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El hospital de la Moda

Ramón de la Cruz



[Nota preliminar: Edición digital a partir de la de Emilio Cotarelo y Mori, Sainetes de Don Ramón de la Cruz en su mayoría inéditos, Madrid, Bailly-Bailliere, 1915-1928 (Nueva Biblioteca de Autores Españoles, vols. 23 y 26) y cotejada con la edición crítica de José Francisco Gatti, en Doce sainetes (Barcelona, Labor, 1972, pp. 33-55).]



PERSONAJES
 

 
UN HIDALGO RICO.
UN VEJETE.
EL DESENGAÑO.
UN POETA.
EL CRÍTICO.
UN SASTRE.
LA CRÍTICA.
UN MAJO CALESERO.
EL PETIMETRE.
LA MESONERA.
LA PETIMETRA.
UN PELUQUERO.
LA DENGOSA.
UNA MODISTA.
LA PRESUMIDA.
MINISTROS DE RONDA.
UN BARBERO.
PRACTICANTE.




 

Sale el HIDALGO RICO, de capa y grana, con los MINISTROS DE RONDA, y el MINISTRO 1º, con linterna.

 
MINISTRO 1.º
Hombre, ¿dónde nos llevas de este modo?
MINISTRO 2.º
¿Se ha de andar esta noche el lugar todo?
HIDALGO
Anden aunque el cansancio les dé pena
porque vamos a hacer una obra buena.
MINISTRO 1.º
Para qué es esta ronda no contemplo. 5
HIDALGO
Hijos, a promover el buen ejemplo,
y ved que puede ser que el que lo impida
responda de ello a Dios en la otra vida.
MINISTRO 2.º
Si en caridad te fundas, yo te alabo.
Pero ¿en qué te detienes?
HIDALGO
Falta el cabo
10
principal.
TODOS
¿Y quién es? Le buscaremos.
HIDALGO
Un médico famoso.
MINISTRO 1.º
¿Eso tenemos?
Pues si un doctor es cabo, de esta suerte
nuestra ronda será la de la muerte.
MINISTRO 2.º
Aquí ha de vivir uno de gran ciencia. 15
MINISTRO 1.º
Todos la tienen, pero la experiencia
dice, según nos tratan y se tratan,
que todos viven porque todos matan.
HIDALGO
Llamad, que puede ser para mí bueno
ignorando aforismos de Galeno; 20
y, aunque sea más latino, yo me allano
a recibirle si es buen castellano.
 

(Habrá dos bastidores de calle y en uno una ventana.)

 
MINISTRO 1.
Pues si es así, llamemos.
TODOS
¡Ah de casa!
 

(Sale el DESENGAÑO con un candil a la ventana.)

 
DESENGAÑO
¿Quién es? Llamen con tasa;
que, aunque me busquen tan alborotados, 25
como no soy doctor de los llamados,
sé que a mi puerta todo el golpe yerran.
MINISTRO 2.º
A éstos no hay que decir a dónde entierran,
aunque echen plantas, porque ya se sabe.
HIDALGO
Abra usted, seó doctor.
DESENGAÑO
No tengo llave.
30
HIDALGO
Pero ¿es médico usted?
DESENGAÑO
En eso han dado,
aunque conmigo nadie se ha curado,
porque médico soy de las costumbres
y, como éstas no causan pesadumbres,
pues todos creen buenas las que tienen, 35
es rara vez la que a buscarme vienen.
HIDALGO
¿Qué males cura?
DESENGAÑO
Cierta apoplejía,
males de moda, petimetrería,
lo histérico y lo crítico importuno.
HIDALGO
Y cuando se ha curado de eso alguno, 40
¿se ve el efecto tarde o muy aprisa?
DESENGAÑO
El hablar desde el coro y en camisa
sólo es oficio para sacristanes.
Esperen a la puerta los galanes,
que bajaré vestido, 45
y si quieren hablar les daré oído.

 (Éntrase). 

HIDALGO
Si ciertamente cura lo que ha dicho,
se logrará felice mi capricho.
MINISTRO 2.º
Perdido vas si das con el abuso,
que le ampara todo el poder del uso. 50
HIDALGO
Menos sus armas temo que a una rueca,
pues la razón del huso es razón hueca.
MINISTRO 2.º
El uso en la cabeza tiene el peso.
HIDALGO
Es cabeza maciza y no de seso.
Es cabeza al revés, que la maneja 55
una mujer y, al ver que no se queja,
tal vez es admitido con desprecio.
Es el uso un infame y es un necio.
MINISTRO 1.º
¡Buena la has hecho! Todas toman pique
y no habrá alguna que ya a hilar se aplique. 60
HIDALGO
Antes hablo por ver en los estrados
de las damas, ahora, otros hilados.
Y apenas una habrá que no aperciba
a hilar bien sus asuntos la saliva;
aunque, según el lino les da tedio, 65
la calle de las Postas sin remedio
se cerrará: conque veréis qué risa
cuando todos andemos sin camisa.
 

(Sale al bastidor el DESENGAÑO, con bigotes, pera y vestido a la española antigua rigurosamente.)

 
DESENGAÑO
Buenas noches tengáis, señores míos.
HIDALGO
Ya conozco por vuestros atavíos 70
que sois el que yo busco.
DESENGAÑO
¿Con qué intento?
HIDALGO
Brevecito seré, vaya de cuento:
El mundo está perdido.
DESENGAÑO
Tal ganado
es del que su desierto se ha poblado.
HIDALGO
Hay mucho malo.
DESENGAÑO
Pero bueno poco.
75
HIDALGO
Hay poco juicio.
DESENGAÑO
Pero mucho loco.
HIDALGO
Quiérole corregir.
DESENGAÑO
¡Gran pensamiento!
¿Cuántas libras tenéis de entendimiento?
HIDALGO
Atended, que por mí no lo imagino;
pero quiero seguir este camino, 80
aunque tan cortas son mis facultades,
y no cebarme en las superfluidades.
DESENGAÑO
¿Y qué medio pensáis a tanto asunto?
HIDALGO
Vaya de idea; no perdáis un punto:
yo soy un hombre muy malo, 85
pero un español tan bueno,
que me lleva la pasión
cuando por la calle encuentro,
cuando miro en los teatros,
cuando en las mesas observo, 90
cuando escucho en las tertulias
y cuando en los libros leo,
sin remedio a su dolencia,
tanto pobrecito enfermo
apestado de la moda. 95
Anhelando su remedio,
he fundado un hospital
donde curar de secreto
sus achaques, y esta ronda
para que allí los llevemos, 100
libres los arrepentidos
y forzados a los necios...
Y como el médico...
DESENGAÑO
Ya
estoy en todo el intento
y conmigo esperar pueden 105
felicidad tus deseos,
cuando por médico llevas
en mí el desengaño mesmo.
MINISTRO 1.º
Si usted es el desengaño,
¿por qué no ha salido en cueros? 110
DESENGAÑO
Porque es mi severidad
para más sublimes puestos
que para éste. Los cristianos
y políticos preceptos
me han enseñado que basta 115
ser un desengaño medio,
que si allá instruyo llorando
aquí he de instruir riyendo.
MINISTRO 1.º
Pues usted mude de tono,
porque me está dando miedo 120
y no risa el ver delante
una fantasma y que creo
es alma en pena de alguna
figura de cuadro viejo.
DESENGAÑO
Pues ahora verás fantasmas 125
que merecen más extremos
de compasión y de espanto
que la de tu fingimiento.
HIDALGO
Vaya, vamos a la obra
y las esquinas tomemos, 130
de modo que nadie escape
de nuestras manos.
TODOS
¡A ellos!
DESENGAÑO
Gente se acerca.
HIDALGO
Pues cuenta
afianzarlos, en tosiendo
yo, y, aunque más se resistan, 135
al hospital sin remedio.
 

(Salen la CRÍTICA y el CRÍTICO muy petimetres.)

 
CRÍTICO
Y bien, madama, esta noche
¿cómo sale usted del juego?
CRITICA
He venido a perder nueve
pesetas, que hice de resto; 140
bien que me es indiferente.
CRÍTICO
Pues tuvo usted con don Pedro
una mano remarcable.
CRÍTICA
Interesante era, pero,
veritablemente, a mí 145
no me hace placer que estemos
jugando dos o tres horas
y el cacho es juego molesto
y anviante, además que
mal a propósito pienso 150
es gastar todas las noches
en quitarnos el dinero.
CRÍTICO
Ésas son plesanterías
de madama, que el objeto
primero es el de la tertulia 155
y, con el permiso vuestro,
yo lo haré venir en juicio.
CRÍTICA
Sí, es menester que pensemos
en más útil proyección
que meprisable el intento 160
de que el juego se establezca.
CRÍTICO
Yo salir garante quiero
de esta interpresa. Señora,
este modo de bracero
es antiguo.
CRÍTICA
Vaya a la
165
francesa, que es más moderno,
ya que me hacéis el honor.
HIDALGO
La lengua les cogió a éstos
la moda, pues sólo hablan
galicismos.

 (Tose.) 

LOS MINISTROS
Ya entendemos.
170

 (Agárranlos.) 

CRÍTICO Y CRÍTICA
¡Ah, ladrones!
HIDALGO
No lo somos;
que antes llevarlos queremos
adonde les restituyan
el juicio que no tuvieron,
LOS DOS
¿Habrá mayor desvergüenza? 175
DESENGAÑO
¡Ah, señorita! ¿Qué es eso?
CRÍTICA
Éste es el cabriolé y bien
a la degasé va puesto.
DESENGAÑO
¿Cabriolé dijo? Éste es mal
contagioso. Caballero, 180
va atravesada esa espada.
CRÍTICO
Vos no debéis de entenderlo.
A la dernier parisién.
HIDALGO
¿Qué os parece? ¿Están enfermos?
DESENGAÑO
Y aun desahuciados.
HIDALGO
Pues vayan
185
dos al hospital con ellos.
LOS DOS
¿Al hospital?
HIDALGO
Sí, señores.
LOS DOS
¿A qué?
TODOS
Luego lo veremos.
 

(Llévanlos los dos y vuelven.)

 
 

(Sale el BARBERO, con la guitarra, cantando unas seguidillas y, en acabando, llega el DESENGAÑO.)

 
DESENGAÑO
Dios guarde a usted, señor mío.
¿Qué oficio tiene?
BARBERO
Barbero,
190
y no de chapucería,
que a los amigos afeito
con jabón de Montpeller
y en un rico estuche llevo
de París navaja y peines. 195
HIDALGO
Pues con un jabón que os demos
se os sacará en un instante
esotro jabón del cuerpo.
DESENGAÑO
Y para las seguidillas
también se os dará un remedio. 200
HIDALGO
¡A él!
BARBERO
¿Dónde me lleváis?
ELLOS
Venga, que no vamos lejos.

 (Llévanle). 

HIDALGO
Ahí va otro par de figuras.
DESENGAÑO
Pues observar y callemos.
 

(Salen el VEJETE, de golilla, embozado, con un farolito, y el POETA, de hábitos.)

 
VEJETE
Con haber faltado vos, 205
el partido se ha deshecho
y yo no me he divertido,
porque no gusto de juegos
tirados, a que se aplican
las mesas de los mozuelos. 210
POETA
Yo esta noche acudí tarde
porque hice formal empeño
en acabar esta pieza
para el teatro.
VEJETE
¿Y qué es eso
de pieza?
POETA
Una producción.
215
VEJETE
Ahora lo entiendo menos.
POETA
Pequeña pieza se dice
un sainete, que los legos
llaman en vulgar, y grande
una comedia; y pretendo 220
imprimirla en papelón
de marca, con gran despejo
la fachada, pasta y forro;
todos los planos externos
dorados y sus cintitas 225
para señales, que en esto
se suele acreditar más
el buen gusto del ingenio
que en la observancia del arte.
Y que importa poco pienso, 230
en cuidando de estas bromas,
descuidarse con los versos.
HIDALGO
Éste es autor por mal nombre.
MINISTRO
Ya le conozco; lleguemos.
DESENGAÑO
Deténgase. ¿Quién sois vos? 235
VEJETE
Yo, señor, un pobre viejo
que de casa de un amigo
con mi farolillo vuelvo
a la mía, sin jugar,
como de costumbre tengo, 240
una cascarela.
DESENGAÑO
Pase;
y este amigo vaya luego
al Hospital de la Moda.
POETA
¿Por qué?
DESENGAÑO
Porque habéis hecho
una pieza y producción 245
para el teatro, en que espero
ver, si hay algo bueno, hurtado,
y cuando haya malo, vuestro.
POETA
Ésta es tropelía.
ELLOS
¡Venga!(Llévanle).
VEJETE
Pues estoy libre, escapemos. 250

 (Vase.) 

HIDALGO
Con efecto, los modistas
como moscas van cayendo.
 

(Sale el PETIMETRE con la PETIMETRA y la DENGOSA.)

 
DENGOSA
Ande usté aprisa, don Jorge,
que se me van comprimiendo,
con el histérico, todas 255
las ternillitas del pecho.
PETIMETRA
Y yo me voy sofocando;
ya se ve, como que llevo:
lo primero, la mantilla,
capotón de terciopelo, 260
el dominó, manteleta
y la casaca, que cierto,
como es de rizo, acalora.
PETIMETRE
¿Y qué lleváis en el cuello?
DESENGAÑO

 (Aparte.) 

Su corbata de marlí 265
para introducir el fresco.
PETIMETRA
Nada más que paletina.
PETIMETRE
Que es poco abrigo contemplo.
PETIMETRA
Es de moda y es de abrigo,
¿no veis que es color de fuego? 270
DESENGAÑO

 (Aparte.) 

Ya sabemos que el color
también abriga. ¡Esto es bueno!
PETIMETRE
¿Y para qué es tanta ropa?
PETIMETRA
Pues ¿por qué he de ser yo menos
que las demás que lo llevan? 275
Aunque volviera de recio
el calor, hasta la Pascua
es preciso todo esto.
PETIMETRE
Yo sólo mi cabriolé;
que, aunque cuando llueve recio 280
se suele calar, es moda
y parece que hasta el tiempo
respeta a los petimetres.
DESENGAÑO
¡Brava gente de respeto!
DENGOSA
¡Ay, que me ahogo!
PETIMETRE
Ese es flato.
285
DENGOSA
No sea usted majadero,
que ese es término ordinario.
Lo que es el flato en los viejos
es histérico en las damas.
DESENGAÑO
Y en las petimetras creo 290
son histéricos los males
luteranos, flatulentos,
vaporosos y ficticios.
PETIMETRE
¿Habéis hecho algún exceso?
DENGOSA
Cinco tazas de café, 295
porque aunque con él me quemo,
¿qué dama hay que no le tome?
Y a la hora del refresco,
unos diez vasos de helados,
porque estaban tan perfectos 300
que, a no ser por mi salud,
me hubiera tomado ciento.
PETIMETRE
Eso es todo golosina.
Yo jamás tomo puchero
a la española, sino 305
fricandó, tal cual relleno,
fricasé, cremas, compotas
y licores extranjeros.
DESENGAÑO
Al hospital, que le ayuden
a digerir.
LOS TRES
¿Cómo es esto?
310
MINISTRO 2.º
Esto, andando y para qué
allá os lo dirán luego.

 (Llévanlos.) 

 

(Sale la PRESUMIDA con el SASTRE.)

 
PRESUMIDA
Gracias a Dios que he encontrado
un sastre de entendimiento.
HIDALGO
La memoria y la conciencia 315
suele ser lo escaso en ellos.
PRESUMIDA
Ya sabéis que ahora se estila
talle largo.
SASTRE
Ya lo sepo.
PRESUMIDA
Y largo... largo; pues yo,
aunque de gorda reviento, 320
conozco algunas que damas
parecen vestidas, y esto
lo hace el sastre.
SASTRE
¡El sastre, el sastre...!
E también lo fa el dinero.
PRESUMIDA
Pues hacedme una cotilla 325
que me baje siete dedos
el talle y me lo reduzca
como a una tercia de grueso.
SASTRE
Antes romperá la tela.
PRESUMIDA
Pues hacédmela de hierro. 330
SASTRE
Trovará la tela forte.
Mas convengamos el precio:
si he de hacerla a la francesa,
seis doblones nada menos,
o a la española, un doblón. 335
PRESUMIDA
Vístame yo a lo extranjero
y más que gaste los ojos.
TODOS
Ya no hay que aguardar. ¡A ellos!

 (Llévanlos.) 

HIDALGO
Mas que el hospital se llena.
 

(Salen el MAJO calesero y la MESONERA.)

 
MAJO
¡Afuera, que escupo recio! 340
HIDALGO
¿Quién va allá?
MAJO
Un hombre de bien:
Juan Jusepillo, el arriero,
con su moza, su guitarra,
su espada, su contoneo,
su coletilla, su cinto, 345
su capita, su sombrero,
su cofia y su pañolete.
¿Qué se ofrece, caballeros?
DESENGAÑO
¿Y sabéis cantar?
MAJO
Un poco.
DESENGAÑO
¿Y qué cosa?
MAJO
Yo no entiendo
350
de resucitados, arias,
cavatinas, ritornelos,
ni drogas; soy del Barquillo,
adonde sólo sabemos
seguidillas y tonadas 355
con que los machos arreo.
HIDALGO
¿Y esta niña?
MAJO
Esta las canta
de forma que es un portento.
Cántales una, de modo
que todos se caigan muertos. 360
DESENGAÑO
Pues aguarde usté un poquito
y cante, que luego vuelvo.
MAJO
¿Eh? No lo digo por tanto.
DESENGAÑO
Es que yo me voy por menos.
MESONERA
Pues si ha de ser, sólo pido 365
tres minutos de silencio.
 

(Seguidillas de guitarra.)

 
HIDALGO
Amigos, éstos han hablado
en su lengua: irán exentos.
 

(Salen el PELUQUERO y la MODISTA.)

 
DESENGAÑO
Reconozcamos estotros.
HIDALGO
¿Qué gente va?
PELUQUERO
Un peluquero
370
que peina de todas modas,
corta con primor el pelo
y tiene mano ligera.
DESENGAÑO
Vaya al hospital ligero.
MODISTA
¿Mi marido al hospital? 375
HIDALGO
Y quizá iréis vos. ¿Qué es eso
que lleváis en esta caja?
MODISTA
Herraduras para el cuello,
respetuosas, cabriolés,
caídas, pulseras, pañuelos 380
de marlí...
DESENGAÑO
Este Merlín tiene
encantado al universo.
HIDALGO
Sin detención, alguaciles.

 (Llévanlos.) 

MAJO
¿Y por qué los llevan presos?
DESENGAÑO
No van a la cárcel, van 385
a un hospital que ahora hay nuevo
para los modistas.
MAJO
Grande
será, si han de caber dentro
tantos como son; y a mí
me parece muy bien hecho. 390
¿Y adónde está ese hospital?
HIDALGO
Seguidlos si queréis verlo
y vamos a visitarlos.
¡Ah, doctor! Dios os dé acierto.
DESENGAÑO
Para éstos la mejor cura 395
era a cada uno meterlo
en la jaula, desterrarlo
cincuenta leguas del reino,
pues del francés están
corruptos hasta los sesos, 400
sujetarlos a la monta,
que es universal remedio.
MAJO
En fin, vamos allá todos.
TODOS
A ver en qué pára el cuento.
 

 (Vanse.) 

 

(Descúbrense, levantándose la fachada, todos los que han entrado, llorando unos y forcejeando por salir otros, con algunos que estarán de practicantes.)

 
A CUATRO
«Pues de la moda el daño 405
universal se ha hecho
generalmente, dame
la razón por remedio.
Remedio, remedio,...»
 

(Salen el DESENGAÑO, el HIDALGO, el MAJO, la MESONERA y los demás.)

 
HIDALGO
¿Cómo os va con esta gente, 410
practicante?
PRACTICANTE 1.º
Hay entre ellos
algunos que, convencidos,
logran arrepentimiento
y quieren convalecencia,
pero otros están protervos. 415
DESENGAÑO
Vayan llegando.
PRACTICANTE 1.º
Estos dos
son, señor, de los primeros.
CRÍTICA
Nosotros, del galicismo
siempre estudiando conceptos,
olvidamos nuestro idioma. 420
DESENGAÑO
Dénseles baños a éstos
en las fuentes castellanas,
para que adviertan los necios
que adonde sobra agua dulce
de la salobre bebieron. 425
CRÍTICO
Yo, señor, soy petimetre;
tuve el mal en el cerebro,
por lo que tiraba el rizo.
DESENGAÑO
A éste le corten el pelo
a navaja, porque así 430
se vea libre de yerros,
y encájenle hasta la frente
un gran gorro ceniciento.
BARBERO
Y yo ¿por qué estoy aquí?
HIDALGO
Porque os andáis con el tiempo 435
cantando tonadillicas.
DESENGAÑO
Está curado en sabiendo
que sólo debe cantar
folías, pues es barbero,
como su abuelo cantaba; 440
que el olvidar los abuelos
y entrar en las modas es
la perdición de los pueblos.
Y mando que la modista
venda todos sus enredos 445
por libras.
MODISTA
¿A cien doblones?
DESENGAÑO
A cinco cuartos y medio,
porque valiendo once cuartos
una libra de carnero,
es mengua dar por una onza 450
de marlí catorce pesos.
MODISTA
¿Y las felpas que se gastan?
DESENGAÑO
Que se las paguen aquellos
que las compran.
SASTRE
Yo me marcho.
que tengo cinco mancebos 455
trabajando.
PELUQUERO
Y yo contigo,
que mil parroquianos tengo
que peinar.
DESENGAÑO
Lleven de vista
un alguacil y, en queriendo
el sastre hechuras de moda 460
para hurtar con mal pretexto,
pierda el trabajo; y a este
Diocleciano peluquero
que le peinen a la moda
una vez, verá el tormento 465
que da a los demás después
de quitarles el dinero.
POETA
Usted no es juez, señor mío,
para meterse a maestro
de costumbres.
DESENGAÑO
Seor autor
470
de piezas para el recreo,
diez años vaya a la escuela
y póngase a escribir luego.
LOS QUE FALTAN HABLAR
A los maestros del mundo
¡zurra, zurra! ¡A ellos, a ellos! 475
HIDALGO
Amigo, no decíais mal
que no había para éstos
más remedio que una jaula,
un látigo y un destierro;
mas, supuesto que nosotros 480
contra tantos no podemos,
echémoslos con la trampa,
DESENGAÑO
Ellos se irán, que, en oyendo
verdad, la gente de moda
al instante tuerce el cuerpo. 485
MAJO
Dejarlos, que harto trabajo
tienen con sus devaneos;
y pues les ha dado pesar
el ver frustrado su intento,
con una nueva tonada 490
los dos les divertiremos.
HIDALGO
Acoto, y así pudiera
yo enmendar estos defectos.
TODOS
Como el prudente auditorio
puede perdonar los nuestros. 495



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