Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


Abajo

La Cuesta de los Hoyos, ó el cementerio hebreo de Segovia

Joaquín María de Castellarnau

Jesús Grinda





  —265→  

La Cuesta de los Hoyos forma la ladera izquierda de la cuenca del arroyo Clamores, y se extiende de Este á Oeste en una longitud mayor de medio kilómetro, desde el camino de la Piedad ó Via Crucis que arranca del edificio de Sancti Espíritus, hasta más allá de la hondonada que aparece frente al lienzo de muralla comprendido entre la puerta de San Andrés y la Casa del Sol (actualmente Matadero). Ó lo que es lo mismo, constituye una parte de la vertiente de exposición septentrional del valle de las Tenerías, contrapuesta á aquella en que está situado el antiguo barrio de la Judería (dentro de los muros de la ciudad), con el cual se comunica por una vereda y un antiguo puente de piedra sobre el Clamores, emplazado al pié de la puerta de San Andrés.

En perfil transversal, limita la ladera por la parte superior una meseta casi horizontal ó planicie cultivada, y por la inferior un escarpe en roca debido á la gran denudación operada por el arroyo Clamores al abrir su cauce durante el período cuaternario. La parte media, situada entre las dos anteriores, sigue aproximadamente la fuerte inclinación que, con buzamiento al Norte, presentan en este sitio las capas calizas del terreno cretáceo, que constituyen el subsuelo. Esta pendiente es casi uniforme en toda la ladera; y únicamente aparece interrumpida por unas depresiones ú hoyos, á cuya existencia debe la cuesta su actual denominación.

Al pié de cada depresión se observa una protuberancia redondeada, pero todo está recubierto por la capa de tierra vegetal que uniformemente se extiende por la superficie de la ladera, excepto el escarpe inferior. Hay, sin embargo, algunas de estas depresiones que ofrecen al descubierto, en su parte más profunda, las entradas de cuevas excavadas artificialmente en la roca. Una de ellas ha sido utilizada por el guarda del terreno para depósito de   —266→   forrajes y otros usos; pero en general están tapadas las aberturas, y hasta el presente se desconocía por completo que la Cuesta de los Hoyos estuviera literalmente cuajada de estas grutas debidas á la mano del hombre.

En vista del aspecto general de la ladera y del que ofrecen al exterior las cuevas que conservan abierta su entrada, se supuso que en cada una de las pequeñas depresiones ú hoyadas del terreno se encontraría una de aquellas. Para confirmar esta hipótesis se empezó á excavar en uno de los hoyos, situado frente á la puerta de San Geroteo de la Catedral, á la derecha de la vereda que conduce desde el puente sobre el Clamores á la casilla del guarda. A poco de empezados los trabajos, se dió con una abertura que conducía á la cueva más pequeña de las dos que dibujamos en la lám. 1.ª Pero antes de penetrar en ella y á un metro de profundidad, se descubrió un sepulcro labrado en la roca, que es el señalado con la letra a en el plano, lo que hizo suponer la existencia de otros semejantes en aquellas inmediaciones. Desde ese momento, las excavaciones se dirigieron, no solo á explorar las cuevas, sino también á confirmar el texto de Colmenares y de algunas antiguas escrituras, que señalan el terreno conocido actualmente con el nombre de Cuesta de los Hoyos, como cementerio hebreo (Fonsario de los judíos).

Las excavaciones han puesto así al descubierto dos clases de construcciones: las cuevas y los sepulcros.

Como tipo de las primeras se detallan en la lám. 1.ª las dos que se han explorado con más detención, que se comunican entre sí por una abertura que debió practicarse casualmente, según luego se indicará.

Las cuevas están abiertas en los bancos de roca caliza, y su planta se aproxima á la forma circular, aunque muy irregularmente trazada. La altura en su centro es próximamente la necesaria para que quepa un hombre en pié. Sus paredes revelan la traza del pico ó herramienta con que se perforó la roca. Comunican con el exterior por medio de una abertura cuadrada y un pequeño desmonte para salir al terreno. En la primera gruta hay tres cavidades, á modo de nichos, que se indican en el dibujo, debiéndose quizás casualmente á la apertura del de la derecha la   —267→   comunicación que se observa entre las dos cuevas contiguas, circunstancia que no se ha notado en ninguna de las otras que se han explorado.

Para dar una idea clara de la forma de las grutas y de todos los detalles que á ellas se refieren, ofrecemos en la lám. 1.ª la proyección horizontal de las dos á que anteriormente hemos hecho referencia, y tres cortes verticales por los planos AB, CD y EF respectivamente.

Los sepulcros están siempre labrados en la caliza compacta; tienen las formas que indican los correspondientes dibujos, y están orientados de Este á Oeste. En todos se han encontrado los esqueletos intactos, en posición supina y mirando al Oriente. Algunos tienen los brazos cruzados sobre el pecho. Los cráneos, sometidos á la inspección de nuestro compañero y amigo, don Félix Gila, doctor en Ciencias, ofrecen el ángulo facial de Crammer muy desarrollado, frente abovedada, tabique de la nariz muy estrecho, pómulos regulares, dentición bella y bien conservada. Son ortognatos. Por término general la estatura de los esqueletos es alta y la osamenta firme. Indicios todos ellos de la raza de Israel, activa é inteligente.

Entre los sepulcros descubiertos los hay que perfilan la cabeza y los hombros del cadáver, mientras que en la mayor parte la forma de la cavidad es simplemente trapecial. Uno y otro tipo de sepulcros pueden verse en la lám. 1.ª En ella se echa de ver también la importancia de aquel cementerio, por el gran número de sepulcros que se encuentra en muy reducido terreno, llamando asimismo la atención uno encorvado que toca por sus extremidades con dos contiguos próximamente paralelos.

Cuarenta metros al Oeste de la entrada de la segunda cueva se han hallado dos grandes sepulcros, á los cuales dedicamos la lámina 2.ª, por las circunstancias notables de su mayor profundidad, de la perfección con que están labrados y de estar cubiertos con grandes losas.

En general, la profundidad de los sepulcros es variable, pues estando siempre abiertos en la caliza compacta, depende de la altura del banco de caliza cavernosa ó tobácea y de la capa de tierra vegetal que se hallan sobre ella.

  —268→  

En vista de estos datos y teniendo en cuenta la tradición y los textos de Colmenares, así como las indicaciones de los antiguos títulos de propiedad de los terrenos colindantes, parece comprobado que la Cuesta de los Hoyos era el cementerio de los judíos, mientras estos habitaron en Segovia. Pero queda en pié el problema de averiguar el uso á que se destinaron las grutas.

Como dato importante debemos consignar que el sepulcro a de la lám. 1.ª y otros situados delante de la cueva mayor han sido cortados al hacer las entradas de estas cuevas, como se ve con toda claridad sobre el terreno; de donde se deduce que las grutas deben ser posteriores á los sepulcros.

¿A qué uso fueron destinadas? ¿A enterramientos ó cámaras sepulcrales? No es creible, porque en ellas no han aparecido esqueletos completos, ni aun en los nichos de las paredes laterales. Únicamente se han encontrado algunos huesos humanos, mezclados en confuso desorden con otros de animales y con fragmentos de cerámica, y envueltos en la masa de escombros con que artificialmente se taparon las cuevas en un tiempo que no se puede precisar. Debe hacerse notar también que la orientación de las grutas es en general próximamente á ángulo recto con la de los sepulcros.

Tampoco parece que fueran destinadas á osarios, á juzgar por su número considerable, sus grandes dimensiones y la escasez relativa de huesos humanos.

¿Fueron minas para la explotación de arenas ó arcillas? Resueltamente no. En ninguna de las grutas exploradoras se llegó á los bancos de arcillas y arenas infrayacentes á las calizas cretáceas en esta región. Además, su forma redondeada indica que no se ha seguido al perforarlas ningún filón ni banco de sustancias minerales utilizables en la industria ó en la construcción, y por otra parte su estrecha é incómoda entrada no se presta á la fácil extracción de materiales.

¿Pueden ser los sitios donde se albergaron durante algún tiempo los judíos de la aljama segoviana, al ser expulsados el año 1492 según refiere Colmenares? Así parece. Hé aquí el texto del egregio historiador de Segovia:

Lámina 1.ª

Lámina 1.ª

SEGOVIA - CUEVAS Y SEPULTURAS DEL CEMENTERIO HEBREO.

Lámina 2.ª

Lámina 2.ª

SEGOVIA - SEPULTURAS DEL CEMENTERIO HEBREO.

  —269→  

«Hemos visto, dice1, algunas escrituras de ventas, que otorgaron en estos dias de heredades y casas que tenian [los judíos] en nuestra ciudad, en su cuartel, que nombran Judería, á la banda de Mediodía, desde la sinagoga (hoy iglesia de Corpus Christi), por detrás de lo que hoy es iglesia mayor2, por la puerta que entonces nombraban Fuerte y hoy de San Andrés3, hasta la casa del Sol, que hoy es matadero. Era corregidor en nuestra ciudad Diaz Sanchez de Quesada, caballero de tanto valor y nombre, que dió ocasión al vulgo á la equivocación ó engaño de nombrar desde entonces Don Dia Sanchez de Quesada á Don Dia Sanz, uno de los segovianos conquistadores de Madrid. Este, pues, instaba en cumplir el mandato real (31 Marzo, 1492); con que la miserable nación, cumplido el término del edicto á los principios de Agosto, dejando sus casas se salieron á los campos, enviando algunos dellos á los Reyes, que pidiesen dilación. Estaban los campos del Osario, nombrado así por tener allí sus sepulcros, y el valle de las Tenerías, llenos de aquella miserable gente, albergándose en las sepulturas de sus mismos difuntos y en las cavernas de aquellas peñas. Algunas personas de nuestra ciudad, religiosas y seculares, celosas de la salvación de aquellas almas, aprovechando tan buena ocasión, salieron á predicarles su conversión, y advertirles su ciega incredulidad contra la luz de tantas evidencias en tan dilatados siglos y calamidades. Algunos se convirtieron y bautizaron dando nombre al lugar que hasta hoy se llama Prado santo por este suceso. Los demás salieron del reino.»





Segovia, 9 de Setiembre de 1886.



Indice