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ArribaAbajo- O -

OBRA DEL SANTÍSIMO NACIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, LLAMADO DEL PECADOR.

Auto sacramental.

Véase: Pecador (El).



OBRAS DEL PECADOR.- Cajesi.

Catálogo de La Barrera.



OBRAS SON AMORES.

Auto sacramental de este año 1620, original de Lope de Vega.

«Figuras: Naturaleza humana.- El Deseo.- La Esperanza.- Amor divino.- Abraham.- Ysac.- Un Ángel.- Jacob.- El Príncipe deL mundo.- La cárcel.- La tiranía».



E.:

ESPERANZA.
Yo tengo de hacer mi oficio.


A.:

pues aquí te doy mi gracia.


En la BN, Mss., R. 1.- 89, se conserva el original autógrafo y firmado por Lope, en Madrid a 31 de mayo de 1615 (enmendado posteriormente, 1628).

Impreso en el tomo II de la edición de la Academia Española, 1892.



OBREROS DEL SEÑOR.- Rojas Zorrilla.

Catálogo de La Barrera.



OLVIDAR POR QUERER BIEN.- Solazar y Torres.

Escribió además el mismo dos autos, cuyos títulos no se conocen.

Catálogo de La Barrera.



ORDEN (EL) DE MELCHISEDECH.

Auto sacramental alegórico de don Pedro Calderón de la Barca.

«Personas: Emanuel.- El Bautista.- El Evangelista.- San Pablo.- El judaísmo.- La sinagoga.- Melchistedech.- La Gentilidad.- La Simplicidad.- Joseph.- Isaac.- Abel.- La Fe.- Música».



E.:

MÚS.
Venid, venid al examen.


A.:

La leña y la mies.


BN, Mss., 16.280, núm. 9.

Impreso en la parte 5.ª, de Autos, 1717.



ÓRDENES (LAS) MILITARES O PRUEBAS DEL SEGUNDO ADÁN.

Auto sacramental de don Pedro Calderón de la Barca.

«Personas: La Culpa.- La Gracia.- La Naturaleza.- El Lucero.- El Mundo.- La Gentilidad.- El Judaísmo.- La Inocencia.- El segundo Adán.- Moisés.- Josué.- Job.- David.- Exaías.- San Benito.- Santiago.- San Bernardo».



E.:

CULPA.
Ah de la celeste curia!


A.:

plumas y lenguas.


En la BN, R. 1.- 63, se conserva el original firmado por Calderón. Lleva al fin la protestación de fe acostumbrada, en latín, fechada en 1662. Tiene muchas enmiendas autógrafas, así como la página 26 redactada de nuevo por Calderón.

Siguen 27 folios, en que están las calificaciones de los censores nombrados por la Inquisición; la prohibición del Auto; la defensa, autógrafa, de Calderón (folio 10) y, por último, en los folios 26 y 27, nueva calificación de 20 de noviembre de 1671, en que se autoriza a Antonio de Escamilla para representar el auto, siempre que se sustituyan las palabras: «reo de fee» por «reo suyo» u otra voz equivalente.

De las calificaciones resulta haberse representado el auto en Madrid el día del Corpus de 1662. En la primera diligencia de 13 de junio de este año, le llama «Primer Auto sacramental: Las Órdenes militares y segundo Adán».

Calderón, en su alegato autógrafo, le llama Las Órdenes militares o Pruebas del segundo Adán.

Impreso en los Autos sacramentales, alegóricos e históricos, 1677.



ORIENTE DEL SOL MÁS CLARO.

Auto al Nacimiento de Nuestro Señor.

Francisco Hurtado de Mendoza. Catálogo de La Barrera.



ORIENTE ILUSTRADO. PRIMICIAS GENTÍLICAS, etc.- Fray Lucas de Santa Catalina, bajo el seudónimo de Félix de Castañeira Turacen.

Catálogo de La Barrera.



OSO (EL) Y LA COLMENA.

Véase: Colmenero divino.



OVEJA PERDIDA (Auto de la).- Anónimo.

«Interlocutores: Custodio, Cristóbal, Pedro y Miguel, pastores.- Apetito, personaje alegórico».



Diverso del de Timoneda.

Códice de piezas dramáticas representadas en los colegios de la Compañía de Jesús; la mayor parte en el último tercio del siglo XVI.

Catálogo de La Barrera.



OVEJA (LA) PERDIDA.

Auto sacramental de Lope de Vega.

«Personas: Luzbel.- La Culpa.- Murmuración.- Adulación.- Gula.- Avaricia.- Cristo.- San Pedro.- San Juan.- La oveja, dama,- La Memoria.- Cantores».



E.:

LUZ.
Supremo Dios, Dios airado!


A.:

la oveja que fué perdida.


BN, Mss., 15.579.

Impreso en el tomo 2.º de la Colección de la Real Academia Española, 1892.



OVEJA PERDIDA (Auto de la).- Timoneda.

Ternario sacramental. Valencia, 1575.

Cuaderno espiritual. Valencia, 1597.






ArribaAbajo- P -

PACIENCIA DE JOB (Aucto de la).- Anónimo.

E.:

O llame acá todos, ovi boa gente (sic)

A.:

mas no halló en el lugar.

Solamente es sacramental el villancico que, con trazas de añadido, le sirve de remate.

Según el voto competentísimo del señor Hartzenbusch, cabe fijar la fecha de este auto más allá del siglo XVI, pues discurriendo sobre la antigüedad de la palabra Satán, dice:

«Satán se lee seis o siete veces en un auto de la Paciencia de Job que existe manuscrito en la Biblioteca Nacional, y es, cuando menos, del siglo XVI».


(Prólogo al Diccionario de galicismos del señor Baralt)                


BN Mss., 14.711, pág. 446.

Publicado en la colección de González Pedroso, pág. 29.



PACIÓ (LA) DE CHRISTO NOSTRE SEÑOR.- Auto en tres actos y en lengua valenciana.

«Interlocutors del 1.er acte: Jesús.- Pere, apóstol.- Juan, apóstol.- Simó.- Judas apóstol.- Bartomeu apóstol.- Anás.- Caifás.- Abdarón.- Benyamí.- Rubán, porter.- Dos testimonis falços.- Un faritzeu.- La moza de Caifás.- Pilat.- Un criat de Pilat.- La muller de Pilat.- Erodes, rey».



«Los qui parlan en el acte segón: Christo nostre Sañor.- Nostra Sañora.- María Magdalena.- María Jacobi.- María Salomé.- Sant Juan.- Pilat.- Annás.- Cayfás.- Sant Turio.- Simón Sinareu.- Dos damas.- Dos sayons.- Alguns cauallers y soldats.- Bon lladra.- Mal lladra.- Abram.- Nohé.- Moysés.- La Varonicha.- Y la guarda quels aparega segons la comoditat del lloch».



«Los qui parlan en el acte 3.º: Nostre Señora.- Sant Joan.- María Jacobi.- María Salomé.- María Magdalena.- Joseph Abinnatia.- Nicodemus.- Centurió.- Los soldats 1.º, 2.º y 3.º- Pilat.- Maurici.- Un patye».



E.:

JESÚS.
Dexeblas sens mes tardar.


A.:

y perdonau si agut error.


BN, Mss., 16.295.



PAN (EL) DE VALLECAS.- Auto sacramental.

«Figuras: Mundo.- Miseria humana.- Cristo.- San Juan.- Santiago.- San Pedro.- Judaísmo.- Ingratitud.- Demonio.- Iglesia.- Dios, padre.- Moisén.- Elías.- Lisonja.- Desconocimiento.- Vanagloria».



E.:

MISER.
Que perecemos de hambre


A.:

rufalahe.


No consta en el Catálogo impreso de La Barrera, pera sí en las adiciones manuscritas.

BN, Mss., 15.373.



PARA RELIGIOSAS (Coloquio).

Cit., sin más senas, por La Barrera, en la sección primera de su Índice de títulos del teatro ant. esp.



PARA UN EJEMPLAR.- Anónimo.

Catálogo de Arteaga.



PARABOLA COENIAE (Incipit).- Anónimo.

Una de sus escenas lleva el título particular de La Gallofa, título que La Barrera ha hecho extensivo a toda la: obra en su Catálogo.

Obra anterior a 1590 y acaso a 1568 (véanse sus notas).

Códice de obras dramáticas del siglo XVI, formado por los padres de la Compañía y existente en la Academia de la Historia. (Est. 12, gr. 6, núm. 384)

Publicada en la colección de González Pedroso, pág. 122.



PARÁBOLA EVANGÉLICA, MATH., 22, Y LUC., 14.

Véase: Santísimo Sacramento (Égloga).



PARÁBOLA DE SAN LUCAS: Homo quidam fecit coenam magnam (Diálogo al Santísimo Sacramento sobre la).- Maestro Diego Calleja.

Obra inédita, con dos prólogos, un romance para empezar, y dos conclusiones, la una con un baile. El autor es muy anterior al padre jesuita del mismo nombre y apellido que floreció a fines del siglo XVII.

Códice del señor Durán, cit. por La Barrera.



PARÁBOLA DE SAN MATEO (Representación de la), a los veinte capítulos de su sagrada historia.- Licenciado Sebastián de Horozco.

Según La Barrera, «se hizo y representó en Toledo en la fiesta del Santísimo, año de 1548».

Hállase inserta en el Cancionero del licenciado Horozco, manuscrito, con fecha de Toledo, 1580, que existe en la Bibl. colombina de Sevilla.

Por ser de autor conocido esta antigua obra, y por constar en ella la fecha de su representación (anterior a la de la Danza de la Muerte, de Juan de Pedraza), merece, sin duda, ser considerada como un documento interesantísimo para el estudio de la poesía dramático-eucarística, en su primer período, que es naturalmente el menos conocido. Proponíase el autor de este Catálogo publicarla íntegra en la colección de González Pedroso, y al efecto solicitó el permiso necesario para sacar un traslado; pero tuvo el sentimiento de que se le negase, en atención a «estar prohibido por el Cabildo de un modo absoluto sacar copias, habiendo un motivo especial en la obra de que se trata».

El Cancionero de Horozco ha sido publicado posteriormente en el tomo VII de la Colecc. de Bibliófilos Andaluces.



PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO, HECHA EN UNA FIESTA AL PATRÓN DE ESPAÑA SANTIAGO.

Lope, lib. IV del Peregrino y tomo V de las obras sueltas impresas por Sancha.

(Salvá)



PARÁBOLA SAMARITANA.- Anónimo.

En el cód. de obras representadas en los colegios de jesuitas, propio de la Real Academia de la Historia.



PARAÍSO Y DEL INFIERNO (Tragicomedia alegórica del).- Gil Vicente.

«Trajicomedia alegórica del Paraíso y del Infierno, moral representación del diverso camino que hacen las almas partiendo de esta presente vida, figurada por los dos navíos que aquí parescen; el uno del cielo y el otro del infierno, cuya subtil invención y materia en el argumento de la obra se puede ver».



Tal es, según Moratín, el título de esta obra, copiado de la edición que sin nombre de autor se hizo en Burgos, en casa de Juan de Junta, a veinticinco días del mes de enero, año de 1539. El anotador de los Orígenes en el tomo II de la Biblioteca de autores españoles dice haber visto copia de este raro impreso, pero no anónima, sino con el nombre de Gil Vicente y la siguiente advertencia: «Compúsolo en lengua portuguesa y luego el mesmo autor lo trasladó a la lengua de Castilla, aumentándolo».

Ya el mismo Moratín había asegurado que la Tragicomedia del Paraíso y del Infierno era «imitación de la que escribió el portugués Gil Vicente por los años de 1519 y se representó delante de los reyes don Manuel y doña Leonor, cuyo título es: Auto de moralidade composto per Gil Vicente, per contemplaçaon da serenisima e muito catholica Reynha Donha Lionor nossa senhora, e representada per seu; mandado a o poderoso principe e muy alto rey don Manoel primeiro de Portugal deste nome». Aunque no hay en la colección, varias veces impresa, de obras de Gil Vicente ninguna que lleve el título citado, no era difícil saber si estaba allí por haber publicado Moratín la lista, de personajes de la tragicomedia castellana, y, sobre todo, por haber sacado luego a luz el anotador de la Biblioteca un fragmento de la misma obra.

Con presencia de ambos datos es fácil conocer que al drama castellano sirvió de modelo la composición titulada en las colecciones de Gil Vicente Auto da Barca do Inferno, primera parte de las tres en que dividió el autor lo que llama él mismo «huā perfiguraçāo sobre a rigorosa aecusaçāo, que os inimigos fazem a todas as almas humanas, no ponto que per morte de seus terrestres corpos se partem». Esta primera parte, según se advierte en sus principios «foi representada de camara, pera consolaçāo da muito catholica e Sancta Rainha Dona Maria, estando enferma do mal de que fallecen, na era do Senhor de 1517».

En la Barca do Inferno intervienen:

«Anjo, arrais do Ceo.- Diabo, arrais do Inferno.- Companheiro do Diabo.- Fidalgo.- Onzeneiro.- Parvo.- Sapateiro.- Frade.- Brígida Vaz, alcoviteira.- Judeu.- Corregedor.- Procurador.- Enforcado.- Quatro cavalleiros».



En la tragicomedia «son interlocutores: Un Ángel.- Un Diablo.- Un Hidalgo.- Un Logrero.- Un inocente llamado Juan.- Un Fraile.- Una Moza llamada Floriana.- Un Zapatero.- Una Alcahueta.- Un Judío.- Un Corregidor.- Un Abogado.- Un Ahorcado por ladrón.- Cuatro caballeros que murieron en la guerra contra moros.- El barquero Carón».- Solamente falta en la lista portuguesa la «moza llamada Floriana», en razón, sin duda, a que este personaje no habla, aunque aparece en la obra.

La escena castellana que, según queda dicho, se ha publicado en otro tomo de la Biblioteca de autores españoles, es una en que interviene el fraile. Confrontándola con su original se ve que El Paraíso y el Infierno, háyale o no compuesto Gil Vicente, no es una traducción sino una larga paráfrasis de la Barca do Inferno.


 

(Entra hum Frade com hūa Moça pela māo, e vem dansando, fazendo a baixa com a boca, e acabando, diz o.)

 


DIABO

[...]
Entrae, Padre reverendo.


FRADE

¿Pera onde leváis gente?


DIABO

Pera aquelle fogo ardente
que nāo temeste vivendo.


FRADE

Juro a Deos que nāo t'entendo.
¿E este hábito me nāo val?


DIABO

Gentil Padre mundanal,
a Berzebú vos commendo.


FRADE

¡Corpo de Deos consagrado!
Pola fe de Jesu Christo,
qu'eu nāo posso entender isto.
¿Eu hei de ser condemnado?
¡Hum padre tāo namorado,
e tanto dado a virtude!
Assí Deos me dê saude
que estou maravilhado.


DIABO

Nāo façamos mais detença;
embarcae e partiremos:
tomaréis hum par de remos.


FRADE

Nāo ficou isso n'avença.


DIABO

Posi dada está ja a sentença.


FRADE

¡Pardeos, essa sería ella!
Nāo vai em tal caravella
minha senhora Florença.
¡Cómo! ¿Por ser namorado
e folgar c'hūa mulher,
se ha hum frade de perder,
con tanto psalmo rezado?


DIABO

Ora estás bem aviado.


FRADE

Mas estás bem corregido.


DIABO

Dovoto padre e marido,
habéis de ser ca pingado.



Aquí alega el fraile que es diestro esgrimidor, y lo prue- manejando una espada, tras de lo cual dice:



   Prosigamos nossa historia.
Nāo façamos mais detença.
Dae ca a mao, senhora Florença:
vamos a Barca da Gloria.
 

(Chega a Barca da Gloria.)

 
Deo gratias! ¿Ha ca logar
pera minha reverença?
E a senhora Florença
polo meu ha lá d'entrar.


PARVO

Andá muitieramiá.
¿Furtaste esse trinchão, frade?


FRADE

Senhora, dame a vontade
que este feito mal está.
Vamos onde havemos d'ir:
praza a Deos co'a ribeira.
En não vejo aqui maneira
senāo emfin concrudir.


DIABO

Padre, habéis logo de vir.


FRADE

Sí, tomae-me lá Florença,
e cumpramos a sentença:
ordenemos de partir.



La escena que a ésta corresponde en la tragicomedia española (suprimiendo también el paso de esgrima), es de doble extensión. Solo copiaremos el postrer trozo:




FRAILE

[...]
Comenzadme de seguir,
      mi señora:
piensa este barquero agora
de ponerme a mí en afán.
Ta-la-la-la, la-la-lán.


DIABLO

Bien lo sigue la traidora.


FRAILE

      ¡Ah patrón!


ÁNGEL

¿Qué me quieres, fray Antón?


FRAILE

Que, pues me salva mi fama,
a mí y a esta gentil dama
nos lleves a salvación.


ÁNGEL

¿Parécete a ti razón?


FRAILE

      Así lo canta
nuestra Madre Iglesia Santa,
que quien vive en religión
reciba su galardón.


ÁNGEL

Nunca esa razón me espanta.
El que su vida levanta
       de la tierra,
y a los vicios hace guerra,
y vence los tres gigantes,
éste irá con los gozantes
de la gloria verdadera.
Mas tú que desta manera
       has pasado,
siempre en paz has sosegado
con la Carne y con el Mundo.
Nunca tuviste cuidado
       de la muerte,
ni quisiste recogerte
de tus inicas maldades.
¿Y con estas vanidades
piensas que yo he de acogerte?


FRAILE

No seáis con mí tan fuerte
       por agora,
siquiera por la señora Floriana,
qu'está conmigo.


ÁNGEL

Esa es, a fe, tu enemigo.


FRAILE

No me la enojes agora.


ÁNGEL

Vete después, en buen hora,
       sin contrastes,
al navío que fletastes.


FRAILE

Por cierto, no lo fleté,
qu'el de gloria concerté
y agora me lo quitastes.


ÁNGEL

Cuando, padre, vos entrastes
       en religión,
érades pobre garzón;
no teníais qué comer;
entrastes allá, a mi ver,
por comer de mogollón.

[...]


DIABLO

Acabad, padre, de entrar.


FRAILE

Ya que me queréis llevar,
       todavía
a esta dama y su valía
dejalda volver al mundo.


DIABLO

Mejor irá allá al profundo
a teneros compañía.
Entrad, que se nos va el día:
       entrad, señora.


FRAILE

¡Oh espejo en que mi alma adora!
No me la tratéis ansí.
¡Oh sin ventura de mí,
y qué gente tan traidora!



En la Biblioteca Real de Munich existe un ejemplar de otra edición de esta obra, descrito por el señor Wolf. Tiene 12 hojas en 4.º, sin foliación. A la cabeza grabado en madera, que representa dos barcos; en grabados laterales las figuras de las personas siguientes, con sus nombres: Hidalgo, Juan, Logrero, Ladrón, Alcahueta, Corregidor, Letrado. Al final, un texto del Eclesiástico, y debajo, en dos estrofas de a ocho versos, una aplicación del mismo.

Sin lugar ni año de impresión.



PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO (REPRESENTACIÓN DE LA).- Lucas Fernández.

Autos y farsas de este ingenio, Salamanca, 1514.



PASIÓN Y MUERTE DE NUESTRO PRECIOSO REDENTOR (REPRESENTACIÓN A LA MUY BENDITA).- Juan del Encina.

En el Cancionero de todas las obras, de Juan del Encina, y en el Teatro español anterior a Lope de Vega, por Böhl de Faber, Hamburgo, 1832.



PASO HONROSO.- Anónimo.

Uno de los cuatro autos con que se celebró en Sevilla la festividad del Corpus de 1613, según el expediente de su razón, que ha publicado en extracto el señor Velázquez y Sánchez.

El maestro Gonzalo de Campos se encargó de pintar y disponer las apariencias para esta obra:

«En la mitad del carro -dice el señor Velázquez- estaría pintado el interior de una casa, tribunal con sillón, ocupado por Atropos, o La Muerte, con luctuosa diadema y un dardo por cetro, y a un lado monte, encubierto hasta el instante requerido por la fábula, con tapices de trampantojo. Para la otra mitad se habrá de pintar al profeta Elías en la carroza de fuego, oculto hasta el punto determinado por bien fingido cortinaje, debiendo tener el testero de dicha carroza una tramoya expedita para convertirse en puente, en rápida mutación. Como accesorios figuraban dos mazas alcideas, bandera con cruz, mesa y bufete con cubierta pintada».



En primero de junio, reunida la Comisión del festejo, «ensayó primero la compañía de Diego de Santiago el auto intitulado El Paso honroso, con vestidos, entremés, música y bailes»; y se acordó «que la compañía de Diego de Santiago suprimiera el entremés, sustituyéndole con baile, y la muchacha encargada en la loa vistiera el traje pastoril, como zagala».

(Revista de Ciencias, Literatura y Artes, tomo VI, entr. 4.ª Sevilla, 1860)



PASTOR ÁNGEL (EL).

Véase: Monstruo (El) de la Sierra.



PASTOR (EL) FIDO.- Auto sacramental de Calderón, precedido de Loa.

E.:

LUZ.
Ah, de la excelsa cumbre.


A.:

las faltas nuestras.


BN, Mss., 16.369.

Impreso en la Parte 3.ª



PASTOR (EL) INGRATO.- Auto sacramental de Lope de Vega.

E.:

Las fiestas tengo trazadas.


A.:

con su bendición inmensa.


BN, Mss., 15.357.

Impreso en el tomo II de la Colección de la Real Academia Española.



PASTOR (EL) LOBO Y CABAÑA CELESTIAL.- Lope de Vega.

En el libro titulado Fiestas al Santísimo Sacramento..., etc. Zaragoza, 1644.

En los catálogos de Huerta y de Arteaga se cita un auto con el primer título atribuido a Mira de Mescua.



PASTORA (LA) DE LAS ALMAS.

Véase: Más (La) hermosa Raquel.



PASTORA (LA) DEL CIELO.- Anónimo.

Catálogo de Mesonero.

Este auto y La Pastorcilla del cielo serán probablemente una misma obra.



PASTORCILLA (LA) DEL CIELO.- Anónimo.

Catálogos de Huerta y otros.



PASTORES (LOS) DE BELÉN.- Licenciado Gaspar Lozano.


   Lozano, su autor, advierte
que le escribió en cuatro días.



El licenciado Gaspar Lozano dio su nombre para la publicación de varias obras poéticas, compuestas en realidad por su tío el doctor don Cristóbal Lozano, autor del David perseguido. ¿Será una de ellas esta composición?

El encabezamiento dice: «Auto al nacimiento los pastores de Belén: Comedia famosa del licenciado», etc. Pero, aunque se le llame aquí de entrambos modos, no es lo que entonces se entendía por comedia, porque solo tiene un acto.

Impresión suelta. Sevilla, por Francisco de Leefdael.



PASTORES (LOS) DE BELÉN (COLOQUIO PRIMERO DE LOS).- Doctor Felipe Godínez.

Auto natalicio.

E.:

SALON.
Atiza la lumbre luego.


A.:

Carne de mi carne es ya.


BN, Mss., 16.727.

«Autos Sacramentales con cuatro comedias nuevas», etc. Madrid, 1655.

Con el título de Auto al nacimiento de Cristo y pastores de Belén, se halla asimismo en los Autos de los mayores ingenios de España. Madrid, 1675.



PASTORES (LOS) DE BELÉN (COLOQUIO SEGUNDO DE LOS).- Doctor Felipe Godínez.

E.:

SIM.
En esta esquina, Rubén,


A.:

que celebremos oy todos.


Llega hasta la Adoración de los Reyes.

BN Mss. 16,431.

«Autos Sacramentales con cuatro comedias nuevas», etc. Madrid, 1655.



PASTORES (LOS) DE BELÉN.

Véase: Pesebre celestial.



PATRIARCA (EL) ARAGONÉS.- Heredia.

Véase: Siglo (El) de la piedad.



PATRICIA (Farsa).- Vasco Díaz Tanco.

«Farsa Patricia, que trata de la Cuaresma y del ayuno».

Cit. por Díaz Tanco en el Jardín del alma cristiana, 1552.



PAZ (LA) GENERAL.

Véase: Lirio (El) y la azucena.



PAZ UNIVERSAL.- Calderón.

«Memoria de las apariencias que se han de hacer en los carros, para la representación de los autos, este año de seiscientos y sesenta.

Primeramente, para el auto intitulado La Paz universal ha de ser el primer carro una carroza muy bien imitada, con cuatro caballos que pisen en el aire, en que ha de aparecer sentada una muger, y dando vueltas ha de tener bajada para el tablado de la representación por un estribo. La pintura deste carro han de ser nubes, y toda adornada la carroza en sus remates y cielo descubierto de angelotes y serafines sobrepuesto.

El segundo carro ha de ser una nave hermosa y bien enjarceada y adornada de gallardetes; ha de tener su elevación en el árbol mayor y dar vuelta como se ha hecho otras veces: las armas han de ser leones con lises en las garras.

El tercero carro ha de ser un iris que se ha de elevar con cinco personas, dos en lo eminente, donde ha de haber un cáliz y hostia, y ellos a sus lados; dos en los remates del arco, y una enmedio en un trono, lo más bien adornado que se pueda: ha de dar vuelta y desaparecer a su tiempo.

El cuarto carro ha de ser una tienda de campaña, de donde, antes que se abra, han de poder salir algunas personas a representar, teniendo bajada al tablado; y cuando se abra, a su tiempo se ha de ver dentro de ella un sacrificio de un cordero sobre palmas y olivas, el cual en un escutillón ha de dar vuelta y verse un cáliz y una hostia.- Don Pedro Calderón de la Barca».


(Papel autógrafo que se conserva en el Archivo de Madrid.- 2.ª, 198, 13)                


Calderón, en la Memoria de los títulos ele sus autos, que formó años después, no incluyó ninguno que se denominase La Paz universal, ni tampoco Vera Tasis en su Tabla. ¿Cómo se explica tal silencio, tratándose de una obra representada en el último tercio de la vida de su autor, bajo la inmediata inspección de éste, según lo acabamos de ver, y en la corte de España? De seguro no pudo tener otra causa que el haber trocado Calderón el título de Paz universal por alguno de los que se hallan en su lista.

Y así sucedió en efecto. Las apariencias descritas en la nota anterior son las que requiere el auto designado por Calderón en su Memoria de títulos con el de El Lirio y la azucena.

Encuéntranse allí la carroza en que ha de aparecer sentada una muger (es el carro triunfal de la Esposa); la nave que ha de dar vuelta (es la de la Gracia); el iris que ha de sustentar enmedio una persona en un trono (en él sentada la Paz empuñando un ramo de azucenas); y, finalmente, la tienda de campaña («Ábrese una tienda, y vese en ella Clodoveo, vestido a la francesa», etc.).

Si alguna circunstancia de las indicadas en la Memoria de las apariencias de la Paz universal falta en El Lirio y la azucena, consiste en que este auto no corre impreso tal como lo escribió Calderón sino tal como se le refundió para celebrar en las fiestas del Corpus de 1701, la venida del rey don Felipe V. Pero lo que destruye hasta las más remotas dudas es que cabalmente El Lirio y la azucena primitivo fue compuesto en 1660 (fecha de La Paz universal), con ocasión de la que se ajustó aquel año y del casamiento de la infanta doña María Teresa con el rey Luis XIV de Francia.

Este auto se estrenó a un tiempo en Madrid y en Valladolid, según el documento siguiente:

«Habiendo de tener Su Magestad (Dios le guarde) las fiestas de el Corpus en Valladolid, ha parecido que no se le hagan autos que se le han representado en otras ocasiones; y pues no tiene inconveniente para su lucimiento (pues se han de hacer en un mesmo día), que se representen los que Madrid tenía prevenidos, suplico a V. S. que dando noticia desto a la Comisión de Madrid, pida de mi parte a la villa que venga en que V. S. dé orden a don Pedro Calderón para que me entregue un traslado de ellos, y yo los remita a Valladolid: que demás de ser cosa de el servicio de S. M., será para mí de particular estimación. Guarde Dios a V. S. muchos años, como deseo. Madrid y abril diez de mil y seiscientos y sesenta (firma ilegible).- Sr. Josef Gonzales».


(Expediente arriba citado)                




PECADO DE ADÁN (AUTO DEL).- Anónimo.

«Figuras: Adán.- Eva.- Lucifer.- Gula.- Avaricia.- Dios Padre.- Ángel».



Falta Asmodeo en esta lista.

Sin loa; escrito en buenas quintillas. Empieza presentando a nuestros primeros padres, todavía en estado de inocencia, y concluye con su expulsión del Paraíso. En la escena de la tentación, lleva Lucifer por compañeras a la Avaricia y la Gula. Logrado su intento, arranca a los dos infelices pecadores sus vestiduras de justicia original y entra con ellas en los abismos diciendo:


   Infernales moradores
de la eterna escuridad,
ya es vencida humanidad.
Con espantables clamores
la vitoria celebrad.



Reprodúcese bien el texto bíblico en las palabras, que dirige Dios a los culpables, empezando por la serpiente:


   En castigo y pugnición
del gran daño que has sembrado,
maldito serás llamado,
con especial maldición,
entre todo lo animado.



El ángel, al echar del Paraíso a los dos esposos, les exhorta a esperar en la misericordia divina.

BN, Mss., 14.711, núm. 40.

Publicado por Rouanet en la Colección de autos, farsas..., etcétera.



PECADOR (EL).- Anónimo.

«Obras del pecador al Santo Nacimiento».

Catálogos de Huerta y Arteaga.

Será la obra siguiente.



PECADOR (EL).- Bartolomé Aparicio.

«Obra del Santísimo Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, llamada del Pecador. Compuesto por Bartolomé Aparicio».



«Son interlocutores las personas siguientes: El Pecador.- La Justicia.- La Misericordia.- La Esperanza.- La María.- Josef.- Mateo, pastor.- Clemente, pastor.- Pedruelo, pastor.- Pascual, pastor.- Y un Ángel.- Rodrigo, bobo.- Martín, bobo.- Y el Autor de la obra».



Sevilla, por Fernando de Lara, año de 1611, diez hojas en 4.º Debajo del titulo una viñeta y dos figuras grabadas en madera; al dorso de la última hoja una estampa de la cruz con varios adornos y atributos. Composición escrita en quintillas.

Citada por La Barrera, que poseía un ejemplar de esta obra.



PECADOR (OBRA DEL).- Licenciado Juan Caxesi.

Cat. de La Barrera. Fajardo cita una comedia del mismo título y autor, inclusa en cierto libro de Autos del nacimiento.



PECADOR PENITENTE (Acto dialógico intitulado el).- Anónimo.

«Interlocutores: Javier.- Mundo.- Teodoro».



El pecador es Teodoro, a quien arranca San Francisca Javier de los brazos del Mundo. Obra de muy cortas dimensiones, escrita en el siglo XVIII, sin duda para estudiantes de la Compañía de Jesús.

E.:

Qué hermoso joven florido


A.:

de pecador penitente.


BN, Mss., 4.059.



PEDRO TELONARIO.- Auto sacramental famoso de Mira de Amescua.

«Hablan en él las personas siguientes: La Caridad.- Cristo.- Pedro Telonario.- Libio, criado.- La Justicia.- diarios, caballero.- La Avaricia.- Flora, dama.- Claudio.- El Ángel de la Guarda.- Henrico, caballero.- Una jitana.- Dos Músicos».



E.:

MARI.
Aunque en el cielo nací.


A.:

y demos de Alejandría
fin al auto si tenemos
del auditorio perdón
que a todos se le dé el cielo.


El catalogo de La Barrera, cita otro auto sacramental de Mira de Amescua con el título de El Rico avariento. ¿Será este mismo de Pedro Telonario, que es un rico avaro, y a quien: en el texto se llama el Rico de Alejandría, como al auto mismo se designa, al fin, con el título de Auto de Alejandría?

BN, Mss. 16.636.



PERALFORJA (FARSA DEL SACRAMENTO DE).- Anónimo.

Es posterior al año 1520. En él se lee:


   Y ese vuestro apetito,
que Peralforja ha por nombre...
Y esa Teresa Jugón,
qu'es vuestra sensualidad,



versos donde aparece claro que el autor quiso encubrir figuras alegóricas con nombres de personas de carne y hueso. De esta particularidad apenas se hallan ejemplos en los autos sacramentales de época más adelantada.

BN, Mss., 14.711, pág. 336.

Publicado en la colección de González Pedroso, pág. 4.



PÉRDIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.- Gaspar Fernández

Penúltimo coloquio de los diez que componen la colección de este autor titulado: La Infancia de Jesucristo, impreso en Málaga, según La Barrera, en la primera mitad del siglo pasado.



PEREGRINO.- Valdivielso.

En la colección Doce autos sacramentales..., etc. Toledo, 1622.



PERICO EL DE LOS PALOTES.

Véase: Sueño (El) de Lucifer.



PERLA (LA) DEL SACRAMENTO Y PRECIOSA MARGARITA.- Un ingenio americano.

Catálogo de La Barrera.



PERTURBADOR SAGAZ.- Anónimo.

Catálogos de Huerta y otros.



PESEBRE CELESTIAL Y PASTORES DE BELÉN.- Anónimo.

Catálogos de Huertas y otros.



PESTE (LA) DEL PAN DAÑADO Y JUNTA DE LA SALUD.- Calderón.

«Tabla de los autos sacramentales de don Pedro Calderón», formada por Vera Tasis. No hay otra noticia.



PIEDRAS (LAS) DE DAVID.- Zamora.

«Autos sacramentales que se han representado en esta villa... 1698. Se hicieron de don Antonio de Zamora El Divino Artífice y Las Piedras de David. Papel del Archivo de Madrid».


(2.ª, 200, 5)                


Será La Honda de David, que, en efecto, se estrenó en 1698, según consta de otros documentos más fidedignos.



PIEL (LA) DE GEDEÓN.- Calderón.

E.:

MADIAN.
Muera esta infame canalla!


A.:

la soledad y la pena de ayer.


BN, Mss., 16.2795.

Impreso en la Parte 3.ª de Autos, 1717.



PINTOR (EL) DE SU DESHONRA.- Calderón.

E.:

LUZB.
Si dijo Jeremías


A.:

en nombre del que hizo el auto.


BN, Mss., 16.27911.

Impreso en la Parte 1.ª, 1717.



PLANTAS (LAS).

Véase: Humildad (La) Coronada.



PLEITO DE DIOS CONTRA DIOS, Y JUSTICIA POR EL HOMBRE.

Auto al Nacimiento, por Juan Bautista Diamante.

«Personas: El Padre Eterno.- El Hijo.- El Espíritu Santo.- La Misericordia.- La Justicia.- San Gabriel.- San Joseph.- La Virgen.- El Demonio.- Bato, pastor.- Tila, pastora.- Pascual, pastor.- Antón, pastor.- Músicos».



E.:

Venid y adorad


A.:

y el paridero.


BN, Mss., 15.349.

Impreso suelto.

Catálogos de Huerta y otros.



PLEITO (EL) MATRIMONIAL DEL CUERPO Y EL ALMA.- Auto sacramental alegórico como lo escribió don Pedro Calderón de la Barca.

E.:

PECADO.
Parasismo del intuido a cuyo horror.


A.:

envidia el cielo.


Se escribió antes de 1655, en cuyo año lo publicó Valdés, mercader de libros, en su colección «Autos sacramentales con cuatro comedias nuevas».

En el Ms. 17.385 de la Bibl. Nac. se atribuye a Calderón y a don Antonio de Zamora, con una nota al fin: «Representóse en esta forma en 1704».

El auto, tal como existe en la col. de Pando, tiene varios trozos añadidos por Zamora.

Impreso en la parte sexta de autos 1.717.

BN, Mss., 16.2817.



POLIFEMO.- Pérez de Montalván.

Polifemo pretende captarse el amor de Galatea; desairado por la ninfa, amenázala con matar al pastor Acis; acude éste en defensa de su amada; tórnase adentro, y aparece crucificado. Al final se exponen a vista del público una hostia y un cáliz.

Tal es el argumento de esta obra, contra la cual se han desatado, no sin razón, críticos antiguos y modernos. El alemán Bouterwek da cuenta de ella en los términos siguientes:

«Pero el engendro más extravagante de la imaginación de Montalván es su auto del Polifemo, donde aparece el cíclope de este nombre como representación alegórica del Judaísmo; y el resto de los cíclopes, juntamente con la ninfa Galatea y otros personajes mitológicos, como alegorías de la Fe y la Infidelidad, amoldándose todo a las nociones cristianas.

A estas figuras acompañan el Apetito, de villano; el Placer, de mujer, y, finalmente, el Niño Jesús: los cíclopes tocan la guitarra, y se hunde una isla en medio de una tremenda explosión de fuegos artificiales».



Este juicio es atinado, cosa que, a nuestro modo de ver, sucede a Bouterwek menos a menudo de lo que convendría, cuando habla de literatura española; pero hay alguna inexactitud en ciertos pormenores. Galatea, en la obra de Montalván, no representa a la Fe sino al Alma humana; ni Polifemo al Judaísmo, sino al Demonio. Ya lo consignó así chistosamente Quevedo, cuando dijo: «Lo primero, en el auto del Polifemo, hay una novedad: que hasta ahora había diablo copíelo solamente, y ahora hay diablo tuerto, con solo un ojo; porque Polifemo es el diablo».

Aunque Acis representa, como se ha visto, al Redentor del mundo, atribuyese también, en un largo y prosaico: relato de Polifemo, la propia representación a Ulises, personaje que no aparece en la obra. Con su acostumbrada acerbidad se disparó Quevedo contra Montalván por haber juntado en una dos figuras tan diferentes:

«Esta no es alegoría sino algarabía: no hiciera cosa tan mal sonante ni indecente un moro buñolero; porque la persona de Cristo no se ha de significar por un hombre que los propios gentiles idólatras le llamaron engañador, embustero y mentiroso».



Llega el autor de la Perinola hasta condenar bajo el concepto religioso dos proposiciones del auto:

«Y es lo peor -prorrumpe- que dice Polifemo o Polidiablo estas palabras:


   Se recogió con los suyos
a la parte más secreta
de la cueva, y prometió
hacer de su sangre mesma
un vino, con cuyo olor
antes de probar su fuerza,
me trastornó los sentidos.

Esto está vuelto del revés en un misterio tan grande; porque es de fe indubitable que en al Sacramento el vino se vuelve en sangre de Cristo, y no la sangre en vino; porque allí hay sangre y no vino», etc.



A lo cual añade:

«Y lo más execrable y endemoniado es que más abajo dice el Doctor estos versos:


   Dime, antes que me duerma,
tu nombre; dime: ¿quién eres?
Y el entonces con cautela:
"Yo soy yo mismo", me dijo.

Miren si aprobaran el decir el autor... que Cristo dijo con cautela: "Yo soy". Esto es calumnia de los escribas y fariseos. A lo que respondió Cristo: Ego palam locutus sum. "Yo he hablado en público...". Ese auto del Corpus, harto será que no sea de inquisición presto».



Dejando al lector que reduzca a su justo tamaño las exageradas calificaciones con que quiere castigar Quevedo al doctor Juan Pérez, por pecados tan veniales como, por ejemplo, haber usado, a manera de ripio, la voz cautela, réstanos hablar del desempeño iliterario de la obra.

Bajo este concepto, como bajo cualquiera otro, merece el Polifemo ser llamado extravagante. Reina en algunos trozos un prosaísmo que aflige; otras veces propende el autor a ser conceptuoso; y en ocasiones amalgama la frialdad con la hinchazón, resultando de aquí lo más malo y desagradable de todo el auto. Gozaba entonces de su mayor celebridad el Polifemo de Góngora, popularizando mil desbarros a favor de la entonación poética, que nunca perdió aquel lozanísimo ingenio. Montalván quiso imitarle en la extravagancia y no hizo más que parodiarle. Debía haber hecho, por lo menos, versos tan expresivos y armónicos como los de aquel poema:


   Infame turba de nocturnas aves,
gimiendo tristes y volando graves...
Rompe Tritón su caracol torcido...
Bala el ganado: al mísero balido
nocturno el lobo de las selvas nace, etc.



Pero esto era difícil; mientras que sin trabajo se podían reproducir y variar en estilo pedestre las andaluzadas del héroe gongorino:


   En los cielos desde esta roca puedo
escribir mis desdichas con el dedo.



Hasta qué punto reunió Montalván la exageración con la frialdad en su copia, díganlo estas breves citas:


   Puedo alcanzar estrellas con la mano,
y si acaso tal vez me siento frío,
con extenderme sobre el vago viento,
a la región del fuego me caliento...
y si el agua me falta, despejado
en aljófar bañando la floresta,
traigo de los cabellos una nube...
y cuando silbo por aquestos huecos
cuatro leguas de aquí suenan los ecos...
Si quieres coche, cuatro hermosas pías,
de negras moscas y color castaño,
a quien, el cielo los primeros días
remendó de cristal, por faltar paño.



A veces se contenta el autor con ser prosaico en la forma, sin ser ampuloso en la idea; y excusamos añadir que ni aun así produce mejor efecto:


   Si fruta se le antoja a tu deseo
cuanta quisieres te pondré a tu puerta,
fuera de las manzanas, porque creo
que te supieron mal en una huerta.



Tal es en substancia el auto del Polifemo. Concluyamos citando algo más aceptable, para dejar reconciliado al lector con el malogrado Montalván.

Dice Galatea a Polifemo (esto es, el Alma al Demonio):


   Tú y yo podemos matarle,
si bien con distinto acero:
tú con clavarle a un madero,
y yo sólo con dejarle.
Y no pudiendo excusarle
una muerte, mejor es
que tú, ingrato, se la des:
que era doblarle la herida
que quien le llamó su vida
se la quitara después.
   Yo sé que no ha de sentir
tanto tus golpes crueles,
cuando en rosas y claveles
llegue la cruz a teñir,
como si llegara a oír
que pude haberle olvidado;
porque el golpe de un pecado,
y más si toca en mudanza,
con más rigor que la lanza
le va rompiendo el costado.



Lleva este auto en la impresión la fecha de 1628, y se halla inserto en todas las ediciones del «Para todos: Ejemplos morales, humanos y divinos», etc. (la primera es de Madrid, 1632).- Hay, además, una impresión suelta, del siglo pasado, en Barcelona, por Juan Serra.



POR GRANDE MAL, MAYOR BIEN.- Auto sacramental.

«Personas que hablan: El Príncipe de la Luz.- El Hombre.- La Gracia.- La Culpa.- El Demonio.- La Caridad.- El Mundo.- El Entendimiento.- La Voluntad.- La Memoria.- El Alvedrío.- Música».



E.:

hoy desde el no ser, al ser


A.:

Por grande mal mayor bien.


Escrito, según Durán, por un autor de Talavera (Pineda?) desde 1720 en adelante.

BN, Mss., 14.763, fol. 298.



PRAGMÁTICA (LA) DEL PAN.

Véase: Fe (Aucto de la).

Véase: Premática.



PRECIOSA MARGARITA.

Véase: Perla (La) del Sacramento.



PRECIOSA REDENCIÓN.- Anónimo.

Catálogo de Mesonero.

¿Será errata, por Primera redención?



PREMÁTICA DEL PAN (Farsa del Sacramento, llamada).- Anónimo.

Hubo de escribirse en 1572 con motivo de la pragmática de 8 de octubre del año anterior, «que es la que llaman de la tasa del pan, por haberla puesto al trigo y cebada y pan cocido» (León Pinelo). Por eso al publicar Timoneda, poco después, su refundición de esta obra, la anuncia así: «Aucto de la Fee, agora nuevamente compuesto, puesto en su perfección por Joan Timoneda».



PREMIO (EL) DE LA HUMANIDAD Y DAÑOS DE LA SOBERBIA.

«Auto del nacimiento del Hijo de Dios, intitulado..., compuesto por el licenciado», etc., don Felipe Sánchez Carralero.

Impresión suelta, Madrid, por Juan Sanz, siglo XVIII.



PREMIO (EL) DE LA LIMOSNA Y RICO DE ALEJANDRÍA (Auto famoso del).- Doctor Felipe Godínez.

Avaricia y Caridad contienden por triunfar de Pedro Telonaria. La primera canta:


   Quien del mundo quisiere gozar,
si tiene riquezas, a nadie ha de dar.



La segunda se expresa de este modo:


   Quien del Ciclo quisiere gozar,
si tiene riquezas, al pobre ha de dar.
       Quien del Cielo gozar quiere,
    que es la infinita riqueza,
    no muestre al pobre aspereza,
    cuando limosna pidiere...
       Al rico Dios da dinero
    para que alimente al pobre,
    y dél la comida cobre,
    pues le hace su tesorero.
      Da limosna, pues te ha dado
    Dios en abundancia bienes,
    pues cuanto adquirido tienes
    gozas no más que prestado.



Cediendo a la Avaricia, Pedro Telonario despide con malos modos a varios indigentes que imploran su compasión. Mas, cuando se sienta a comer, preséntase otro sumamente obstinado:




CARIDAD

   Da limosna a este pobre.


POBRE

¡Así te falte el mal, y el bien te sobre!


AVARICIA

   Despídele: ¿qué aguardas?


CARIDAD

No despidas, sin darle algo primero.


AVARICIA

   Envíale: ¿qué tardas?


POBRE

¡Dame algo por Dios!


PEDRO

¡Tormento fiero!
    Tomad, sucias harpías,
que a mi mesa acudís todos los días:
   tomad, mal de mi grado,
este pan...



«Arrójale un pan con furor» y acuden Avaricia y Caridad a la Justicia Divina para saber cuál de las dos ha venado a Pedro. La Caridad echa en una balanza el pan de tan mala gana dado en limosna; en el otro platillo pone la Avaricia los siete pecados capitales, bajo la figura de siete serpientes. El pan prepondera.

Entre tanto, Pedro, que de sobremesa se había quedado dormido, despierta espantado y resuelto a mudar de vida. Regala a los pobres su casa y hacienda; reparte con ellos sus vestiduras, y aumenta estas limosnas con 129 dineros, precio en que se vende por esclavo a un capitán de barco. Habiendo recibido de su amo cierta suma para comprar víveres, no puede resistir al deseo de socorrer con ella a una infeliz, que le implora en nombre de la Caridad. Entonces se le aparece un Peregrino, y también le pide limosna. Pedro responde que ya nada le queda:




PEREGRINO

   Pues yo te di hartos bienes.


PEDRO

¿Qué dices que me diste?


PEREGRINO

¿No tuviste
hacienda alguna vez?


PEDRO

Toda la he dado
    a pobres, y vendida
tengo la libertad, prenda querida.


PEREGRINO

   Yo también fuí vendido
por tu ocasión.


PEDRO

¿Por mi ocasión?


PEREGRINO

Es cierto:
afrentado, escupido...


PEDRO

¿Por mí también?


PEREGRINO

Y por tu causa muerto,
    que no por culpa mía.


PEDRO

¿Quién eres, pues?


PEREGRINO

Sabráslo aqueste día.



Aquel día debe morir Pedro, según se lo anuncia la Caridad, la cual, saliéndole al paso en traje de jardinera, le entrega un ramo de hermosas flores, para que lo presente ante el Tribunal de Dios. Por remate, aparece la Justicia divina con la Avaricia a los pies, y Pedro Talonario de rodillas, mostrando su ramillete. Vese un cáliz sobre un altar, y detrás Jesucristo, que dice al Rico de Alejandría:


   Pues un pan me regalaste,
amigo, que veas quiero
aqueste pan celestial,
en quien se cifra mi cuerpo.



Dejemos a los críticos del siglo de Voltaire la satisfacción de haber abrumado de escarnios y suprimido de Real orden un género de escritos populares en que recibía la gente lecciones como las que da la Caridad en esta obra. Si de algo peca el hermoso espectáculo de un hombre que se salva por haber dado un pedazo de pan, aunque de mal talante, es de confianza excesiva en la Misericordia de Dios, y se comprende que Calderón creyese necesario recordar su Justicia algo más a menudo que Lope, Godínez y Valdivielso.

Inserto en Navidad y Corpus Christi..., Madrid, 1664.



PRESENTACIÓN (LA) DE NUESTRO SEÑOR EN EL TEMPLO.- Gaspar Fernández de Ávila.

Sexto coloquio de los diez que forman da colección de este autor titulada La infancia de Jesucristo, impresa en Málaga, según La Barrera, segunda cuarta parte del siglo XVIII.



PRETENDIENTE (EL) DEL CIELO.- Anónimo.

Catálogos de Huerta y otros.



PREVARICACIÓN DE NUESTRO PADRE ADÁN (Aucto de la).- Anónimo.

«Figuras: Adán.- Eva.- Lucifer.- Dios Padre.- Un Ángel.- Dos coros de ángeles».



Adán y Eva se recrean en el Paraíso. Lucifer, después de un largo monólogo, seduce a la mujer, la cual tienta a su marido.

Llama el Señor a Adán, el cual se disculpa con la mujer, y ésta con la serpiente: oye cada uno su sentencia y son echados del Paraíso. Por conclusión, salen los dos coros de ángeles, conversan ponderando la gravedad del pecado del hombre, y para lograr su perdón entonan un cantar deprecatorio al Padre Eterno.

Lleva al principio un argumento en prosa.

BN, Mss., 14.711, núm. 42.

Publicado por Rouanet en la Colección de autos, farsas..., etc.



PRIMER (EL) BLASÓN CATÓLICO DE ESPAÑA.- Calderón.

«Memoria de las apariencias que se han de hacer para la representación de 'las fiestas del Santísimo Sacramento, este año de 1661.

Primeramente, para el auto intitulado Primer blasón católico de España.

El primero carro ha de ser la pintura de bosque hermoso con árboles y fuentes y algunos animales y aves: éste a su tiempo se ha de abrir, retirándose los bastidores de los costados y cayendo la fachada de delante en escala, dejando descubierto un jardín con celosías, tiestos y demás adornos. Este jardín ha de tener dos árboles de tabla recortada, de cuyas copas ha de pender una cadena de tusón clorada, y el cordón de ella ha de venir a caer pendiente sobre un adorno, que siendo como cuadro pequeño de jardín, tenga semejanza de altar; del cual a su tiempo, escondiéndose el cordero, ha de aparecer un cáliz con su hostia. En el hueco que hace la cadena ha de haber entre los dos árboles un nicho retirado en el fondo, donde ha de estar una mujer, como estatua que es de aquel jardín. Adviértase que los dos árboles han de tener por hojas unos óvalos, y en ellos pintados diversos rostros, de manera que entre otras ramas parezcan a su tiempo árboles de jardín y árboles de genealogía.

El segundo carro ha de ser por de fuera de fábrica hermosa, y abriéndose a su tiempo los bastidores deste medio carro en elevación, se han de ver dentro adornos de sala rica, y la pintura ha de ser colgaduras, bufetes y escritorios. Abierto este medio carro, a su tiempo ha de dar vueltas, y viniendo cerrados los bastidores del otro medio carro se han de abrir en la misma conformidad y verse dentro una galería en estatuas pintadas y otros adornos: advirtiendo que así la primera mitad como la segunda se ha de mover con dos o más personas en cada una y todo se ha de cerrar junto.

El tercero carro ha de ser en todo parecido al segundo, así en la pintura por de fuera, como en todos los movimientos de sus dos mitades, con esta diferencia: que la primera vez que se descubran los primeros bastidores se han de ver unas verjas como de prisión, claras, que no embarazen la vista de los que estuvieren dentro, sino que se descubran francamente. Esta mitad ha de tener comunicaciones con la otra, de manera que dando vuelta se vean las mismas personas, con otras que han de venir en la otra mitad, y habiendo representado, cerrarse todo. La pintura desta última mitad ha de ser a manera de jardín.

El cuarto carro ha de ser pintado de nubarrones hermosos con algunos serafines en ellos. Y a su tiempo han de salir de sus dos costados dos personas que han de venir en dos bufetones de canal, las cuales han de bajar al tablado, y en habiendo representado, volverse a subir por donde vinieron. Hase de descubrir al mismo tiempo el carro, y pintado por de dentro de gloria, verse sobre una pirámide, según la capacidad, un niño en una cruz.- Don Pedro Calderón de la Barca».


(Papel autógrafo. Archivo de Madrid.- 2.ª, 198-12)                


En el mismo expediente se encuentra una «Memoria de las demasías (gastos extraordinarios) que hubo en los carros», donde van mezcladas las partidas correspondientes a la representación de El Primer blasón de España, y las que pertenecen a El Primer refugio del hombre, auto que también se representó en 1661. Eliminando las que tienen alguna relación con el argumento de esta última obra, quedan las siguientes:

«Una escalera que se puso, por gusto del Sr. D. Pedro Calderón, en el carro de la cárcel.

Otra escalera que se hizo en el jardín de la fachada.

Una baya (probablemente valla) con diez y ocho varas para tornear.

Dos cabezas de león y un papagayo con un racimo de uvas.

Una mitra y un bufete en que estaba puesta.

Más, otros dos escudos colorados de la villa».


Tales son todos los pormenores que subsisten acerca del aparato escénico de este auto. No son aplicables a ninguna de las composiciones eucarísticas, unánimemente tenidas por obra de Calderón, ni aun a las que, con dudoso fundamento, se le han atribuido. Fuerza es, por tanto, esperar a que algún investigador más diligente o afortunado descubra, si todavía es tiempo, el paradero de El Primer blasón católico de España.



PRIMER (EL) BLASÓN DE ESPAÑA.- Calderón.

El mismo Calderón: «Memoria de los títulos» de sus autos.



PRIMER (EL) BLASÓN DEL AUSTRIA.- Calderón.

Tabla de los autos sacramentales de don Pedro Calderón, publicada por Vera Tasis en 1685. No hay otra noticia.

El auto intitulado El Segundo blasón de Austria (puesto en escena en 1679) tiene su predecesor natural en El Lirio y la Azucena, representado en 1660. Así lo advertirá quien coteje sus argumentos respectivos. El título de El Primer blasón del Austria no está en la Memoria de Calderón dirigida al Duque de Veragua.

Allí se cita, sí, El Primer blasón de España, obra que omitió Vera Tasis al redactar después su índice. Faltar el Blasón de España, citado por Calderón, y sobrar el de Austria, no mentado por nadie, es indicio vehementísimo de que Vera Tasis o su impresor pusieron inadvertidamente el nombre de una nación por el de la otra.

Creemos, pues, que nunca ha existido la obra que se atribuye a Calderón y da asunto a este artículo.



PRIMER (EL) DUELO DEL MUNDO.- Auto sacramental alegórico de don Francisco de Bances Candamo.

«Personas: El Esposo.- El Pecado.- El Mundo.- El Deseo.- La Muerte.- El Rey.- El Amor.- El Temor.- El Agua.- El Aire.- La Tierra.- El Fuego.- Sansón.- Elías.- Moisés.- Abrám.- La Naturaleza.- La Imaginación».



E.:

MUS.
Pues la Naturaleza hoy nos destruye


A.:

De sentidos materiales.


BN, Mss., 14.840, fol. 57.

Impreso en el tomo primero de las Poesías cómicas. Madrid, 1722.

Atribuido malamente por algunos a Calderón, antes de 1718 (Fajardo, Disertación ms.).



PRIMER (LA) FLOR DEL CARMELO.- Calderón.

E.:

AVAR.
¿Dónde me llevas, Luzbel?


A.:

y el segundo David vivan.


BN. Mss., 16.2792.

Colección de Pando y Mier.- Idem de Apontes.- Tesoro del teatro español, por Ochoa. París, 1838.



PRIMER (EL) REFUGIO DEL HOMBRE Y PROBÁTICA PISCINA.- Calderón.

E.:

DEM.
Déjame morir a manos


A.:

primer refugio del hombre.


BN, Mss., 16.693.

Colección de Pando y Mier.- Idem de Apontes.



PRIMERA (LA) REDENCIÓN.- Auto historial alegórico de don Diego de Nájera y Zegrí.

«Personas: Termute.- La Piedad.- La Voluntad.- María.- Faraón.- La Ira.- Amrran.- Músicos».



E.:

PIED.
¡Ah del apacible vulgo!


A.:

y paz al hombre en la tierra.


BN, Mss., 14.807.

Según Fajardo, (Disertación ms.) algunos atribuyeron infundadamente este auto, a Calderón.



PRIMERO Y SEGUNDO ISAAC.- Calderón.

Autos sacramentales, alegóricos e historiales..., etc., Madrid, 1677.

Reimpresión de este libro, Madrid, 1690.- Colección de Pando y Mier.- Idem de Apontes.

Reimpresa la edición príncipe en Madrid, 1715, por Ángel Pascual Rubio. (Fajardo, Disertación)



PRIMICIAS GENTILICAS.

Véase: Oriente del Sol.



PRÍNCIPE (EL) DE LA PAZ Y TRANSFORMACIONES DE CELIA.- Lope de Vega.

Manuscrito antiguo, en cuarto, con el nombre de Lope. Exprésase allí que este auto se representó en 1629, en las fiestas de Madrid.

Catálogos de don Vicente Salvá, de París y Londres.

Será la obra siguiente.



PRÍNCIPE (EL) DE LA PAZ Y TRANSFORMACIONES DE CELIA.- Mira de Amescua.

Existe en el Museo británico.

«Van al fin de los dos volúmenes que contienen todas las comedias mss. de Lope, de esa biblioteca (excepto sólo la de Las Bizarrías de Belisa), dos autos, uno titulado: El Príncipe de la Paz, con nombre de Mira de Mescua».



Catálogo de Chorley, añadido por La Barrera.



PRÍNCIPE (EL) ESCLAVO ESCANDERBECH.- Auto sacramental del doctor Juan Pérez de Montalván.

«Personas: Escanderbec.- Amurates.- Alberto.- Dos cautivos.- Cristerna, mora.- Rosa, mora.- Trucimán, turco.- Un niño Jesús».



E.:

ESCAND.
Quien eres Palas cristiana?


A.:

ha merecido agradaros.


Copia del librero Martínez de Mora con fecha de 1629 y nota de haberla representado Roque en Madrid en aquel año.

BN, Mss., 15.213.