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770

J. Hurtado y J. de la Serna y A. González Palencia, Historia de la literatura española, Madrid, 19435, corregida y aumentada, p. 956. (N. del A.)



 

771

J. Casalduero, Vida y obra de Galdós (1843-1920), Madrid, Gredos, 19612, p. 43. Para una tímida diferenciación, véase. M. de Gogorza Fletcher, The Spanish Historical Novel 1870-1970, Londres, 1974, p. 2. (N. del A.)



 

772

History and Fiction..., pp. 48-65, e «¿Historia novelada o novela histórica? Las diversas estrategias en el tratamiento de la historia en las Novelas contemporáneas y los Episodios nacionales», en: P. Bly (ed.), Galdós y la historia, Ottawa, 1988 (Ottawa Hispanic Series 1), pp. 167-86. Sobre los episodios puede consultarse también mi «Estudio preliminar»: «Los 'episodios nacionales', o la huella del caracol», pp. ix-xxiii, a la excelente edición de D. Troncoso de Trafalgar y La corte de Carlos IV, Barcelona, Crítica, 1995. (N. del A.)



 

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Dos escritores que a finales del siglo no cejan en sus denuncias son el Padre Francisco Blanco García, que si bien le reconoce ciertos méritos literarios, le castiga por extranjerizante y por «luchar a la desesperada contra la religión, el espíritu y las tradiciones de nuestra raza», La literatura española en el siglo XIX, Madrid, Sáenz de Jabera, Hermanos, editores, 19103, t. 2, p. 508, y Antonio de Valbuena, que hablando de Misericordia en «El baile del oso», Des-Trozos literarios, vol. 2, Madrid, 1899, pp. 39-47, le achaca de «soso», «aburrido» y sumamente descuidado estístilísticamente. (N. del A.)



 

774

H. Chonon Berkowitz, Pérez Galdós: Spanish Liberal Crusader, Madison, Wisconsin, 1948. (N. del A.)



 

775

«Idealista» es el término que emplean tanto Galdós, «Observaciones sobre la novela contemporánea en España», en: Ensayos de crítica literaria, L. Bonet (ed.), Barcelona, 19902, p. 106, como Pardo Bazán, La cuestión palpitante, J. M. González Herrán (ed.), Santiago de Compostela, Anthropos, 1989, p. 307, para denominar las obras prerrealistas contra las cuales reaccionan. (N. del A.)



 

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Para estos críticos, así como para otras reacciones contemporáneas, véase A. Percival, Galdós and his Critics, Toronto, University of Toronto Press, 1985, pp. 178-205. (N. del A.)



 

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Menéndez y Pelayo, Unamuno, Palacio Valdés, Epistolario a Clarín, prólogo y notas de Adolfo Alas, Madrid, Escorial, 1941, p. 95. Es una actitud que perdura hasta el exilio canario de Unamuno, cuando al releer la obra galdosiana modifica notablemente su crítica; véase J. Schraibman, «Galdós y Unamuno», en: Pensamiento y Letras en la España del siglo XX, G. Bleiberg y E. I. Fox (eds.), Nashville, Tennessee, Vanderbilt University Press, 1966, pp. 451-62. (N. del A.)



 

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En este respecto le pasa a Galdós algo parecido a lo que le sucedió a Carlos Dickens, otro novelista extraordinariamente popular, con la crítica canónica en Inglaterra. (N. del A.)



 

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Altamente instructivo en este sentido es el epistolario entre Menéndez Pelayo y Valera. Mientras éste critica a Galdós por el estilo y ciertos atisbos de vulgaridad a la vez que reconoce sus méritos narrativos, aquél evoluciona de la actitud francamente hostil de la Historia de los heterodoxos hasta apoyarlo calorosamente para el ingreso en la Academia. (N. del A.)