1
Pedro Loti es una excepción, y siempre las habrá.
2
A pesar de la constante imitación. Imitar no es comprender; quizás sea lo contrario.
3
En este terreno, nada ha cambiado. La información de Francia respecto a España sigue siendo un cúmulo de absurdos errores.
4
Las excepciones que tengo más presentes se refieren a España.
5
En España ha solido traducirse le lys dans la vallée por el lirio en el valle; pero lys es azucena, a no ser que sea propiamente lys, la flor que figura en las armas de los Borbones, y que en la Naturaleza es roja, a pesar de la frase usual «las blancas lises» que parece indicar confusión con la azucena. Existe una flor blanca, muy fragante, llamada en castellano lirio del valle o combalaria; pero Balzac, en francés, la hubiese llamado muguet, que es su nombre.
6
También sería hacer crítica cominera, la más estéril de todas, el fijarse despacio en las deficiencias de información de Balzac. Las que primero me saltan a la vista son las referentes a España. A pesar de su amistad con Martínez de la Rosa, Balzac no se enteró mejor que los restantes escritores franceses, y uno de sus personajes españoles, verbigracia, lleva el divertido nombre de Don Hijos.
7
Félix Davin, a quien Balzac dictaba o inspiraba los prefacios explicativos de sus obra.
8
A los Borbones los defendió calurosamente de los ataques de la prensa, cuando ya estaban caídos y desterrados otra vez en 1831. Balzac, que hizo campañas periodísticas, tuvo siempre en contra a la prensa, y fuese por falta de tiempo o por convicción de que a la larga el trabajo se impone, no trató de hacérsela propicia.
9
No olvido que Tolstoy, a pesar de su humanitarismo, es, en el terreno positivo, pesimista. Por eso fue tan admirable psicólogo, en medio de sus ensueños y quimeras sociales.
10
Recuérdese el asombroso episodio de Ginés de Pasamonte y la libertad de los galeotes.