Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice Siguiente


Abajo

La fuerza del natural

Agustín Moreto



PERSONAJES
 

 
CARLOS.
JULIO.
ROBERTO.
AURORA.
CAMILA.
GILA.
EL DUQUE DE FERRARA.
ALEJANDRO,   duque de Urbino.
UN MAESTRO DE DANZAR.
Criados.
Músicos.
Acompañamiento.
 

La escena es en Ferrara y sus inmediaciones.

 




ArribaAbajoJornada I

 

Campo delante de una quinta.

 

Escena I

 

CARLOS y JULIO, con alforjas, vestidos de villanos.

 
CARLOS
Necio, ¿qué me quieres?
JULIO
Her
de ti lo que hará mi padre:
por la leche de mi madre
que esta vez te ha de moler.
CARLOS
Harto, necio, me molió 5
en darme un hermano tal.
JULIO
Pues bestión, bruto, animal,
¿sois más sabiondo que yo?
CARLOS
Ya a cólera me provoco;
calla, Julio, o te daré... 10
JULIO
Calla, Carlos, o te haré...
CARLOS
¿Qué harás, necio?
JULIO
¿Qué harás, loco?


Escena II

 

GILA. Dichos.

 
GILA
¿Qué es esto? ¿sin resistillo
siempre heis de gruñir los dos?
JULIO
Déjame, Gila, por Dios; 15
que vengo hecho un cocodrillo.
GILA
¿Qué traéis?
CARLOS
La lema cansada
de gruñir por el camino.
JULIO
Puerco, vos sois el cochino.
GILA
Pues ¿qué traéis?
JULIO
No traer nada:
20
los dineros, siendo ajenos,
de la leña que ha llevado,
en libros se los ha echado.
GILA
¿En libros?
JULIO
Ni más ni menos.
GILA
Pues ¿qué libros fue a comprar? 25
JULIO
Qué sé yo; uno es muy grande:
envidio, De arte mamandi
para hartarse de mamar.
CARLOS
¿Sabes tú lo que es?
JULIO
Sabido
si no hay cabra, mala cholla; 30
¿qué cuido ha de hacer la olla
con ese Envidio cocido?
CARLOS
Si yo este libro antepongo
al comer, ¿has de impedillo?
JULIO
¿No era mejor un librillo 35
para hacer, Gila, mondongo?
GILA
Tiene razón.
CARLOS
¡Qué ignorante!
GILA
¿Que esto traéis toda la vida?
CARLOS
Para limpiar su comida,
una criba ¿no es bastante? 40
JULIO
¿Qué llama criba?
CARLOS
El exceso
de tu ignorancia te ultraja.
JULIO
Pues digo, ¡como yo paja?
¿bestia seré, según eso?
CARLOS
Claro es.
JULIO
¡Bestia! Haré teatro
45
de venganza.
GILA
Déjalo.
JULIO
No hay dudar, llamómelo
como tres y dos son cuatro.
¡Bergantón!
CARLOS
Pues no des voces,
y llega.
GILA
Julio, detente.
50
JULIO
Pues so bestia, al insolente
tengo de moler a coces.


Escena III

 

ROBERTO. Dichos.

 
ROBERTO
Carlos, Julio, hijos, ¿qué hacéis?
CARLOS
Padre, venir del mercado.
JULIO
Señor, ¿vos habéis llegado? 55
me huelgo. Ahora lo veréis.
ROBERTO
Pues ¿cómo os estáis aquí,
cuando anda el Duque en el monte
ilustrando este horizonte
(que guardar me toca a mí) 60
con Aurora, su sobrina,
recién venida a Ferrara,
a quien por su beldad rara
la llaman la Peregrina;
y como otras veces hoy 65
con la caza la entretiene?
Mirad que a la quinta viene;
y como su guarda soy,
prevenidos los jardines
y fuentes he de tener. 70
Id presto, que hoy han de ser
sus flores mil serafines.
CARLOS
¡Cielos! Ya el alma se empeña
con nueva tan venturosa.
JULIO
Y ¿no mos pescuda cosa 75
del dinero de la leña?
ROBERTO
¿Qué traéis?
JULIO
Carlos dirá
del sayo; que aquí está el mío.
CARLOS
Yo de mi padre confío
que a bien mi intento tendrá. 80
yo, Señor, soy inclinado
tanto a saber, que he aprendido
el latín, sin que haya sido
a tu costa mi cuidado.
Para ejercitarme más 85
unos librillos compré,
que el uno un Ovidio fue,
De arte amandi.
JULIO
Y ¿los demás?
CARLOS
Unos barros que algún día
harán falta, y más a quien 90
sirve a damas.
ROBERTO
Dices bien.
JULIO
Y ¿ es barro la bobería?
CARLOS
Pues ¿no te brindan con ellos
a beber el agua en barro?
JULIO
¿Agua yo? Antes mal catarro 95
os dé Dios en uno dellos.
¡El mismo demonio fragua
que mi hermano hayas de ser!
ROBERTO
¿Por qué?
JULIO
No puede tener
buena sangre quien bebe agua. 100
ROBERTO
Pues tú, ¿qué traes?
JULIO
¿Que eso digas?
¿Yo había de ser tan bobo?
traigo aquí vaca en adobo,
traigo ajos para las migas;
un sebo que se desliza, 105
que no hay en casa palabra;
un menudico de cabra,
seis varas de longaniza.
GILA
Y ¿vienen bien ajustadas?
JULIO
Yo sé que está bien medido, 110
porque yo no me he comido
della sino dos pulgadas.
ROBERTO

 (Aparte. 

¿Qué secreto será, cielos,
la distancia entre los dos?
Mas si se reserva a vos, 115
en vano son mis desvelos.
Carlos, hijo humilde mío,
es sabio, atento y cortés;
Julio, hijo del Duque, es
necio, ruin, torpe y sin brio. 120
Si el criarle tan secreto,
siendo fuerza, causa fuera,
en Carlos, mi hijo, pudiera
también seguirse el efeto;
mas siendo una la crianza, 125
la sangre tan desigual,
salir uno y otro tal,
ningún discurso lo alcanza.
Mas si en Carlos, mi hijo, ha sido
providencia su saber, 130
el pobre lo ha menester,
que el rico nace entendido.)
Venid.
JULIO
Haréis que me aburra
si esto a Carlos consentís.
GILA
Dice bien.
ROBERTO
Pues ¿qué decís?
135
JULIO
Que le peguéis una zurra.
ROBERTO
Andad.
JULIO
Pues venga a almorzar;
que yo os juro por san Pabro...
GILA
¿Qué es venir?
JULIO
Me lleve el diabro,
Gila, si lo ha de probar. 140
CARLOS
Ni yo a ti te lo pidiera.
JULIO
Pues darle tengo por eso,
a trueque de pan y queso,
los libros a la tendera.
 

(Vase con GILA.)

 


Escena IV

 

ROBERTO, CARLOS.

 
ROBERTO
Carlos, hijo, ven; ¿qué esperas? 145
CARLOS
Señor

 (Aparte. 

¡Ah loca esperanza!)
Ya yo voy.

 (Aparte. 

¡Estoy sin mí!)
ROBERTO
¿Qué tienes, Carlos; que andas
triste todos estos días?
CARLOS
Yo, Señor, no tengo causa, 150
sino...
ROBERTO
¿Qué sientes? ¿Qué tienes?
Dime tu pena, descansa.
CARLOS
Padre mío, si no siguen
el parentesco las almas,
pues Dios las infunde al hombre 155
de su mano soberana,
no extrañes que en mí la mía,
con plumas imaginarias,
vuele sobre el coto, en que hizo
mi nacimiento la raya. 160
Yo, padre, vivo oprimido
en esta jerga villana;
basta para el traje mío,
que a mis alientos no basta.
Yo, Señor, salir quisiera 165
donde mi suerte robara;
que si tal vez la fortuna
a los que encuentra levanta
mas aun que a los que la buscan,
y aquel a quien ella halla, 170
es porque ciega y sin tino
discurre por partes varias,
dando en el que no la busca,
diligencia hizo, y no mala,
el que se supo poner 175
en parte que te encontrara.
Que si a salir no se arroja,
¿cómo ha de hallarle ni hallarla
el que vive en los retiros
que la fortuna no anda? 180
esta es, Señor, mi tristeza;
aunque en mi loca esperanza,
reservada a tu respeto,
puede tener otra causa.
ROBERTO

 (Aparte. 

El aliento de este mozo 185
da que pensar a mis ansias.
si acaso... pero es locura:
causa es de mí reservada.)
Pues ¿cómo, Carlos, mi amor
con esos desdenes pagas? 190
¿Qué pensamiento ser puede
el que a mi halago recatas?
CARLOS
Es, Señor, una locura.
ROBERTO
Locura en ti es muy extraña.
CARLOS
Locura es poner el tiro 195
donde la fuerza no alcanza.
ROBERTO
De tu discreción lo admiro;
pero ¿no puedes contarla?
CARLOS
No es, Señor, para tu oído.
ROBERTO
Yo admito la disonancia. 200
CARLOS
Recelo...
ROBERTO
Nada receles.
CARLOS
Temo que...
ROBERTO
No temas nada.
CARLOS
¿Me das licencia?
ROBERTO
Y aun ruego.
CARLOS
Pues oye.
ROBERTO
De buena gana.
CARLOS
Con el descuido, Señor, 205
que me da mi suerte baja,
deste monte el otro día
pisaba la verde falda,
tan fuera de pensamientos,
tan ajeno de estas ansias, 210
como quien vive una vida
sin ver otra mas hidalga:
que la quietud de los hombres
pende de no envidiar nada;
que el que no ve mejor suerte, 215
ni la envidia ni la extraña.
Y ningún hombre en el mundo
feliz o infeliz se llama
si estando en cualquier fortuna,
con otra no se compara. 220
Discurriendo sus veredas
sentí andar gente de caza,
paré la vista, y aquí
paré el sosiego del alma.
Una fugitiva corza 225
siguiendo, airosa bajaba,
armada de una escopeta...
no sé si sabré pintarla:
no en competencia de Venus
pintan tan hermosa a Palas, 230
para merecer más digna,
blandiendo un rayo por asta;
ni a la Venus vencedora
el pastor con la manzana
dejó tan bella, añadiendo 235
a su hermosura esta gracia;
ni el rubio carro del sol
por el horizonte arrastra
tanto esplendor, cuando sale
rey coronado del alba, 240
como una mujer divina
iba venciendo bizarra,
en luz, hermosura y brio,
al sol, a Venus y a Palas.
Llegando a tenerla a tiro, 245
con codiciosa asechanza
terció airosamente el cuerpo;
afirmó al suelo la planta,
la escopeta al hombro arrima,
la vista en el punto cala 250
y a la presteza del muelle,
juntando la mano blanca,
tocó el gatillo; y cayendo
el pedernal, trocó en llama
el fogón al negro polvo, 255
porque dos tiros lograra:
pues cierto arrojó el cañón
por sendas tan encontradas,
tan presto el fuego a mi pecho
como a la corza la bala. 260
A ver el feliz despojo
de la vitoria iba ufana,
y pasando junto a mí,
me dejó suspensa el alma.
Arrebatado yo entonces 265
de mis amorosas ansias,
pronunciando, de turbado,
un hielo en cada palabra,
la dije: «Con más razón
pudiera volver bizarra 270
a verme quien se deleita
en ir a ver lo que mata».
Díjome: «¿Quién es el muerto?»
yo respondí: «¡Duda extraña!
pues ¿ignoran vuestros ojos 275
que a cuantos miran los matan?»
«-Sí, porque hay muchos que viven».
Y yo repliqué: «Os engañan,
que los más muertos son esos;
pues si a hermosura tan alta 280
rendir el alma es un feudo
que la razón misma paga,
el que mirado de vos,
no la rinde o la recata,
será porque no la tiene. 285
Y siendo así, muerto estaba,
pues ninguno está tan muerto
como el que vive sin alma».
Bañada en alegre risa,
dijo, volviendo la cara: 290
«Discreto sois». Claro está,
contenida la distancia,
que sería por desprecio;
porque cuando fuera tanta
mi necedad o locura, 295
que tuviera confianza
de que por favor lo dijo
mi temor la imaginaba
en tal altura, respeto
de ser mi suerte tan baja, 300
que a mí, al venir por el viento,
desvanecido llegara.
A este tiempo caballeros
llegaron por partes varias
y de su voz infirió, 305
para morir, mi esperanza
que era la divina Aurora,
recién venida a Ferrara,
sobrina de nuestro duque
y heredera de su casa. 310
Cargando el muerto despojo,
de todos acompañada
se volvió, sin que entre tantos
alguno en mí reparara.
Yo, helado, tímido y ciego, 315
sin poder mover las plantas,
quedé como aquella flor
que al sol sigue, su luz ama,
yal faltarla, el cuello inclina
hacia la parte que él baja, 320
perdiendo olor y hermosura,
marchita, mustia y ajada.
Mas dijo entonces mi pecho:
«¡Oh quién su suerte imitara,
y en el mal y el bien con ella 325
tuviera una semejanza;
pues ella al volver el sol
cobrará pompa y fragrancia,
y yo no sé si seré
como ella será mañana!» 330
De irse sin verme ni hablarme
ella y los que la acompañan,
sentí de suerte el desprecio,
que olvidado con mis ansias
de quien era, volví a mí 335
a ver lo que me faltaba.
Halléme pobre, abatido,
halléme humilde y sin fama,
y halléme yo, que es lo más
esencial de mi desgracia. 340
Dije entre mí: «La fortuna,
la riqueza, la abundancia,
la nobleza ¿es algún don
que Dios infunde en las almas?
Con todo, el hombre es lo más. 345
¿No se adquieren? ¿No se ganan?
Pues ¿cómo mi diligencia
no desmiente mi desgracia?
¡Sabiendo que hay más que ser,
hay quien sea menos! La fama 350
o el desprecio ¿no lo busca
o la pierde la ignorancia?
Las suertes no cuestan más
unas que otras; que, aunque varias,
la inclinación que las sigue 355
las hace buenas o malas.
Con aquel sudor que cuesta
al tosco la corva azada,
gastado en más noble empeño,
logrará mayor ganancia. 360
Quien por el valle camina,
con los mismos pasos que anda,
dirigidos a la altura,
pasará las cumbres altas.
La tierra fértil o estéril. 365
¿En sus abiertas entrañas
diferencia la cosecha?
No; la mano que la labra.
¿Trabaja mas que el villano,
siempre en la mano la azada, 370
quien pelea? No, pero es
más digno lo que trabaja.
Luego si la elección es
quien hace nobleza y fama
a pesar del hado, el hombre 375
es quien se ilustra o se ultraja.
Pues débame noble asunto,
alto empeño; que el que cava
no hace menor el trabajo,
sino menos la ganancia». 380
Con estos discursos, padre,
volví tan confuso a casa,
que nunca de mí esta ardiente
imaginación se aparta.
Yo debo al cielo este aliento; 385
no le oscurezca la baja
ocupación de mi vida;
salga a ver el mundo, salga
a lograr su ardiente impulso.,
honren mi diestra las armas, 390
busque mi aliento el peligro,
engólfese mi esperanza,
ennoblézcame el empeño
y coróneme la hazaña;
que el que atrevido y brioso 395
trepa la áspera montaña,
su difícil frente pisa,
y despeñado se acaba.
ROBERTO
Absorto de oírte quedo.

  (Aparte. 

¡Que este aliento, esta arrogancia, 400
tan noble, atenta y discreta,
de mi humilde sangre salga;
y de un príncipe en el ocio,
tan necia, tosca y villanal
algún gran secreto dudo 405
en suertes tan encontradas.)
VOCES

 (Dentro.) 

¡Abajo, abajo, a seguirla!
ROBERTO
Mas este es el Duque; guarda
para después el discurso,
Carlos, que agora nos llama 410
obligación más precisa.
Sígueme, que están ya en casa.

 (Vase.) 



Escena V

 

CARLOS; luego, AURORA.

 
CARLOS
Por varias partes del monte
toda su familia baja.
Mas ¡Cielos, ¡qué es lo que mire! 415
Aurora (¡el cielo me valga!)
sola hacia esta parte viene;
ya el pecho se sobresalta.
AURORA

 (Al salir.) 

Alcanzarla es imposible;
que ya llego yo cansada. 420
CARLOS

 (Aparte.) 

¡Cielos hay mujer más bella!
¿Si osaré llegar a hablarla?
Locura es, mas por locura
pierde el conceto que agravia.
AURORA
¡Ah, villano!
CARLOS

 (Aparte.) 

Enmudecióme.
425
¡Oh, pesía mi suerte ingrata!
¿Qué he de hablar, si antes de oírme
me ponen esta mordaza?
AURORA
¿Hay por aquí alguna fuente?
CARLOS
Señora...
AURORA
A buscar el agua
430
me trae del monte el cansancio.
CARLOS
Alguna tan cerca estaba,
que sólo para vos nace;
mas pienso que la hace mala
lo que a otras buena.
AURORA
Y ¿qué es?
435
CARLOS
Que es muy sutil y pesada.
AURORA
Dadme agora de cualquiera.
CARLOS
Voy por ella.
AURORA
Pues ya tarda.
CARLOS

 (Aparte.) 

De los barros que compré
logro el fruto que esperaba, 440
pues admirará el traerle,
sin haber entrado en casa.

 (Vase, y vuelve con un barro lleno de agua.)  

AURORA
Este es sin duda el villano
que encontré viniendo a caza,
que aunque rústico, me dijo 445
razones muy cortesanas.
CARLOS
Aquí está.
AURORA
Pues ¿dónde hallaste
el barro?
CARLOS
Adivina el alma
con amor; digo, que sirve
con deseo.
AURORA
Llega, acaba.
450
CARLOS
¿Yo?...

 (Aparte. 

¡Cielos, estoy turbado!)
Quien con vos sin esperanza...

 (Cáesele el barro.)  

AURORA
¿Qué haces?
CARLOS
Salir de una duda.
AURORA
¿De qué duda?
CARLOS
Nunca hallaba,
discurriendo de mi suerte, 455
cosa con que compararla;
diome el ejemplo este barro,
y de la duda me saca.
AURORA
¿Quebrarse el barro os da ejemplo?
CARLOS
Sí, Señora.
AURORA
¿Por qué causa?
460
CARLOS
Porque siendo un barro mío,
ya sabe el lugar que alcanza
por mío; llegó a ser digno
acaso de dicha tanta
como tocar vuestro labio, 465
y a lograr dicha tan alta
se que turbado; que es
lo que a mi suerte le pasa.
AURORA
¿Qué es lo que os turbó?
CARLOS
Mi afecto.
AURORA
¿Afecto?
CARLOS
Fue una batalla,
470
que al veras sentí en el pecho.
AURORA
¿Batalla sentís?
CARLOS
Y mala,
porque es poco mi poder.
AURORA
Y eso ¿qué es?
CARLOS
No sé nombrarla.
AURORA
¿La sentís y la ignoráis? 475
CARLOS
Es que por alguna causa
puedo decir lo que siento,
pero no cómo se llama.
AURORA
Pues decidme, ¿qué sentís
de mirarme?
CARLOS
Esto esperaba.
480
De no miraros, Señora,
siento un fuego que me abrasa;
y luego de veros, siento
un hielo que me traspasa.
El aliento se apresura; 485
y como a veces me falta,
con un suspiro socorro
la necesidad del alma.
La lengua se me entorpece,
pierdo el color de la cara; 490
que aunque co lo veo, lo siento
en la sangre que me falta.
El corazón a latidos
del centro suyo se arranca;
si da saltos por salir 495
delante de vos, bien anda.
Destos movimientos nace
una congoja que agrada,
una desazón que alivia
y una fatiga que halaga; 500
porque, aunque al veros, Señora,
me maltratan estas ansias,
al iros siento más pena
de lo que no me maltratan.
Y es tan violenta esta lucha, 505
que aunque está dentro del alma,
el paso, la voz, la acción
quedan con ella turbadas.
Esto paso, y aunque es este
que os explica mi ignorancia, 510
el accidente que siento
yo no sé cómo se llama.
AURORA

 (Aparte. 

Loco es de no mal capricho.)
Eso, con menos palabras,
es amor.
CARLOS
Yo no lo digo;
515
mas si entendéis que estas ansias
son amor, siendo vos misma
quien lo juzga y quien lo alcanza
no he de ser yo tan grosero
con deidad tan soberana, 520
que diga que entiende mal:
vos lo decís, y eso basta.
AURORA

 (Aparte.) 

Recatado es para loco,
para humilde muy bien habla;
no es de este traje este estilo, 525
no esta osadía es villana.


Escena VI

 

El DUQUE, ROBERTO, criados. Dichos.

 
DUQUE

 (Al salir.) 

Por aquí fue, llegad todos.
Aurora, ¿cómo, dilatas
entrar a ver los jardines,
que prevenidos te aguardan, 530
antes que entre más el sol?
Ve, que te esperan tus damas.
AURORA
Buscando vine una fuente
de las que esta verde falda
guarnece su cristal frío. 535
DUQUE
Dentro verá a fuentes varias
que con mármoles y jaspes
la antigua idea retratan.
AURORA
Voy, Señor, a obedecerte.
DUQUE
Alégrate con tus damas, 540
que es lo que mi amor desea.
AURORA
Y lo que agradece el alma.
CARLOS

 (Aparte.) 

¡Oh, loca pasión! ¿qué quieres?
AURORA

 (Aparte.) 

Deste villano admirada
voy, porque se infieren dél 545
consecuencias muy contrarias.

 (Vase.) 



Escena VII

 

El DUQUE, que habla reservadamente con ROBERTO; CARLOS, retirado; criados.

 
DUQUE
¿Roberto?
ROBERTO
Señor.
DUQUE
Escucha.
¿Cómo está Julio?
ROBERTO
Turbada,
Señor, mi voz te responde;
porque, como tú me mandas 550
que no haga demostración
alguna con su crianza,
más que si fuera mi hijo,
por el secreto que guardas,
está muy rústico y torpe. 555
DUQUE
Fácil se enmienda esa falta
en quien tiene sangre mía;
y ya que las suertes varias
de los sucesos del tiempo
dan a mi intento mudanza, 560
yendo a la corte será
más fácil el enmendarla.
ROBERTO
¿En la corte, Señor? ¿Cómo?
DUQUE
Yo por mi esposa Casandra,
y su condición celosa, 565
teniendo hijo que heredera
mis estados, procuré
tal secreto a su crianza.
Mas ya que la suerte esquiva
dispuso ¡ah pena tirana! 570
que de un indomable bruto,
que su condición bizarra
rendir quiso despeñado,
diese lástima a Ferrara,
llanto a mis ojos impío 575
y eterno luto a mis canas;
y ya que perdió mi esposa,
a pena tan desusada,
con tanto dolor la vida
que logra en quietud más alta; 580
cesando el inconveniente,
y viendo heredar mi casa
Aurora, cuya hermosura
tanto príncipe idolatra,
por excusar competencias, 585
que a veces en mal acaban,
declarando a mi hijo Julio,
con él deseo casarla.
Con este intento he venido
a la quinta esta mañana; 590
para que le lleven traigo
la prevención necesaria;
orden tienen mis criados,
y vendrán a ejecutarla
en yéndome yo. En la corte 595
se enmendara su ignorancia.
CARLOS
¿Qué hablará el Duque a mi padre?
ROBERTO
Señor, quien serviros trata,
sólo obedecer le toca.
DUQUE
¿Dónde está Julio?
ROBERTO
Aquí anda.
600
DUQUE
Llamadle.
ROBERTO
Carlos, aprisa,
llama a Julio.
CARLOS
Él te escuchaba.


Escena VIII

 

JULIO, GILA. Dichos.

 
JULIO
Desto he de perder el seso.
ROBERTO
¿Julio?
JULIO
Sí, pero sin siega.
ROBERTO
Que el Duque te llama; llega. 605
JULIO
Pues ¿qué se me da a mí deso?
DUQUE
¿Qué dices?
JULIO
Vuestra presencia
no es cosa.
DUQUE
Pues ¿qué has tenido?
JULIO
Estoy yo muy ofendido.
DUQUE
¿De quién?
JULIO
De vuesa insolencia.
610
Traéis gentes importunas,
que nunca comen, por Dios;
ni os entiendo, pues de vos
siempre me quedo en ayunas.
DUQUE
Pues ¿te falta que comer? 615
ROBERTO
No le ha faltado jamás
JULIO
Sí, que aunque haya, falta más;
que siempre más puede haber.
ROBERTO

 (Aparte.) 

¡Qué necio!
JULIO
Venga acá, diga:
¿Qué ha de haber, siendo bambolla, 620
para seis con una olla
que es menor que una barriga?
DUQUE

 (Aparte.) 

Que esto hace el trato imagino.
JULIO
Cuando no hay bien que almorzar,
me voy a descalabrar 625
al muchacho del vecino;
y porque no se desangre
me llama...
DUQUE
¿A qué?
JULIO
A concluillas,
que él hace lindas morcillas,
y yo sé tomar la sangre. 630
DUQUE

 (Aparte.) 

A un yerro me precipito
si es tan tosco; mas allá
la corte le labrará.
JULIO
Rabio por estar ahíto.
DUQUE
¡Ahíto! en gran riesgo topas. 635
JULIO
Sólo por tomar jarabe.
DUQUE
¿Jarabe?
JULIO
Con pan me sabe
que rabia, y más si hago sopas.
DUQUE

 (Aparte a ROBERTO.) 

Roberto, en yéndome yo
decidle vos con agradó 640
que es mi hijo; que el estado
siempre a los hombres mudó,
y en él la sangre obrará,
que agora el trato oscurece.
Disponed lo que se ofrece, 645
pues ya mi gente vendrá.
ROBERTO
Cómo te obedezco sabes,
con mi rendida lealtad.
DUQUE
Esto luego ejecutad.
 

(Vase con ROBERTO y los criados.)

 


Escena IX

 

CARLOS, JULIO, GILA.

 
JULIO
Señor, ahí quedan las llaves. 650
GILA
¡Cómo al Duque, que mos rige,
hablaste tan hecho un lobo?
JULIO
¿Pensabas que era yo bobo?
Pues toma lo que le dije.
GILA
¿Qué dijiste, si la gente 655
se admira de ver tu modo?
JULIO
¿No se han de admirar, si todo
se me ofrece de repente?
CARLOS
Muy bien se vio en el conceto.
JULIO
¿Pensáis que no me remonto? 660
Yo también por este tonto
me he holgado de andar discreto.
GILA
No, sino mal has andado.
JULIO
¿Cuándo?
GILA
Hoy, en lo que yo te escucho.
JULIO
Es verdad; no he andado mucho, 665
que en la burra fui al mercado.
CARLOS

 (Aparte.) 

Ya enmienda su necedad.
GILA
De tu simpleza me espanto.
JULIO
No me alabes, Gila, tanto;
que no quiero vanidad. 670
CARLOS

 (Aparte.) 

Mi padre con alegría
vuelve ya; ¿cómo pudiera
ver yo a Aurora, porque fuera
para mí entero este día?


Escena X

 

ROBERTO. Dichos.

 
ROBERTO
Hijos.
CARLOS
Señor.
JULIO
¿Qué previene?
675
ROBERTO
De uno de los dos acá
llegó la fortuna ya.
JULIO
¿Ya llegó? Y ¿de dónde viene?
ROBERTO
Uno de vosotros no
es mi hijo, aunque lo pasa 680
como hijo mío en mi casa.
JULIO
Más ¿Cuánto va que soy yo?
GILA
¿Por qué?
JULIO
A pensarlo me atrevo
porque hoy la leña vendí
a un sacristán, que era a mí 685
parecido como un huevo.
CARLOS

 (Aparte.) 

¡Cielos, qué gran confusión!
ROBERTO

 (A JULIO.) 

Más alto padre le espera.
JULIO
No hay que dudar, pues él era,
que es más alto que un capón. 690
CARLOS
Padre, aunque mi suerte fuera
la mejor y la más clara,
de tenerla me pesara,
si a voz por padre os perdiera.
ROBERTO
A Julio el favor le dan 695
los hados o quien los rige.
JULIO
Dicho y hecho; que lo dije
dende que vi al sacristán.
GILA
Gran dicha es que se publique
que un sacristán te engendró. 700
JULIO
Siempre fui inclinado yo
A cantar un parce mique.
ROBERTO
Julio, tu suerte es más clara
y ya a vuestros pies rendido,
la mano, Señor, os pido, 705
pues del duque de Ferrara
sois vos hijo.
JULIO
Mas, par Dios,
¿del Duque?
ROBERTO
Sí.
JULIO
Son quimeras.
ROBERTO
Señor...
JULIO
¿Diceslo de veras?
ROBERTO
Su hijo, Señor, sois vos. 710
JULIO
No burlemos.
ROBERTO
Si os señala
el cielo tanto favor,
¿por qué lo dudáis, Señor?
JULIO
Anda muy en hora mala,
viejecillo marrullero: 715
Sabiendo, avaro y prolijo,
que yo del Duque era hijo,
¿me tasabais el puchero?
ROBERTO
Perdonad, pues os mejora
la suerte la que dejáis, 720
tanto, que de ella pasáis
a ser esposo de Aurora.
CARLOS

 (Aparte.) 

¡Qué he escuchado, cielo santo!
Sobre mí un monte cayó.
JULIO
¿Esposo de Aurora yo? 725
No quiero madrugar tanto.
ROBERTO
Aurora al sol desafía.
JULIO
Pues yo en paz le mataré,
porque quiero hartarme de
levantarme a mediodía. 730
Cielos, ¡atónito estoy!
CARLOS

 (Aparte.) 

Yo muero, ¡ay hado tirano!
ROBERTO

 (A CARLOS.) 

Llega a pedirle la mano.
¿Qué esperas, Carlos?
CARLOS
Ya voy.
JULIO
Nadie me trabuque. 735
¿Culpabais mi necedad?
¿Tendréis vos habilidad
para ser hijo de un duque?
GILA
Y yo, Señor, ¿qué he de hacer?
JULIO
Yo os daré un dote comprido. 740
GILA
Pues ya yo tengo marido.
JULIO
Eso quería yo saber.
¡Ah infiel! ¿Los celos me afilas?
GILA
Ya sois señor: los amores
cesaron.
JULIO
Pues los señores
745
¿no podemos comer Gilas?
UNA VOZ

 (Dentro.) 

Para, para.
ROBERTO
Ya esto es cierto,
Señor; ya vienen por vos.
JULIO
De veras va, juro a Dios.


Escena XI

 

Criados. Dichos.

 
CRIADO
Entremos todos. Roberto, 750
¿cuál es Julio, mi señor?
ROBERTO
El que miras es; ¿qué esperas?
JULIO
Juro a Dios que va de veras.
CRIADO
Para lograr más honor,
que me deis los pies os ruego. 755
CARLOS
¡Cielos, ¡qué miro!
GILA
¡San Pabro!
JULIO
Que le dé los pies? Un diabro.
Pues ¿con qué he de andar yo luego?
CRIADO
Señor, con orden precisa
vengo a llevaros, y os pido 760
que os vais a mudar vestido.
JULIO
¿Vestido?
CRIADO
Sí.
JULIO
Y ¿la camisa?
CRIADO
También.
JULIO
Pues ¿adónde está?
CRIADO
Yo os traigo cuatro.
JULIO
¡Qué escucho!
Y ¿tienen oro?
CRIADO
Eso mucho.
765
JULIO
Y quemado ¿qué valdrá
si se lo vendo a un gabacho?
CRIADO
Pues el Duque os las envía,
mucho valdrán.
JULIO
¡A fe mía!
Digo, ¿el Duque está borracho? 770
CRIADO
Lo que preguntáis no entiendo.
JULIO
¿Suele estarlo?
CRIADO
Es desatino.
JULIO
¿No habrá por allá buen vino?
Por Dios que lo voy creyendo.
En efecto él es mi padre; 775
y yo dél ¿qué vengo a ser?
CRIADO
Por hijo os da a conocer.
JULIO
Y ¿eso es por parte de madre?
CRIADO
Mirad que el Duque ha mandado
que vais a comer.
JULIO
¡San Bruno!
780
CRIADO
Vestíos pues.
JULIO
Ponedme alguno
que esté de tripas holgado.
CRIADO
Venid pues, que es tarde ya.
JULIO
Carlos me ha de ir a servir;
dénle también de vestir. 785
CRIADO
Como lo mandáis se hará.
JULIO
Gila ha de ir como una fror.
CRIADO
Las damas de vuestra esposa
os la pondrán muy hermosa.
JULIO
Pues ¿qué le falta, Señor? 790
CRIADO
Vamos.
JULIO
¿Qué, duque soy yo?
CRIADO
Como a tal, Señor, os hablo.
JULIO
Si no es verdad, lleve el diablo
el alma que me engendró.

 (Vase.) 

GILA
Saltando voy de contento 795
a ponerme como un mayo.

 (Vase.) 

ROBERTO
Carlos, ven.
CARLOS
Ábrase un rayo
mi vida y mi pensamiento.
Agora es más mi desprecio.
ROBERTO
Ven; que a ti te basta brío. 800
CARLOS
¿Qué es esto, padre?
ROBERTO
Hijo mío,
esta es la dicha del necio.
 

(Vanse.)

 


Escena XII

 

Salón del palacio.

 
 

ALEJANDRO, CAMILA.

 
CAMILA
No es hija esa esperanza,
Alejandro, de tal desconfianza.
ALEJANDRO
Ya sé, Camila hermosa, 805
que en competencia, para mí no hay cosa
injusta; que aunque ahora
se ve de tantos príncipes Aurora
por su estado pedida,
no está de alguno como yo asistida. 810
Y ninguno en amor, grandeza o gala,
en mérito me excede, si me iguala;
que al estado de Urbino
ningunos ventajosos imagino;
y caso que le hubiera, 815
el mérito cediera
de la asistencia mía
en amor, en festejo, en bizarría.
Yo en Parma la asistí, sin que pensara
heredar a Ferrara, 820
y siguiendo el impulso de mi estrella,
acá vine con ella.
Pues ¿cómo el Duque ahora
a otro príncipe intenta dar a Aurora,
viendo que mi esperanza 825
este desprecio trocará en venganza?
CAMILA
Alejandro, esa queja
mucho a su intento y su razón se aleja,
no siendo ningún príncipe admitido,
que en vuestra competencia la ha pedido. 830
Y siendo tan bizarro vuestro aliento,
no le ultraje ese intento;
que damas hay iguales a mi prima,
cuya belleza estima
vuestro valor.
ALEJANDRO
Pues ¿quién lograr pretende
835
su mano?
CAMILA

 (Aparte.) 

Mal me entiende.
No espero que conozca mi deseo;
que aunque en llamas le veo,
tener no puede amor de fuego el trato
cubierto de la nube del recato. 840
ALEJANDRO
¿No me diréis quién vence su albedrío?
CAMILA
No; que mi prima viene con mi tío,
y della lo sabréis.
ALEJANDRO
Morir espero.
CAMILA

 (Aparte.) 

Yo por avisos de un silencio muero.


Escena XIII

 

El DUQUE, AURORA, damas. Dichos.

 
DUQUE

 (Aparte a AURORA.) 

El estar tan grosero y poco airoso 845
mi hijo, Aurora, que ha de ser tu esposo.
Me obligó a que el secreto le encubriera.
Para que tu hermosura no te viera
hasta mudar el rústico vestido.
AURORA
Pues, Señor, tu cuidado en vano ha sido 850
porque si en esa quinta se ha criado,
por hijo de la guarda disfrazado,
ya yo le he visto, y daba su nobleza
a entender por la rústica corteza
del sayal; que un estilo tan discreto 855
no pudo de otra causa ser efeto.
DUQUE
Aurora, la esperanza me has cobrado,
porque yo estaba dél desconfiado
de que igualara el trato a su nobleza,
como criado, en fin, en tal pobreza. 860
AURORA

 (Aparte.) 

¡Cielos, la admiración de aquel villano,
tan cortés, tan atento, no fue en vano!
El talle, aunque ultrajado, lo decía,
por la acción, por la voz y la osadía.
Y al alma con el tiro que había hecho, 865
abierto el corazón, le rendí el pecho.
Pues el que me admiró en tosco diseño,
¿qué hará vestido en traje de mi dueño?
DUQUE
Dad, Alejandro, el parabién a Aurora
de estar casada ya.
ALEJANDRO
Si el alma ignora
870
con quién, ¿cómo podré?
DUQUE
Con hijo mío.
ALEJANDRO
¿Con hijo vuestro?

 (Aparte. 

Amor, ya desconfío.)
Pues ¿vos hijo tenéis?
DUQUE
Veréisle ahora.
ALEJANDRO

 (Aparte. 

Murió ya mi esperanza.) Pues, Señora,
logréis un siglo dicha tan crecida. 875

  (Aparte. 

A costa de las ansias de mi vida.)
CAMILA
Prima, de los favores de mi tío,
cualquiera vuestro, tengo yo por mío
pues tocáis, como os dije, el desengaño,

  (Aparte a ALEJANDRO.) 

ultrajar vuestro mérito es más daño, 880
teniendo empresas con igual vitoria.
ALEJANDRO
Esa dará la muerte a mi memoria.
DUQUE
Ya tarda Julio.
ALEJANDRO
Y ya mi fe obediente
le espera, no más digno, más decente.
UNA VOZ

 (Dentro.) 

Plaza, plaza.


Escena XIV

 

JULIO y CARLOS, vestidos de galanes; ROBERTO, criados. Dichos.

 
JULIO

 (Dentro.) 

¡Ay de mí!
DUQUE
Que él es se infiere.
885
ROBERTO

 (Dentro.) 

¿Qué hacéis, Señor?
 

(Salen.)

 
JULIO
El diabro que le espere.
ROBERTO
Que ultrajáis vuestro decoro.
CARLOS
¿De qué huyes?
JULIO
¡Linda traza!
Pues si dicen: «Plaza, plaza».
¿Quiere que me coja el toro? 890
ROBERTO
Llegáos, Señor, a poner
a los pies de vuestro padre.
JULIO
Ya allá me dijo mi madre
todo lo que había de hacer.
Mas los vuelcos de los coches 895
me traen algo bazucado.
CARLOS
Llega grave y con agrado.
JULIO
Dios os dé muy buenas noches.
CARLOS
Señor, ¿qué has dicho? ¿Estás ciego?
JULIO
Pues ¿ha sido bobería? 900
CARLOS
¿Noches das siendo de día?
JULIO
Pues guárdenlas para luego.
CARLOS
Pide la mano al instante.
JULIO
Dice que os pida la mano;
mas yo soy tan cortesano, 905
que no os pido más del guante,
que no os hará tanta falta.
DUQUE
Seas, hijo, bien venido.
AURORA

 (Aparte.) 

¿Qué es esto, amor? Yo he caído
desde la cumbre más alta. 910
DUQUE
¿Cómo vienes?
JULIO
Eso, echado
como un obispo he venido.
DUQUE
¿Vienes bueno?
JULIO
Algo molido;
mas yo os lo diré sentado.

 (Siéntase.) 

DUQUE
No te haga, Aurora, extrañeza; 915
que es sencillez conocida
la suya.
AURORA

 (Aparte. 

En toda mi vida
no vi tan torpe fiereza.)
Yo quiero sentarme y todo.
DUQUE
Siéntate, pues se sentó. 920
JULIO
No anden en eso; que yo
estoy bien de cualquier modo.
AURORA

 (Aparte.) 

La suerte se me ha trocado:
que no es el que yo entendí.
CARLOS

 (Aparte.) 

¡Ay, Aurora, y ay de mí, 925
que nací tan desdichado!
ALEJANDRO

 (Aparte.) 

Si este es su esposo, no siento
el desdén, con la venganza.
CARLOS

 (Aparte.) 

Con esto, de mi esperanza
más cerca está el pensamiento. 930
DUQUE
¿No hablas a Aurora de ti?
JULIO
No traigo que hablar con ella;
mas lo que he de respondella,
escrito lo traigo aquí.

 (Saca un papel.)  

DUQUE
Pues háblale tú.
AURORA
Si haré.
935
De veros alegre estoy.
DUQUE
¿No respondes?
JULIO
A eso voy,
espérese y lo veré.
CARLOS

 (Aparte.) 

¡Que el cielo, de entre los dos,
a un necio tal suerte diera! 940
JULIO
Aquí dice a la primera:
«perdonad, prima, por Dios».
AURORA
¿Pido yo limosna? El juicio
le falta.
JULIO
Segunda: a eso
dice «que la mano os beso, 945
y vengo a vueso servicio».
No vengo tal, arre allá,
un puerco es quien lo escribió.
¿A vueso servicio yo?
AURORA
Para servirme dirá. 950
Mas la obligación que veis,
siempre a serviros me obliga.
JULIO
Tercera: a eso diz que diga:
«Vos, prima, lo merecéis».
DUQUE

 (Aparte.) 

Corrido estoy del efeto 955
que en él causa lo que ignora.
Yo no entiendo cómo a Aurora
le ha parecido discreto.
JULIO
Esto es saber responder.
DUQUE
Déjame el papel a mí. 960
JULIO
No, que también viene aquí
para después de comer.
DUQUE
¿Tanto incluye?
JULIO
Es muy profundo.
Con el papelillo puede
andarse uno, si sucede, 965
viendo primas por el mundo.
AURORA

 (Aparte.) 

Aun el intento me agravia
del Duque, y con él me irrito.
DUQUE
Pues ¿quién el papel te ha escrito?
JULIO
Carlos, que sabe que rabia. 970
DUQUE
¿Dónde está?
CARLOS
A tus pies, Señor,
humilde viene y rendido.
Quien dichoso ha merecido
de ser tu esclavo el favor.
DUQUE
¿No sois hijo de Roberto? 975
CARLOS
Sí, Señor.
DUQUE

 (Aparte.) 

Su discreción
admira; esta oposición
el corazón me ha cubierto.
AURORA

 (Aparte.) 

¡Cielos, este era el que yo
por mi dueño presumí! 980
Lo que escuché y yo que vi
mi corazón engañó.
Su talle, su entendimiento
prometió lo que esperaba;
ya el alma lugar le daba 985
y ya despedirle siento.
Mas si de amor es cautela,
muera en mi silencio ahora.
CARLOS

 (Aparte.) 

¡Ay loco amor, que en Aurora
se enciende a un tiempo y se hiela! 990
JULIO
Tomara yo algo fiambre
que almorzar; que los tapices
comen tarde acá.
DUQUE
¿Qué dices?
JULIO
Comamos; que rabio de hambre.
AURORA
Si esa flaqueza sentís, 995
haré que os traigan ahora
chocolate.
JULIO
¿Qué, Señora?
AURORA
Chocolate, ¿no lo oís?
JULIO
¿Cordellate? ¡Uso importuno!
También allá lo gastamos, 1000
mas para calzas lo usamos,
que no para desayuno.
AURORA
¿Para calzas?
JULIO
Y no es nuevo.
Con mas llaneza me trate;
en lugar de cordellate, 1005
dénme unas migas de sebo.
DUQUE

 (Aparte. 

Su crianza desatenta
a esta inclinación te anima.)
¿Qué me dices de tu prima?
JULIO
Que sin duda es mi parienta. 1010
DUQUE
Que tu parecer me digas,
pregunto, para sabello.
JULIO
Mi parecer es muy bello:
Me han hecho ya dos mil bigas.
Mire que el pecho se ahíla. 1015
DUQUE
A comer irás después.
¿No es tu prima hermosa?
JULIO
Sí es;
mas no ti que ver con Gila.
DUQUE
¿Quién es Gila?
JULIO
Mi vasalla.
ROBERTO
Con él vino lo primero. 1020
JULIO
Se enamoró del barbero,
que he estado para matalla.

  (Aparte. 

Aquí mi amor se destapa.)
AURORA
Veré a quien me comparó,
si es más hermosa que yo. 1025
JULIO
¿Qué? Lo que va de mí al Papa.
DUQUE

 (Aparte. 

¡Corrido estoy!) Sin tardar
llamen luego los maestros
más acertados, más diestros
que le puedan enseñar; 1030
que la doctrina y el trato
su ignorancia vencerán.
AURORA

 (Aparte.) 

Sí, pero a mí no podrán,
aunque atropelle el recato.
DUQUE
Hágase sin dilación. 1035
Llevadle a su cuarto ahora.
JULIO
¿Un cuarto no más, Señora?
Dénme siquiera un dobrón.
DUQUE
Ea, venid.
JULIO
Vamos de esta
a comer.
DUQUE
Ven a tu cuarto.
1040
JULIO
Voy a poner, si me harto,
la panza como una cesta.
Roberto, a mi madre escriba
lo bien que a mi prima he habrado.
DUQUE
¿A qué madre es el recado? 1045
JULIO
A mi madre putativa.
CAMILA

 (Aparte a ALEJANDRO.) 

Pues ya vais desengañado.
Tratad, Duque, de otro empeño.
ALEJANDRO
¿Qué importa, si con el dueño
va ofendida y yo vengado? 1050
 

(Vanse el DUQUE, ALEJANDRO, CAMILA, ROBERTO, JULIO y los criados.)

 


Escena XV

 

CARLOS, AURORA.

 
CARLOS

 (Aparte.) 

Un punto apartar no puedo
de Aurora la vista. ¡Ay Dios!
AURORA
¿No seguís al duque vos?
CARLOS
Aunque le siga, me quedo.
AURORA
¿Dónde os quedáis?
CARLOS
Donde ignoro
1055
cómo seré recibido.
AURORA

 (Aparte. 

Tan bien, que ya lo he sentido
como ofensa mi decoro.)
¿Con Julio os habéis criado?
CARLOS
Sí, Señora, aunque los cielos, 1060
para llorar mis desvelos,
me hicieron más desdichado.
AURORA
Y ¿hacéis de su dicha aprecio?
CARLOS
Pues ¿no, si vuestro se ve?
AURORA
Pues no la envidiéis.
CARLOS
¿Por qué?
1065
AURORA
Porque es la dicha del necio.
CARLOS
Esa la mayor se muestra.
AURORA
No, si a buena luz se mira.
CARLOS
Pues ¿quién della no se admira?
AURORA
Mas, aunque corta, es la vuestra, 1070
y a dél se ha parecido
CARLOS
¿En qué parecida es?
AURORA
Lo que él gana en ser quien es,
por ser quien es lo ha perdido.
CARLOS
Pues en la mía, ¿qué veis 1075
que se parezcan las dos?
AURORA
Por quien sois ganasteis vos,
y por quien sois lo perdéis.

 (Vase.) 

CARLOS
Pues, cielos, oculta en mí
mi suerte es fuerza que esté; 1080
que por ser quien soy gané,
y por ser quien soy perdí.

 (Vase.) 




Indice Siguiente