Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice Siguiente




ArribaAbajoEl hambre

Este es un poema de los más elaborados por Miguel. Se conocen cuatro esbozo, y uno de los más complejos del libro, sometido a dudosas interpretaciones, dividido en dos partes. La primera parte creemos se refiere al hambre físico, y la segunda al hambre espiritual, hambre de justicia. En casi todas las estrofas se repite el estribillo hambre. Nos trae imágenes de el hambre paseaba sus vacas exprimidas,/ sus mujeres resecas, sus devoradas ubres.

En conjunto habla de la malas condición de los jornaleros, puesto que los capataces de las fincas pagaban a los jornaleros con plomo (a escopetazos o con cartuchos de escopetas), jornales que eran de sol a sol al precio de la sangre, ganados los jornales con el esfuerzo del trabajo del yugo de los bueyes, que ya conocemos del niño yuntero del Viento del pueblo. Y acaba la estrofa con golpes en los lomos, se semeja el verso sexto del niño yuntero donde se lee a los golpes destinados.

El poeta se queja del hambre, mostrando la miserable vida del campesino pobre, que solamente posee sus manos, la hartura de los amos ricos, tristes recuerdos de su infancia. En el verso cerdo con un origen peor que el de los cerdos, nos hace una paronomasia, ya que el primer «cerdo» es un insulto al de las barrigas satisfechas. Se lamenta del hambre que pasaban los niños jornaleros, como su propia hambre, en otros poemas nos habla de «niños igual que agujeros secos». En el verso ladrabais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas, puede referirse a que cuando algunos mendigos llegaban a los cortijos, los amos cerraban la puerta y ladraban semejando a perros, al objeto de que el mendigo se marchara asustado por los ladridos del supuesto can. Es como el cartel actual de: ¡cuidado con el perro! En higuera fosca, se refiere a la higueras silvestres o que tienen huecos en los troncos como madrigueras de alimañas y por lo general no producen higos ni brevas. En la segunda parte nos encontramos con un hambre espiritual, el hambre es el primero de los conocimientos, la ferocidad de nuestros sentimientos, y ese estómago que orina, es un hallazgo poético de muy buen ingenio, una metáfora de vejiga hipertrófica. Vuelva la imagen del tigre como hombre fiera hambrienta. El último verso hubiera acabado mejor con [mi canción espera], pero la evidente rima disminuye su valor expresivo.

Ilustración 8. El hambre



Anterior Indice Siguiente