1. ¿No alcanzará esta regla hasta los individuos? El hijo de un ladrón, que roba, ¿es tan culpable como el hombre de mundo que realiza una bancarrota fraudulenta?
2. Se cita como ejemplo de profundo disimulo unas palabras de Carlos IX, que no me parecen sino una grosera salida de tono, propia de un hombre indiferente en materia de religión. El Papa puso dificultades para conceder las dispensas necesarias al matrimonio de Margarita de Valois, hermana del rey, con Enrique de Borbón, entonces protestante. «Si el Santo Padre rehúsa -dijo el rey- yo tomaré del brazo a mi hermana y yo mismo la casaré, substituyendo al cura.»
3. La población de Francia tendría entonces unos veinte millones de almas. Se supone que cuando las segundas guerras civiles los protestantes no sumarían sino un millón seiscientos mil; pero, proporcionalmente tenían más dinero, más soldados, y mejores generales.
4. Maurevel fue llamado el asesino del rey.
5. Frase de Napoleón.
6. Personaje ridículo de la época.
7. El arzobispo de Suiza.
8. Entonces se llamaban refinados los grandes espadachines.
9. Lugar clásico en aquel entonces para los duelos. La Pré-aux-Clercs se hallaba enfrente del Louvre, en un terreno comprendido entre las calles de Petits Augustins y Bac.
10. Los protestantes habían adoptado este color.
11. El príncipe Luis de Condé, muerto en Jarnac, estaba acusado por los católicos de pretendiente a la corona... Coligny se llamaba de nombre Gaspar.
12. Poltrat de Meré asesinó a Francisco, duque de Guisa, durante el sitio, en el momento en que la ciudad estaba a punto de ser tomada. Coligny no pudo justificarse bien, y se le creía inductor del asesinato.
Los dos versos constituyen en francés un retruécano que el traductor ha querido imitar malamente.
13. Me atrevo a insistir en el recuerdo de que esta novela se escribió en 1829. Todavía bastantes años después el camino de Sevilla a Granada fue tan peligroso como en la época en que le visitó Merimée.-N. del T.
14. Su hermano.
15. Por el Tratado con que terminó la tercera guerra civil se establecieron tribunales de justicia, de los cuales la mitad de los consejeros eran protestantes y la otra católicos, y debían intervenir en las querellas entre ambos bandos.
16. Éste es un retruécano intraducible. En francés los grajos -geas- es un vocablo que se pronuncia casi igual que Guisas -Guises.-N. del T.
17. Era una regla general entre los refinados no entablar ningún nuevo lance mientras no estuviese resuelto otro anterior.
18. En aquel tiempo los padrinos no eran simples espectadores, pues se batían también entre ellos.
19. El duelo concertado entre Comminges y Mergy era a un arma que en francés se llama rapiére. La traducción exacta es espetón; pero he preferido llamarle espada larga, ya que el otro vocablo está en desuso.-N. del T.
20. Este supuesto de Mérimée me parece arbitrario, pues los desafíos en España fueron individuales hasta el siglo XIX, en que empezó la costumbre del duelo con testigos pasivos.-N. del T.
21. Batir el hierro, y directo al cuerpo. Tal es la frase con que se designa en la actualidad el golpe por los maestros españoles.-N. del T.
22. En español en el original..
23. Ídem.
24. Ídem.
25. Ídem.
26. Ídem.
27. Ídem.
28. Ídem.
29. Ídem.
30. Se deja al lector que supla el epíteto. Carlos IX pronunciaba con frecuencia juramentos muy enérgicos y rotundos, pero nada elegantes.
31. En español en el original..
32. D'Aubigné: Historia Universal.
33. Ídem.
34. El duque de Anjou, después Enrique III.
35. Se pueden ver parecidas armaduras en el Museo de Artillería. Un precioso diseño de Rubens, que representa un torneo, explica cómo con estas enagüillas de hierro se podía montar a caballo. Las sillas llevaban una especie de taburete que recogía las enaguas y levantaba al caballero de manera que sus rodillas estuviesen al nivel del caballo. (Véase el hombre quemado vivo en su armadura.-D'Aubigné. Historia Universal.)