Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


ArribaAbajo

Las cuatro apariciones de la Virgen de Guadalupe


José de la Peña1



PERSONAJES
 

 
JUAN.
VIRGEN.
PADRE CHICO.
OBISPO.
PAJE.
Coro.
Letra.




CORO
Para comenzar, señores,
pido me deis atención
y veréis que dios no quiere
más que un limpio corazón.
¿Qué aplauso, señores, es éste, 5
qué música, qué alegría?
Es que esta noche celebramos
la aparición de María.
JUAN

 (Delante del telón.) 

No sé qué júbilo es éste
que a mi pecho lo ha causado 10
que mi corazón está regocijado.
¿Qué será, qué podrá ser
que no lo percibo ni alcanzo?
Dios sabrá lo que contiene
y en su poder soberano, 15
pues sus soberanos juicios
ninguno los ha alcanzado
y así lo creo firmemente
porque aunque lo Indio
soy lo cristiano. 20
Mas, muy tarde he salido de mi pueblo
aunque ocupado he estado,
pues nuestro padre querido
me lo tiene así ordenado
para enseñar la doctrina 25
a los que tengo a mi cargo.
Luego me puse a rezar
el santísimo rosario,
devoción que tanto estimo
y en tanto esmero lo amo, 30
pues el padre nos predica
sus virtudes y milagros
cómo María, mi Señora,
a tantos ha librado
del demonio y del infierno 35
y de cosas desastrosas
solamente porque rezan
con devoción el rosario.
¡Oh! Nonanche de mi vida
bendito sea y alabado 40
el que crió tanta hermosura
pura, limpia y sin pecado.
Mas, a México me voy
que harto ya me he dilatado.
Voy a traer el diligencia 45
del casamiento tratado
que con Marina he tenido
y así y el padre me lo ha mandado
el que me dice lo que es noble
Cacique de buen recato. 50
Quiero obedecerle en todo
que de Dios seré premiado.
Según lo tengo noticiado
por lo que me han explicado
la obediencia y la humildad 55
son la crisol de la cristiano.
Pues voy en el nombre de Dios
que la camino es largo
y María con su pureza me valga
pues con su la amparo. 60
LETRA
Hoy rendidos a tus plantas
sagrada Virgen María
felicitamos el día
de María Guadalupana.
 

(Se oye música; aparece la VIRGEN.)

 
JUAN
¿Qué es esto? ¡Válgame Dios! 65
¡Qué asombro! ¡Qué confusión!
¡Qué ruido tan soberano!
Esto del cielo ha bajado.
¿Dónde está? no lo veo,
no lo percibo, no lo alcanzo. 70
VIRGEN
Aquí estoy Juan. ¿Que no lo ves?
Llega a mí, pues, hijo amado.
JUAN
Ahora es peor mi confusión
que hasta mi nombre ha llamado.
¿Quién puede ser que me llama 75
en esto tan solitario?
VIRGEN
Yo soy, Juan. ¿Que no lo ves?
Llega a mí, pues, hijo amado.
JUAN
Pero allí lo anda una luz muy soberana.
Quizá será alguna parida 80
que se lo vino de México.
Mas, llegaré a saludarla
pues es linda como el cielo.
Tente quinqui.
Dime ¿qué lo andas haciendo 85
tan temprano en este monte?
 

(A solas.)

 
VIRGEN
Párate, hijo y atiende
a ti te busco, Juan Diego.
Ya sé que a México vas
y luego en llegando 90
te vas para el Obispado
y le dices al Arzobispo
que en este lugar te he hablado.
Le dirás cómo soy;
las señas que me has mirado 95
y que en este sitio quiero,
siendo de gran agrado,
que se me fabrique un templo
que he de venir a visitarlo
a este reino mexicano 100
a amparar a sus moradores
y a los que buscan mi amparo.
Y así, vete ya, hijo mío,
no tienes que estar dudando
que me tienes a mí 105
y me tendrás a tu lado.
JUAN
¡Alabado sea mi Señor!
Y ¿por qué, cosa tan buena,
te quieres venir aquí
en este tan solitario cerro? 110
VIRGEN
Porque ésta es propia morada de los Indios
y yo quiero vivir entre ellos.
JUAN
Cuán mucho te lo agradezco.
Pero, Señora Madre,
siento mucho el que no puedo 115
porque Señor Arzobispo me dirá
que soy un mentiroso
y que no le ande con cuentos
porque me pondrá la picota
y me dará los doscientos. 120
VIRGEN
Anda, hijo, que yo te mando
y he de ser amparo vuestro.
JUAN
Pero, Señora Madre,
una duda entre cuidado lo tengo
y te quiero preguntar. 125
¿Por qué dejaste lo cielo
y lo veniste a buscar aquí?
VIRGEN
Por ti lo dejé, Juan Diego.
A buscar vengo a los Indios
y quiero quedarme entre ellos 130
hasta que con todos suba
a la corte celestial.
JUAN
Cuándo no me ha de cuadrar.
'Stá bueno, pero mira, Señora Madre,
Tú lo andas volando y lo llegarás más presto 135
a ver a Señor Arzobispo.
Yo, en verdad, tengo miedo.
VIRGEN
No temas que con mi auxilio
en todo tendrás acierto.
Ve y cuenta lo que te pasa 140
y vuelve aquí. Te espero.
JUAN
Pues, voy camino corriendo
allí se quede tu musicada.
Estate divertida. Ten cuidado, no te espines.
¡Hasta luego! 145
VIRGEN
Mi Hijo guíe tus pasos.
 

(Telón.)

 
JUAN

 (Sale al frente, camina hacia el Obispado.) 

¡Qué cosas de Nana Virgen!
¿Cómo querrá que en el cerro
le fabriquen una capilla?
Y no es lo peor eso 150
cuando al Arzobispo le diga
«Vengo a verte para que
le hagas una capilla
a una Virgen que me habló
allá en Tepeyac subiendo». 155
Él me dirá «¿Cómo lo es?».
Yo le diré «Como un lucero
tiene el sol, tiene la luna
y hasta un muchachito tiene».
Pero cuándo me lo ha de creer a mí. 160
Dirá que soy uno Indio necio,
que será algún pastor,
que me lo quite de allí luego,
que no le ande con cuentos
porque me pondrá la picota 165
y me dará los doscientos.
Ea, Virgen, ya voy llegando.
Te rezaré un Padre nuestro
para que me saques con bien.
 

(Sale el portero.)

 
Aquí empieza la caravana. 170

 (Al PADRE CHICO.) 

Que lo tenga usted muy bien, Su Reverencia,
que me alegro que esté bien.
PADRE CHICO
Bueno es, Juan. ¿Qué andas haciendo?
JUAN

 (A solas.) 

Lo mismo que lo pensé.

 (Al PADRE CHICO.) 

Bien, ¿cómo le va a usted? 175
PADRE CHICO
¿Qué se te ofrece?
JUAN

 (A solas.) 

Yo se lo dije a Nana Virgen
que había de perder la tiempo
y no me lo habían de creer.
PADRE CHICO
¿Qué Virgen? 180
JUAN
La del cerro.
Una que me hallé esta mañana
más hermosa que uno lucero
y que me dijo que venía a vivir
en compañía nuestra. 185
PADRE CHICO
¡Quítate de mi presencia,
Indio, brujo, hechicero!
¿Qué virgen te había de hablar a ti,
perro chuchumeco?
JUAN
Mira, Señor, te lo juro. 190

 (Haciendo la señal de la cruz.) 

PADRE CHICO
¿Qué juramento es ése?
JUAN
De mi padre, de mi madre,
de mis abuelitos y hermanitos.
PADRE CHICO
Ya te puedes ir mudando
con tus soflamas y cuentos 195
porque si mi amo lo sabe
te manda dar los «doscientos».
JUAN

 (A solas.) 

Ya yo tenía noticias
desde allá, desde lo cerro
pero antes que me los den 200
voy para estufa, ya vuelvo.

 (Al PADRE CHICO.) 

Su mano, su Reverencia,
me alegro que esté bueno.

 (Se va.) 

PADRE CHICO
Voy a darle cuenta a mi amo
del cuento de aquí este necio. 205

 (Al ARZOBISPO después de hincarse, besarle la mano y reflexionar.) 

Ilustrísimo Señor, ha venido aquí un Juan Diego
que es el Indio más sencillo
de todos los de este pueblo
el cual me da una razón
que allá en Tepeyac subiendo 210
una virgen le ha hablado al ir amaneciendo.
Él dice que ella lo envía
aquí a este palacio vuestro.
ARZOBISPO
¿Dónde está el Indio?
PADRE CHICO
Se fue, Señor, yo lo despaché 215
temiendo molestar a su Ilustrísima
por lo rústico que tiene sus voces.
ARZOBISPO
Más me amohína el que no me avisaras de él
para haberle dado entrada
y haberle oído por extenso 220
lo que trae en su embajada.
Id pronto y buscarlo luego
y traedlo a mi presencia.
PADRE CHICO
A buscarlo con empeño.

 (Se va.) 

JUAN

 (Saliendo al frente del telón.) 

Voy otra vez por aquí 225
y quítome de ese cuento
porque apenas del Arzobispo
me escapé los doscientos.
¿Por dónde me irá
que con la Virgen no me encuentre? 230
Ella dice que allí me espera
y yo por aquí voy corriendo.
Mas, ya otra vez viene
esta Virgen soberana.
¡Cielo! Aquí estás hermoso Lucero, 235
si aquí estás, te hablará.
¡Buenos días te los da Dios!
VIRGEN
¿Cómo te fue, hijo, Juan Diego?
JUAN
Lo mismo que lo pensé.
Me lo dijeron «chicero» 240
y no me lo dejaron ver
al Arzobispo Ilustrísimo
porque no me lo creyeron
y me escapé de los doscientos.
Mira, Señora, es mejor que lo haga tu mensajero 245
uno gachupín y no yo. O, si no, anda tú,
porque con eso verán lo bonito que eres
y luego ya te lo van creyendo.
VIRGEN
Tú, hijo, has de ser en este asunto mi empeño.
Vuelve y no tengas miedo. 250
JUAN
¡Oh, Virgen! No des en eso
si ya una vez me escapé.
VIRGEN
Anda, y no tengas miedo.
JUAN
Por fuerza lo he de tener
pues no soy gran caballero. 255
VIRGEN
Pero ya en palacio te buscan.
vuelve, que has de hablar con el Arzobispo.
JUAN
Vamos los dos.
VIRGEN
Yo quedaré esperando tu venida,
camina y ven pronto. 260
 

(Telón.)

 
JUAN

 (Sale para el Obispado.) 

Ya me voy ¡válgame Dios!
Ahora llevo más miedo
porque dirá el padre Chico
que lo soy un Indio necio,
que ya una vez me lo dijo 265
que no anduviera con lo cuento.
Pero espero en Nana Virgen
que ahora me ha de ir más bien.

 (Se persigna.) 

Por la señal de la Santísima Cruz,
en el nombre del Padre y del Hijo 270
y del Espíritu Santo.
PADRE CHICO

 (Dándole una palmada en el hombro.) 

Bueno, Juan.¿Dónde andabas?
JUAN
En lo cerro. Fui a contarle a Nana Virgen
que me lo dijiste «chicero».
PADRE CHICO
Y ¿la volviste a ver? 275
JUAN
Lo mismo que uno lucero
y me lo volvió a correr
que lo volviera con lo empeño.
PADRE CHICO
Pues, espérate aquí un poco.
Voy avisarle al Arzobispo. 280
JUAN
Está muy bien, Señor mío,
aquí me quedo aguardando.
PADRE CHICO

 (Al ARZOBISPO.) 

Ilustrísimo Señor, aquí está el Indio.
ARZOBISPO
Anda a decirle que entre.
PADRE CHICO
Vamos, Juan, entra conmigo. 285
JUAN
Después de usted, Señor mío.
ARZOBISPO
¿Qué se ofrece? ¿Quién aquí os ha enviado?
JUAN

 (Hincándose y besándole la mano.) 

A vos, Ilustrísimo Señor,
bendiga Dios soberano.
ARZOBISPO
Levántate y di quién eres y 290
quién aquí os ha enviado.
JUAN
Un pobre Indio lo soy
Juan Diego también me lo llamo.
Esta mañana saliendo de mi pueblo
allí me lo he encontrado con una señora linda 295
de aspecto muy soberano
con una corona puesta.
Su vestido es lo encarnado
y de estrellas muy lucido
lo tiene todo sembrado. 300
Trae un manto que la cubre
al cielo muy asemejado.
La luna tiene a sus pies
y un rayón relumbrando
que parece que es el sol 305
que no se puede mirarlo.
Y, también, uno serafín
que a sus pies está mirando
y esta Señora me dijo
que trajera un recado 310
y que te diera sus señas
que son las que aquí os he dado
para que en la misma sitio
le hagas uno templo sagrado.
ARZOBISPO
Dime. ¿Tú a esa Señora habéis mirado? 315
JUAN
No, Señor, nunca la he visto antes
y menos sé dónde habita.
ARZOBISPO
¿En qué paraje la viste
o dónde tú la has encontrado?
JUAN
Así, a uno lado de la cerro 320
donde están unos peñascos,
en el aire yo la vi, Tata,
y oí uno ruido soberano,
tan hermoso para el oído
que creo del cielo fue enviado. 325
ARZOBISPO
¿Es en extremo hermosa, hijo?
JUAN
Con que me quedé asombrado
al mirar tanta hermosura
que no hallo con qué compararlo.
ARZOBISPO
Y ese serafín que dices, 330
¿en qué forma lo has mirado, Indio?
JUAN
En esta forma, mira... tata:

 (Encogiéndose de hombros.) 

está con los hombros poco levantados
y el cuerpo de la señora
lo trae en ellos cargado. 335
ARZOBISPO
Pues ¿esa hermosa quién es?
Tú no me lo has declarado, Indio.
JUAN
Yo sospecho, Señor mío,
según en lo que reparo,
será la madre de Dios 340
si es que en aquesto
no me he engañado.
 

(El ARZOBISPO se ríe.)

 
Mira, mira, mira
parece que lo ha dudado.
Yo así he hablado, Señor mío 345
y me lo habéis avergonzado.
pues Señor, yo ya cumplí
con el daros este recado.
ARZOBISPO
Pues anda, hijo, y cuando la veas
le dices que la he escuchado 350
y que está muy bien,
que se hará como lo tiene mandado.
JUAN
Está bien, Señor mío,
Dios os quede acompañado.
ARZOBISPO
Y Él te guíe por buen camino 355
y te gobierne tus pasos.

 (Cuando el Indio se ha ido.) 

¿Qué será lo que éste ha visto
o lo que habrá mirado?
No puedo creer prontamente
lo que este Indio me ha hablado. 360
PADRE CHICO
Puede ser una ilusión
que él haya imaginado
o algún abuso también
que creyendo habrá estado
porque estos Indios, Señor, 365
de incrédulos han pasado
y adoraciones les dan
a algunos ídolos falsos.
Quién sabe qué será
lo que este Indio habrá mirado. 370
No se le puede creer todo
lo que aquí nos ha hablado.
ARZOBISPO
En todo dices muy bien,
pero me deja asombrado
la entereza con que él habla 375
y las señas que me ha dado.
Pues en cuanto le pregunté
en todo muy bien me ha hablado
y nada noté yo que hubiera
en algo equivocado. 380
Ya retirarme es preciso,
traerme ese pliego a mi cuarto.
 

(Se retiran.)

 
JUAN

 (Sale delante del telón.) 

En toda esta noche no pude,
aunque bien alto cansado,
por ir a México y volver 385
estar algo sosegado hasta ver
a la Señora para decirle despacio
lo que el Arzobispo me dijo
cuando le di lo recado.
Pues por lo que yo noté 390
creo que lo que yo hablé
todo lo fue en vano.
¿Cómo me lo ha de creer a mí?
Yo bien lo estoy contemplando
y mi Señora dirá 395
que no hice lo que me ha mandado,
pero bien lo sabe mi Dios
que sólo esto me da cuidado
y quisiera yo servirle
y estarle siempre agradando, 400
pero ya me voy al sitio
donde la señora he encontrado.
La esperaré y le diré
todo lo que me ha pasado
y el cielo sabe que estoy 405
en extremo avergonzado.
 

(Se levanta el telón.)

 
VIRGEN
No vayas hasta allá, Juan,
que aquí te estoy aguardando.
JUAN
¡Oh! Señora y Madre mía,
ya hice lo que me has mandado. 410
Le dije al Arzobispo el recado
y vuestras señas le dejé
que yo en nada te he faltado.
Mas, su Ilustrísimo, pienso
todo lo quedó dudando, 415
porque advertí, Madre mía,
que me lo hizo poco caso.
Muchas preguntas me hacía,
respuestas a todo le he dado,
pero ¿cómo han de creer a mí 420
siendo un Indio tan desdichado?
Dirán que soy un tonto
y que todo es mentira
o que todo es lo imaginado.
Yo en mi corazón lo siento 425
pues Nonanche, mucho te amo
y servirte yo quisiera
en lo que me has ocupado.
Podríais mandar a otro
para que te crean 430
vuestro recado.
Y con eso, Señor Arzobispo,
verá que no lo he engañado.
VIRGEN
Aunque otro para ir hubiera
yo de ti este secreto he fiado. 435
Con mi amor inmenso un ángel
podía enviar
mas tú solamente has de ir.
Pues conviene así, hijo amado,
y sin más dilación 440
volverás al Obispado
que segunda vez te he mandado
y por mi embajador
a ti te tengo nombrado
y que es tanto mi poder 445
y tanto lo que yo mando
que aun a los ángeles mismos
los tengo yo a mi mando
y que a ellos no quiero yo mandar.
Mas tú, eres de mi agrado, 450
porque, Indio, te estimo mucho
y te tengo a ti señalado
para un portentoso milagro
que ha de verse en estos tiempos
y que en el sitio que os dije 455
haga el templo que le mando.
Que no es mucho el que te crea
cuando yo de ti me he fiado.
Y así, sin más dilación,
haz, Juan, lo que yo te mando 460
que en esto quede avisado,
y tú quedarás premiado.
Que aunque el Arzobispo lo dude,
no te dé ningún cuidado,
que yo le haré te crea 465
y así serás creído y amado.
JUAN
Por obedecer, Señora,
vuestro supremo mandado
volveré a ver al Arzobispo
como me lo habéis ordenado 470
y yo también le diré
lo que vos me habéis hablado.
Pues el servirte, Señora,
con el alma y vida lo hago.
Voy corriendo, pues, Madre mía. 475
VIRGEN
Y yo, Juan, voy en tu compañía.
 

(Telón.)

 
ARZOBISPO

 (En el Obispado.) 

Con grandísima inquietud
toda la noche he pasado
y entre varios pensamientos
del Indio no me he olvidado 480
y hoy, sin duda, lo espero.
Esa señora que él dice
nos trae en grande cuidado
y entre varios pensamientos
con que he estado batallando, 485
me vino esto a la memoria
y quiero así ejecutarlo
que sin que el Indio lo sepa
dos pajes vayan espiando
a ver con quién platica, 490
a dónde va o lo que él mira
poniendo grande refleja
y mirando con gran cuidado
en los montes que él se ha entrado
y luego que esto vean vengan 495
muy pronto a avisármelo.
Así, señalarme dos que hagan
como lo he pensado
para que cuando el Indio venga
que ya vaya despachado. 500
Es necesario grande amor
y grande recato también
para imponer a estas gentes
en acciones de cristianos.
Mas Dios, tan poderoso, tan inmenso 505
alumbrará mi entendimiento
para ir en todo acertado.
 

(Sale el Indio rascándose la cabeza.)

 
PADRE CHICO
El Indio que vino anteayer, Señor,
otra vez ha vuelto y trae otro recado,
y con vos desea hablar. 510
ARZOBISPO
¿Nos dice otra cosa?
PADRE CHICO
Nada más, Señor, porque aunque
le he preguntado
ninguna cosa ha respondido.
ARZOBISPO
Pues anda a decirle que entre. 515

 (A solas.) 

¿Qué será lo que
éste ha visto metido en sus cerros?
¿Será alguna ilusión o algún abuso
que creyendo habrá estado?
Mas veremos lo que dice 520
o lo que va a producir.
PADRE CHICO
Vamos, Juan, entra conmigo.
JUAN
Después de usted, Señor mío.

 (Al entrar se hinca y le besa la mano.) 

Ilustrísimo Señor, muy buenos días
os le dé el cielo. 525
ARZOBISPO
Con felicidad los pases.
Levántate, Juan Diego,
y decid lo que quieras,
que saberlo deseo.
JUAN
Vi otra vez a la Señora 530
como te lo tengo dicho
en la propia forma la vi,
pero poco más acá del cerro.
Le dije lo que me dijiste, Señor,
y tan luego como me lo escuchó 535
de esa suerte me lo ha dicho:
«Hijo mío, yo lo entiendo
todo lo que me decís vos.
anda, sin perder el tiempo a México,
y al Obispado derechito 540
te lo vas a ver al Arzobispo
y le dices sin recelo y sin temor
que a ti sólo te he escogido
para un milagroso portento
que este reino mexicano 545
ha de ver en estos tiempos.
Y que en el sitio que os dije
haga el templo que le mando,
que no tiene que temer,
ni tiene que estar dudando». 550
Aquí esto, Señor, me dijo
y luego fue prosiguiendo
que dijera yo también
que es su poder tan inmenso
que aun los ángeles mismos 555
le dan entero obedecimiento
y que los podría mandar
para decirte su intento.
Mas no quiere, ni ha querido,
y a mí por su mensajero solito 560
me ha escogido
y me ha fiado el secreto
y que si vos lo dudáis
lo que ya dicho te tengo
que saldrás de las dudas 565
cuando descubras el secreto.
Y así, sin más dilación,
fabriques, Señor, el templo
que en el sitio que ella
lo ha dicho, que no dudes en hacerlo. 570
Aquesto, Señor, me dijo,
que te dijera por extenso.
yo bien conozco, Señor,
que mucho dudáis de creerme
porque veis que soy un Indio 575
y en extremo me avergüenzo.
Pero bien sabe mi Dios
que es cierto lo que repito.
Tú sabrás lo que has de hacer,
que la respuesta espero. 580
ARZOBISPO
Y dime, Juan Diego,
cuando ves a esa señora
¿no te causa algún recelo?
Decidme la verdad.
JUAN
Señor, aquesta pregunta, 585
no sé cómo responderla,
pues ves que soy un Indio,
corto y de limitado talento.
quisiera responderte según
lo siento en mi pecho 590
con una crecida ciencia
y sobrado entendimiento.
Mas según mi cortedad, Señor,
yo te diré, te diré diciendo.
la respeto a un mismo tiempo 595
con la amor a mi Reina.
Mas al verle su hermosura,
su rostro tan halagüeño
no sé cómo yo decirte
que el amor venció al respeto. 600
Mas no por eso me falta
la debida entendimiento
con que me muestro humillado
y reverente venero aquella gran señora
que creo bajó del cielo 605
y aunque es hermosa,
tiene respetables señas.
Se muestra con majestad,
pero más amor le advierto,
de modo que, Señor, 610
para deciros lo que siento
no sé cómo explicarme,
no se cómo proponerlo.
Pues cada vez que la miro,
y cada vez que la veo, 615
ocupa mi corazón el amor y respeto.
ARZOBISPO
Muy bien se ha explicado el Indio,
cierto, me deja suspenso.
PADRE CHICO
En la respuesta que me ha dado,
no parece Indio, Juan Diego, 620
porque aunque ha hablado poco,
ha sido con gran acierto.
ARZOBISPO
Atento ya te he escuchado
todo lo que me has dicho,
mas quedo, Juan, bien enterado. 625
Dile a tu señora que lo que es
yo no lo alcanzo
y que en cierto modo es fuerza
y me es preciso el dudarlo
porque tu ignorancia es mucha 630
y en esto pongo reparo.
Pues, si es lo que a veces pienso
por lo que me has explicado
y las señas que me dices,
que me envíe un aviso cierto 635
que en nada quede dudando,
que es mucho lo que yo pienso
y el caso es para pensarlo.
Y así, viendo lo que te he dicho,
haz, Juan, lo que te he mandado 640
y así me avisarás
que yo la respuesta aguardo.
JUAN
Como lo mandáis, Señor mío.
Así mismo lo haré.
ARZOBISPO
Pues anda, Juan, vete con Dios. 645

 (Al PADRE CHICO.) 

¿Qué decís de aquesto o qué es lo que has pensado?
A mí me crecen las dudas y estoy suspenso y turbado.
PADRE CHICO
Es cierto que a mí también
me tiene todo pasmado de verle tanta entereza
para hablar tan desahogado. 650
Pues no me parece ser Indio
mas no sería muy acertado
creerle todo lo que dice
o dejar de creerle en algo,
pues puede ser que en esto 655
haya algún misterio encerrado,
pues se han visto muchos casos
y casos muy soberanos
y yo ya lo he experimentado
aun con los más desdichados. 660
Pero en éste hay que dudar
por ser recién conquistado.
El enemigo tal vez, se le habrá representado
en esta forma que él dice
para poder perturbarlo. 665
O serán abusos suyos.
Lo mejor será que os llaméis al padre
que el pueblo está suministrando
y que diga por extenso
lo que en Juan Diego ha pasado 670
y de su modo de vivir
y si está bautizado.
Porque estos Indios, Señor,
aunque ya se ven cristianos
tienen muchas ilusiones 675
en que se ven obstinados
o quién sabe si éste sea brujo
o en qué abusos estará encerrado.
ARZOBISPO
En todo dices muy bien,
pensaré bien y despacio, 680
qué tengo que hacer en esto
que me da gran cuidado.
La primera vez es cierto
que sospechas me habían dado,
mas volver con el recado 685
por la segunda vez
y ver a este Indio tan sosegado,
el caso es de pensar
y de pensarlo bien pensado.
Dios, por su divino amor, 690
me saque de tal congoja
y dé alivio a mi cuidado.
JUAN

 (Sale al frente.) 

Mucho sentirá Marina
todo lo que yo he aquí hablado
mas qué ha de ser si Dios quiere 695
y me voy por otro lado.
Es verdad que la he querido
y mucho la he estimado
pero ya pienso otra cosa
y es de no tomar estado, 700
pues desde que vi a Nonanche
aun de mí mismo no me acuerdo
y como fuera de mí ando.
¡Oh, Nonanche de mi vida!
Por vos estoy abrasado 705
y quisiera, Madre mía,
estaros siempre mirando.
Mas al fiscal vengo a ver
para decirle que he hablado con Marina
y que le dije que ya yo no me caso, 710
que otra señora yo estimo
más hermosa que el sol claro
y así le avisarán al padre
que yo le enviaré despacio
contándole por entero 715
todo lo que me ha pasado.
Mas los tambores suenan.
Me retiraré de aquí
que el fiscal está ocupado.
¡Oh, soberana Señora! 720
No digas que soy lo ingrato
que voy por otro camino
tan sólo por no encontraros.
Sólo aquí, Madre querida,
porque avergonzado estoy 725
de ver que Señor Arzobispo
duda todo lo que yo digo
y juntamente también
que a una diligencia voy
y no me puedo detener 730
hablando a Vos.
Hasta que vuelva, Señora,
que entonces despacio voy,
que aunque no te vean mis ojos
te llevo en mi corazón. 735
 

(Se levanta el telón sale un ángel.)

 
¡Válgame Dios de los cielos!
¿Qué será esto que voy pensando,
que sin saber quién me lleva,
en el aire voy andando?
¿Quién será la oculta mano 740
que con tal veloz influjo
mis pasos los encamina
sin saber a dónde voy?
 

(El ángel se hinca a los pies de la VIRGEN.)

 
VIRGEN
No pienses esconderte
que dondequiera estoy yo. 745
JUAN
¡Oh, Señora, Madre mía,
lumbre de mi corazón!
Si en aquesto te he ofendido
humilde os pido perdón,
la razón es, Señora mía, 750
que avergonzado estoy
de ver que mis embajadas
siempre el Arzobispo dudó.
Dirá que todo es mentira
y también comprendo yo 755
ser tan extraño, Señora,
me lo hayas fiado Vos.
Otro habrá, Madre querida,
de mayor suposición
a quien el Arzobispo crea 760
sin duda ni dilación.
Aquesto digo, Señora,
no es por faltarme el amor
a servir a vuestra hermosura
pues esclavo Vuestro soy, 765
sino es por darme vergüenza
de ver que creído no lo soy.
VIRGEN
Pues, Juan, aunque tú te excusas,
tú has de ser mi embajador.
Ninguno quiero que vaya 770
a ti te he escogido yo.
Anda a México corriendo
y por tercera ocasión
y le dices al Arzobispo
que soy aquella señora 775
que allá en Naraza me vio
y su palabra me dio
de venir aquí a este reino
que ya veo lo ejecutó
y según me lo prometió 780
y que ya yo le vine a pagar
como se lo prometí yo
de venirle a visitar
pues ya el tiempo se llegó.
Y así que haga el templo que le mando 785
y que no dude que soy yo
la señora que le dije
pues hartas señas le doy.
Y no temas, Juan Diego,
que el Arzobispo te crea 790
que yo haré que te crea
cuando vea lo que soy.
JUAN
Pues ya voy, Madre querida.
VIRGEN
Con bien te lleve mi Hijo, el Señor.
 

(Telón.)

 
 

(Sale el PAJE, se hinca, le besa la mano al ARZOBISPO y le dice.)

 
PAJE
Todavía por el puente iba el Indio 795
muy cabizbajo y suspenso
cuando él se nos volvió nada.
O nos lo deshizo el viento
o se nos volvió pescado
y se nos metió en el río, 800
por la región me volaba
porque aunque no soy San Pedro
me hubiera hincado a pedirle
contra el demonio hechicero
para que lo hubiese soltado 805
de sus manos hasta caer al suelo.
 

(Sale JUAN al frente.)

 
ARZOBISPO

 (Al PAJE.) 

Muy bien, retiraos.
PADRE CHICO

 (Hincándose, besándole la mano al ARZOBISPO y levantándose.) 

Señor, el Indio ha llegado con otra embajada
y con Vos desea hablar.
ARZOBISPO
¡Cómo qué! ¿Ya el Indio llegó? 810
PADRE CHICO
Desde muy temprano está allí.
ARZOBISPO
Y ¿qué dice o qué os habló?
PADRE CHICO
Lo mismo de siempre,
no noto otra cosa yo.
ARZOBISPO
Pues, anda decirle que entre. 815

 (A solas.) 

Ya es tercera ocasión.
Cada día más mis dudas crecen
y crece mi confusión.
Mas veremos lo que dice
y lo que va a producir. 820
PADRE CHICO
Vamos Juan, entra conmigo.
JUAN
Después de usted, Señor mío.
¡Buenos días te los dé Dios!
Vuelvo con otra embajada
aunque me he excusado yo 825
pues conozco no me creyes.
La Señora me envió
con lo mismo fin de la templo
y aquestas señas me dio.
Dice que si no os acordáis 830
que allá en Europa os habló
que vinieras a este reino
que ella misma lo mandó
y que vos le diste palabra
de hacerlo sin dilación 835
y la señora os dijo
que vendría a visitaros
en un lugar que le llaman
aquesto, Señor, se me olvidó.
ARZOBISPO
¡Válgame Dios de los cielos! 840
Ya crece mi confusión
porque todo lo que el Indio dice
es cierto que me pasó,
pues, una noche en el sueño
tuve tal revelación. 845
PADRE CHICO
Parece que cuidadoso
su Ilustrísima se quedó
y a mí me ha dejado el Indio
que no sé ni cómo estoy.
ARZOBISPO
Mucho saber es del Indio 850
cierto que cuidadoso estoy.

 (A JUAN.) 

Suspenso he quedado, Juan,
con lo que me decís vos.
De suerte que si fueras otro
ya os hubiera creído yo, 855
pero me crecen mis dudas
dentro de mi corazón
y ahora quiero preguntarte
si acaso Cristiano sois.
JUAN
Cristiano soy, Señor mío, 860
por la gran voluntad de Dios.
ARZOBISPO
Y los misterios de la fe
decidme, ¿qué sabéis vos?
JUAN
Con que bien que los sé
como Cristiano lo soy. 865
ARZOBISPO
Pues si acaso sabéis tanto, Indio,
decidme ahora ¿quién es Dios?
JUAN
Por lo que a mí me enseñaron
y lo que comprendo yo
es la Trinidad Sagrada 870
y diré que el Padre es Dios
y Dios es el Hijo también
y el Santo Espíritu, Dios,
y siendo las tres personas
iguales en perfección 875
es el misterio más raro
y digno de consideración.
Son tres Divinas Personas
un verdadero Trino.
Un solo Dios. 880
ARZOBISPO
¿Y vos creéis esto, Indio?
JUAN
Tan firme lo creo, Señor,
que aun a costa de mi vida
siempre creyéndolo estoy
y lo confieso todo 885
también, lo que os digo yo.
ARZOBISPO
¿Qué otra cosa crees, Indio?
JUAN
La Encarnación, Señor,
y otros misterios de fe,
como Cristiano que soy. 890
ARZOBISPO
Pues por lo que me dices siendo Dios
¿cómo murió?
JUAN
Porque también hombre fue
y no murió en cuanto Dios.
ARZOBISPO
Pues, explícame ese punto, Indio, 895
¿cómo lo comprendéis vos?
JUAN
Yo comprendo de este modo, Tata,
que la Segunda Persona
que es la Dios Hijo
el cual bajó a tomar carne mortal 900
y de una virgen nació.
Esta mujer fue escogida
y de la culpa lo libró.
En sus entrañas sagradas
el Santo Verbo encarnó 905
y por el Espíritu Santo
siempre doncella y virgen
después del parto quedó
t siempre doncella fue, Señor,
después que parió. 910
En esto no hay que dudar
y menos lo dudo yo
porque de esta manera que digo
así, el Señor murió.
ARZOBISPO
Decidme, Indio, ¿por qué murió? 915
JUAN
Por nuestra redención, Señor.
ARZOBISPO
¡Qué! ¿Por ti pudo morir, Indio?
JUAN
Por mí, Señor, y por vos
y por el género humano
que a tanto llegó su amor. 920
ARZOBISPO
Muy bien se ha explicado el Indio,
cierto que me deja suspenso.
Juan, ya que sabéis la doctrina
ahora pues te mando yo
que vayas con la señora 925
y le des esta razón
diciéndole de mi parte
que buenas señas me envió.
Mas que por algunas dudas
que me envíe unas señas ciertas 930
que así se las pido yo:
unas rosas que estén frescas
y que tengan buen olor
para que yo crea sin duda
todo lo que me decís vos 935
que enviándolas luego
se le hará el templo que mandó.
Y ahora te advierto otra cosa,
te la ordeno y mando yo
que si rosas no me traes, 940
aquí no me volváis vos.
y así se lo dices tú,
que ésta es mi resolución.
JUAN
Como lo manda su Ilustrísima
así mismo la haré. 945

 (Se va.) 

ARZOBISPO
Pues anda, Juan, ve con Dios.
¿Qué haré yo en caso semejante?
Este Indio me ha dejado suspenso
con las señas que me dio.
¿Cómo este Indio habrá sabido 950
lo que a mí me sucedió?
Es el caso de pensar
y digno de reflexión.
¡Válgame el cielo!
PADRE CHICO
Qué cuidadoso el Arzobispo 955
noté que se retiró
y a mí me ha dejado el Indio
que no sé ni cómo estoy.
¿Cómo este Indio habrá sabido
lo que al Arzobispo le pasó? 960
Y de su gran prudencia
quién sabe qué pienso yo.
También conocí que el Indio
con pecho sano le habló.
Le conocí malicia 965
como antes juzgaba yo.
¿Qué será esto, qué ser puede?
Mas al verle la entereza,
la razón que ahora dio,
la serenidad con que habló 970
y también su explicación
quiere decir que aquesto
misterio encierra
por los altos juicios de Dios,
así el Señor lo declara 975
con su muerte y su pasión.
JUAN

 (Sale al frente con su ayate.) 

Parece que se lo pagan a éste mi tío tan enfermo
que antes que amanezca Dios
quiere un totalache trayendo.
Bien lo sabe mi Dios 980
que lo estaba bueno lo sueño.
¿Por qué lo impondría mi Dios
que hubiera tan grande enfermo?
Para los que no se confiesan
mi don Juan tío está temiendo 985
y ahora ya va Juan Diego
a Santiago Tataluca
a traer uno padre para mi tío
Juan Bernardino
que él mismo me lo pidió 990
y el padre de este pueblo
para otro pueblo partió.
Pero ¿para qué me paro?
Siempre he de ir, voy corriendo.
Pero voy pensando 995
y para que la Virgen me ayude
iré rezando un sudario
no me salga una cosa
allí subiendo al cerro.
VIRGEN
Se ha llegado, Juan, el día 1000
que se vea el portento mayor
y quiero haceros presente
las finezas de mi amor
y saldrán ya de las dudas
y sabrán lo que soy. 1005
Ya sé que dijo el Arzobispo
que unas señas mande yo
y también a vos os dijo
que sin ellas no volvieras
mas harás lo que mandó. 1010
JUAN
Sí, Señora y Madre mía,
de aquesta suerte pasó.
VIRGEN
Pues, ahora las llevarás
que en ellas mismas voy yo.
JUAN
Mas, Señora, no puedo ir 1015
pues voy por un confesor
que mi tío está enfermo
y él mismo me lo pidió.
VIRGEN
No tienes que temer
que tu tío enteramente bueno está. 1020
JUAN
¡Cómo! ¿Que lo sanó mi tío
y está bueno?
VIRGEN
Sí, pues para eso aquí estoy yo.
Sube a la cumbre del cerro que diciembre secó.
Florido mayo se ha vuelto 1025
que también aquí os aguardo yo
para darte las señas
que el Arzobispo pidió.
Allí un rosal hallarás
hecho de todo primor 1030
de esas rosas quiero darte
para que creído seas vos.
JUAN
Por cierto, Señora mía,
que aquí lo he gastado lo tiempo
que no hay más que nopales 1035
porque aquí me lo he hecho viejo.
VIRGEN
Anda, hijo,
que de milagro las he hecho.
JUAN
Solamente así lo creo
pero, Nonanche, ¿por qué no 1040
hiciste el milagro aquí abajo?
VIRGEN
Ten paciencia, hijo mío, que pronto
se acabará tu empeño.
JUAN
Voy a cortarlas, ya vuelvo.
LETRA
Mira con qué donaire 1045
anda el Indio Juan Diego
cortando aquellas flores
que son flores del cielo.
JUAN

 (Habiendo vuelto del cerro.) 

Aquí te traigo unas pocas,
quién sabe si estarán buenas. 1050
Madre mía, aquí estas rosas
nunca las había visto y he
atravesado la cerro
y lo he andado alrededor.
VIRGEN
No dudes lo que yo os digo 1055
porque mi Hijo con querer
todo el mundo fabricó.
Aquí estas señas te dejo
para milagro mayor.
Mas, aquí donde pongo los pies 1060
agua ha de verter desde hoy
que nunca se acabarán
sin que manifieste yo
las aguas de mi piedad.
Éstas sí nunca se han de acabar. 1065
LETRA
¡Oh! gran Reino Mexicano
qué dichoso sois vos,
que la dicha que tú gozas
no la goza otra nación.
JUAN
¡Ah! qué grande admiración. 1070
¡Válgame el cielo! que por esto
lleno estoy de admiración
cuando este rosal había
y nunca lo había visto yo.
Esto bajó de los cielos, 1075
esto es portento de Dios,
esto que la Señora hizo
aquí más hermosa que el sol.
¡Oh! Señora y Madre mía,
lumbre de mi corazón, 1080
¿cómo ostentas tu milagro
a lo que mirando estoy?
¿Cuándo merecía, Señora,
el que me hagáis tal favor?
 

(Le da las flores a la VIRGEN y ella las echa en la tilma.)

 
VIRGEN
Llega Juan, llega 1085
hijo mío sin recelo ni temor.
no te admiren esas rosas
que otro prodigio es mayor.
Verá el Arzobispo en tu tilma
pues tantas señas pidió 1090
y que pues si rosas pide,
que rosas mando yo.
Y tú también le dirás
de todo cuanto yo hablé
que yo con mis propias manos 1095
en tu tilma las eché,
que aunque el tiempo es contrario
con mi gran poder las crié.
Y así, vete, hijo mío
que ya el tiempo se llegó 1100
de que este nuevo mundo vea
las finezas de mi amor.
Llévaselas al Arzobispo
que con eso saldrás de tu empeño
y yo gozaré mi intento. 1105
JUAN
Pues ya voy, Madre querida.
VIRGEN
Con bien te lleve mi Hijo, el Señor.
JUAN
Como pájaro ligero
quisiera andar el día de hoy
para que salga de dudas 1110
el Arzobispo, mi señor.
Ya las llevo aquí
y lleno de confusión
voy ahora y verá la verdad
de cuanto le he dicho yo 1115
y por la grande alegría
que siento en mi corazón
para llegar prontamente
en alas de viento voy.
¡Ah! cuán mucho van oliendo. 1120
Antes que llegue a Palacio
ya me lo van creyendo
porque no hay ninguna rosita
y sólo yo la tengo.
Si me viera el padre Chico 1125
él me diría «De nada, de nada»,
y diga lo que dijere
yo le enseñaré uno cuerno
que ya chuchumeco no soy
ya no me dan los doscientos 1130
a su Ilustrísima si luego voy desenvolviendo.
PADRE CHICO
Dime, Juan ¿qué señas te dio?
JUAN
Nada, nada, mira
que ya chuchumeco no soy,
que ya no me dan los doscientos. 1135
PADRE CHICO
Pues, espérate aquí un poco.
Voy a avisarle al Arzobispo.
JUAN
Está muy bien, Señor mío,
aquí me quedo aguardando.
PAJES
Déjanos ver, Juan, esas rosas. 1140
JUAN
No, déjalo. ¡Mira, shu!
PADRE CHICO
Ilustrísimo Señor, el Indio ha llegado.
Y como nunca lo he visto
viene muy regocijado.
Dice que trae las flores 1145
que la Señora os ha enviado,
pues en la cumbre del cerro
un rosal fresco se ha hallado.
Algunos dicen, Señor,
trae el ayate pintado. 1150
Yo cierto es que diviso,
como el ayate está ralo,
que rosas frescas sin duda
son las que Juan aquí ha traído.
ARZOBISPO
Pues sin dilación que entre 1155
que estoy en mayor cuidado.
Si es cierto lo que tú me dices
algún misterio hay encerrado.
PADRE CHICO
Para mi creer, rosas son,
o será que me he engañado. 1160
ARZOBISPO
¡Válgame Dios de los cielos!
¿Qué será esto que estoy pensando?
Que Dios con su gran poder
me tendrá a mí señalado
para servir de instrumento 1165
de algún secreto sagrado.
PADRE CHICO
Vamos, Juan, entra conmigo.
JUAN
Después de usted, Señor mío.
ARZOBISPO
Seas bien servido, Juan Diego.
JUAN
Y vos, Señor, bien hallado. 1170
Aquí te traigo las rosas
que la Señora os ha enviado,
pues en la cumbre del cerro
un rosal fresco he hallado.
Subí yo allá a la cumbre 1175
por los abrojos y peñascos
y luego, Señor, que ya llegué
me quedé maravillado de ver
aquel rosal hermoso
que jamás lo había mirado 1180
y ella con sus propias manos
las rosas aquí ha echado.
ARZOBISPO
Y ¿dónde están esas rosas, hijito?
JUAN
Aquí las traigo, Señor.
ARZOBISPO
Échalas aquí 1185
y quedaré desengañado.
JUAN
Aquí las tienes.
ARZOBISPO
¡Qué portento!
PADRE CHICO
¡Qué belleza!
ARZOBISPO
¡Qué misterio! 1190
PADRE CHICO
¡Qué hermosura!
JUAN
¡Qué chulada!
ARZOBISPO
Presta, hijo, esa tilma
en que está pintado el cielo.
JUAN
El tilma es mía, Ilustrísima. 1195
ARZOBISPO
Es para llevarla al templo.
JUAN
Yo la llevaré a mi casa.
ARZOBISPO
No, hijo, éste, portento es.
PADRE CHICO
¡Ah qué tilma tan hermosa!
Sin duda los ángeles la tejieron. 1200
JUAN
No Señor, éste tejió mi mujer
allá cuando mi casamiento.
Ilustrísimo, vamos rezando un sudario.
ARZOBISPO
¡Oh! portento soberano,
milagro de los milagros. 1205
Adórote, María mía,
Madre de Dios soberano.
ahora me resta pediros
pues tanta dicha he logrado
que se acabe la herejía 1210
en este Reino Mexicano,
que la Cristiandad se aumente
y que tu Hijo sea adorado.
y tú, Indio dichoso,
que has merecido ser trono 1215
y colateral sagrado
pues en tus hombros pende
el más bello milagro.
Mas, ahora, en el oratorio
preciso es depositar el ayate 1220
hasta hacer el templo.
Vamos, dichoso Juan Diego,
vamos y lleva cargado
el tesoro más sublime
que en el cielo y en la tierra se ha hallado. 1225
JUAN
Vamos, Señor Ilustrísimo,
vamos cantando el sudario
que así como aquí nos vemos juntos
nos veremos también
en la gloria donde habita 1230
por los siglos y los siglos.
LETRA
¡Venid, venid todos,
venid y adoremos!
CORO
Se cumplió la palabra
que diste a Juan Diego 1235
de ser nuestra madre
y el amparo nuestro
quien en un ayate
tan tosco y grosero
quiso retratarse 1240
con tan fino esmero.
En flores quisiste
venir a este reino
como que eres rosa
de un jardín ameno. 1245

 
 
FIN
 
 



(Lucero-White, Aurora, Literary Folklore of the Hispanic Southwest (San Antonio, The Naylor Company, 1953, 86-106.)



  Arriba
Indice