441
«La combinación de relato, biografía y novela, con un fondo discreto de humor, hace de ese libro una obra deliciosa. Desde luego, fue el libro cuya lectura me produjo entonces más grata satisfacción». Testimonio de Joaquín Maurín en MAURÍN, Jeanne, Cómo se salvó..., p. 82.
442
En marzo de 1937, el Cuartel General del Generalísimo dictó la orden de que todos los presos debían ser sometidos a consejo de guerra sumarísimo y todas las penas de muerte debían ser sometidas a la consideración del general Franco. Aunque no terminaron, ni mucho menos, las ejecuciones, al menos terminaron las sacas y los paseos (GARRIGA, R., Los validos de Franco, pp. 42-43 y 70-75).
443
MAURÍN, Jeanne, Cómo se salvó..., p. 120.
444
MAURÍN, Joaquín, ¡Miau!, p. 232. Jeanne era pianista. Mario tenía entonces ocho años y medio.
445
Es evidente que Maurín, en ese momento y lugar, se ve a sí mismo como un Robinson Crusoe.
446
MAURÍN, Joaquín, ¡Miau!, p. 257.
447
MAURÍN, Jeanne, Cómo se salvó..., p. 83.
448
MAURÍN, Jeanne, Cómo se salvó..., p. 121.
449
SÁNCHEZ, M., Maurín, gran enigma..., p. 273.
450
Conservado en la biblioteca del Bryn Mawr College, Pennsylvania, EE. UU.