1
Unos años antes habían nacido en el resto de Andalucía y de España las revistas de los poetas del 27: En 1926 aparecen Litoral (Málaga), Mediodía (Sevilla), Nos (Orense), L'amic de les arts (Sitges), Favorables París Poema (París); en 1927: La Cháchara y Letras Levantinas (Alicante), La Gaceta Literaria y Ley (Madrid), Papel de Aleluyas (Huelva), La Rosa de los Vientos (Santa Cruz de Tenerife), Octava Plana (Segovia), Verba (Gijón); en 1928: Obra en Marcha (Madrid), Gallo y Pavo (Granada), Meseta (Valladolid), Manantial (Segovia), Jaula (Valencia); en 1929: Nueva Revista (Madrid), Hélix (Villafranca del Panadés), Meridiano (Huelva).
2
G. de Torre: Historia de las Literaturas de Vanguardia, Guadarrama, Madrid, 1971, II, pág. 217.
3
J. A. Hernández Guerrero: «Datos para la Historia de las Letras Gaditanas», en Gades, núm. 2, Cádiz, 1979, pág. 154.
4
Piel de Toro, un libro de viajes, que no se llegó a editar, y Los Maderos de San Juan.
5
Isla núm. 1, Cádiz, 1932.
6
Poesía: De la Vida Sencilla (1923), Nuevas Poesías (1925), A la Rueda, Rueda (1929), El Barrio de Santa Cruz (1931), Señorita del Mar (1931). Novelas y Cuentos Cuentos sin importancia (1927), Romance del Fantasma y Doña Juanita (1927). Ensayos: El hecho y la idea de la Unión Patriótica (1929), Inquietudes de un provinciano (1930), Volaterías (1932). Teatro: Isoldina y Polión (1928).
7
Isla, núm. 9, Cádiz, 1936.
8
Este libro está situado en las coordenadas temáticas y estilísticas de la «generación del 27». Consta de 46 poemas y está editado en la imprenta «Sur», de Málaga. Pedro Pérez-Clotet entabló amistad con los fundadores de la revista «Mediodía», en Sevilla, donde hizo la carrera de Derecho. Durante los dos años que permaneció en Madrid preparando la tesis doctoral, asistió a entrevistas y reuniones en la casa de Juan Ramón Jiménez.
9
No es frecuente esta forma de financiación de una revista, a cargo de un solo miembro del grupo animador.
10
En 1933 Carlos María de Vallejo fue destinado a Valencia y las reuniones siguieron celebrándose en el Hotel Atlántico. Vicente Carrasco nos cuenta que eran tertulias poéticas sin periodicidad fija. Se reunían los poetas locales Rafael de Urbano, Ángel Navarro Patiño, Francisco Díaz de Vargas y el propio Vicente Carrasco. Estos eran los asiduos. De vez en cuando venía Pedro Pérez-Clotet. También acudían otros aficionados menos constantes que constituían el grupo de oyentes. La reunión empezaba por la lectura y comentario de la Antología de Poesía Española que Gerardo Diego editó en 1932. Leía casi siempre Navarro Patiño que, con su voz pastosa, prestaba especial relieve al contenido. A veces, siempre que asistía, lo hacía Pemán. Tras los comentarios espontáneos, los participantes daban a conocer sus propias creaciones.