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11

Había otros dos por lo menos: quizás había tres.

 

12

Vignaud no conocía el perdón, y así esto no viene al caso de su duplicación.

 

13

No hay ninguna evidencia acerca de alistamientos de criminales en Canarias; pero la hipótesis no es en sí nada improbable, porque había mucho trato entre estas islas y el puerto de Palos, y no eran desconocidas tales fugas de criminales.

Precisamente en mayo de 1492 hubo en Palos una serie de crímenes cometidos por un tal Juan Cota, que se refugió en Canarias, con ayuda de las mismas autoridades. Había matado a Pero Vasquez, nombre que nos llama la atención en seguida. Hay varios papeles en el Sello que tratan de él; hay uno en contra del alcalde que le ayudó a huir; hay quejas de su mujer, quien temía que se le tomasen a ella los bienes, y por fin, hay perdón al mismo Cota, cuyos crímenes nos parecen interesantes. Si hubiesen ocurrido unos pocos días más tarde, puede ser que se hubiera ofrecido al almirante; pero ya estaba en Canarias cuando salió Colón de Granada llevando la cédula de la reina, que ofrecía amparo a criminales, y en el perdón no podemos ver indicación alguna de haberse alistado en Canarias. Cuando se dió el perdón, unos años más tarde, es todavía vecino de la Gomera.

Los hijos y el yerno de Pero Vasquez hacen relación a la corona, «disiendo que Juan Cota, vezino de la villa de Moguer, con poco temor de Dios e en menosprecio de nuestra justicia e non curando de las penas en tal caso establecidas, cortó las narices a una muger honrada vezina de Palos sin tener cabsa nin razón alguna para ella, e dió de palos a un vezino de la dicha villa e que a vn onbre questaua en la cárcel lo traxo arrastrando de los cabellos e le peló las baruas... e a otros ombres honrrados e dueñas ha fecho muchas menguas e ynjurias, e que ha más de vn año que llamo a vn padrino suyo que le sacó de pila y se desia Martin Alonso de la Monja, onbre de LXX años, primo, hijos de hermanos del dicho (Pero Vasquez), se abraçó con él e le dió una caída en el suelo e le puso los pies encima de los ojos diziendo que agradezciese a Dios porque no le daua de patadas, de la qual cayda diz que el dicho Martín Alonso (de la Monja) murió» (etc., etc.).

Resultaba más prudente para Juan Cota el trasladarse a Moguer, mientras pedía que le perdonasen (aunque sabiendo como el alcalde le ayudaba después, nos parece a nosotros que habría podido quedarse tranquilamente en Palos). Si para los crímenes anteriores no había «cabsa nin razón ninguna», no era así en el que siguió; el mismo Juan Cota explica claramente sus motivos. Mató a Pero Vasquez, primo de la otra víctima, aunque «no le acusaua antes trabajaua que el dicho perdón se hiziese», y dió su razón cuando «le preguntó que por qué lo mataua, e que le respondió que porque los parientes del dicho Martín Alonso (de la Monja) no le perdonauan». Después de este segundo asesinato, el alcalde de Palos, el cual hasta entonces no parece haber hecho nada, fué a Moguer con sus hermanos y parientes a caballo, «y lo traxeron e lo embarcaron e pusieron en saluo, el qual diz que se absentó a la ysla de la Gomera». Si resulta ser una víctima cualquiera, le hemos acordado demasiado espacio; pero si fuese Pero Vazquez de la Frontera, el que había llegado hasta el Mar Sargasso, y para consultar al cual dice un testigo que vino Colón desde Portugal a Palos, tendría para nosotros un gran interés.

 

14

Otro detalle pequeño: volvieron los cuatro a Palos con la Niña o con la Pinta cuando el regreso en 1493.

 

15

Si fuesen marineros, pensaríamos que se ofrecieron para la Santa María, y que por eso no aparecen en el Rol. Hombres sin experiencia marítima tendrían que alistarse como grumetes; como tales podrían estar en la hoja de grumetes que falta al Rol.

Pedro Tegero y Alonso de Palos, en los cuales hemos pensado cuando buscamos alias para nuestros criminales15.1 eran grumetes; Bartolomé Bivas era marinero. Véanse; pero repetimos que no tenemos razón ninguna, más de la mera posibilidad, para hacer la identificación de otro que de Pedro Tegero, y en su caso nos parece muy insuficiente la indicación de que Pedro Tegero sea Pedro Yzquierdo.

 

15.1

Véase la nota sobre Bartolomé de Torres, pág. 376 del BOLETÍN de Nov.-Dic. 1924.

 

16

Los otros eran Alonso Escarraman y Francisco Márquez; véase la lista en Navarrete, t. I, pág. 29.

 

17

Como a ninguna de las veinticuatro preguntas contesta como testigo de vista, nada de lo que dice este Juan de Moguer es de primera importancia; pero nos interesa un detalle -aunque está mal contado-: es el hecho de que Martín Alonso o sus parientes en Bayona ya pretendían méritos especiales en vez de disculparse. Contestando el testigo sobre la consulta entre los buques en alta mar, y sobre la explotación de la Española por Pinzón siete semanas antes de la llegada del Almirante, dice «que lo oyó desir a muchas personas en la villa de Palos, y que lo oyó dezir al dicho Martín Alonso e al dicho Viceynte Yáñez en Galizia quando vinieron el dicho viaje de descubrir», «que no lo sabe más de quanto lo oyó dezir a muchas personas en las yslas de Bayona y en Galizia» «oyó dezir lo contenido segund dicho tiene en las yslas de Bayona quando los dichos navíos vinieron de descubrir». En cuanto a decir Vicente Yáñez, la inexactitud es demasiado grande para que la comentemos; si no fué muy incompetente el escribano que refiere este testimonio, debió de ser muy ignorante e incompetente el testigo; hay bastantes equivocaciones palpables. Este es el testigo que decía en 1515 que conoce a Martín Alonso, empleando el tiempo presente. (Véase Francisco Martín Pinzón, pág. 32, y nota en la pág. 29 del BOLETÍN del verano de 1925.)

Pero aunque su falta de cuidado desacredita algo lo que dice, nos parece claro que ya en Bayona habían empezado las pretensiones de Martín Alonso y de sus hijos.

 

18

Documentos inéditos de Indias, t. I, pág. 179, original en el Archivo de Indias, Pt.º

 

19

Nuevos Autógrafos, pág. 35.

 

20

El señor Tenorio cita los Informes de Servicios, y además al testigo Morales de los Pleitos (pero con una errata en la cita de éstos, porque llama «probanza de Salamanca» una que no tiene nada que ver con Salamanca más que el hecho de que después se empleó allí el mismo interrogatorio, al cual contesta Morales en Puerto Rico). Vignaud añade a estas citas el testigo Francisco Niño; pero parece haber saltado por Viñas, aunque cita su testimonio en cuanto a Juan Moguer.

Harrisse tampoco se fija en lo que dice Viñas, aunque cita a Morales; parece que no conoce los Servicios.