Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

ArribaAbajo

Número 16

     La Obra de mossen Sent Jordi que se conserva manuscrita en el archivo de la corona de Aragón, es una de las más notables que compuso la Edad media (415). Escribióla el rey don Pedro el Ceremonioso, rey poeta que profesaba las ideas más caballerescas de su época; y en ella es donde más pueden apreciarse las costumbres y los sentimientos de aquellos siglos, ya apartados de nosotros no sólo por el tiempo, sino también por la diversa constitución y naturaleza de la sociedad en que vivimos. Proponíase principalmente el autor dar leyes para el mejor régimen y sostén de la orden de San Jorge, orden que él mismo había creado; mas este objeto le condujo a reasumir en un corto número de páginas un largo número de usos y prácticas recibidas que solían guardarse en las diversas empresas y fiestas caballerescas a que tan aficionados eran entonces los hombres de armas: trabajo interesantísimo en que cabe ver distintamente la consideración del valor en aquellos siglos, las relaciones que mediaban entre las diversas clases del Estado, la importancia de la mujer, a la que se había hecho árbitra en las lides entre caballeros quizás para fomentar y aumentar el valor de éstos, que avivado de esta suerte, no es de extrañar que rayase a menudo en heroísmo. Mas no es sólo esto lo que constituye el mérito de la obra. Reúne datos históricos de importancia escritos con un lengua de fácil, bello, sin pretensiones, sin afectación, sin complicación de ningún género. En esta parte de su libro es indudable que es donde más se revela el carácter de su autor, hombre aficionado a la gloria de las armas, pero aún más político que guerrero. Es sus primeras páginas sobre todo vese una sagacidad y una penetración que sorprenden. Habla de la ciudad de Barcelona, y analizando sus elementos de vida, sus medios naturales de prosperidad, las causas de su estabilidad y de su fuerza, abre a los ojos del lector el porvenir de esa población industrial, manifestando cuándo y por dónde ha de empezar su decadencia, cuándo y por dónde ha de venir a una completa ruina. Admira por otra parte ver con qué tacto trata la historia, sabiéndose apartar ya en su tiempo de preocupaciones e ideas vulgares de que no supieron despojarse otros escritores en siglos más adelantados. Al señalar el origen de esa misma ciudad, cuyos medios de existencia supo apreciar con tanto saber, no lo busca ya en ese pretendido Hércules, de que nos hablan aún los cronistas del siglo XVI, lo busca en Amílcar Barca, en favor del cual están indudablemente todas las probabilidades (416). Sería, al fin, tarea larga pretender enumerar todas las bellezas de esta obra, digna de ser impresa y más conocida, ora se atienda a su mérito intrínseco, ora al que le da el nombre de su autor, que tan modestamente la escribió a honor y reverencia de Deu y de monsenyor Sent Jordi.

     No podemos menos de copiar sin embargo el pronóstico o juicio que sobre Barcelona se lee en el primer folio de la misma (417). De su lectura se desprende el amor que nuestros abuelos tenían al orden y conservación de las leyes y costumbres que les transmitieron sus padres, al paso que en él se ve consignada la juiciosa opinión de que para que un Estado mantenga su libertad, debe alejar de sí la ambición, soberbia y toda inclinación que tienda a destruir la república, conservar en su pureza las leyes que le fueron dadas, y perseguir constantemente los hombres viciosos y holgazanes (418). Dice así:

     �De la conservatió e duratió de la ciutat de Barcelona. -Sapian los homens dats en cercar investigar e scriure les gestes e coses antigues e dignes de memoria, que la ciutat de Barcelona fou edifficada, segons croniques e sestima per aprovats autors, per l'ilustre e principal capita del Africans appelat Amilear Barca, los quals gran temps senyorejaren la Hespania, e per ço prenent lo nom de son edifficador fo appelada com es buy en día Barcinon et Barcine, e per ço es falsía que Hércules la edificas, car de aquesta ciutat de Barcelona no sen fa mentió en autors sino mes de mil anys a pres de Hércules quasi al temps de Sertorio; e han serit alguns, e entre los altres un gran strelech appellat Raphel en son Juditiari affermant que la dita ciutat fou edifficada en constillitió be fortunada, e que la sua fortuna e prosperitat se extenía a fecunditat de generació natural, a larga saviesa, e a riqueses e honors temporals; perque consella que la dita ciutat sis volrá conservar en la sua bona fortuna no entenés en excessives honors, car aqui li falria sa fortuna. Per tal dix, que mentre la dita ciutat entenes en mercadería e foragitar homens viciosos e vagabunts seria prosperada e ab honor de mercaderia temprada; mes de continent que la dita ciutat desvias daquest honor de mercadería temprada; mes de continent que la dita ciutat desvias daquest honor de mercadería e los ciutadans de aquella entenessen en esser cavallers o en esser curials de senyors e en honors grans, han dit los dits astrolechs e cronistes, que encontinent haguessen per senyal que la dita ciutat perdria sa bona fortuna, car lavors son regiment vendria en mans de homens jovens e a no res, e sos notables habitadors haurian cisma entre si e discordia, espersaguirien, e a la fi portarien simatexos e la ciutat a perditió. Dix lo dit Raphel allí mateix a la fi del Juy de aquesta ciutat de Barcelona en temps que aquella fou deis gentils, e apres quant fou dels Gots, e apres dels Vandelles, e apres deis Sarrains, que tots temps stech mils nodrida que altra ciutat de Spanya. Aquest nodriment enten ques conserva per constillatio natural inclinat e per bona prudencia conservant, e apres per les assenyalades e eletes leys e custumes en que la posaren los antichs que la senyorajaren. Fo interrogat un Rey Got �perqué li plahia mes star en Barcelona que en alguna altra ciutat o loch? respos: que per tal com aquis sentía pus inclinat a usar des seny e aquí refrenave mes ses males cobeiances, e prenía més ánimo de batallar contra los enemichs, en aconseguia honres, honors molt grans e victoria, e que axi debía esser per spetial acte e natura de la terra, segons que los seus strelechs e philosophs li habían dit e conselat. E dehia més: que ço que es als ciutadans ley e bona informatió aço mateix es al Princep Rey o Senyormagisteri de persones nobles quil informen de usar de bon seny e de fer obres notables e dignes de memoria. E dehia mes avant: que hom qui ab aytals personnes nos fos criat o nodrit e no hagues viscut en loch o en ciutat notable, tard era que james fos bo a res. Per aquestes coses appar, que hom qui viu comunament den desijar de star en bones ciutats e grans: e aço per tant, que per diversas informations puixa refrenar ses males cobeiances. E aximateix aquest Rey Goth, per que era home ple de molta sabiesa, dehia: que al poble qui tengues Rey Princep o Senyor qui fos avaricios e tyran e no be acostumat, ni li poria venir pus mala ventura, car tot temps seria oppres e sagnat de la vena del cor, e tots privilegis e libertats perdria, com experientia ha mostrat e mostraba cascun dia a quest bon Rey. E per ço concloent dehia, que lo poble per no caure en ma de Rey Princep o Senyor tyran se deuria preparar tots temps en foragitar de si superbia e ambitió e tota mala inclinatió de destroir la cosa pública, ans se deuria studiar en servar e mantenir honestament les leys quels son o serán dades. E en aquesta manera lo gran Deu los daria bon Rey Princep o Senyor, e la cosa pública seria prosperada com dit es e no vendria a menys. Es veritat que aço nos lig en historichs o cronistes aprovats, e aixi pot passar aço com a cosa apochrita, exceptat lo dit de la edificatió de Barcelona, qui es dit fou edificada por lo dit Amilear Barca.�

Arriba