Visor de obras.

Volumen 8 - carta nº 209

Santander, 7 enero 1887

Mi muy querido amigo D. Juan: Mañana saldré para Madrid, pero quiero escribir a Vd. antes para devolverle su cariñosa felicitación de principio de año y desearle todo género de prosperidades y bienandanzas en el que ahora empieza. Visitaré a Corina en cuanto llegue. Por cierto que estuve en su casa noches antes de venir y me dijo para Vd. mil cosas agradables que (según mi costumbre) se me olvidó transmitirle. Recibió y agradeció el tomo de poesías.

Ese Boris de Tannenberg de quien Vd. me habla está en relaciones conmigo, y me parece un buen sujeto, nada tonto y bastante conocedor de la lengua castellana. No es francés, sino ruso, pero ha estudiado en París la Facultad de Letras. Me le recomendó Clarín, con quien se cartea. He visto varios artículos de él sobre poetas y prosistas españoles y me han parecido algo superficiales, pero bien encaminados. Es joven (según creo), tiene alientos, no carece de cultura literaria general, nos quiere mucho y desea acertar. Hará Vd. muy bien, por tanto, y cumplirá una obra de misericordia dándole consejos. Yo le he escrito notándole dos o tres atrocidades en un artículo que me mandó sobre Espronceda.

No deje Vd. de continuar los Apuntes sobre el naturalismo. Ardo en deseos de conocer el prólogo a los versos del pobre Duque de Almenara, que tenía más alma de poeta lírico que casi todos los que pasan por tales en Madrid. Vd. le habrá hecho justicia.

Eguílaz mandó ejemplares de su Glosario para todos los Académicos, y a todos se nos ha repartido. Por consiguiente, el ejemplar de Vd. debe estar en manos de Tamayo o de Aureliano, a quienes puede Vd. reclamárselos. Es trabajo que, a mi entender, honra la cultura filológica española y que puede ser útil fuera de España.

No descuidaré el negocio de los libros de que Vd. me habla.

Desde Madrid escribiré a Vd. con más espacio.

Suyo siempre amigo verdadero

Muchos recuerdos de mi padre.

Valera-Menéndez Pelayo , p. 340-341.