Según LYNCH, J., El siglo XVIII, Barcelona, 1991, p. 347, los reyes fueron moldeando un ministro a su gusto y aunque los criterios seguidos resulten discutibles, «fueron calculados, dirigidos a crear un ministro modelo, un estadista "instantáneo"».

EGIDO, T., Carlos IV, Madrid, Arlanza, 2001.

Diario del conde de Aranda, citado por FERRER BENIMELI, J. A., «El conde de Aranda, primer Secretario de Estado», en Suma de Estudios en homenaje al Dr. Canellas, Zaragoza, Facultad de Filosofía y Letras, pp. 365-366.

Esta explicación de su ascenso al poder fue ofrecida por el propio Manuel Godoy en sus Memorias y ha sido desarrollada de forma convincente por SECO, Carlos, Godoy, el hombre y el político, Madrid, Espasa-Calpe, 1978, pp. 47-51.

Eugenio Llaguno, secretario del Consejo de Estado, recibió el encargo del rey para actuar como consejero de Godoy el 15 de noviembre de 1792 (AGP, T. 104, fol. 113). Según GARCÍA DE LEÓN PIZARRO, J., Memorias, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1998, p. 38, actuó como «especie de adjunto o mentor político» de Godoy.

ELLIOTT, J. H., El conde-duque de Olivares; el político en una época de decadencia, Barcelona, Crítica, 1990, p. 293.

Frente a las críticas expresadas por Aranda en 1794 en el Consejo de Estado, Godoy se defendió con el siguiente argumento: «Es cierto que tengo veintiséis años no más, pero trabajo catorce horas diarias, cosa que nadie ha hecho: duermo cuatro, y fuera de las horas de comer, no dejo de atender a cuanto ocurre». (Citado por MURIEL, A., Historia de Carlos IV, Madrid, BAE, 1959, II, p. 215). Lo mismo repitió al año siguiente ante las acusaciones de Malaspina (AGP, T. 102, fol. 69. Vid., sobre este episodio, SOLER, E., Antagonismo político en la España de Godoy: la conspiración Malaspina (1795-1796), Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1990).

Carlos IV informó por escrito a sus ministros del acierto y diligencia de Godoy en el despacho de los negocios. Todos los componentes del gobierno (Gardoqui, Azanza, Valera y Llaguno) se apresuraron a remitir textos de felicitación al Príncipe de la Paz (AGP, T. 104, fol. 178).

En 1794-1795 Godoy hizo frente con éxito a la dura oposición practicada, desde diferentes ángulos, por el «partido aristócrata» (vid. LA PARRA, E., Manuel Godoy, la aventura del poder, Barcelona, Tusquets, 2002, pp. 122-133).

Real Decreto de 4-9-1795 (AGP, T. 104, fol. 174).