21
E. Asensio, art. cit., p. 16
22
Melchor Cano, De locis theologicis, en Theologiae cursus completus, ed., J. P. Migne, Paris, 1837, vol. I, liber II, Proemium, p. 84.
23
«Humanas disciplinas
theologo esse perutiles»
, De locis theologicis,
ed. cit., lib. IX, c. V,
p. 547.
24
Cito por mi edición, Exposición del Libro de Job, XXIX, 23, Salamanca, Universidad de Salamanca, 1992, vol. II, p. 639.
25
Fray Luis de León, «Dedicatoria» del libro III de De los nombres de Christo, ed. cit., p. 497.
26
Exposición del Libro de Job, XXVIII, 28, ed. cit., vol. II, p. 625.
27
«Príncipe de Paz»
, De los nombres de
Cristo, lib. II, ed. cit., p. 404.
28
De los Nombres de Christo, «Príncipe de Paz», lib. II, ed. cit., p. 417.
29
«...porque sin duda la inspiró Dios en
los ánimos de los hombres para, con el movimiento y
spíritu della, levantarlos al cielo de donde ella procede;
porque poesía no es sino una comunicación del aliento
celestial y divino; y assí, en los prophetas el mismo
Spíritu que los despertava y levantava a ver lo que los
otros hombres no vían, les ordenava y componía y como
metrificava en la boca las palabras con número y consonancia
devida, para que hablassen por más subida manera que las
otras gentes hablavan, y para que el estilo del dezir se
assemejasse al sentir».
De los Nombres de
Christo, «Monte», lib. I, ed. cit., pp.
253-54.
30
De los Nombres de Cristo, Dedicatoria Libro III, ed. cit., p. 497.