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Volumen 14 - carta nº 754

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A   JUAN VALERA

Santander, 5 septiembre 1898

Mi muy querido amigo D. Juan: Recibí y agradecí mucho su carta, en que me ofrece el voto para el amigo Cotarelo. Creo que esta vez se le presentan bien las cosas, pero ya le he escrito para que no se duerma en la confianza del éxito, y hable o escriba a todos los académicos para evitar que otro se le anticipe y conquiste algunos votos que pueden estar indecisos.

Por mi parte, y siendo ya dos las vacantes, no tengo inconveniente en votar para la otra a Ferrari, que en medio de la actual penuria lírica, no es de lo peor, aunque ha hecho muy poco, y creo que no ha de hacer mucho más. Para las elecciones siguientes debíamos formar una especie de lista, prefiriendo siempre a la gente de letras y excluyendo en todo a los políticos, oradores y demás personajes de relumbrón. Desde luego, se me ocurren como buenos candidatos Jacinto Octavio Picón y Armando Palacio, a título de novelistas; Pepe Galiano, como poeta, y Ramón Menéndez Pidal, como filólogo y erudito.

Hay que conservar a la Academia su prestigio, ya que, a Dios gracias, le tiene, y evitar el espectáculo vergonzoso de las elecciones de la Academia de la Historia, que se está llenando a toda prisa de gente inepta. La presidencia de Vega de Armijo, asesorado por Sánchez Moguel, es una calamidad pública. Lo que hicieron en el último concurso de premios, desestimando una obra admirable de Joaquín Costa, bastaría para cubrir de ridículo a una corporación, si aquí hubiese formalidad y sentido común.

Pienso ir a Madrid alrededor del día 20, y probablemente llevaré terminado el tomo séptimo de la Antología de líricos, que será todo él prólogo o epílogo, según costumbre. Trato de Juan de la Encina, de Gil Vicente, de la parte castellana del Cancionero de Resende, de Torres Naharro, de Urrea y de otros autores del tiempo de los Reyes Católicos, y me despido definitivamente de la lírica de la Edad Media.

Este verano ha estado aquí trabajando en mi biblioteca R. Menéndez Pidal, y por él he sabido con júbilo que está Vd. resuelto a escribir el prólogo para el libro que los amigos me dedican. Es cosa que puede Vd. hacer sin consultar ningún libro y dejándose llevar de la espontaneidad más genial. Mucho y bueno puede Vd. decir del sentido que conviene dar a los estudios relativos a la civilización española, puesto que lo son todos los que figuran en el tomo y todos los que yo he hecho. Puede Vd. elevarse a consideraciones históricas del orden más elevado y de trascendencia patriótica.

Expresiones de Amós Escalante y de Pereda. Ya habrá Vd. visto que la Revista de Ambos Mundos ha empezado a publicar traducida su novela Sotileza.

Sabe Vd. que es siempre su mejor amigo

M. Menéndez y Pelayo

 

Valera - Menéndez Pelayo , p. 541-542.