661

Representaciones de Olavide a la Junta de ministros del Consejo, de 21 y 30 de noviembre de 1769.

662

«A cada capuchino se le han señalado en las poblaciones, con aprobación del Consejo, cinco mil reales para su congrua sustentación, y aunque dichos Padres se quejan, teniendo por pequeña esta asignación, el Consejo la ha estimado bastante, y yo la tengo por demasiada para religiosos capuchinos. Apenas hay en Andalucía curato que valga tanto, y los clérigos españoles, que al principio servían en las poblaciones por defecto de estos Padres, no gozaban más que tres mil reales, y se hallaban contentos. Ya no se necesita de más religiosos en las poblaciones. Y ¡ojalá pudiera despedir algunos que, por su genio díscolo y poco prudente, no quieren reconocer la jurisdicción del vicario, no le obedecen, y nos inquietan y perturban, excitando a los colonos a quejas y a disgustos, en lugar de aquietarlos y aconsejarlos bien, como pedía su ministerio!... Aseguro a V. S. I. que algunos de estos religiosos nos dan qué hacer más que los colonos mismos. Yo veo con gusto que presto no serán necesarios, pues ya todos los muchachos hablan muy bien el español, la mayor parte de las mujeres se explican en él, y aun algunos de los hombres empiezan a explicarse pero lo que es por ahora no se necesita de más sacerdotes alemanes, porque todas las colonias tienen el suyo.» Carta de Olavide a Campomanes, de 13 de mayo de 1770.

663

Carta de Olavide a D. Manuel de Roda, de 7 de febrero de 1776. Existe en el archivo de Simancas, legajo 628 de Gracia y Justicia, con todos los documentos relativos a la delación, vista de causa y sentencia pronunciada por el tribunal de la Inquisición contra el superintendente de las colonias.

664

Esta Real orden de 23 de mayo de 1776 fue comunicada a Olavide, quien, desde Madrid, donde seguía en la situación congojosa que revela su carta a Roda, se la comunicó a sus subdelegados.

665

Ya el 29 de octubre de 1776 había representado el consejo de la Inquisición al Rey, manifestando haber sido examinados en el sumario ochenta testigos, cuarenta y seis seculares y treinta y cuatro eclesiásticos, quince regulares entre ellos, y que muchos de los capítulos de la delación resultaban probados de sus deposiciones; por lo cual le pedía que protegiera con su poderoso brazo la sentencia del Santo Oficio. En la relación de la causa se dice que los errores de Olavide pasaban de ciento, comprobados por setenta y ocho testigos.

666

Esta sátira tiene el epígrafe siguiente:

«El siglo ilustrado, vida de D. Guindo Cerezo, nacido, educado, instruido y muerto según las luces del presente siglo, dada a luz para seguro modelo de las costumbres por D. JUSTO VERA DE LA VENTOSA. Consta de diez y ocho capítulos de fastidiosísima lectura. Del espíritu, y del ingenio, y hasta del estado del autor, se puede formar idea por el final de su escrito, que es en esta forma:

PROTESTA DEL HISTORIADOR.

Lo 1º., que el que se pica, ajos come; -lo 2º., que al que le duela la muela que se la saque; -lo 3º., que mal de muchos consuelo de tontos; -lo 4º., que mal me quieren mis comadres porque les digo las verdades; -lo 5º., que no hay peor sordo que el que no quiere oír.

FIN

Epitafio para la ilustrada sepultura de D. Guindo.

	El que macho nació tan ilustrado;
	El que instruido fue con tantas luces;
	El hombre más civil contra andaluces;
	El timbre luminoso de su Estado;
	El bachiller D. Guindo el alumbrado;
	El capitán valiente contra cruces;
	El marido que obtuvo más capuces
	El juez más recto contra el inculpado
	El que tuvo buen modo de pensar;
	El enemigo de clerical congreso;
	El opuesto a todo pobre regular
	Oprimido de luces yace: exceso
	Fue de la muerte tal vida arrebatar,
	Que era para alumbrados embeleso.»

667

Número LVI de la Gaceta de Amsterdam, correspondiente al viernes 13 de julio de 1764: esta noticia se daba en artículo de París, de fecha 7 de julio del mismo año.

668

BOUGAINVILLE, Voyage autour du monde par les fregates du Roi la Bondeuse, la Flutte et l'Etoile. Nota a la página 46: París, 1771.

669

Aun al hablar del asunto de las Maluinas en La España bajo los Borbones, tomo V, cap. 56, escasea William Coxe de datos e incurre en inexactitudes. A su decir, no se establecieron los ingleses en el que llamaron Puerto-Egmont hasta 1769. En la parte considerativa de esta Real orden se citan las cartas del capitán español establecido en Puerto-Soledad, a las cuales se refiere puntualmente lo que digo en el texto.

670

Carta de Carlos III a Tanucci, de 11 de julio de 1769.