La participación de algunos destacados miembros del Partido Radical en la empresa Distribución Orphea nos hace sospechar que la memoria de Elías mezcla acontecimientos a este respecto.

Films Selectos, 28 de mayo de 1932.

No por casualidad Elías afirma en sus memorias que «en oleadas sucesivas, a partir del 2 de marzo de 1932, van llegando a Barcelona los elementos de producción», siendo ésta una de las pocas ocasiones en que ofrece una fecha exacta.

Véase a este respecto, por ejemplo, Diario de Barcelona, 4 de marzo de 1932. El periodo de alquiler de seis meses coincide plenamente con el hecho de que los Porchet viajasen a España con un contrato por el mismo periodo de tiempo, según afirma Raufast, «Arthur, Adrien i Robert Porchet en el cinema de la Segonda República».

Mirador, 7 de abril de 1932.

Films Selectos, 28 de mayo de 1932.

Films Selectos, 11 de junio de 1932.

El Cine, 20 de octubre de 1932.

Desde la anécdota recogida por Manuel Rotellar (El cine de la República, San Sebastián, Ediciones del Festival Internacional de Cine, 1977, p. 78) según la cual el maestro Peydró (autor de la música de la zarzuela original y adaptador de su propia partitura, además de director de la orquesta que la interpretó en el film) publicó una nota contra Buchs por los mediocres resultados cinematográficos; hasta las palabras de la protagonista femenina de la misma, Raquel Rodrigo («Había muy poca movilidad de cámara, era más bien un poco teatral todo, la cámara enfrente y sin movimiento (...) no era una película de gran envergadura. (...) Buchs no repetía mucho las tomas. (...). Cuando ya hice otras películas, se repetían las tomas, pero con Buchs como mucho se repetían una o dos veces nada más.» (Raquel Rodrigo a los autores, 22 de febrero de 1994); pasando por las duras críticas aparecidas en la prensa, todo hace pensar que Carceleras fue una película poco afortunada, aunque, como ha dejado claro Román Gubern, se trata del «primer film sonoro normalizado» («La traumática transición del cine español del mudo al sonoro», en El paso del mudo al sonoro en el cine español, p. 17) (Madrid, AEHC-Editorial Complutense, 1993).

Elías afirma que durante el montaje de Pax se produjo una crisis: al no tener ninguna oferta laboral en cartera, Lemoine regresó a Francia dando por terminada «l'aventure espagnole». Es cierto que Lemoine volvió a Francia en septiembre, pero con la intención de distribuir Pax; además, ya se ha visto cómo Carceleras fue un proyecto pactado mucho antes de que Pax entrase en montaje. También existen serias dudas, ya se verá, de que la crisis, ocurriese cuando ocurriese, fuese superada con la filmación de El último día de Pompeyo / Suicide-moi (Francisco Elías, 1932), como también afirma Elías.