SU AVTOR *AUTOR* D. RAMÓN DEL VALLE-INCLÁN
SU AVTOR *AUTOR* D. RAMÓN DEL VALLE-INCLÁN
(TIENE EL JARDÍN LA GRACIA PENSATIVA DE LOS CIPRESES CON LA FRAGANCIA DE LAS ROSAS QUE EN SU TORNÁTIL POMPA ANIDAN UN RECUERDO DE HABER SIDO MUJERES.
DIVINAS ENCANTADAS, SOMBRAS QUE AL DESVANECERSE SÓLO DEJARON LA SANGRIENTA IMPRESIÓN DE UNA BOCA, O DE UNA CABELLERA DE LLAMAS, O DE UNOS SENOS DE FRAGANCIA LLENOS...
¡TAL VEZ SOLAMENTE LAS EVOCA EL RITMO ETERNO Y ARMÓNICO DE UNA ONDULACIÓN, IGUAL EN LA RAMA VERDE DE LA ROSA Y EN EL CUELLO DE LA MUJER!
Y LOS CIPRESES SE CONTEMPLAN INMÓVILES EN EL MISTERIO DE LAS FUENTES, CON ESA TRISTEZA ANTIGUA DE LOS JARDINES PROPICIOS AL AMOR!)
ESCENA PRIMERA
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(CERCA DE LA FUENTE DONDE ABRE SU COLA EL PAVO REAL, UNA AZAFATA CON DISFRAZ DE GITANA MORISCA, DISCRETEA CON PEDRO DE VIDAL. AQUEL TROVADOR CELEBRADO EN LAS CORTES PROVENZALES POR SUS CANCIONES Y SU BUENA GRACIA PARA DECIR Y ACOMETER LOCURAS. OTRAS AZAFATAS ACECHAN ESCONDIDAS EN UN SETO DE LAUREL ROSA.)
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LA GITANA | ¡Trovador galán y gentil, | | Del sayo toronjil! | | ¿Quier mercar este anillo encantado, | | Que puesto en el dedo del corazón | | De los amores aleja el cuidado, | | [22] | Y da los buenos sueños de la ilusión? | | ¡Y si no la rosita, rosa de Abril, | | Trovador galán y gentil! | | ¡Que es más perfumada, | | Que la boca regalada, | | De una enamorada! | | En los jardines de Jericó, | | Para ti, mi galán, esta mano la cortó. | | La boca de la enamorada, | | Que te besó en el cabezal | | Haciendo pecado mortal, | | No es más regalada | | Ni más aromada! | |
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LA GITANA | Trovador galán y gentil | | [23] | Del sayo perejil, | | Y la pluma verde limón: | | Yo tengo una palabra, | | Que es como una oración | | Para todas las cuitas del corazón. | | ¡No hay puerta cerrada que no se le abra! | |
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EL TROVADOR | ¿Es la palabra de la abracadabra? | |
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LA GITANA | La palabra del ajonjolí, | | Que abate los muros | | Y es más fuerte que todos los conjuros, | | Y que el Diablo pata de cabra. | |
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EL TROVADOR | ¡Oh, misteriosa palabra aleve! | |
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LA GITANA | Como yo la diría al oído de una dama de brial, | | Alumbrara para ti un cirial, | | En la cruz de su pecho de nieve. | |
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EL TROVADOR | ¿Por obrar tal prodigio que demandas? |
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LA GITANA | ¡Si | | Serías un rey, por mi ajonjolí | | Un florón de tu corona te pidiera! | | ¡Si se serías un gigante, | | La piedra esmeralda de tu encante! | | ¡Saluda la rabia, amuestra los tesoros, | | Guía por los caminos, es piedra de moros, | | De muy gran poder, la piedra esmeralda!— | | Si como eres trovero, fueras caballero, | | [25] | Te diría mi ajonjolí por tu dinero. | | Si dama de Señoría, por un halda, | | Por una pluma, por un coral... | | Si barragana de un santo cardenal, | | Te preciara la palabra secreta, | | En una reliquia de San Cristóbal, | | Y en una foja de misal. | |
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LA GITANA | Pues eres trovero, | | Y galán de mi devoción, | | Te haré mi merced por una canción, | | Que pueda cantar y bailar al son | | De mi pandero. | | ¿Quién es la dama, que alumbra la llama | | De una candelilla en tu corazón? | | [26] | Trovador galán y gentil, | | del sayo toronjil, | | Y la pluma verde limón. | |
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EL TROVADOR | ¡Tan alto está mi anhelo, | | Que tiene por suyos todos | | Los bellos nombres del cielo! | |
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LA GITANA | Pues se llama de tantos modos, | | Yo, mi galán, si no te pesa, | | Le diré mi señora Princesa. | |
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EL TROVADOR | ¡Tuviste mirada de zahorí! | |
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LA GITANA | ¿Ello te da enojos? | | [27] | Yo tu secreto leí, | | En las niñas de tus ojos. | |
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EL TROVADOR | ¡Es transparente el cristal! | |
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LA GITANA | En tu mirada que implora, | | Vi asomada a mi señora, | | La Princesa de Imberal. | | ¡Y se reía, en la luz del día, que la desleía! | | Repara, galán, esta rosa. | | Con unas palabras, que digo callada, | | A esta sombra la dejo deshojada. | | ¡Si la Princesa aquí se reposa, | | Ha de adormecer…! | |
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LA GITANA | Yo estaré en aquel seto escondida, | | Y la palabra del ajonjolí, le diré dormida. | |
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LA GITANA | ¡Por mi vida | | Que soy bautizada, trovero gentil! | | ¡Los profundos infiernos me abra | | Si digo mentira, el pata de cabra! | | ¡Tú serás alcaide del pulido torreón de marfil! | | Llegan las dueñas de la Señoría, | | Y voy a esconderme. | |
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(CON LA GRACIA DE UN VUELO SE EMBOSCA POR EL SETO DE LAUREL ROSA, AQUELLA AZAFATA QUE LLEVA DISFRAZ DE GITANA MORISCA. OTRAS AZAFATAS SALEN COGIDAS DE LAS MANOS COMO NINFAS EN UNA ALEGORÍA.)
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EL TROVADOR | ¡Dejáis a la Princesa, vuestra señora y mía! | |
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EL TROVADOR | Amor de trovador | | A todas las Princesas. Es una poesía | | Bien rimada, burlonas damiselas, mi amor. | |
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UNA AZAFATA | ¡Ay, que nuestra señora se enojará contigo | | Cuando lo sepa! |
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EL TROVADOR | ¿Acaso se enoja Helios pagano, | | Si el pájaro le canta en el surco del trigo, | | Y si la espiga siente amor en cada grano? | |
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UNA AZAFATA | ¿Por qué sacas ahora cosas de paganía? | |
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OTRA AZAFATA | ¡Es buena cristiana nuestra dueña, juglar! | |
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EL TROVADOR | ¿Decidme si se enoja Madre Santa María, | | Porque un villano sea devoto de su altar? | | [31] | A mi señora logro amar sin desacato, | | Como a la faz de plata de la luna en el cielo. | | En el azul del alma contemplo su retrato, | | Y con mi amor, un cofre labrado le cincelo. | |
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UNA AZAFATA | Cuerdo serás, si guardas bajo ellas tu secreto. | |
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EL TROVADOR | ¡Son catorce campanas que lo dicen a coro! | |
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UNA AZAFATA | ¡Oh, qué enojo esa rima que vino de Toscana! | |
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EL TROVADOR | ¡Mal alcanzáis vosotras lo que es la Gaya Ciencia! | | El soneto italiano es invención galana | | Que en el verso postrero vierte toda su esencia. | | ¡Rosa métrica! ¡Estrella de rimadas facetas! | | ¡Maravilloso engarce! ¡Serventesio y rondel! | | ¡La no vista sirena, que encanta a los poetas | | Porque todos naufraguen en su claro riel! | |
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UNA AZAFATA | A mí sólo me placen las antiguas canciones, | | Las que tienen la música para bailar al son. | |
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OTRA AZAFATA | Á mí las cortesanas sales de las tensiones. | |
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OTRA AZAFATA | A mí la serenata, si es bajo mi balcón. | |
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EL TROVADOR | Son rimas caprichosas, | | Y me falta acordar y pulir el envío. | |
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OTRA AZAFATA | ¡Hace un momento estabas diciéndolo a las rosas! | |
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EL TROVADOR | ¡Si las rosas lo saben de siempre, por ser mío! | |
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UNA AZAFATA | Pues yo soy Rosalinda y no lo sé, de suerte | | Que merezco oír los versos de Pedro de Vidal. | |
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EL TROVADOR | Rosalinda, razonas muy gentil, pero advierte | | Que a tus hermanas puedo besar en el rosal. | |
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UNA AZAFATA | Yo cantaré tu verso, que es besar al poeta. | | La rosa de mi boca te dará su tesoro. | | Musical. |
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EL TROVADOR | Rosalinda, la más linda y discreta, | | Vuelen sobre tu rosa, mis abejas de oro. | | Mas llega la Princesa, vuestra señora y mía. | |
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(LA PRINCESA CAMINA POR UN SENDERO ENTRE ALTOS MIRTOS. LLEVA BIRRETE CON PLUMAS Y SOBREVESTA GINOVESA, RECAMADA POR BELLOTAS DE AMBAR. UNA URRACA, POSADA SOBRE SU HOMBRO, REPITE EL ESTRIBILLO DE LA CANCIÓN VIEJA DE PIERRÁS Y MAGALONA.)
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LA PRINCESA | ¿Retienes a mis damas con algún madrigal? | |
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EL TROVADOR | Les explicaba cómo dos veces nace el día: | | Contigo, y con la aurora, Princesa de Imberal. | |
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LA PRINCESA | ¿También la maga ciencia estudias, de los astros? | |
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EL TROVADOR | Bien pudiera afirmarlo, si es por mirar la altura. | | Mis ojos han cegado en los divinos rastros, | | Que ciega el resplandor más que la noche oscura. | |
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LA PRINCESA | Pon, como un capuchino, los ojos en la tierra. | |
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EL TROVADOR | Cielo y tierra, se han juntado para mí. | |
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LA PRINCESA | Mira que cuando el cuerdo por ser loco se aferra, | | Acaba loco. | |
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EL TROVADOR | El poeta, señora, empieza así. | |
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LA PRINCESA | Pues oigame el poeta: Mañana, de Castilla, | | Llega el Infante que me amó por mi retrato, | | Quiero que le reciban con una tonadilla, | | Las dueñas y azafatas de mi casa y recato. | | Y en la musical pauta, que al oído regala, | | Tejerán una danza, y a las blancas torcaces | | Que el coral de los picos esconden con el ala, | | Darán suelta en parejas, del sol bajo los haces. | | Tú, harás un serventesio. |
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EL TROVADOR | Será lleno de saña | | Y maldiciones, contra el raptor español. | | ¡Oh, fementido Paris, no cantaré tu hazaña, | | Del jardín de Provenza al robarnos el sol! | |
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LA PRINCESA | Yo te daré el vestido que mi padre vestía | | [38] | En las fiestas mayores: Un jubón verdegay, | | Una hebilla turquesa, con mucha pedrería, | | Un plumaje de garza, y un manto de contray. | |
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EL TROVADOR | Un vestido de luto fuera mejor. La abeja | | Sin la rosa bermeja no labra su panal; | | No canta la cigarra sin sol. |
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LA PRINCESA | Pero su queja | | Dicen los ruiseñores en la noche estival. | | Se tiende la inconsutil *inconsútil* escala del ensueño, | | En el claro de luna más que en la luz del día, | | Del sésamo cerrado, del imposible empeño, | | Los ojos de los ciegos guardan la poesía. | | Unos tienen la fuerza de oxidianas cuajadas, | | Otros, de talismanes tienen la evocación. | | [39] | Algunos son serenos y firmes como espadas, | | Y otros ensangrentadas túnicas de pasión. | | Y con los ojos brujos, que nunca han visto el día, | | La corneja contempla bogar la negra barca, | | Y asomada al misterio, escucha la jauría | | Que ladra, bajo el vuelo de algo que no se abarca. | | No hay cortejo sin luna, lirio de plata antigua | | Que arrastra los sutiles velos de la ilusión | | Por los lagos azules. ¡Divina flor ambigua | | Que enciende en el crepúsculo los ojos del león! | | Sobre el lago lunático la mirada se pasma | | Como sobre el cristal de un espejo encantado. | | Sólo en la sombra flota la estela del fantasma, | | Y aroma en nuestra historia el nardo deshojado. | | Coronaré tu frente, si complacerme sabes. | |
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EL TROVADOR | Voluntad de mi dueña, sé ritmo en mi canción. | | [40] | ¡Como bajo tu mano las musicales claves | | En el salterio cantan, así mi corazón! | |
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LA PRINCESA | Convocaré juglares, se correrán anillas, | | Quiero hacer gaya fiesta al galán caballero, | | Que viene a conocerme, de las lueñas Castillas, | | Haciendo día y noche camino de romero. | |
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EL TROVADOR | Debiera precederle embajada de pajes, | | Con cofres, que perfuman terebínticas gomas, | | Llenos de ricas sedas de Arabia, y de plumajes | | Verdes, con tornasoles de cuello de palomas. | |
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LA PRINCESA | Rigen allí otros usos. Y no son muy galanas | | Las Castillas, que hicieron lanzas de sus florestas. | |
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EL TROVADOR | ¿Y a ese gran segador de cabezas paganas | | Quieres darle la lírica rosa de nuestras fiestas? | | ¿No has oído los romances que cantan sus troveros? | | En vez de arpas, se acompañan con atambores. | |
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LA PRINCESA | DEL Infante y su brava hueste de caballeros, | | Los crestonados cascos coronaré de flores. | |
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LA PRINCESA | Infanzones de adarga y lanza, pajes, | | Condes, con reyes moros vasallos o en prisión, | | Y caballeros de los más claros linajes, | | Los que alancean toros en Burgos y en León. | | [42] | Por donde el sol se pone, en un tropel sonoro | | Llegarán. En el viento temblarán los airones, | | Que se abren en los yelmos bajo el ocaso de oro, | | Como floridos ramos o colas de leones. | | Mientras reposo, bajo este verde boscaje, | | Tú sube al mirador que domina la plana. | | Dime si asoma, en el encante de un miraje, | | El paje anunciador del alba de la mañana. | |
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(PEDRO DE VIDAL SE ALEJA HACIA EL BOSCAJE DE LAURELES, DONDE HAY UN MINARETE CON GENTILES ARCOS MORISCOS. Y ENTRE AQUELLA GRACIA AIROSA, TIEMBLA Y CANTA EL SURTIDOR DE UNA FUENTE. PEDRO DE VIDAL HA VUELTO UN MOMENTO LA CABEZA.)
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EL TROVADOR | ¡Enigma de abracadabra, | | [43] | Palabra de ajonjolí, | | Alba de oro, veste para mí! | | ¡Se cumple el sortilegio de la gitana! | | ¡El lirio gentil se reposa | | En el encanto de la rosa! | |
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LA PRINCESA | ¿Trovador mío, qué ves surgir en la plana? | |
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EL TROVADOR | ¡Muere la tarde, mi Princesa, muy lejana! | |
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LA PRINCESA | ¿Y más allá, mi trovador? | |
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EL TROVADOR | ¡Veo el azul en lontananza! | |
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EL TROVADOR | ¡Siempre el azul de la esperanza! | |
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LA PRINCESA | ¡Oh, qué lunático de amor! | |
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(TODAS LAS AZAFATAS ASOMAN RIENDO. VIENEN POR LOS SENDEROS DEL JARDÍN. SON SIEMPRE NINFAS DE UNA ALEGORÍA. Y PARECE QUE PLIEGA LOS ROPAJES UNA BRISA DE PRIMAVERA.)
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LA GITANA | ¡Y qué sin ventura! | | ¡Y qué prendado de vuestra hermosura! | | Por una morisca me tomó... | |
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LA PRINCESA | ¿De tu disfraz no tuvo sospecha? | |
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LA GITANA | ¡Es de sol, mi señora, la flecha, | | Que tan de claro le pasó! | |
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LA PRINCESA | Son los trovadores, como ruiseñores | | Que en la noche cantan al claro de luna. | | Cantan y se mueren sin lograr fortuna. | | Sus alas no vuelan como sus amores, | | ¡Tan alto! ¡Tan alto! | |
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UNA AZAFATA | ¡Vedle, señora, en el mirador! | |
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OTRA AZAFATA | ¡Bendice la tierra a los cuatro vientos! | |
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LA PRINCESA | ¡Pobre lunático de amor, | | Tuvo muy altos pensamientos! | |
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UNA AZAFATA | Con esta burla le curaremos. | |
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LA PRINCESA | ¡Para un trovador, | | Es dorada espina la espina de amor! | |
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UNA AZAFATA | ¡El mal que hacemos, nunca vemos! | |
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LA GITANA | ¡Voy a decirle que te dormí, | | Con la palabra del ajonjolí! | |
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LA PRINCESA | Sobre el jardín pasó un rumor. | | ¿Lo habéis sentido estremecido? | | Se deshoja una flor... | |
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UNA AZAFATA | Será Cupido, que ríe escondido | | Entre el ramaje. | |
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OTRA AZAFATA | Le cazaremos para tu paje | | En el boscaje | | De laurel. | |
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(AL PIE DE UN ÁRBOL QUE TIENDE SOBRE LA ROSA DESHOJADA EL MOVEDIZO ENCAJE DE SU SOMBRA, SE FINGE DORMIDA LA PRINCESA DE IMBERAL. Y LA AZAFATA, CON DISFRAZ DE GITANA MORISCA, Y EL TROVADOR, VIENEN POR EL FONDO DEL JARDÍN.)
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LA GITANA | Trovador galán y gentil, | | [49] | Del sayo perejil, | | Cata dormido tu dulce bien: | | Rosa en botón, | | Que abrirá para ti, | | Galán de la pluma verde limón, | | Por la virtud de mi ajonjolí. | |
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EL TROVADOR | Rosa sultana, | | Abre en la ventana | | De mi corazón. | |
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(SE INCLINA, Y PONE UN BESO EN LA BOCA DE LA PRINCESA DE IMBERAL, QUE APARENTA DORMIR SOBRE LA ROSA DESHOJADA. LA AZAFATA DEL DISFRAZ HUYE A ESCONDERSE.)
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LA PRINCESA | ¡Me besó un escorpión! | | [50] | ¡Un cínife envenenado! | | ¡Un alacrán…! | |
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EL TROVADOR | ¡MI corazón, | | Pájaro alado, | | Es quien se ha posado | | En el rosal de tu boca! | |
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LA PRINCESA | ¡Nunca creí, audacia tan loca! | | ¿Cómo osaste llegar hasta mí? | | ¡Audacia tan loca nunca creí! | |
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EL TROVADOR | Nos une el poder de un encante, | | Claro y fuerte como el diamante. | | [51] | ¡La palabra del ajonjolí! | | No es más clara y más firme que ella, | | La cristalina estrella | | Que llevaba en el blanco turbante | | El gigante Avengalí. | |
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LA PRINCESA | ¡En gracia a tu locura, | | No te mando arrojar a mi traílla! | | ¡Sal de aquí, miserable criatura! | | ¿Qué Jordán lavará tanta mancilla, | | Como puso en mi labio la audacia de tu agravio? | |
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EL TROVADOR | Sobre el broche entreabierto de tu boca risueña, | | Vi pasar las abejas en un vuelo sonoro, | | Y en el divino enigma de la rosa abrileña, | | [52] | Libar todas las mieles para el panal de oro. | | ¡Quise, como la abeja, | | Libar la miel, | | Y sólo de tu queja | | Gusté la hiel! | |
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ASÍ TERMINA LA ESCENA PRIMERA |
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ESCENA SEGUNDA
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(UN VIEJO ROBLEDO QUE EL SOL MATINAL VISTE DE ORO. LOS TRONCOS APARECEN NEGROS SOBRE EL FONDO VERDE PRADO Y EN EL ÁMBAR DE LA LUZ. HAY SONES DE MONTERÍA EN LEJANÍA.)
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UNA AZAFATA | ¡Tres ballesteros castellanos | | Venían a mi alcance! | |
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OTRA AZAFATA | ¡Cintia, yo me desmayo en ese lance! | |
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UNA AZAFATA | ¡Al apartar las zarzas | | Me desgarré las manos! | | [56] |
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OTRA AZAFATA | ¡Son milanos | | Perseguidores de las garzas! | |
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OTRA AZAFATA | ¡Son sátiros, centauros o egipanes, | | De los bosques paganos! | |
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UNA AZAFATA | Ya me alcanzaban. En las manos | | De uno, dejé la cinta del cabello. | | ¡Y sentía en el cuello | | Su alentar! |
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OTRA AZAFATA | ¿Y era bello, | | El castellano? |
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UNA AZAFATA | En tan terrible paso | | Los ojos no volví. | |
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OTRA AZAFATA | ¡Cintia, en tu caso, | | Yo me desmayo allí! | |
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(LA PRINCESA DE IMBERAL ENTRA EN EL RASO CON EL INFANTE, QUE POR CONOCERLA VINO DE CASTILLA. EL INFANTE, DE OJOS PROFUNDOS Y BARBAS MONJILES, TRAE EL MANTO REVUELTO AL BRAZO Y UN VENABLO EN LA DIESTRA.)
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EL INFANTE | ¡Es tu Corte galana maravilla! | |
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LA PRINCESA | ¿No se celebran fiestas como éstas, | | Infante, allá en Castilla? | |
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EL INFANTE | Señora, nuestras fiestas | | Nunca son tan galanas. | | [59] | Las fiestas de Castilla, | | Son como nuestras madres castellanas. | | Vísperas y sermón, | | Plática en el estrado, | | En la vasta cocina, gran matanza | | De aves y de corderos, | | Una hoguera en la plaza, y una danza | | Honesta de pecheros. | | Justas, en bodas reales, | | La Tarasca y la Coca, | | Con la danza de estoques, | | Y corridas de gallos, donde tercian | | Soldados y rufianes, | | Y alguna vez, alzados los manteles, | | Tal hidalgo, y tal mozo tonsurado. | | Por las Fiestas Mayores, | | Repique de campanas todo el día, | | En los zaguanes muchos pordioseros, | | En las rúas devotos y romeros, | | [60] | Y labradores ricos y callados, | | Con hijas mozas, llenas de patenas, | | Yantando en los mesones retirados | | O en las frescas olmedas de los ríos. | | Y al recadarse de las procesiones | | Un auto de juglares en la iglesia, | | Donde se representa algún misterio | | De Nuestra Santa Religión Cristiana, | | Y el Pecador, la Muerte y el Diablo, | | Aparecen en bulto. | |
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LA PRINCESA | Bien sabéis describillas, | | Pero no son galanas, | | Infante, vuestras fiestas castellanas. | | ¡Rezo y sermón! ¡Mantillas | | Y encapuchados! ¡Villanesca bulla…! | | En un mismo cortejo, | | [61] | Mezclado Don Antruejo | | Con la Madre Cogulla. | | ¿No tienen vuestras damas trovadores | | Y pajes que les digan madrigales, | | En el silencio de los miradores, | | Bajo los arcos de los ventanales? | | ¿No hacen Corte de Amor en los jardines, | | Entre los laberintos de arrayanes, | | Y deshojan jazmines | | Oyendo suspirar a los galanes? | | ¿No bordan las doncellas, | | Cifras de oro en lazos de esperanza, | | Cuando rompe por ellas, | | Un hidalgo su lanza? | |
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EL INFANTE | Nunca, Princesa mía, | | Tú podrás comprender nuestra alegría. | | [62] | Serena, grave y fría, | | Como el cristal del agua, en una alberca | | Que el morisco arrayán de sombra cerca. | | ¿Mas qué pieza cobró vuestra jauría | | Que ahora ladra tan terca? | |
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LA PRINCESA | Los gritos de los mozos que azuzan la traílla, | | Anuncian que el ojeo levantó un jabalí. | |
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EL INFANTE | Permíteme, Princesa, que apreste mi cuchilla | | Para poder cobrarlo, y ofrecértelo a ti. | | Bajo la sombra añosa y grave de los robles, | | Abuelos centenarios con rumores de rezo, | | Parece que las trompas tienen ecos más nobles | | Y que los viejos robles tienen un esperezo. | |
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(AQUEL INFANTE DE CASTILLA SE ALEJA POR EL ROBLEDO, ANIMOSO Y CAUTELOSO. CRUZAN CON ÉL DOS AZAFATAS QUE LLEGAN CORRIENDO, Y EL CASTELLANO TIENE PARA ELLAS UNA MIRADA VIOLENTA Y ARDIENTE.)
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UNA AZAFATA | ¡Los canes de Diana, y sus dardos certeros, | | No alcanzaron jamás suceso tan feliz, | | Como alcanzan ahora, señora, tus monteros | | Y canes, con la pieza que dobló la cerviz! | |
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OTRA AZAFATA | ¡Oh! ¡Qué gracioso engaño! | |
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LA PRINCESA | ¿Decid ya lo que ha sido? |
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UNA AZAFATA | A Pedro de Vidal | | Apresó la jauría. | |
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OTRA AZAFATA | ¡Se ha metido a ermitaño! | |
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UNA DAMA | Pero lleva una piel de lobo por sayal. | |
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OTRA DAMA | Es penitencia por sus amorosos yerros. | |
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OTRA DAMA | ¡Le alzan todo sangrante! |
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OTRA AZAFATA | Caído bajo el áspero hocico de los perros | | Con un planto muy triste, te invocaba, Princesa. | |
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OTRA AZAFATA | Por tus enojos, penitencia. | | Pero al saber que estabas en són de montería, | | Juzgo *Juzgó* gentil empeño, su amorosa demencia, | | Ir con disfraz de lobo áaengañar tu jauría. | |
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UNA AZAFATA | Dice que le hechizaron dos negros hechiceros. | |
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OTRA AZAFATA | ¡De tal modo, a tus ojos alude su locura! | |
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OTRA AZAFATA | En andas de ramaje le llevan los monteros. | |
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OTRA AZAFATA | Con la mano les indicó la altura | | De la montaña. Jura que habitara una cueva | | Hasta lograr, señora, mover tu corazón. | |
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LA PRINCESA | Que mis pajes le alcancen y le lleven la nueva. | | ¡Ya de su desafuero tiene la absolución! | | En mi jardín florezcan otra vez sus canciones, | | [67] | Y se abran con el triunfo de las rosas carnales, | | Y como en la fontana de limosos tritones, | | El plumaje de fábula abren los pavos reales. | | Si las breñas del monte le depararon silo, | | Si materna la loba le abrigó con su piel, | | No ha de negar mi pecho a la piedad asilo, | | Ni en herida de amores he de poner la hiel. | | Olvidar quiero ahora la audacia de su intento, | | Y ser como la rosa que se abre bajo el sol, | | Y por igual se ofrece, cuando la mece el viento, | | Para la mariposa y para el caracol. | | ¡Ofrenda de lunático…! ¡Furor de clara luna! | | ¿Qué cuento de misterio y qué sabor de miel | | Dejaste en mí? ¿Tu beso era el envío de una | | Canción? ¿Era la tórtola que canta en el rondel? | |
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UNA AZAFATA | ¡Llegan otros monteros con la caza cobrada! | | [68] | Traen un corzo vivo. De su ijar una brecha | | Mana sangre, y parece como una lis rosada. | |
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LA PRINCESA | ¡Mi mano fué la mano que le asestó la flecha! | |
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(FUERTES JAYANES TRAEN A CUESTAS CORZOS Y VENADOS, QUE DEJAN REGUEROS DE SANGRE SOBRE LA HIERBA. DESCANSAN UN MOMENTO A LA SOMBRA, Y SE ALZAN VIENDO LLEGAR AL INFANTE. COMO EL CARRO DE UN DIOS ANTIGUO, RUEDA BAJO LA AÑOSA SOMBRA DEL ROBLEDO EL SON DE MONTERÍA EN LEJANÍA.)
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UNA AZAFATA | ¡Con peones de ballesta | | Llega el Infante aquí! | |
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EL INFANTE | ¡Por mi Santo Patrón Señor Santiago, | | Brava la caza fué! Mira, Princesa, | | En mi peto el estrago, | | Que causó el jabalí. | |
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LA PRINCESA | ¿Herido, acaso, el valeroso Infante? | |
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EL INFANTE | ¡Sólo pudo hacer presa | | En el peto de ante! | |
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LA PRINCESA | ¿Alcanzó a darle muerte vuestro hierro? | |
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EL INFANTE | El hierro no, que, rota la cuchilla, | | [70] | Afincada en la tierra la rodilla, | | Le vencí con los brazos. Hice aferro, | | Y luchamos los dos. | | Yo le quebré los huesos de las manos, | | Y luego le mataron tus villanos. | |
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UNA AZAFATA | ¡Apuesto es el Infante, y arrogante! | | ¡Si fuesen como él sus castellanos! | |
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UNA AZAFATA | ¡Pero rudos | | En el hablar, y toscos y velludos! | |
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OTRA AZAFATA | ¡Y montaraces, como son los osos! | |
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[71] |
OTRA AZAFATA | Algunos son hermosos! | | ¡Oh, Cintia, por tu vida, | | No los has visto bien! | |
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UNA AZAFATA | ¿Y al fin se hace el concierto | | De las bodas? ¿Se lleva el castellano | | La rosa más hermosa | | Que se abrió en los jardines de Provenza? | |
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OTRA AZAFATA | ¡Cristo Señor Nuestro, tal no permita, | | Ni su Madre, Santa María bendita! | |
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OTRA AZAFATA | Parias de reyes moros cobra el Infante, | | Que los venció en batalla, | | [72] | Y luce cuatro testas con turbante, | | En el campo de gules de su escudo. | |
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OTRA AZAFATA | ¡Y ha de considerar nuestra Señora, | | Que tiene el castellano | | Gran poder en Castilla! | | Reunidos los dos feudos, | | Y ellos a par sentados en la silla | | Con respaldo de oro, | | Compitieran con reyes. | | ¡Y acaso a un hijo suyo, | | El Papa coronara la cabeza | | Con corona real! | |
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UNA AZAFATA | ¡Ay, Rosalinda, cuánto es lueño el sueño! | |
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OTRA AZAFATA | ¡Veis que es grande el dominio de Imberal! | | [73] | Pues dicen que el Infante en su infantazgo | | Lo metiera tres veces, | | Con su monte, su plana y su casal. | |
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OTRA AZAFATA | Y la flor más galana de esta plana, | | Se volviera amarilla | | Como toda la tierra de Castilla. | |
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EL INFANTE | ¡Pero en la montería, | | Fué lance incomparable | | El de aquel miserable | | Lunático, que antaño | | Hubiste por trovero, mi señora! | |
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LA PRINCESA | ¿Te contaron, señor, | | [74] | El Infante, que siendo mi trovero, | | Quiso ser mi amador? | |
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EL INFANTE | Un ballestero me lo dijo hogaño. | | ¿Cómo la boca osada, que el intento | | Puso de un beso en esa boca bella, | | No tuvo el escarmiento | | Del plomo hirviente en ella? | |
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LA PRINCESA | ¿Usan de tal rigor las castellanas | | Infantas? | |
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EL INFANTE | ¡Si en Castilla, | | Cuando van a la misa mis hermanas, | | Las mirase un villano, | | [75] | Sin hacer reverencia de rodilla | | Y con mirar galano, | | Colgado de una almena | | Había de ponelle por las corvas…! | | ¡Y el cortejo de cuervos, | | Que acudiese del llano, | | Pálio *Palio*del sol, entorno de mi torre, | | Fuera por el Agosto! | |
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LA PRINCESA | Mi señor el Infante, | | En tu palabra fiera, | | Me aparece Castilla | | Como una gran hoguera | | En el terrado seco de una trilla. | | ¡Y tu mirar se vela | | Del negro humo que en el viento vuela! | |
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[76] |
EL INFANTE | ¿Qué importa mi arrogancia, | | Blanco lirio de Francia, | | Ni si mi madre me parió león fiero, | | Allá en Castilla, si en Provenza doma | | Tu mirar de paloma, | | Al más fiero león del Rey Asuero? | | Pasan tus dedos entre mi melena, | | Princesa de Imberal, | | Como los rayos de la luna llena | | Entre la cabellera de un mimbral. | | Supe la maravilla | | De tu beldad, en medio | | Del batallar. Que estaba en el asedio | | De una muy fuerte y torreada villa, | | De moros, en la raya de Castilla. | | Era de noche ya. Sobre unas pieles | | Descansaba en mi tienda, y la vislumbre | | [77] | Fuera veía, de la jara en lumbre. | | Escuchaba a la par | | Sonar los cascabeles | | Y la voz de un juglar. | | A un corro de peones divertía, | | Por un pan de centeno, | | A la redonda de un carral de vino. | | Cantaba una canción: | | Era la loa de tu clara hermosura, | | Tenía un grave y placentero son, | | Y como una saeta arrojada del muro, | | Me pasó el corazón. | |
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LA PRINCESA | EN la trova que dices fué saeta, | | Puso mi nombre con rimada traza | | El loco áaquien tus perros dieron caza, | | ¡Que un milagro de santo puede obrar un poeta! | |
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[78] |
EL INFANTE | ¡Mi pecho arqueaba el son de aquel relato, | | Loa de tu hermosura, | | Más bello y más gentil, que la pintura | | Del códice que guarda tu retrato! | |
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LA PRINCESA | ¿Y quería el Infante, | | Cristiano y caballero, | | Premiar la gentileza | | De la canción, segando la cabeza, | | Del cancionero? | | ¡No fué tanto el agravio | | De haber puesto en mi labio | | El verso del envío, | | Con el temblor sonoro, | | De una abeja de oro! | |
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[79] |
EL INFANTE | ¡Más que el verso gentil, | | Y el jardín en abril, | | Y su lunaria vena, | | Le sirve de disculpa | | La roja rosa de fragancia llena | | Que le indujo a la culpa! | |
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LA PRINCESA | Para volver a mí, | | Como presa cobrada por los canes, | | Se revistió con una piel de lobo... | |
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EL INFANTE | Le llevaban en hombros | | Por el lindar del bosque, | | Cuando al verme a distancia, | | De las andas donde iba, | | [80] | Al camino saltó. | | Y en un son de salmodia, | | Como canto latino de arciprestes | | Que tuviesen el seso trastocado, | | Repetía tu nombre muchas veces. | | Y mal cubierto con la piel de lobo, | | Luego aullaba con furia lastimera, | | Como herida alimaña, | | Que en pos de la guarida | | Rompe por la maraña | | De los brezos, prendida | | En el ijar la trémula ballesta. | | Y fué lance de mofa y una fiesta, | | Cuando mi trompa allí | | Levantó el son marcial | | Que dice, al jabalí. | | Era a correr el loco, dando voces, | | Y a seguirle sabuesos y lebreles, | | [81] | Tendidos y veloces. | | Faltaron, porque fuera Carnaval, | | Sólo los cascabeles. | | Caía, se alzaba, se quedó desnudo. | | Y encuerado nos daba sus denuestos, | | Todos de maldición, como un gitano | | Condenado a la hoguera. | | ¡Y estaban roncas de gritar mis gentes, | | Y en medio del camino reñían por la piel | | De lobo, que apretaban en los dientes, | | Un mastín y un lebrel! | | ¡Fué brava montería! | |
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EL INFANTE | ¿Qué importa a tu grandeza y a la mía | | La atarazada cuera de un bribón? | |
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[82] |
LA PRINCESA | ¡Oh, castellano Infante, | | A qué armas diste vela y en qué altar, | | Si son duro diamante | | Tu peto y tu espaldar! | | ¿En qué santo retablo fué colgada | | La crestada celada, | | De magos, ondulantes lambrequines | | Como los sueños de los paladines | | En la noche estrellada? | | ¡Oh, el Infante que vino de España! | | Verás que restaña | | Este lenzuelo de fina bretaña | | Labrado y texido, la sangre que baña | | De aquel mi trovero el rostro mortal. | | ¡Venid conmigo, damas de Imberal! | | ¡Oh, el Infante que vino de España! | | ¿A qué armas diste vela? | | [83] | ¿Qué mano blanca te calzó la espuela? | | ¿En qué fuego forjada, | | Fué tu espuela dorada? | | ¿Qué flor, hija de Rey, | | Prendió en tu hombrera, Infante, | | El lazo, que en la Andante | | Orden de Artur es ley? | | ¿Cuya fué la Infantina, de las manos tan bellas, | | Que tu banda de seda bordó toda de estrellas, | | Porque sueños celestes hubieras bajo ellas? | | ¡Oh, el Infante que vino de España! | | Verás que restaña | | Este mi cendal, | | La sangre que brota | | De la carne rota. | | ¡Y de aquella herida ideal | | Conque *Con que* la lanza de la luna, | | Lanza de amor y de dolor, | | Pasó de claro, al trovador | | [84] | Sin fortuna! | | Lirio piadoso, | | Lirio amoroso, | | Será mi cendal. | | ¡Venid conmigo, damas de Imberal! | |
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(EL INFANTE CLAVA CON DESPECHO SU VENABLO EN LA TIERRA, Y DA VOCES QUE REPITEN LOS ECOS DEL ROBLEDO.)
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EL INFANTE | ¡Hola mis ballesteros! | | Hagan señal las trompas, | | De atraillar los canes. | |
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UN BALLESTERO | Un jabalí nos destripó un alano. | |
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[85] |
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UN BALLESTERO | Fué la guarra parida, | | Quien mató dos sabuesos | | En la misma camada, | | Cuando la levantamos | | Con las crías embajo de las ubres. | |
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EL INFANTE | Veme diciendo cuáles son los canes | | Que hubieron daño |
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UN BALLESTERO | Muertos, Señoría, | | Los dos sabuesos que te nombro ahora. | |
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[86] |
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UN BALLESTERO | Con las tripas fuera | | Roldán y Faraón. | |
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OTRO BALLESTERO | ¡Es el sino de todos los valientes! | |
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OTRO BALLESTERO | ¡Por Roldán solo, toda la jauría | | Diera yo! |
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[87] |
EL INFANTE | ¡Bien le cuadra | | Del paladín el nombre! | |
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UN BALLESTERO | Quitando la figura de cristiano, | | Y el alma bautizada, | | Por ser ella moneda sólo tocante a Dios, | | En el valor y fieros, competía | | Al Conde Don Roldán. | |
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UN BALLESTERO | En una siembra dando aullidos. | |
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[88] |
UN BALLESTERO | Se revuelve, | | Al solo amago de llegar a él, | | Y arrastra por la arena el bandullo sangriento. | |
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EL INFANTE | ¡Pues hemos de cosérselo en la piel! | |
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(ROMPE EL INFANTE POR ENTRE SUS BALLESTEROS. PARECE QUE UNA RÁFAGA LOS EMPUJA. OTROS BALLESTEROS VIENEN SALTANDO POR LA FOZ, DE RISCO EN RISCO, Y RUEDA SIEMPRE UN SON DE MONTERÍA EN LEJANÍA.)
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UN BALLESTERO | ¿Visteis el cortejo de las dueñas | | Que van en pos de la Señoría? | |
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[89] |
OTRO BALLESTERO | Son las que la calzan, | | Son las que la peinan. | |
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OTRO BALLESTERO | ¡Ya sabrán cómo es de blanca y pulida! | |
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UN BALLESTERO | ¡También entre ellas | | Las hay prietas, | | Y encendidas, | | Y cenceñas! | |
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OTRO BALLESTERO | Hay una que es como manzana sanjuanera. | |
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OTRO BALLESTERO | ¡Quien la hincara los dientes! | |
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[90] |
UN BALLESTERO | A mí me dejó en las manos | | Un lazo del cabello. | | ¡Saben correr…! | |
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OTRO BALLESTERO | Cuando cae la tarde | | Se bañan en una alberca | | Que hay en el fondo del laberinto. | | Yo estuve al acecho entre los laureles | | Y las vi salir de una onda, | | Blancas como garzas blancas. | |
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[91] |
UN BALLESTERO | No es caza | | Ni de ballesta, ni de azor, ni de perro | | La que requiere ese divino coro. | | ¡Hace falta el arco de las flechas de oro! | |
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OTRO BALLESTERO | ¡También llegan las flechas de hierro! | |
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ASÍ TERMINA LA ESCENA SEGUNDA |
[93] |
ESCENA ÚLTIMA
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[95] |
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(EN EL JARDIN, CERCA DE LA FUENTE DONDE ABRE SU COLA EL PAVO REAL, UNA AZAFATA QUE PARECE UNA NINFA, SONRÍE A UN RUDO BALLESTERO. Y LA FUENTE DE PLATA MODULA SU RISA DE CRISTAL, HILANDO SOBRE LAS BARBAS LIMOSAS DE LOS TRITONES, EN EL ORO MATINAL.)
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UNA AZAFATA | Vuelve a decilla, que no se me alcanza. | |
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[96] |
UN BALLESTERO | ¿Cuál es el ave que canta mejor? | |
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UNA AZAFATA | Oiga el Ballestero: | | ¿Esa tu avecilla | | Canta en Provenza o canta en Castilla? | |
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UN BALLESTERO | Canta en la orilla de todo sendero, | | Y en el albergue de toda villa, | | Y en el alero de toda capilla, | | Y en el postigo de toda taberna. | | ¡Es el ave que al mundo gobierna! | |
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OTRA AZAFATA | ¡A mí me dice tu adivinanza! | |
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[97] |
UN BALLESTERO | ¿Cuál es el ave que canta mejor? | |
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OTRA AZAFATA | ¿Rosalinda, y no se te alcanza? | | ¡El ruiseñor! | |
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UNA AZAFATA | Ya le di esa respuesta | | Cuando me fué propuesta | | La adivinanza. | |
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OTRA AZAFATA | ¿Es de la Castilla ese tu adivino? | |
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UN BALLESTERO | ¡Por mi fe que es del mundo entero! | | [98] | Y lo propone el ballestero, | | A la moza que hila su lino | | Tras el cercado; | | Y el labrador, | | A la que guarda su ganado; | | Y el peregrino, | | Que va por el mundo haciendo camino, | | A la que canta en el sendero; | | Y el caballero, | | Que va por el monte como cazador, | | A la que canta en el alcor. | |
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UNA AZAFATA | ¡No se me alcanza | | Tu adivinanza! | |
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OTRA AZAFATA | Un soldado ladino | | [99] | Llamábale pájaro al jarro del vino. | | ¿Es tal tu adivino? | |
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UN BALLESTERO | No. Y os lo tengo de aclarar yo: | | La bolsa llena. | |
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UNA AZAFATA | ¡Malhaya la pena | | Y el quebradero que me dió! | |
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OTRA AZAFATA | Óyeme el ballestero, y pon cautela. | | ¿Cuál es el avecica que no vuela, | | Y tiene rayos como un lucero | | Y va posada en el pie del caballero, | | Y aunque posa no reposa? | |
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[100] |
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UNA AZAFATA | ¿Y el avecica temblorosa | | Que cuando no tiembla, fina, | | Y oye el pie que no camina, | | Y el deshojar de la rosa, | | Y la hora misteriosa | | Que no tiene son? | |
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OTRA AZAFATA | ¿Y el blanco cercado | | Que aroman dos pomas | | De pico rosado | | Como dos palomas? | | ¡Este, si no lo aciertas, no te lo diré! | |
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OTRA AZAFATA | ¡Ha dado en ello, | | Por ser picardía, | | Mas no por sabello, | | Que no lo sabía! | |
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[102] |
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(SEGUIDA Y ASISTIDA DE DUEÑAS Y AZAFATAS, VIENE POR EL LARGO SENDERO DE MIRTOS LA PRINCESA DE IMBERAL. UN PAJE RUBIO Y SILENCIOSO LE PORTA LA COLA.)
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UNA AZAFATA | Yo lavé sus heridas con aromado olio. | |
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OTRA AZAFATA | Yo restañé su sangre con cendales de Arabia. | |
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OTRA AZAFATA | Viéndole en desnudez recordaba el espolio | | De los canes. La piel disputada con rabia. | |
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LA PRINCESA | Evocando la tarde en que fuimos crueles, | | [103] | Sentada entre mis damas, como en Corte de Amor, | | Bajo la sombra de los rosáceos laureles | | Le volveré mi gracia al triste trovador. | |
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UNA AZAFATA | Princesa, mi señora, todos los castellanos | | Murmuran que no hay uso aquí de jerarquía, | | Y que en fiesta se juntan señores y villanos, | | Como allá un infanzón que hace barraganía. | | Para los castellanos el amor es avispa | | Roja y negra. El Demonio está siempre en acecho; | | De sus ojos de gato la maléfica chispa | | Les enciende carnales deseos en el pecho. | | Son como frailes, que en la celda hinojados, | | Con las barbas de nieve sobre el santo misal, | | Aun sienten en la carne abrirse los pecados | | Como ardientes panales, como flores del mal. | |
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[104] |
OTRA AZAFATA | Ahora los castellanos rifaban en su corro, | | Por que se cabalgare, mi señor el Infante, | | Para Castilla. |
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LA PRINCESA | De mi obligación es horro, | | Y se puede partir a todo su talante. | |
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UNA AZAFATA | Con tu clara grandeza dicen que no se hermana | | Perdonar al que peca, y hacer fiesta por él. | |
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OTRA AZAFATA | Juran que tal usanza es usanza pagana, | | Y que aun los faunos pueblan el bosque de laurel. | |
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OTRA AZAFATA | Y que del mundo antiguo renovamos la pauta. | |
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UNA AZAFATA | Y a la estatua que trajo en su bajel de Oriente, | | Por los mares azules aquel príncipe nauta, | | La corona de mirto robaron de la frente. | |
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LA PRINCESA | La corona de mirto que entrelazó mi mano | | Con el guión florido cortado de un laurel, | | Y que puesta en la frente del ídolo pagano, | | La llegada esperaba de mi trovero fiel. | |
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[106] |
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OTRA AZAFATA | Viene a besar tus manos, hincada la rondilla. | |
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UNA AZAFATA | Viene porque le sea piadosa tu hermosura. | |
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LA PRINCESA | O a decirme que quiere cabalgarse a Castilla. | |
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[107] |
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(ADELANTA DESPACIO EL INFANTE DE CASTILLA. TRAE VESTIDAS LAS ARMAS, Y ENCIMA UN CAPUZ. PRODUCE AL ANDAR UN SON DE HIERRO, QUE DESHOJA LAS ROSAS EN LOS ROSALES.)
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EL INFANTE | ¡Señora, mi Princesa, rosa primaveral | | Sobre la añosa encina de Imberal! | | Vengo a pedirte venia, hincada la rodilla, | | De poder cabalgar rostro a Castilla. | |
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LA PRINCESA | ¡Claro espejo de nobles paladines! | | [108] | ¿Por qué premura tanta, | | En dejar mi palacio y mis jardines, | | Cuando apenas el eco de tu planta | | Sonó en los corredores? | |
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EL INFANTE | La castellana tierra | | Nos reclama, señora, a sus alcores. | | Sus mesnadas levanta | | Para llevar la guerra | | A los moros, traidores | | A los tratos tratados con el Rey, | | Que cercan con sus hoces, | | Como canes feroces, | | La villa, ayer ganada, de Medina del Rey. | |
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LA PRINCESA | Infante de Castilla, | | [109] | Mi venia tienes. |
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LA PRINCESA | Apresta tu bridón y tu cuchilla, | | Pasa a cercén sobre la hueste mora. | | Mi corazón se humilla | | Viendo que más te inflama, | | El cabalgar con sangre hasta la silla, | | Que llevar a tu dama | | Cerca del corazón, | | Alzada en el arzón. | |
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EL INFANTE | Mi corazón, señora, | | Queda herido a tus pies. | | [110] | Traspasaron las flechas de tu aurora, | | Las mallas de mi arnés. | |
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(MUY LEJANA, COMO UN PLANTO, SE OYE LA VOZ DE PEDRO DE VIDAL. Y LAS AZAFATAS ENCENDIDAS Y RISUEÑAS MIRAN A LO LEJOS, POR EL CAMINO DE MIRTOS.)
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EL TROVADOR | Señora: | | ¡Rosa Princesa, | | Que Abril de hinojos besa! | | ¡Que la aurora dora! | | ¡Y el sol carnal | | Con la grana de su sangre vesperal! | | ¡Rosa la más galana de esta plana! | | [111] | ¡Canto primaveral! | | ¡Alondra matinal | | Sobre la piedra de armas de Imberal! | | ¡Converso llego a tu florido umbral! | |
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EL INFANTE | Es el truhán lunático que apresó la traílla. | |
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LA PRINCESA | Mi trovador, Infante de Castilla. | |
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[112] |
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(COMO UNA SOMBRA MISERABLE SE DETIENE AL FINAL DE UN SENDERO. VIENE DESMELENADO Y DESCALZO, CON MANTO Y HARAPOS DE MENDIGO. HAY EN SUS OJOS UN RESPLANDOR DE CALENTURA: SE DIRÍAN DOS NÁUFRAGOS, BAJO EL ARCO PROCELOSO DE LAS CEJAS.)
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EL TROVADOR | I | ¡No soy caballero | | Que soy pordiosero, | | Princesa sois vos…! | | ¡Cerrada o abierta, | | Yo pido a tu puerta | | Por amor de Dios! | | [113] | II | Postrado a la puerta de oro | | De tu corazón | | Digo mi canción, | | Una canción hecha de lloro. | | ¡Postrado a la puerta de oro! | | III | ¡Con qué veneno de serpiente, | | O anillo encantado, | | Me sería logrado | | Tornarte para mí clemente! | | ¡Con qué veneno de serpiente! | | IV | ¡Perdona, señora, al poeta, | | Pecador de amor, | | Que por tu rigor | | Es en un monte anacoreta! | | ¡Perdona, señora, al poeta! | | V | ¡Puerta de sándalo labrada, | | Qué llave sutil, | | Qué verso gentil, | | [114] | | Abre la casa perfumada! | | ¡Puerta de sándalo labrada! | | VI | ¡Aurea puerta de letanía, | | ¡Puerta que aroma! | | ¿Qué oración de Roma | | Para mi gracia te abriría? | | ¡Aurea puerta de letanía! | | VII | ¡Golpea mi frente acongojada, | | Y un fragante olor | | Unge mi dolor! | | Pero un dragón guarda la entrada. | | ¡Ay, si yo tuviera una espada! | | VIII | ¡No soy un caballero, | | Que soy pordiosero, | | Princesa, sois vos…! | | ¡Cerrada o abierta, | | Yo pido a tu puerta | | Por amor de Dios! | |
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[115] |
LA PRINCESA | Cercada y asistida de mis dueñas, | | Como en Corte de Amor, | | Y entre las rosaledas abrileñas | | Donde eras ruiseñor, | | Igual que aquellos días | | En que fueron canciones alegrías, | | Te devuelvo mi gracia, trovador. | |
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EL TROVADOR | La cadena que arrastro | | De mi negra fortuna, | | Rompe el claro de luna | | Escondido en tus manos de alabastro, | | Princesa mi señora. | |
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LA PRINCESA | Llega, mi trovador. Me place ahora | | [116] | Devolverte de grado | | Aquel beso, en malhora | | A mi boca robado. | |
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|
(CON RUDO GESTO Y ALTANERAS VOCES SE INTERPONE EL INFANTE DE CASTILLA. TIEMBLA TODO SU CUERPO CON UN SON DE HIERRO, Y TIENE LAS DOS MANOS APRETADAS SOBRE EL PUÑO DEL ESTOQUE, COMO SI ABRAZASE UNA CRUZ. LA PRINCESA DE IMBERAL, CERCADA DE SUS DAMAS, LE MIRA CON ENOJO, Y EL CORO DE LAS AZAFATAS PARECE UN CORO DE MONJAS QUE OYESEN REPICAR AL DIABLO, COMO EN EL CUENTO DEL CONDE CLOVINO.)
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EL INFANTE | ¡Cieguen mis ojos antes de ver tal! | | [117] | ¡Villano, ten la planta, | | O te sepulto el hierro en la garganta, | | Y arde todo el dominio de Imberal! | | ¡Basta ya! ¡Caballeros, | | Pajes y ballesteros | | Que en la paz y en la guerra | | Marcháis tras el penacho de mi casco…! | | ¡Prez del solar más viejo | | De la vieja Castilla! | | ¡Trompas de mi cortejo, | | Sonad! | | ¡Todos sobre la silla, | | Cabalgad! | |
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LA PRINCESA | Mal cuadra en mis jardines | | Pregón tan arrogante, | | Donde no hay mano que recoja el guante. | | Manos que son jazmines, | | [118] | No has de olvidar, Infante, | | Que las deben besar los paladines. | |
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EL INFANTE | Ni olvides tú, señora, | | De tu estado y linaje la grandeza. | |
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LA PRINCESA | No se olvida una dama de su fama | | Por hacer gentileza | | Al trovador que loa su belleza | | Y por villas y aldeas la proclama. | | Perdonar quise ahora la audacia de su intento | | Y ser como la rosa que se abre bajo el sol, | | Y por igual se ofrece, cuando la mece el viento, | | Para la mariposa y para el caracol. | |
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EL INFANTE | ¡Tal no hiciera en mi tierra una mujer errada! | |
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[119] |
LA PRINCESA | Bárbaros son los usos en Castilla la lueña. | |
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EL INFANTE | Boca de una infanzona no puede ser mercada, | | Ello quedó a la moza que a las vacas ordeña. | | ¿Cómo una dama noble se vende a una cantiga? | | ¡Moneda de juglares que ni aun lleva al reverso | | Los blasones del Rey! Igual que una mendiga | | A la boca levantas la limosna de un verso! | | Las mellizas manzanas del cercado de Roma | | Y Nínive, y aquellos racimos tan dorados | | De la isla cretense sobre la verde loma, | | En tu jardín renuevan savias de cien pecados. | | Galopar de centauros estremece las frondas | | Y la estatua de Venus que las lujurias precia, | | Y por el engañoso camino de las ondas, | | En su bajel condujo Paleólogo de Grecia. | | [120] | Todo aquí es paganía. El mármol que el arado | | Descubre, cuando abre el surco de la siembra, | | El rijar de las cabras y chivos en el prado, | | El perfume que pone en el pecho la hembra | | Lozana, y la fontana ‒¡Sirenas y tritones | | De piedra!‒ Y la olorosa rosa que da el laurel, | | Y la música de las livianas canciones, | | Y la abeja de oro, y el panal de su miel. | | Todo aquí es paganía, y hasta el sol es pagano, | | Y la tierra materna que da la mies y el grano. | |
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LA PRINCESA | Bajo nuestras azules y armoniosas banderas | | De amor y de poesía, Infante castellano, | | El recuerdo te canta de verbenas y hogueras. | | Eres como un guerrero que bárbaro y desnudo | | No supiese más música | | Que el golpe de la maza en el escudo. | |
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[121] |
EL INFANTE | Ningún recuerdo canta | | En mi alma, que antaño parecía | | Un viejo roble, al declinar el día | | Todo lleno de pájaros cantores. | | ¡Ni aquí ni allá recordaré ya nada! | | ¡Todo lo que pasó sepulto queda! | | Quiéreme perdonar si te hice agravio. | | Desde la frente al pecho | | Hago una cruz de sombra. | | ¡Quien tanto te rezó, ya no te nombra! | | ¡Para tus letras es mudo mi labio! | |
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[122] |
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(SE PARTE EL INFANTE CON GRAVE SON DE HIERRO. EL PERFUME DE LAS ROSAS Y EL CANTO DEL RUISEÑOR PARECEN RENACER EN EL JARDÍN. TODAS LAS AZAFATAS SUBEN AL MIRADOR, Y EN LA TARDE AZUL OYEN LA CABALGADA DE LOS CASTELLANOS QUE TORNAN A CASTILLA.)
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UNA AZAFATA | ¡Se fué el caballero…! | | Bien tornado sea a la su Castilla. | |
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OTRA AZAFATA | ¡A la tierra llana, | | Del bellón de nieve, blanco en el Enero, | | Se va el caballero! | |
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[123] |
OTRA AZAFATA | ¡Vuelve el castellano a la su Castilla, | | A la tierra llana | | De la mies, al agosto, amarilla! | |
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UNA AZAFATA | ¡Torna el caballero al hogar materno, | | A la tierra del seco verano y el ventoso invierno! | |
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LA PRINCESA | ¡A la tierra que engendró el acero | | Del corazón y de las armas del caballero! | |
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ESTA OBRA SE IMPRIMIÓ EN LOS TALLERES TIPOGRÁFICOS «ARTE DE LA ILUSTRACIÓN», EN MARZO DE MCMXXII
MADRID