala, trabaja mucho y tiene muy variado repertorio. Son los principales actores la Alverá y Ortega, el cual se esmera por agradar al público, tiene buena facha y no me parece muy inferior al tan celebrado y aristocrático D. Fernando Díaz de Mendoza.

Están aquí conmigo mi mujer y mi hija Carmencita. Luis, con su mujer y con el vástago, ha ido a Inglaterra y está en una quinta cerca de Londres, convidado por su tío D. José Delavat.

Sigo con grandísima curiosidad y deseo de ver impreso el libro dedicado a Vd. por su amigos y admiradores y en el que he tenido la satisfacción y la honra de poner el prólogo. Espero que el libro, o mejor dicho, los dos gruesos tomos no tardarán ya mucho en salir.

Me alegro de que siga Vd. trabajando con su hábil y pasmosa facilidad en la magnífica edición de Lope, pero siento que descuide Vd. un poco la Antología de líricos castellanos , cuyos prólogos me parecen de más general interés y no menos bien escritos.

Nada quiero decir a Vd. de política ni de las demás calamidades que nos afligen, nos abruman o nos amenazan para no ponerme de mal humor y comunicársele.

Adiós. Dé Vd. cariñosas expresiones mías a Amós Escalante y a Pereda y créame siempre su afmo. y constante amigo

Juan Valera

 

Valera - Menéndez Pelayo, p. 552-554.

[1] Sólo la firma es de letra de Valera.