Informe sobre la Formación de un Plan general de excavaciones
Documento CAG/9/7980/43/2 del Archivo de la Real Academia de la Historia en Madrid
José Amador de los Ríos y Serrano
Aureliano Fernández-Guerra y Orbe
Eduardo Saavedra
Manuel Oliver Hurtado
Jorge Maier Allende (comentario y transcripción)
[Nota preliminar: se reproduce la transcripción del facsímil del manuscrito original.]
La formación de un Plan General de Excavaciones fue solicitada a la Real Academia de la Historia por Real Orden de 15 de abril de 1868 comunicada por el entonces Ministro de Fomento, y tristemente famoso por los acontecimientos relacionados con la Primera Cuestión Universitaria, Manuel de Orovio y Echagüe. El informe correspondiente le fue encargado a José Amador de los Ríos, como Presidente de la Comisión de Antigüedades, el 27 de abril de 1868, y fue elaborado y presentado en junta académica del 6 de mayo de este año por Aureliano Fernández-Guerra, Eduardo Saavedra y Manuel Oliver.
El Plan General de Excavaciones representa la culminación de una serie de iniciativas que tuvieron su punto de partida con la Ley de Instrucción Pública de 1857, más conocida como Ley Moyano, y que suponen la configuración del sistema de protección y conservación monumental español en el reinado de Isabel II y que continuó en vigor hasta la ley de 1911. En efecto, a raíz de la ley Moyano se reorganizaron las Comisiones de Monumentos al suprimirse la Comisión Central y otorgándolas así mayor autonomía, aunque pasaron a depender de las Reales Academias de la Historia y Bellas Artes de San Fernando y sus integrantes habían de ser miembros de uno u otra corporación, se creó el Cuerpo Facultativo en 1858, se creó la Comisión Mixta Organizadora de las Provinciales de Monumentos en 1864, se redactó un nuevo Reglamento para las Comisiones Provinciales de Monumentos que entró en vigor en 1865 y, por último, se creó el Museo Arqueológico Nacional y los Provinciales en 1867. Pero, como se pone de manifiesto en el informe de la Comisión de Antigüedades el Plan General no pudo ser llevado a cabo por el incumplimiento de las obligaciones -más bien la falta de medios materiales- de las Comisiones de Monumentos. Aún así, un gran número de Comisiones Provinciales llegaron a remitir la relación de los yacimientos arqueológicos de sus respectivas provincias, aunque en pleno proceso revolucionario, muchos de las cuales se conservan en los archivos de la Real Academia de la Historia. Tras el triunfo de la revolución el Plan General de Excavaciones quedó paralizado y nunca se retomó de nuevo. Véase Jorge Maier, La Real Academia de la Historia y la Arqueología española en el siglo XIX.
José Amador de los
Ríos, Aureliano Fernández-Guerra,
Eduardo Saavedra, Manuel Oliver Hurtado