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11

Según afirma Edwing S. Morby en la introducción a su edición de La Arcadia, de Lope de Vega: «Risas hay muchas en los libros de pastores; humorismo, poco, como si los novelistas hubiesen temido disipar su tibia atmósfera de ilusión con una ráfaga de aire frío», op. cit. (nota 6), p. 21.

 

12

Un recorrido por algunos de esos momentos cambiantes de la vida del género lo realiza M.ª Soledad Arredondo en su artículo «Las críticas a los libros de pastores: de la ironía a la parodia», Dicenda 6 (1987), pp. 349-358.

 

13

Cfr. Curtius, Ernst R., «Bromas y veras en la literatura medieval», en Literatura europea y Edad Media latina, México, Fondo de Cultura Económica, 1984, pp. 594-618, y Green, Otis H., «Risa medieval: El libro de Buen Amor», en España y la tradición occidental, Madrid, Gredos, 1969, vol. I, cap. II.

 

14

Mercader, Gaspar, El prado de Valencia, Valencia, 1600, pp. 20-21.

 

15

Balbuena, Bernardo de, Siglo de oro en la selvas de Erifile, Madrid, 1608, ff. 37v-39v.

 

16

Arce Solórzeno, Juan, Tragedias de amor, Madrid, 1607, ff. 165v-166v.

 

17

Carballo Picazo, Alfredo, ed., Madrid, CSIC, 1973, p. 32.

 

18

Aunque ninguno de ellos aparece catalogado en Stith Thompson, Motif index of folk literature, Bloomington-Indianapolis, Indiana University, 1955, ni en Aarne, A., ni en Thompson, S., Los tipos del cuento folklórico, Helsinki, Suomalainen Tiedeakatermia, 1995.

 

19

Espinel Adorno, Jacinto de, El premio de la constancia, Madrid, 1620, ff. 52-54.

 

20

Espinel Adorno, Jacinto de, op. cit. (nota 19), ff. 58-59.