21
CARLOS BOUSOÑO, «Los conjuntos paralelísticos de Bécquer», en Gustavo Adolfo Bécquer, ed. de Sebold, págs. 164, 172.
22
RAFAEL M. MERCHÁN, en «Bécquer y Heine», Estudios críticos, Madrid, Editorial América, s. f. (principios del siglo XX), pág. 153.
23
En Rimas, ed. de Torres, pág. 210.
24
MENÉNDEZ PELAYO, reseña citada, Obras, X, págs. 410-411.
25
FRANCISCO DE P. CANALEJAS, La poesía moderna. Discursos críticos, Madrid, Imprenta de la Revista de Legislación, 1877, pág. 125.
26
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ, Segunda antolojía poética (1898-1918) (Colección Universal), Madrid-Barcelona, Calpe, 1920, pág. 276. Sobre este concepto en Juan Ramón, véase Graciela Palau de Nemes, Vida y obra de Juan Ramón Jiménez. La poesía desnuda (Biblioteca Románica Hispánica, 31), Madrid, Gredos, 19742.
27
En Rimas, ed. de Torres, pág. 222.
28
Algún estudioso actual de la poesía decimonónica sostiene que la desnudez es característica asimismo de ciertos contemporáneos de Bécquer, normalmente considerados como prebecquerianos y becquerianos, sugiriendo a su vez una curiosa hipótesis sobre el primer origen de la cualidad que nos concierne: en fin, según este punto de vista, habría que enfocar «a Antonio Arnao dentro de esa línea que se manifiesta en composiciones de factura sencilla, espontánea, casi desnuda. Recuerda en cierto modo la poesía bucólica de Meléndez Valdés y de su escuela [...] Selgas y Arnao encarnan bien esta tendencia» (Santiago López Gómez, Antonio Arnao. Vida y obra de un poeta murciano del siglo XIX, Murcia, Academia Alfonso X El Sabio, 1987, pág. 48; la cursiva es mía). Pero -subrayo esto- no se conoce ninguna crítica de la época del mismo Arnao en la que se le aplique tal término.
29
En Gustavo Adolfo Bécquer, ed. de Sebold, pág. 70. La cursiva es mía.
30
Ibídem, pág. 68. La cursiva es mía.