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Volumen 10 - carta nº 118

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A   JUAN VALERA

Santander, 10 agosto 1889

Mi queridísimo amigo: Mucho gusto tuve en recibir su carta del 2 y saber noticias suyas. Mi salida de Madrid fué tan precipitada, que no pude despedirme de nadie, y luego no sé cómo se me han ido pasando los días sin hacer cosas de provecho. Empecé, con efecto, un discurso sobre Luis Vives, comenzando por releer despacio la mayor parte de sus obras y apuntar todo lo que me pareció notable; pero este trabajo fué creciendo de tal modo y llegué a acumular tantos materiales, que me convencí muy pronto de que la materia daba para un libro y que no podía caber de ningún modo en un discurso, sobre todo teniendo que escribir éste en un plazo tan breve para que pueda ser impreso y leído en tiempo oportuno. Abandoné, pues, aquel trabajo que, sin embargo, no resultará inútil, puesto que me ha servido para conocer hasta en sus ápices todo lo que pensó y escribió aquel coloso de nuestra ciencia, y reunir de este modo los datos necesarios para escribir sobre él un libro extenso y metódico, en que iré exponiendo por partes su doctrina y dándola su propio lugar en el desarrollo histórico de la filosofía desde el siglo XVI hasta Kant.

En cuanto al discurso, como el tiempo apremia, he tornado por otro camino, trazando a grandes rasgos las vicisitudes de la filosofía platónica en España, fijándome especialmente en León Hebreo y en Fox Morcillo. Es materia que tengo muy estudiada, y aunque el discurso no resulte muy brillante, resultará a lo menos curioso.

Como supongo que Catalina no habrá mandado a Vd. el volumen de Estética últimamente publicado ni yo se lo di tampoco en Madrid, le remito hoy un ejemplar que celebraré llegue con felicidad a sus manos. Como verá Vd., he sido

bastante duro con los tratadistas franceses de estética general o filosófica. Salvo dos o tres, los restantes tienen mucha necedad y mucha pamplina, y no se pueden aguantar después de haber leido a Megel y a Gioberti.

En cambio, pienso poner por las nubes, en el volumen siguiente, a los críticos de arte y de literatura que Francia ha dado en este siglo.

La estética aplicada ha tenido allí mejor suerte que la estética pura. Tengo propósito de escribir mil cosas, pero también yo este verano estoy aquejado de cierta esterilidad, que atribuyo a haber tenido que abandonar los estudios en que trabajaba, y cambiando el punto de vista, escribir sin ganas ese malhadado discurso. No sirvo para trabajos de encargo ni para cosas que han de ser hechas en un plazo fijo.

Por aquí hace un tiempo hermoso, pero hay menos gente que otros años.

He leído en El Imparcial dos nuevas cartas americanas, que me han gustado mucho, pero pasan días y semanas sin que venga la continuación. Anímese Vd. a acabarlas. Estoy en correspondencia con Mera años hace. Es un santo varón, muy honrado y temeroso de Dios, furibundo neocatólico. Creo que su antiespañolismo debe de ser invención de D. Manuel Llorente Vázquez, con quien tuvo no sé qué polemica. Es cierto que en el libro de la poesía ecuatoriana que Mera escribió siendo muy mozo repitió algunos de los lugares comunes que por allí corrían, antes más que ahora, sobre la barbarie de los conquistadores y la civilización de los indios, pero creo que todo esto no pasaba de pura retórica. Despues ha cambiado mucho.

Tiene Vd. razon en elogiar a Cumandá. Cumandá es un primor, y como novela, la mejor que se ha escrito en la América española. Me parece más sencilla, más humana y, en fin, rnás poética que Atala, sin los desentonos, extravagancias y falsedades morales de que Chateaubriand adolecía.

Estos días hemos tenido aquí a un literato argentino, profesor de la Universidad de Buenos Aires, llamado Calixto

Oyuela. Es un muchacho muy simpático, de muy buen gusto, elegante prosista y poeta. Tiene por Vd. grandísima y justa admiración. Ahora se va a París, pero volverá en invierno a pasar una temporada larga en Madrid, y creo que Vd. ha de tener mucho gusto en conocerle.

Por aquí anda Galdós, que, según creo, ha comenzado ya su discurso de entrada en nuestra Academia. Espero que le acabará antes de septiembre, en que suele hacer un viaje a Inglaterra.

Catalina sigue en Cuenca; ayer, después de largo silencio, tuve carta suya contestando a otra que le escribí sobre cosas enlazadas con la edición de Lope de Vega. Me dice que ha estado entre la muerte y la vida, pero que ya está mejor.

También he tenido carta del Sr. Lázaro pidiéndome original para su revista. Entre otras cosas me dice que El Ateneo ha muerto.

Debe Vd., por tanto, rescatar de manos de Chichón el original de la carta a Campoamor y dárselo a Lázaro, que pagará de seguro.

Adiós, escríbame a menudo y créame siempre su mejor amigo

M. Menéndez y Pelayo

No he visto todavía un folleto -feroz, según creo- que ha escrito Clarín en verso y prosa contra Manuel del Palacio.

Contestada con promesa de más contestacion [1]

 

Valera - Menéndez Pelayo , p. 421-423

[1] Esta frase, de letra de Valera, está escrita de través sobre el texto del comienzo de la carta.