391
La llama «romance»
J. de Entrambasaguas en Vida de Lope de
Vega, Barcelona, 1936, p.
64.
392
Cf. O. Jörder, Die Formen des Sonetts bei Lope de Vega, Halle, 1936, pp. 97-129.
393
Véase Menéndez y Pelayo, loc. cit., pp. 191-196 (que aprovecha las contribuciones de Morel-Fatio, Rodríguez Marín, C. Michaëlis, etc.); D. C. Clarke, «Agudos and esdrújulos in Italianate Verse in the Golden Age», PMLA, LIV (1939), pp. 678-684 (sumamente insatisfactorio); R. Lapesa, op. cit., p. 190; E. Díez Echarri, Teorías métricas del Siglo de Oro, Madrid, 1949, pp. 231-235; H. W. Hilborn, «Calderón’s agudos in Italianate Verse», en Hispanic Review, X (1942), pp. 157-159; A. Carballo Picazo, Métrica española, Madrid, 1956, p. 143, s. v.; R. Baehr, Manual de versificación española, Madrid, 1973, p. 66; J. Arce, «Dante en castellano», Arbor, núms. 345-346 (1974), p. 106; Á. Crespo, trad., Dante, Comedia: Paraíso, Barcelona, 1977, p. 435.
394
... ahora nuevamente traduzidos en lengua castellana, en la medida y número de versos que tienen en el toscano y con nueva glosa. Véndense en Medina del Campo, en casa de Guillermo de Millis.
395
Biblioteca
Nacional de Madrid, ms. 3687. El
texto va anónimo, pero ya un bibliotecario de antaño
notó en las guardas que «el
autor desta traducción y comento parece ser Fernando de
Hoces. V. el impreso»
. No señalo aquí sino
los aspectos de la obra más directamente relacionados con mi
objeto presente.
396
Hablo de una
redacción de hacia 1549, una revisión de 1550 y una
refundición de 1552 (aun siendo evidente que no cabe marcar
fronteras infranqueables a cada etapa) apoyado en dos pasajes del
comentario en prosa. Versa el primero sobre el Orlando
furioso: «Tengo por cierto que
parecerá así a todos los que le vieren en el thoscano
que fue conpuesto, o agora en nuestra lengua, después que
por <don Luys Çapata y> don Jherónimo de Urrea
ha sido [tan] singularmente traduzido; [y allende de la otra
tradución que anda ya impressa], yo e visto otra
<tradución> que estava començada a hazer, y por
aver sabido de ***** las que eran hechas se dexó de
acabar»
. Así se lee en el ms. (fol. 134),
habida cuenta de que las palabras entre paréntesis angulares
representan supresiones de Hozes a su texto primitivo (copiado por
un amanuense) y las encerradas entre paréntesis cuadrados
son adiciones de su puño y letra (he señalado con
asteriscos una tachadura que no sé a quien atribuir y bajo
la cual quizá deba descifrarse esto de). En el
volumen publicado en 1554 (fol. 158v),
el párrafo correspondiente reza: «... tan singularmente traduzido.
Dízenme que ay otra tradución hecha por don Luys
Çapata, de no menos buen estylo que la de don
Hierónymo, y también, como muchos avrán visto,
ay otra de Alcocer, que no le devió costar pequeño
trabajo. Y allende destas tres que llegaron a madurar, yo he visto
otra que estava començada a hazer, y por aver sabido de las
que eran hechas se dexó de acabar»
. Supresiones,
adiciones y variantes muestran que al redactar el texto primitivo
(puesto en limpio en el códice por un secretario) Hozes
conocía -por lo menos de oídas- la traducción
de Urrea (Amberes, 25 de agosto de 1549), pero todavía no la
de Alcocer (Toledo, 2 de enero de 1550), que sí había
aparecido, en cambio, cuando revisó el manuscrito (aunque
posiblemente fuera tan reciente, que no le había dado tiempo
a leerla y valorarla), mientras que ya estaba tan divulgada
«como muchos avrán
visto»
en el momento en que don Hernando culminaba la
refundición de Los Triumphos que finalmente
corrió de molde. Que el último estadio de esa
refundición se sitúa en 1552 lo aseguran la
referencia de la dedicatoria al «verano
pasado»
y, sobre todo, un segundo pasaje del comentario
en prosa, exclusivo de la versión estampada dos años
después y donde se indica que la Ciropedia «de pocos días a esta parte anda
traduzida en nuestra lengua por el secretario Diego
Gracián»
(fol. 150); en
efecto, Las Obras de Jenofonte, romanzadas por
Gracián de Alderete se imprimieron en Salamanca en 1552.
Indicaré que también en Salamanca se publicó
en 1581 una nueva edición de Los Triumphos, con
algunas variantes de autor sin interés para nuestro
tema.
397
Compárese C.-P. Otero, «Las sílabas de la poesía», en Letras, I, Barcelona, 19722, pp. 98-120.
398
«Tiene de estar advertido el lector que
hallará en esta tradución algunas cosas quitadas y
muchas de otra manera puestas de como están en lo thoscano;
y puesto que la mayor parte de la culpa desto sea el mal
entendimiento del traduzidor, que no acertó a darle mejor
traça, tanbién para lo que se quitó tiene
alguna ser los vocablos de la lengua thoscana casi siempre de menos
sílabas que los que quieren dezir lo mismo en la castellana,
[y desta causa] de necesidad <***> se uvieron de quitar
algunas palabras, porque, de otra manera, o tenía de llevar
más versos de lo que tiene el thoscano o los que llevaba yr
más largos de lo que la medida dellos requería. Del
trocar algunas palabras fue la ocasión que, como muchas
vezes acaban dos versos thoscanos en un consonante que buelto en
nuestra lengua queda muy diferente, fue necesario buscar otras
palabras y rodeos por donde tornarlo a hazer conforme»
(fol. 5v). Hasta aquí, las
variantes del impreso (fol. 7 y v) no
son de substancia.
399
Triumphus Cupidinis, I, 7-9; en el ms. falta el fol. viii de la numeración original, que iría entre los actuales 5 y 6 y contendría la traducción de los seis versos iniciales.
400
De hecho, en los
preliminares al impreso, Hozes menciona al «escriptor que sacó en limpio esta
traductión»
y a los amigos para cuyo «contentamiento»
la había
hecho y que, después de verla, lo importunaban para que la
publicara.