Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
IndiceSiguiente


Abajo

Ex Libris : Revista de Poesía Núm. 1, marzo 1999

portada



  —3→  

Ex Libris nace con dos padres y ocho padrinos, y su finalidad es divulgar la penúltima producción poética desarrollada en el ámbito de la Universidad de Alicante. Como siempre sucede en proyectos colectivos de cariz semejante, no están todos los que son, pero sirvan las siguientes páginas como muestra de un panorama más amplio.

Sin embargo, no todos los padrinos yacen en este campusanto: Boris L. Caro es una joven promesa de la lírica cubana y desde la isla nos remite sus aportaciones; J. Miguel Asensi sólo tiene una relación extra-académica con la Universidad, y Richi únicamente ha pasado por ella para dejar unas flores.

Pocos rasgos comunes se pueden extraer de este conjunto, si exceptuamos la edad y una formación similar. Con todo, siempre es posible buscarle una pata menos al gato: la ironía, de forma más o menos explícita, está presente en la práctica totalidad de los poemas, así como la libertad formal. Tampoco podemos negar una cierta tendencia a la despersonalización. Aun en los poemas que parecen haber sido fruto de la experiencia, se percibe una mirada oblicua que impone un grado de distanciamiento respecto al objeto poemático.

Queremos expresar en estas líneas finales nuestra condolencia al resto de familiares: a Carlos Arnaiz y J. Mª Bermejo por su ayuda en la maquetación de este número, y muy especialmente a don Ángel L. Prieto de Paula por su apoyo desde el primer (y ya lejano) momento, así como al Vicerrectorado de Extensión Universitaria y al Secretariado de Cultura de la Universidad de Alicante por su patrocinio.

Luis Bagué Quílez

Luis Martín Estudillo





  —4→     —5→  


ArribaAbajo Carnaval de indolencia


Víctor Salas Azuar


Es el perro ciego que juega
a ser lazarillo el que discute
ser perro en la noche ciega
o clase animal desconocida.

Cuando el hombre levantó la cabeza
quiso ver bajo los árboles
la luz en los árboles que no vio, que no supo.

Somos tristes suicidas
con la cabeza llena de flores mustias pintadas de amianto,
adolescentes confundidos sobre las espaldas de un viejo
que busca el camino en la mínima articulación de sus piernas.

Nadie vendrá a recogernos.
Nadie nos espera.

Ninguno de nosotros volverá
porque nunca alguno negó el conjunto de nuestras permutaciones.

IndiceSiguiente