1
Leonard, I. A.: Barroque times in Old Mexico, Ana Arbor, The University of Michigan Press, pág. 29.
2
Íd., pág. 31.
3
Grossmann, R.: Historia y problemas de la Literatura latinoamericana, Madrid, Revista de Occidente, 1972, pág. 143.
4
Wölfflin, H.: Conceptos fundamentales en la Historia del arte, Madrid, Espasa-Calpe, 1952.
5
Orozco, E.: Manierismo y barroco, Salamanca, Anaya, 1970, pág. 25.
6
Grossmann, R.: ob. cit., pág. 145.
7
Wagner de Reyna, A.: Destino y vocación de Iberoamérica, Madrid, Ediciones Cultura Hispánica, 1954, pág. 106.
8
Roggiano, A.: «Acerca de dos barrocos: el de España y el de América», en XVII Congreso del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, Madrid, Ediciones Cultura Hispánica del Centro Iberoamericano de Cooperación, tomo I, 1978, pág. 39.
9
Carpentier, A.: Literatura y conciencia política en América latina, Madrid, Alberto Corazón Editor, 1969, pág. 117.
10
«Se ve en el Barroco no sólo una particular actitud plástica característica del siglo XVII en Europa y América; fue, además, dirigiendo aquélla, una manifestación espiritual, una crisis interior que sucedió y se opuso a otra: la renacentista»
(Carilla, E.: El gongorismo en América, Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Instituto de Cultura Latinoamericana, 1946, pág. 15).