Margarita la tornera
(Tradición)
José Zorrilla
¡Espíritu sublime y misterioso | |||
que del aire en los senos escondido | |||
templas su voz, prestándole armonioso | |||
eco gigante o soñoliento ruido; | |||
arcángel cuyo canto melodioso | |||
el orbe arrulla ante tus pies tendido, | |||
inspira tú palabras a mi acento, | |||
gratas como la música del viento! | |||
Porque, ¿quién como tú me las darías? | |||
Tú, cuya voz dulcísima murmura | |||
en la quietud de la floresta umbría, | |||
y del bosque salvaje en la espesura, | |||
y en los gemidos de la mar bravía, | |||
y en los murmullos de la sombra oscura. | |||
Y cuando tiene inspiración o acento | |||
tonos te pide para usar su aliento. | |||
¿Quién como tú la inspiración me diera, | |||
y la armonía celestial y santa, | |||
y la robusta entonación severa | |||
de que carece mi mortal garganta? | |||
Cruzar los lindes de tu azul esfera, | |||
medir audaz la inmensidad que espanta, | |||
no osara, no, mi pensamiento vano | |||
sin el auxilio de tu santa mano. | |||
Y tú, radiante y peregrina estrella, | |||
María de los mundos soberana, | |||
Madre sin mancha, compasiva y bella, | |||
a quien adoro en ilusión lejana | |||
cual faro santo que en mi fe destella, | |||
mi voz perdona, si mi voz profana | |||
osa hablar de tu amor y tu hermosura | |||
con lengua pobre, terrenal e impura. | |||
Sé que mis ojos, inmortal Señora, | |||
la gloria manchan de tu faz divina; | |||
indignos, ¡oh celeste Emperadora!, | |||
son de mirar tu sombra peregrina; | |||
no merece mi lengua pecadora | |||
ser alfombra a tu planta cristalina, | |||
mas deja al fin, ¡oh luz de mi esperanza!, | |||
que alce un himno mi voz en tu alabanza. | |||
¡Venid los que lloráis! Oíd mi canto | |||
los que creéis en la virtud y el Cielo; | |||
venid, almas transidas de quebranto, | |||
venid a oírme y hallaréis consuelo; | |||
veréis lucir tras la tormenta oscura | |||
un rayo de esperanza y de ventura. |