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El escudero era ocupación baja para un noble, de ahí el temor de Federico, que no quiere estar al servicio de sus hermanos. Retoma la anterior imagen del león, pero esta vez no alude a la mujer, sino al niño potencial, su hermanastro, que puede nacer de la futura unión de su padre y Casandra, y que puede anular (hacer pedazos) sus pretensiones nobiliarias.
92
discretos: 'prudentes, juiciosos'.
93
sujetos: 'compelidos, abocados'.
94
dar venganza: 'dar motivo u ocasión para la venganza'.
95
Al igual que cuando oyen ensayar a los actores, el diálogo de los dos personajes se refiere a una situación que no puede ver el público, al otro lado del escenario.
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'¿no es razonable socorrerlas?'.
97
escusar: aquí 'evitar'. Los graciosos del teatro áureo solían ser cobardes.
98
se inclina: 'se dispone'.
99
el nuevo dueño: debe entenderse, 'al nuevo dueño'. Se expresa en masculino, aunque se refiere a la futura madrastra, probablemente para evitar la palabra dueña, que también denominaba un tipo de tutoras de damas jóvenes con muy mala fama en la época, como opinan Kossoff y Díez Borque. Llamar dueño a una mujer también fue característico de la poesía amorosa renacentista. Aparecerán varios casos a lo largo de la comedia.
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Sale a los ojos: 'se nota'.