Esta obra conocida también como El recaudador de impuestos y su garante, se inscribe dentro del repertorio de representaciones de cambistas, mercaderes, banqueros, recaudadores y otros personajes del mundo del comercio y las finanzas que tanto éxito tuvo a lo largo del siglo XVI. Los principales autores que tratan el tema son Quentin Metsys -del que existen numerosas representaciones de cambistas y hombres de negocios- y Marinus van Reymerswaele, de quien destaca su afán por ridiculizar a sus personajes, especialmente recaudadores y prestamistas, ejerciendo, de este modo, una evidente crítica social frente a la codicia, la usura y la avaricia encarnada en estos odiados agentes del dinero.

Estas últimas características, cercanas a las propias de la caricatura, están presentes en el cobre de gran formato de la Fundación Santander Central Hispano. La agrias miradas, los gestos duros y ásperos de los rostros y el indicio de una oscura complicidad expresada en el dedo que apunta a la moneda que está siendo registrada por el recaudador, son algunos de los recursos utilizados por el pintor para conferir a ambos personajes una manifiesta agresividad.

Al contrario que en otras réplicas de este tema -hay numerosas copias adjudicadas unánimemente a Reymerswaele-, en las que las figuras aparecen bajo un anaquel lleno de enseres propios del comercio dinerario, el fondo es absolutamente negro, circunstancia que refuerza aún más si cabe la expresividad de los personajes. Respecto al ajuar de objetos que se disponen sobre la mesa -joyas, talegos, pagarés y monedas-, puede comprobarse cómo son los mismos que aparecen en otras copias de esta misma composición.

Entre las más de veinticinco versiones que se conocen de este asunto concreto, las de mayor calidad son la de la Pinacoteca de Munich, la del Museo de Bellas Artes de Bilbao y, sobre todo, la de la National Gallery de Londres.