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Numismática antigua de Aragón

Celestí Pujol i Camps





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En carta particular, desde Zaragoza, ha sido comunicada al Ilustre Sr. Director de esta Academia la noticia de dos hallazgos   —517→   numismáticos de consideración. Uno de ellos puede quizá servir mañana de antecedente para fijar en definitiva el sitio donde se acuñó la leyenda Leyenda.

Á mediados del pasado Noviembre, en el pueblo de Azuara, provincia de Zaragoza, y en un campo que no contiene rastros de edificación alguna, un labrador, al arrancar las raíces de una higuera, halló en la excavación muy cerca de cuatrocientas Oscas ibéricas de plata (el tan conocido argentum oscense), una moneda consular de Servilia y hasta nueve denarios también ibéricos, y flor de cuño, de dicha leyenda Leyenda con las dos variedades Letra íbera y Letras íberas en el anverso.

Este hallazgo debe relacionarse con los ocurridos en 1860, consistentes en noventa Oscas con dicha leyenda, que consigna Zóbel1, y el de ochenta denarios que examinó el Sr. Otin y nos relata el Sr. Delgado2, aunque el conjunto de todos no evidencia si estas monedas fueron batidas en Iolugum del Ravenate ó en Gallicum del Itinerario de Antonino.

La moneda de Servilia, que da época al hallazgo, es la siguiente: Anv. Cabeza galeada de Pallas mirando á la derecha; detrás Rev. P. SERVILL. M · F · (Publii Servili Marci filii). Victoria con una palma en la mano, corriendo hacia la derecha en una biga; debajo de ella P (Cohen, lámina, Servilia 6).

El segundo hallazgo, acaecido también en Noviembre pasado, ocurrió en una casa de la calle de la Paloma de Zaragoza, donde, dentro de una ya podrida calabaza, aparecieron 840 dineros de Sancho Ramírez (1063 á 1094), con las pequeñas variedades grabadas por Heiss en su obra Monedas hispano-cristianas, y cuatro ejemplares del óbolo de dicho rey, pieza conocida por haberla   —518→   publicado Lastanosa. Entre este buen número de monedas se halla solo una de Pedro I de Aragón, época probable del entierro. Falta añadir que las monedas de los dos hallazgos fueron adquiridas por D. José Barril, coleccionista de Zaragoza.





Madrid, 3 de Diciembre de 1891.



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