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11

Guifero: «Cuchillo con que matan y descuartizan las reses» (DA).

 

12

Chilindrina pone término a la discusión con esta referencia a un movimiento del juego de damas (DA).

 

13

Al igual que el v. 59, sin rima.

 

14

Aunque existe la expresión de germanía «cortar de tijera» con la acepción de «robar», creemos que con esta réplica Rechonchón comienza la serie de referencias antisemitas que llegan hasta el final del entremés. Así, agujas y tijeras son los instrumentos del sastre, oficio desempeñado en la época por conversos, a los que se alude de inmediato en los vv. 43 y 45.

 

15

Como se habrá observado, las alusiones antisemitas se concretan aquí al hecho de la Crucifixión (vv. 50, 52, 56). Creíase a este respecto que los conversos eran «testigos de vista» de la pasión a través de sus progenitores. Eugenio Asensio, en su Itinerario del entremés, citada, pp. 160-161, menciona esta «pulla» como documentada muy tempranamente, ya en Timoneda y, más tarde, en Luis Zapata.

 

16

La distinción danza/baile en el contexto de la época es explicada por el carácter más mesurado, elegante y cortesano de la primera y el valor más popular del segundo (vid. Cotarelo, pp. CLXIV-CCLXXIII, y G. Merino Quijano, op. cit., p. 152). Con este v. se inicia una secuencia en la que, por ser la música el tema central, la enumeración de instrumentos y movimientos de baile requiere un ritmo y una coreografía dignos de mención.

 

17

Aquí y en el v. 131 se alude a la festividad religiosa más importante de la época. Vid. Deleito y Piñuela, J., La vida religiosa española bajo el Cuarto Felipe. Santos y Pecadores, Madrid, Espasa-Calpe, 1952, pp. 168-180. Era costumbre con este motivo contratar compañías que representaran autos, comedias y, de manera especial, entremeses y mojigangas. Vid. nuestras notas a La Mojiganga de las visiones de la muerte.

 

18

Se celebraron autos de fe en Toledo los años 1638, 1651, 1656 y 1657.

 

19

Según Deleito y Piñuela, J., También se divierte el pueblo, Madrid, Espasa-Calpe, 1954, p. 69, basándose fundamentalmente en el Discurso sobre el arte del danzado, de Juan Esquivel Navarro (1652), las dos formas principales de danza eran las de cuenta (las de ceremonia y buena sociedad) y de cascabel (las descompuestas y populares). Un tercer género, las danzas mixtas, participaron del carácter de ambas. Las citadas en los vv. 145 y ss. corresponden seguramente al segundo grupo. Ya el DA en «cascabel gordo» explica «el apodo que se da a las personas que son ordinarias y parecen rústicas en el trato, chanzas y gracejos». Cotarelo (P. CLXX) relaciona las danzas de «cascabel gordo» o «menudo» con las fiestas del Corpus.

 

20

Hasta el v. 203 cada personaje va a intervenir bailando y/o con su instrumento correspondiente. Vid. vv. 139-144. Aquí, como es obvio, se trata de la campanilla.