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211

Nota bibliográfica. Los principales trabajos sobre los que se estructura la interpretación del comienzo del Quijote aquí expresada, son los siguientes: Joaquín Casalduero, «Explicando la primera frase del Quijote», Bulletin Hispanique, XXXVI (1934), pp. 139-148; María Rosa Lida, «De cuyo nombre no quiero acordarme...», Revista de Filología Hispánica, I (1939), pp. 167-171; Leo Spitzer, «Perspectivismo lingüístico en el Quijote», Lingüística e historia literaria, Madrid, 1955, pp. 161-225; Francisco López Estrada, «Un poco más sobre "De cuyo nombre no quiero acordarme..."», Strenae. Estudios de filología e historia dedicados al profesor Manuel García Blanco, Salamanca, 1962, pp. 297-300.

 

212

El análogo voluntarismo de que hace gala Heródoto, en el ejemplo aducido con anterioridad, obedece a un concepto ético de la historia, de antiguo y firme arraigo en la historiografía occidental, cuyo mejor ejemplo en nuestra lengua es el Inca Garcilaso. El historiador, por principios éticos, silencia lo infamante para no perpetuar su memoria en los siglos. Se podría argüir que algo de esto entra también en el voluntarismo cervantino, en especial dada la ambigüedad continua acerca de la naturaleza de historia o novela de su obra. Pero prefiero dejar este tema intacto para otra oportunidad.

 

213

El caso de la novela pastoril es un poco distinto, no en cuanto a la homogeneidad del relato, que se mantiene férrea, sino en cuanto a su posible parcelación en categorías históricas, ya que el pastor vive, en forma radical, fuera del tiempo, y, por lo tanto, al margen de la historia. De todo ello me he hecho cargo en La novela pastoril española, Madrid, 19742.

 

214

Como medida de la labor efectuada, véase la bibliografía, selectiva y todo, que pone Robert Marrast a su edición de La Numancia, Biblioteca Anaya, Salamanca-Madrid, 1961. Pero la novedad más importante respecto a La Numancia ocurrió después de la edición de Marrast. Me refiero al feliz hallazgo por Antonio Rodríguez-Moñino del manuscrito de La Numancia y El trato de Argel que usó Sancha en el siglo XVIII para editar ambas obras por primera vez, vid. «Reaparición de un manuscrito cervantino (El trato de Argel y La Numancia)», en Anuario de Letras, México, IV (1964), pp. 269-275; ver también J. Canavaggio, «À propos de deux comedias de Cervantes: quelques remarques sur un manuscrit récemment retrouvé», Bulletin Hispanique, LXVIII (1966), pp. 5-29. Merece citarse el estudio que dedica a nuestra obra A. Hermenegildo, Los trágicos españoles del siglo XVI, Madrid, 1961, pp. 28-29, 370-389, 560-563, con bibliografía, aunque sus juicios quedan afeados por irreflexiva hipérbole («En nuestra opinión, La Numancia es la mejor tragedia aparecida en España, no ya en los tiempos anteriores a Lope de Vega, sino en toda la historia de nuestra literatura». p. 373). Más templado, aunque no muy profundo, es el juicio de Francisco Ynduráin, al reeditarla en Biblioteca de Autores Españoles, CLVI, pp. XVI-XXI, ver también su edición suelta de La Numancia, Madrid, 1964. Asimismo, vid. W. M. Whitby, «The Sacrifice Theme in Cervantes' Numancia», Hispania, XLV (1962), pp. 205-210.

 

215

Cf. E. H. R. Tatham, Francesco Petrarca, the First Modern Man ol Letters: His Life and Correspondence, Londres, 1926, II, p. 302: «It is true that, like Dante, he [Petrarca] dreamed of a renovation from the past -of the revived glories of republican or imperial Rome, which had then vanished forever». Por lo demás, La Vita Nuova de Dante es otra forma de secularización efectiva del concepto religioso de renovatio.

 

216

Cf. la obra fundamental de P. E. Schramm, Kaiser, Rom und Renovatio. Studien und Texten zur Geschichte des römischen Erneuerungsgedankens vom Ende des Karolingerreiches bis zum Investiturstreit, 2 vols., Leipzig, 1929. Petrarca, precisamente, habría dedicado a Rienzo una de sus más patrióticas canciones («Spirto gentil che quelle membra reggi»), según una interpretación tradicional, y allí dice: «Roma mia sarà ancor bella» (Rime, LIII), Acerca de la renovatio como concepto escatológico, vid. Hugo de San Victor. De sacramentis fidei christianae, II, XVIII.

 

217

Cf. Silvio Zavala, «Hernán Cortés y la doctrina escolástica de la justa guerra», La Utopía de Tomás Moro en la Nueva España, México, 1937, y con menos aparato, del mismo autor, «La doctrina de la guerra justa», Ensayos sobre la colonización española en América, Buenos Aires, 1944; cf. V. D. Carro, La teología y los teólogos-juristas españoles ante la conquista de América, Salamanca, 19512, pp. 160-169, 248-260, y en especial, 481-505.

 

218

Para la polémica provocada en España por el saco de Roma, vid. Alfonso de Valdés, Diálogo de las cosas ocurridas en Roma, ed. J. F. Montesinos, Madrid, 1928; cf. M. Bataillon, Erasmo y España, México, 1950, I, pp. 425-452.

 

219

Una muestra más del goticismo español, vid. C. Clavería, «Reflejos del goticismo español en la fraseología del Siglo de Oro», Studia Philologica. Homenaje ofrecido a Dámaso Alonso, Madrid, 1960, I, pp. 357-372.

 

220

Theatro de los theatros, en M. Serrano y Sanz, Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, V (1901), p. 247.