231
O que no eligen las palabras para expresar las ideas, sino que buscan fuera de propósito cosas a que las palabras puedan convenir. QUINTILIANO, VIII, 3. (N. del T.)
232
Que por no desperdiciar una expresión de su agrado se internan en un terreno en que no el tenían propósito de penetrar. SÉNECA, Epíst. 59. (N. del T.)
233
Que la expresión impresione y gustará de seguro. Epitafio de Lucano, citado en la Biblioteca latina de Fabricio, II, 10. (N. del T.)
234
La verdad debe hablar en lenguaje seguro y sin ornatos. SÉNECA, Epíst., 75. (N. del T.)
235
Quien se exprese con afectación es seguro que cansará y fastidiará. SÉNECA, Epíst., 75. (N. del T.)
236
Apenas contaba yo entonces doce años. VIRGILIO, Églog., XXIV, 24. (N. del T.)
237
Expone su proyecto al actor trágico Aristón. Era éste un hombre distinguido por su cuna y sus riquezas, y el ejercicio de su arte no le privaba de la estima de sus conciudadanos, pues entre los griegos nada tiene de deshonroso. TITO LIVIO, XXIV, 24. (N. del T.)
238
Como el peso inclina necesariamente la balanza, así la evidencia arrastra nuestro espíritu. CICERÓN, Acad., II, 2, 12. (N. del T.)
239
Sueños, mágicas visiones, milagros, brujas, apariciones nocturnas, y otros portentos de la Tesalia. HORACIO, Epíst., II, 208. (N. del T.)
240
Cansados y hartos de contemplar el espectáculo de los cielos, no nos dignamos ya levantar los ojos hacia esos palacios de luz. LUCRECIO, II, 1037. (N. del T.)