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1

Sobre todo por Robert Marrast (1974) y Alejandro Pérez Vidal (1989), sabemos que A. Rumeau tenía preparada una edición de El Duende Satírico del Día (1948) y había escrito una tesis Mariano José de Larra et l'Espagne à la veille du romanticisme (1949) que nunca llegó a publicar. En la época en que yo escribía mi libro, mantuve correspondencia con el hispanista francés, que me publicó una nota en el Bulletin hispanique (LXXI, 1969, págs. 280-283) en que corregía yo la versión que él había dado de un soneto de Larra. Me felicitó, sobre todo cuando le mandé el libro recién publicado, por las novedades que yo aportaba. Nunca me indicó que mis aportaciones ya estuvieran incluidas en su edición o en su tesis, quizá para no cortarme las alas. (N. del A.)

 

2

En un seminario de la UIMP en Sevilla sobre El costumbrismo literario y pictórico de Andalucía (octubre de 1995) di una conferencia titulada «Un costumbrista gaditano: Ángel de Iznardi (El Mirón)», en la que utilicé la correspondencia de Iznardi con Domingo del Monte para tratar de los artículos de costumbres que el gaditano publicó en el Correo literario y mercantil, en el Boletín Oficial de Madrid y en el Eco del Comercio con el pseudónimo de El Mirón. Las conferencias del seminario han sido publicadas por J. Álvarez Barrientos y A. Romero Ferrer, en el volumen Costumbrismo andaluz, Universidad de Sevilla, 1998 (Escobar, 1998). Sobre Del Monte existe abundante bibliografía cubana a la que una contribución reciente es la biografía de Urbano Martínez, Domingo del Monte y su tiempo, La Habana, Ediciones Unión, 1997. (N. del A.)

 

3

Regularizo la ortografía de la época según las normas actuales; por ejemplo, transcribo «pavo» en vez de «pabo», como se lee en los textos originales. (N. del A.)

 

4

Cito la versión española incluida por Rubén Benítez en su antología de trabajos sobre Larra de diversos críticos (1979, págs. 143-157). Modifico, en parte, la redacción española y corrijo un evidente error de traducción, la confusión de «propriety» (decoro) con «propiety» (propiedad). (N. del A.)

 

5

Sánchez Estevan (1934, págs. 32-33) había citado este pasaje, continuando el artículo hasta el final. En el apéndice de mi libro, lo reproduje completo (Escobar, 1973, págs. 324-328). (N. del A.)

 

6

Sobre esto véase Escobar, 1983, donde se transcribe una nota de la revista londinense Foreign Review que, con sarcasmo, atribuye El Duende a un desconocido «entusiasta capitán de los Voluntarios Realistas». (N. del A.)

 

7

En la impresión de esta carta en el Centón epistolario (Del Monte, 1923, págs. 61-64), el nombre de Carnerero aparece siempre mal escrito (Carnevero, Carnero), probablemente porque el editor tuvo dificultad en entender la letra de Iznardi. (N. del A.)

 

8

Acompañando un día don José Marde Carnerero a la Sra. Cesari, dama contralto de la compañía de ópera, impidió la entrada a aquel el portero del vestuario del teatro: amostazado el Sr. Carnerero, reconvino enérgicamente a éste prorrumpiendo en esta exclamación final: «Al primer dramático español...» El portero obstinado llevó a cabo la prohibición. (N. de Domingo del Monte.)

 

9

Estos otros se asegura que eran Vega, Bretón de los Herreros, Pezuela y alguno más. (N. de Domingo del Monte.)

 

10

¿No sería Fernández Varela el comensal de «Convite del pavo», «D. Cleofás Tragarino, hombre de campanillas, que gasta peluca de señor y posee en grado superlativo la habilidad de multiplicar su dinero por aquello del cento per cento?» (Escobar, 1973, pág. 233). Es una pregunta a la que no tenemos espacio para responder. (N. del A.)

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