300. En el solar que ocupaba este magnífico templo existe el mercado de Isabel III, vulgarmente de Santa Catalina.
301. Ya en el pasado siglo empezó la destrucción de nuestros monumentos víctimas del furor de las pasiones políticas. Otro de los edificios religiosos del estilo ojival de que se gloriaba Barcelona, era el antiguo CONVENTO DE SAN AGUSTÍN, que destruido en su mayor parte después de la desastrosa guerra de sucesión, para edificar la ciudadela, fue convertido después en cuartel que aún conserva el nombre de San Agustín.
En 1309 los monjes procedentes de Montesión o Santa Eulalia obtuvieron licencia para fundar la iglesia y convento en aquel punto, la cual empezó a levantarse en 1349. Esta obra no se concluyó en su totalidad hasta los primeros años del siglo XVIII, precisamente cuando empezaron los sucesos que motivaron su desaparición.
La iglesia, que ha desaparecido completamente, tenía una superficie de 39 varas de longitud por 29 de latitud, y constaba de una sola nave airosa y desahogada, en la cual se abrían varias capillas con sus correspondientes ventanales. Contenían infinidad de preciosidades religiosas y artísticas, y sobresalía entre ellas la de Ntra. Sra. de la Piedad. La fachada, empezada en el siglo XV y terminada a principios del siguiente, grandiosa y severa, constaba de una sola puerta ojival entre dos jambajes de crestería y una ligera cornisa por encima de la cual desarrollábase en delicadas lancetas un grandioso y magnífico rosetón.
Tenía el convento dos claustros, uno mayor, cuya construcción inició el obispo Borja, de figura cuadrada con bien trabajados machones, en cuyos intermedios una delicada columnita sostenía dos arcos con ojiva, en medio de los cuales y entre el arranque de sus arcos interiores abríase un elegante rosetón; y otro menor, de figura trapezoidal, aunque no tan magnífico, más retirado, y teniendo en sus paredes hermosos retratos de santos y esclarecidos héroes de la religión. Fue concluido en 1589.
Del claustro antiguo se conservan aún dos alas, que, con alguna otra dependencia como el refectorio, forman parte del citado cuartel de S. Agustín.
Véanse: PI Y ARIMÓN, Barcelona antigua y moderna, t. 1, pág. 504. -PUIGGARI, Convento de S. Agustín viejo de Barcelona (Revista de Cataluña, t. 1, págs. 32 y 90.) En este trabajo se publicó un curioso grabado de la fachada, trasladado del original que obraba en poder de los religiosos, y que es al presente una verdadera curiosidad.
302. Han sido renovadas esas casas o sustituidas por otras de moderna construcción.
303. Se derribó esta portada cuando la restauración general que modernamente se ha practicado en el templo, y que le ha devuelto su primitivo carácter.
304. Nos Alphonsus... tenore praesentis... damus et concedimus operi Ecclesiae Beatae Mariae de Pinu quod nunc fabricatur eleemosinariae ac pietatis intuitu totum jus nostrum quod in dictis sexdecim libris et aliis rebus movilibus supradictis habemus... quas in dicto opere converti et operariis ejusdem tradi volumus et jubemus. Datum Valentiae XV Kalendas Julii anno Domini MCCCXXVIIII. -Archivo de la Corona de Aragón.
305. PUJADES, Croni. Uni. Tom. 7, Parte 3.�, lib. 14, cap. 8, pág 124.
306. En catalán dice así: Diumenge a XVII de juny del any MCCCLIII fou consagrada la present Esglesia per lo reverend frare Lorens bisbe de Terranova stants obrers los hn en Gabriel dalos ciutada, Anthoni cesilles not � Johán soler specier e Jacme perdigo sabater de Barchna e sacrista mss Bt. rivera prebere.
307. Esta iglesia ocupó el lugar de otras dos anteriores. Fue la primitiva fundada con el título de los Santos Mártires poco después del decreto de Constantino, en el mismo punto donde había el anfiteatro romano y donde derramaron su sangre muchísimos mártires. Su existencia la atestiguan unas cuevas o catacumbas encontradas en el siglo pasado debajo del templo actual. La segunda se edificó trescientos años después de la primera, y fue demolida para construir la que hoy existe.
308. Archivo de la corona de Aragón, Reges. 12 Jacobi I. Pars 2.�, fol. 196.
309. Quien deseare más larga noticia vea el título De bataya facienda del libro verde primero, Archivo municipal, o lea a Pujades, Par. 2.�, lib. 9.�, cap 14.