241
'se divirtió hasta la saciedad'.
242
'mediacaña de hierro, de forma semicrucular y con dientecillos o puntas, que se pone sujeta al cabezón sobre la nariz de las caballerías'.
243
'monstruos repulsivos creados por la imaginación'.
244
Ledesma leyó los cuentos de Las Mil y una Noches en la traducción de Antoine Galland.
245
Se trata de los primeros dos versos de un romance anónimo muy conocido y glosado en la época de Cervantes y los dice don Quijote al ventero cuando éste le informa de que hallará en su venta de todo menos un lecho: «Para mí, señor castellano, cualquier cosa basta, porque "mis arreos con las armas, mi descanso el pelear...", etc.» (Quijote, I-II).
246
Morfeo es hijo de Nicte, la Noche, y de Hipno, el Sueño.
247
Nudo difícil de desatar, por alusión a aquél con que se ataba el yugo del carro de Gordio, antiguo rey de Frigia. Fue cortado, que no desatado, por Alejandro Magno al enterarse de que poseería el Asia Menor quien lograse desatarlo. Cervantes lo menciona en el Quijote, II-XIX y II-LX.
248
En el canto III del Orlando furioso, Bradamanta, aconsejada por el alma de Merlín, ata por sorpresa al sarraceno Brunel o Brunelo y le quita el anillo que éste había robado a Angélica -quien lo había recibido de su padre-, pues lo necesita para vencer al Nigromante.
249
Durante la segunda guerra púnica y a causa de las grandes pérdidas sufridas, Aníbal hubo de retirarse a Capua.
250
Piedras y guijarros lanzados en gran cantidad y de manera continuada. Quien los lanza debe sujetarse el bonete, que se le puede caer (tente, bonete). Es expresión usada en el Quijote, II-XI.