1
Véanse, entre otros estudios, Neumann (1963; particularmente caps. VI y VII), Bodkin (19787; particularmente parte IV, "The image of woman") y El Saffar (1992).
2
Según Vigil (1986: 16-17), «es posible que, como ha señalado Gentil da Silva, la ley del Humanismo viniera a ser para las mujeres la ley del aislamiento dentro del recinto doméstico.» A nivel psicoanalítico, El Saffar (1992) atribuye al Renacimiento la exclusión y alienación de lo femenino: «born with the "I" is an Other who dwells as reject at the peripheries of the ego» (865).
3
«The mulier economica is [...] a person of limited actions and powers doing 'suitable tasks' (labores honestae) and administering the household in her own right, but within the guidelines laid down by her husband; her 'economic' rôle, like her moral rôle, is limited, private and overshadowed by the male» (MacLean 1980: 59-60).
4
Las exigencias de castidad (cuerpo cerrado), silencio y reclusión femeninos están íntimamente relacionadas: «Silence, the closed mouth, is made a sign of chastity. And silence anti chastity are, in turn, homologous to woman's enclosure within the house» (Stallybrass 1986: 127). Véase también Jones 1986.
5
Las comedias y tragedias de Juan de la Cueva se estrenaron en Sevilla en 1579-1581 y fueron publicadas en Primera parte de las comedias y tragedias de Ioan de la Cveva, Sevilla, 1583; 2ª ed. 1588. Las cinco tragedias de Cristóbal de Virués fueron escritas hacia 1575-1585 (cf. Weiger 1978: 25) y publicadas en Obras trágicas y líricas del Capitán Cristóval de Virués, Madrid, 1609.
6
Como señala McKendrick (1974: ix), «Mujer varonil is a term of praise, not of abuse, in the Golden-Age drama.» El término solía aplicarse por entonces a la mujer cuyo comportamiento se caracterizaba por un notable valor y una firmeza de ánimo que se considerarían excepcionales y -como se puede ver en alguna de las citas siguientes- «no femeniles».
7
Sigo el orden en que aparecen estos dramas en la edición princeps. Con la excepción de la Comedia del infamador, todas las referencias a los textos dramáticos de Cueva remiten a la edición de Icaza (1917). Para El infamador me sirvo de la edición más reciente de Icaza (1973).
En todas las citas mantengo la ortografía y la acentuación de la edición utilizada.
8
El erotismo de la mujer casta, físicamente "descompuesta", se ofrece también en una descripción anterior en boca del criado de Arnaldo: «Señor, yo entré, y estava descompuesta, / sin ningún atauio, al uiento dado / El cabello del oro más subido / Que la rica Dulmacia á produzido /[...] / Ya el pecho de alabastro demostrava. / Ya el bello braço, de marfil retrato, / Tirando de la ropa, descubría / Lo que cubrir con ella pretendia.» (I, 216).
9
Para La infelice Marcela me sirvo de la edición de Weiger (1985). Para las demás tragedias de Virués sigo la edición de Juliá Martínez (1929).
10
Según McKendrick (1974:62), la Felina de Virués «is the first known example of a female bandit in the Spanish drama.»