101
Auxilios 2.º, 5.º, 12.º,
16.º, 18.º, 20.º y 21.º: «Las minas de oro y plata, lejos
de causar opulencia a la nación que las posee, la
constituyen en suma miseria. El comercio es el principal
nervio de la monarquía.-Es muy perjudicial al Estado
el sentenciar a muerte a varias clases de reos; y qué
castigo se les debe imponer para que no repitan sus delitos
y sean útiles al mismo Estado.-Qué se debe
hacer en los puertos del reino, dónde se ha de fabricar
y quiénes deben costear los artífices, con
otras cosas muy importantes en este particular.-Son de mucha
importancia en el reino las buenas fábricas y manufacturas;
modo para que se adelanten las pocas que tenemos y se establezcan
las que no hay.-Obras que deberá mandar haya siempre
en su reino el Soberano, por el mucho beneficio que le producirán.-Cosas
que deberán permitirse en el reino; las que es preciso
abolir, pues de lo uno y de lo otro resultarán muchas
felicidades.»
-Representación que hice y remití
desde Lieja al Señor D. Felipe V, expresando los notorios
males que causan la despoblación de España
y otros daños sumamente atendibles y dignos de reparo,
con los generales advertimientos para su universal remedio.
102
Auxilios 7.º, 8.º, 15.º
y 22.º: «Siempre ocasionan los privados mayores males en
la monarquía, y con quiénes ha de mantener
el Príncipe alguna familiaridad.-Es muy útil
al Estado que el Monarca tenga en varias partes de sus reinos
sugetos de ciencia y conciencia para los fines que se dirán,
y cómo ha de ser la correspondencia que con ellos
mantenga.-Circunstancias que deben acompañar a un
ministro y utilidades que produce al Estado el que las tenga.-
Cómo deberá gobernar sus acciones el Monarca
para bien de su reino y merecer eterna fama; a cuáles
de sus áulicos deberá premiar y a cuáles
castigar.»
Es notable este pasaje de Macanaz sobre los privados:
«No es menester mendigar ejemplos forasteros, cuando en nuestra
España tenemos largas experiencias de lo que han motivado
en ella de males sus privados; y por hablar de los más
recientes, véanse las lástimas que motivó
al reino el duque de Lerma en tiempo del Señor Rey
D. Felipe III y el marqués de Siete Iglesias en el;
mismo reinado, y las que ocasionó el conde-duque de
Olivares en tiempo del Señor D. Felipe IV, que fueron
tales, que por no manchar el papel es preciso sepultarlas
en el silencio.»
103
Auxilios
1.º, 8.º y el 11.º: «Castigo de los blasfemos cuán
útil es al Estado.»
104
Representación
a Felipe V desde Lieja.-PARAVICINO, Proposición que
hizo de doce sugetos para la presidencia del Consejo de Castilla:
1626. Pocas palabras de este religioso trinitario bastan
a revelar sus opiniones sobre materia tan importante: «A
esto entro con temor, habiendo de proponer para ello en primer
lugar obispos o prelados, porque, si no es en falta universal
de personas seglares, juzgo por sospechosa para el servicio
de V. M. en este oficio esta profesión, debiendo yo,
como eclesiástico, desearla el lugar mayor; mas la
verdad nunca fue afrenta de algún estado... Tiran
mucho al amor de la propia jurisdicción en la inclinación
natural en que todos viven a sus profesiones... llegan a
hacer, si no miedos de fe, persuasión forzosa de conciencia
el condescender con la potestad espiritual y componerse con
los mayores ministros de ella; y no debe admitirse el arrepentimiento
de quien, para hallar un ministro fiel, le elige tentado.
Ni son, aunque se parezcan, unas las materias de ambos fueros,
etc.»
105
Ya vendrá ocasión de reproducir lo que dijo Macanaz en el Auxilio 21.º sobre los inconvenientes de prescribir mudanza de traje.
106
ÁLVAREZ OSORIO, Discurso universal de las causas que ofenden esta monarquía, y remedios eficaces para todas.
107
Prólogos del tomo I del Teatro crítico, 1726; del IV de Cartas eruditas, 1753; del V y último, 1760.
108
Teatro, t. I, disc. 1.º, Voz del pueblo.
109
Teatro,
t. III, disc. 6.º, Milagros supuestos.-En el titulado Amor
de la patria y pasión nacional, que es el 10.º del
mismo tomo, dijo igualmente: «Son infinitos los vulgares
que habitan fuera del vulgo y están metidos como de
gorra entre gente de razón.»
110
Teatro, t. II, disc. 8.º, Sabiduría aparente.