Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

91

El Santo dice de Nebridio, que por Dios fue hecho ex liberto filius, en lo cual alude a las leyes de los romanos, que les permitían hacer de sus esclavos, libertos o libres (que no hay en castellano otra voz con que poder significarlo de una vez); y a éstos podían imponerles sus mismos nombres honrosos, contarlos entre su familia y hacerlos herederos de sus bienes en todo o en parte. Como a Nebridio le sacó Dios del error y servidumbre del demonio, que le tenía como esclavo, fue esto hacerle liberto o libre por el Bautismo; fue hecho de liberto hijo adoptivo, porque por la gracia consiguió la adopción de los hijos de Dios y herederos de su gloria.

 

92

A la quinta Casiciaco, que era propia de Verecundo acompañándole su madre, Alipio y otros, entre los cuales se han de contar su hijo Adeodato, Navigio su hermano; Trigecio y Licencio, paisanos y discípulos suyos; Lastidiano y Rústico, sus primos, y también Evodio, como él mismo dice en los libros De Ordine, De Vita beata y Contra Académicos. Durante su estancia en Casiciaco fue cuando vio el monasterio que había fuera de Milán, de donde volvió muy edificado del método de vida que tenían aquellos solitarios, como él refiere en el libro De moribus Eccles., 33.

 

93

Los primeros de que el Santo habla son los que acabo de nombrar en la nota anterior; estos segundos, que dice los compuso hablando consigo mismo, fueron los Soliloquios, que los escribió inmediatamente después de los otros citados.

 

94

Llama cedros a los filósofos para significar la soberbia y vanidad de sus doctrinas, por la mucha altura y elevación que tienen los cedros; dice que el Señor los había ya quebrantado para significar que ya no le llevaban la atención ni hacía caso de ellos, y alude a lo del salmo XXVIII, 5: Et confringet Dominus cedros Libani.

 

95

A vuestro Santo, esto es, a Cristo, que es por antonomasia el Santo, y el Santo de los santos.

 

96

Habla del enojo que concibió contra sí, después de haber oído toda la relación de Ponticiano, como se dijo en el libro VIII, capítulo VII.

 

97

San Agustín lee aquí victoriam.

 

98

En la Iglesia de Milán, y en otras muchas del Occidente, se llamaban competentes aquellos catecúmenos que, estando ya suficientemente instruidos, y reconocidos por de buenas costumbres, pretendían el Bautismo. A éstos les inscribían antes de la Cuaresma en un libro de registro que había para este fin: tenían que ir a la iglesia en aquellos días y horas que les señalaban para recibir allí nuevas instrucciones y sujetarse a nuevas experiencias y exámenes. San Agustín hace mención, aunque de paso, en el libro De Fide et operibus, de la atención, cuidado y respeto con que él oía y atendía las instrucciones de aquéllos que enseñaban los principios de la Religión cuando pretendía recibir el Bautismo y estaba en el grado de los competentes.

 

99

En el intervalo de tiempo que pasó desde su llegada a Milán hasta la Pascua del año 387, hizo y escribió algunas otras obras que las pasa en silencio: entre ellas fueron la de la Inmortalidad del alma, la de la Gramática, los principios de los Tratados de la Dialéctica, de la Retórica, de la Geometría, de la Aritmética, de la Filosofía y Sobre las categorías, etc.

 

100

Adeodato había nacido en el año 372, no teniendo su padre más que dieciocho años de edad; conque venía a tener Adeodato quince años, y su padre treinta y tres.