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Travesía


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«Danzig deja de ser un problema.
Hitler no tratará por ahora de ejercer ninguna presión»62.

24 mayo 1939



El mismo día de la partida del Sinaia llegaron a Séte la mayoría de los pasajeros procedentes de campos de concentración o refugios en trenes separados los hombres de las mujeres.

Cuando el tren en el que íbamos, en vagones sellados, entró en agujas en la estación de Séte, acababa de entrar en agujas, en el mismo andén, el tren que llevaba las familias; venían con relativa libertad, no habían cerrado los vagones. De manera que en cuanto se vieron los dos trenes, las mujeres y los niños del otro tren se lanzaron al andén a buscar: «¡Fulano, fulano!». Muchas de estas familias no se habían visto, no sabían que el marido estaba vivo o que el otro estaba vivo... hasta que le llegaron los papeles para México a muchos de ellos; de manera que fue una escena de emoción, ¿verdad? Bueno, la garde mobile63 se interpuso; empujó a las mujeres y los niños a encerrarlos en sus carros, los contuvo... nos contuvo a nosotros, bueno, nos dejó, pero formó barrera, pero nosotros, desde las ventanas, saludamos a las madres y a las abuelas64.



Todos se reunieron en el puerto, imperaban muchos estados de ánimo...

La emoción del embarque, que fue de madrugada casi todo; el que por ejemplo te encuentras con la esposa, ves amigos, ves hasta casi resucitados y la impresión de que por primera vez ya no eras un apátrida, ya no eras un número, ya eras una persona a la cual llamaban por su nombre y apellido, es decir,   —68→   el que México nos diera asilo, ya, en ese momento, fue darnos personalidad, reforzar la personalidad, recuperar la personalidad65.



¿Mi estado de ánimo?, pues, hombre, alegre por salir de Europa, del miedo que le tenía a la guerra, y feliz por eso, por venir a América, pero muy triste porque dejaba a mis padres y a mis hermanos en España66.



Cuando salí de Francia me sentí muy contento, en primer lugar porque esperábamos y pensábamos que íbamos a la libertad y así fue67.



Llegamos a Séte como a las diez y media de la mañana, ahí estaba el barco ya: el Sinaia. Fernando Gamboa hizo una labor increíble y Susana también, nos embarcaron personalmente; embarcamos a las dos y media de la madrugada y estuvimos allí en el muelle, sentados en nuestros velices, sin comer nada en todo el día, ni los niños tampoco, con los pocos francos que nos quedaban yo quise atravesar la barrera de los senegaleses del ejército, me dirigí a un teniente francés y le dije que si me permitía atravesarme al otro lado del muelle a comprar algún sandwich o algo para mis hijos y me dijo que no, que estaba prohibido y le dije: «Bueno, y por qué, deme usted una razón». Dice: «Porque se podría usted quedar en Francia». Digo: «¿Que me voy a quedar en Francia?, ¡está usted loco!, no ve usted que estamos aguantando todas estas humillaciones y todas estas molestias y estas cosas terribles por la alegría que nos da marcharnos, y nos vamos a un país amigo que nos tiende la mano, y no ustedes que se portan como se están portando». Se calló, pero no me dejó pasar. A la una de la madrugada la duquesa de Astor -una famosa duquesa inglesa que era del Comité Británico que ayudaba muchísimo- y otras dos o tres señoritas inglesas nos repartieron té caliente con pastas; no era la hora del té, obviamente, pero te imaginas lo bien que nos vino, porque estábamos verdaderamente hambrientos68.



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Al subir todo era confusión, los integrantes de la tripulación acomodaban a los pasajeros en los lugares correspondientes de acuerdo a su edad, sexo y significación político-social69, selección que habían hecho la señora Gamboa y el señor Daltabuit70.



En cuanto al equipaje, era algo que no causaba problemas puesto que la mayoría de los viajeros llevaban pocas cosas.

Mi equipaje consistía en una muletilla, donde únicamente cabía mi ropa interior y pare usted de contar, un par de mudas de ropa interior. El único traje que llevaba fue el que sirvió de uniforme de lujo de aviador, aunque le había quitado todas las insignias, de modo que era un traje azul marino muy durable71.



Por fin, después de una larga espera, cuando los 1 599 pasajeros estaban acomodados, el barco comenzó a moverse cuando era la una y media de la tarde.

El puerto estaba lleno de franceses que habían acudido a despedirnos mientras que una orquesta tocaba los himnos72.



«Será un hecho el Pacto Tripartita»73.
25 mayo 1939



Hubo un gran descontrol, era el primer día de la travesía, todavía no se había establecido una rutina, todos querían conocer el barco en el que iban. Los que no habían quedado contentos con el sitio que les habían asignado para dormir, comenzaron a buscar otro.

El alojamiento, como ya se hizo notar, se distribuyó de acuerdo a la edad, al sexo, etcétera. Conforme iban llegando a Séte, los pasajeros que tenían documentación, la entregaban. Allí se decidía su alojamiento.

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Catalogaban según las familias, por ejemplo, los que teníamos hijos nos daban camarotes solos, los que eran solteros los llevaban a todos a la bodega, como ganado, ¿sabes?, y a las mujeres igual, las llevaban a otras bodegas de mujeres. El privilegio que teníamos los que teníamos hijos era ése y a mí me dieron un camarote muy pequeñito, que nos ahogábamos de calor, pero que nos vino muy bien74.



Yo dormía en una sala bajo cubierta, muy amplia, con una serie de literas, yo tengo la impresión de que debía de haber muy poca diferencia... puede haber lógicamente varias excepciones, por ejemplo, es lógico que Susana tuviera un camarote propio y es posible que hubiera alguna otra excepción de este tipo...75



El alojamiento era muy malo, sin ventilación, aquello era una cosa horrible76.



Estábamos en las bodegas, había literas de tipo tubular con una tabla y una cobija y ahí te metías...77



Los alojamientos más cómodos eran muy pocos y eran para la gente muy connotada; o sea que venía gente, pues, muy conocida en España en política y no solamente en política sino en diferentes ramas del saber; y eran para la gente grande; el resto era igual que fueras capitán que teniente, que lo que fueras; abajo todos78.



Los camarotes no eran cómodos y mucho menos lujosos:

... muy chiquitito, con mucho calor, me tocó siempre el sol, yo no sé por qué. Los muebles pegados a la pared, muy chiquitito, muy chiquitito, teníamos que entrar uno por uno, luego otro. Tenía dos camitas, una encima de la otra...79



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Uno de los marineros me debió ver cara de muy rico y dijo: «Aquí tengo algo para usted». Era algo individual pero no tenía ni un metro cuadrado de, bueno, algo más porque creo que dormía tumbado. Así obtuve mi camarote especial que me envidiaban todos80.



Cierto matrimonio juvenil, partidario a ultranza del aire libre e incontaminado, decidió dormir sobre cubierta. Dicho y hecho. El sueño debió ser muy grato y al efectuar un marinero la limpieza matinal, armado de la manga de riego, no los apercibió, propinándoles una ducha de categoría. ¡Es una modalidad de despertar que ignorábamos!81



Llegó un momento, al final del viaje, en que era rara la persona que habiendo sido colocada en las bodegas continuara allí.

Al respecto, el diario de a bordo comenta:

¿Saben ustedes dónde se está ahora fresquísimo?

En los dormitorios generales. Porque como no duerme nadie allí...82



Era una mezcla de depresión porque muchos, la inmensa mayoría de la gente que salió en el barco, fueron gentes que se pasaron unos meses en campos de concentración, de modo que eso les afectó muchísimo a la mayoría de ellos y había una mezcla de depresión y de alegría al ver que podían iniciar una vida distinta... pero imperaba la amargura83.



«Danzig trata de denunciar viejo tratado»84.
26 mayo 1939



Tercer día de navegación; primer número del periódico Sinaia. En él, Susana Gamboa escribía el artículo inicial:

¡Españoles republicanos.
A bordo del Sinaia!

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Quiero dirigiros un caluroso y cordial saludo, y expresaros mi profundo deseo de que vuestro viaje sea feliz y fructífero. Aprovecho la ocasión de la salida de este boletín -que es vuestro, y que vivirá y se mejorará en la medida, en que le prestéis interés y estímulo- para presentar a grandes rasgos la primera parte del programa de actividades trazado para haceros llegar la información y la orientación indispensables para nuestra futura vida de trabajo en México.

Mañana daremos principio a una serie de conferencias sobre temas generales de historia, geografía, problemas sociales, económicos y políticos de México. Complemento de esta tarea será el entender a los distintos grupos profesionales que componen la expedición y que tienen necesidades específicas. Esperamos, además, activar la vida social y cultural a bordo mediante la organización de fiestas, conciertos, exposiciones artísticas, concursos literarios, etcétera. Y ahora manos a la obra. Yo sé que vosotros, con vuestra colaboración y vuestro entusiasmo haréis que los resultados de estos trabajos superen a nuestras esperanzas.

Susana Gamboa85



El periódico del Sinaia fue un importante medio de comunicación entre los pasajeros. Lo elaboró un grupo muy entusiasta. En él se hablaba de las noticias del mundo, de las actividades que se realizaban a bordo, había una sección dedicada a los diversos aspectos de México, en ocasiones, entrevistas a algún pasajero; en fin, todo aquello que podía unirlos.

... yo creo que en aquella travesía los que trabajamos, aparte de la tripulación, el capitán y, sobre todo, Susana Gamboa, hay que reconocer que, ¡una energía y una capacidad de faena!, ¡qué bárbara!, pues yo supongo que fuimos los que estábamos en la redacción del diario de a bordo...86



... los que nos consideraban periodistas de infantería nos pusieron allá a hacer aquello. Aquellos que mostraron alguna voluntad, el caso que yo he ponderado tanto de Ramón Iglesias, el historiador, el hombre que se pasó casi todo el tiempo tomando por onda corta las noticias...

Habíamos distribuido los papeles, por ejemplo, más bien Varea estaba en la cosa de noticias, había, no recuerdo, otro compañero que se ocupaba de las otras noticias del barco,   —73→   yo lo que hice primordialmente fue entrevistas, casi todas las entrevistas y las semblanzas que aparecen allí son mías...87



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Este 26 de mayo cruzaron el estrecho de Gibraltar; fue un momento emocionante:

Recuerdo, porque fue un acontecimiento en el barco, cuando pasamos Gibraltar. Se armó una... que si nos iban a hundir, que si pasábamos, que si no... claro, eso por muy pequeño que sea uno, se recuerda. Fue tremendo el movimiento ese día. De llorar, otros de mentar la madre. Creo que no hubo nadie en el barco ajeno al paso de Gibraltar88.



Gibraltar, un estrecho; más allá se abría el horizonte...

Me acuerdo que al pasar el estrecho de Gibraltar todo el mundo se puso de pie y cantó La Internacional, muy serios, y las lágrimas caían...89



En este momento de emoción, las sensaciones se agudizaron cuando don Antonio Zozaya comenzó a leer:

Mirad a lo lejos aquella quebrada línea oscura que se alza sobre el mar. Al contemplarla desde la cubierta del buque nos lleva a otras tierras hospitalarias, al luminoso México que generosamente nos dispensa un acogimiento fraternal, al Nuevo Mundo, a donde llevamos el peso de tantas amarguras, se nos oprime el corazón. Es la patria amada que se aleja, que pronto se disipará entre las brumas oceánicas y que, hoy, sepultado en negras cenizas humeantes, solloza bajo el yugo opresor de los conculcadores de todas las leyes divinas y humanas, de los opresores de los pueblos, de los verdugos de las mujeres y de los niños y pulverizadores de todos los centros de cultura y de todas las conquistas de la civilización gloriosa ibérica en el transcurso de los siglos.

¡Qué pena tan honda! ¡Cuántos de nosotros volveremos a pisar su suelo sagrado! ¿Quiénes tornarán a sus valles risueños, a sus enhiestas montañas heroicas, a sus selvas geórgicas, a las riberas de sus fecundadores y plácidos ríos? ¿Cuántos podrán encontrarla redenta, emancipada, gozando de las venturas   —74→   de una verdadera democracia, en que todos los hombres sean hermanos y en que todos comulguen en las ideas de paz, de progreso y de libertad?

Tú, España, resurgirás, más deslumbrante y poderosa que nunca. A ti volverán, con el cuerpo o con el pensamiento, los desterrados en este mar, que nos parece de lágrimas. Tú serás la España inmortal y cuando todos los despotismos se hallan (sic) derrumbado y sepultado, como se sepultarán, en el polvo, tú brillarás como la más fulgente constelación de los cielos y tu gesta de hoy servirá de guía, como la antorcha de los cursores, a las generaciones de mañana, que cogerán palmas y entonarán el cántico del porvenir. ¡Adiós, patria que te alejas, adiós!90



«Proposiciones de Inglaterra
a la URSS para el Pacto Tripartita»91.

27 mayo 1939



Los refugiados españoles se dirigían a un país del que, en términos generales, sabían poco o desconocían por completo.

Absolutamente nada. Cuando digo absolutamente nada, quiero decir casi absolutamente nada, ¿verdad? Obviamente en las clases de geografía y toda esa cosa, pues había oído hablar de México y demás, pero ¡olvídese!, una cosa de lo más superficial. Me lo imaginaba tropical, palmeras y bananeros. No tenía la menor idea de nada92.



Una voz lo interrumpe:

Sí, porque yo en mi biblioteca de España tenía unos libros sobre unos naturistas suizos que eran aventuras en una zona tropical de aquí, yo ya tenía una idea de las condiciones físicas de la población de aquí. Y después durante el viaje, no sé cómo, me hice con una geografía de México, muy gorda, 2 tomos, no sé si nos la dejaría Gamboa, yo me la devoré. Conocía de política porque también tenía libros sobre programas de escuelas rurales y de la Revolución. También había leído novelas, o sea que sí sabía lo que era la Revolución porque   —75→   además, en una ocasión la FETE93 me había propuesto un viaje a México para dar algún mitin. Superficialmente tenía idea94.



No tenía ni la menor idea de lo que era México. Con decirle a usted que yo aún creía que Texas era de México. No tenía ni la menor idea95.



En el boletín del Sinaia había una sección dedicada a explicar la política del presidente Cárdenas, para lo cual utilizaba los discursos y escritos del mandatario. Trataba temas como la reforma agraria, el aspecto económico, la educación. Eran artículos elementales, como lo exigía el momento, pero que fueron sumamente útiles para que los pasajeros interesados pudieran tener una idea acerca de México. En ellos se traslucía un sentimiento no sólo de agradecimiento sino de admiración hacia Cárdenas, ya que estaban conscientes del papel tan importante que había tomado en sus vidas.

... Organizaron una serie de conferencias sobre lo que era México, por gentes que estaban más o menos enteradas del asunto... era más o menos gente de tipo intelectual, literatos, profesores, maestros, alguno que otro ingeniero, uno que otro militar también, que con algunos datos, posiblemente proporcionados por la representación mexicana en el barco, armaban esas conferencias para ilustrar96.



Pláticas también, como conferencias de gente nuestra, en diferentes, digo, asuntos, ¿no? Por ejemplo de reforma agraria, Vázquez Humasqué de, digamos, tópicos bastante interesantes, política casi nunca97.



Los pasajeros asistían porque

... en realidad en el barco no había qué hacer, de modo que la gente, cualquier cosa que significaba distracción, lo atestaba inmediatamente98.



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La primera conferencia la dio la señora Gamboa. El periódico anunció:

La conferencia será pronunciada en el comedor del puente «A» y difundida por altavoces en las cubiertas de proa y de popa y en el comedor de tercera. Dada la limitada capacidad de los comedores, se recomienda a los pasajeros se alejen de aquellos en cuanto hayan sido ocupadas las plazas disponibles.

Por el alto interés que el tema ofrece para los pasajeros, rogamos a todos procuren seguir con la mayor atención la palabra del conferenciante99.



El estado de ánimo entre los pasajeros variaba no sólo de acuerdo a su carácter, sino también a su edad y al nivel socio-económico alcanzado. Así, un pasajero comentaba:

Yo la verdad me encontraba muy triste, iba uno a la incógnita. Además dejaba todo atrás, dejaba las raíces, cuando dicen desarraigado me figuro que quieren decir que uno está sin raíces, entonces yo me encontraba que cuando tenía las raíces ya completamente desarrolladas en España, me iba a la incógnita100.



Mientras que un obrero calificado afirmaba:

Estábamos muy contentos, yo tenía la impresión que en todo nos iría bien. Sobre todo por las palabras que dijo Gamboa, que tendríamos libertad; yo no esperaba otra cosa que eso101.

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Vida en el barco.

«La URSS aceptó la Alianza Tripartita»102.
28 mayo 1939



No sólo fueron importantes las conferencias como actividad para los pasajeros, hubo otros eventos, como los conciertos que daba la Banda Madrid:

Eran conciertos directos, cuatro o cinco piezas ahí en un lugar un poco prominente. Y entonces la gente acudía de todas   —77→   partes, se acercaba y se les aplaudía con entusiasmo. Una de las cosas más populares en toda la expedición, más querida, fue la Banda Madrid103.



Por la noche, en cuanto se ponía el sol, nos reuníamos todos en popa. La banda se establecía y nos daba un concierto que duraba pues hasta la media noche, cosa así. Era una banda militar, no era una banda sinfónica. Música española, zarzuela, cantos populares de las distintas provincias españolas y esta banda la dirigía el maestro Oropesa104.



Los programas no eran muy variados pero la gente los escuchaba con gusto.

Concierto a las 3.30

La Agrupación Musical Española, dirigida por el maestro Oropesa, dará esta tarde un concierto con el siguiente programa:

Primera parte.Puenteáreas (pasodoble). Soutullo y Vert
En un mercado persa. Kotelbey
Los sobrinos del capitán Grant (selección). Caballero
Segunda parte.La leyenda del beso (intermezo). Soutullo y Vert
Selección anglo-americana. Rodó
Las bodas de Luis Alonso (intermezo). Jiménez105



También la Banda Madrid amenizaba los exitosos bailes a los que acudían, fundamentalmente, los jóvenes.

La verbena de anoche

Anoche el «Sinaia» sacó su traje de fiestas.

Se celebraba una verbena al estilo de las castizas de Madrid.

Claro que faltaban los churros, los mantones de Manila y otros detalles comprensibles al trasplantar una verbena de la «Bombi» al Atlántico.

Pero estaba lo fundamental. La gracia y la simpatía de las verbenas típicas.

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Y esta fue la causa de que la verbena cumpliera los propósitos de la Comisión de Fiestas siempre en lucha a brazo partido con el «espacio vital».

Desde las 8'30 a las 11 de la noche se bailó sin descanso. En la cubierta de popa los devotos y los aficionados de Terpsícore, bailaron en un ambiente de juventud, cordialidad y alegría...106



Hicieron fiestas muy bonitas, hicieron dos o tres, todo iluminado el barco, con música y baile porque ahí iba gente muy joven, pues ahí salían todos los chamacos a bailar con las chicas... se hacían en el comedor, como se conoce que retiraban todo, quedaba muy grande107.



Pues asistía todo el mundo. Claro, intelectuales de cierta edad, pues nada más estaban como espectadores, pero la gente joven, que había mucha gente joven, como es lógico, pues sí, trataba de olvidar y de divertirse y de bailar hasta bastante adelantada la noche108.



Tomando en cuenta el carácter del pueblo español, una señora nos cuenta:

La travesía en cuestión material fue bastante desagradable pero en cambio teníamos muy buen humor, muy buenos amigos, lo pasábamos muy bien porque el humor ese español... habíamos convertido el barco en barrios de Madrid, proa, popa, todo tenía nombre, Las Ventas, Cuatro Caminos, Barrio de Salamanca109.



Estábamos tan felices allí, palabra que estábamos felices, hicimos un viaje de lo más bonito que se puede hacer... fue un viaje que de no haber sido por la comida hubiera sido un viaje como en el mejor de los cruceros110.



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Y este día, llegó el barco a Funchal.

En el horizonte del diario que escribió el señor Dorronsoro, se advierte una porción de tierra:

La primera escala del viaje la hicimos en Funchal, la pintoresca capital de la isla de Madeira. Fondeamos a primera hora de la mañana y la ciudad, suavemente iluminada por la luz del alba y encaramada por la verde ladera cuya cumbre velaban las brumas matinales, presentaban un aspecto limpio, fresco, verde y delicioso. El puerto, en el que se hallaban fondeados dos trasatlánticos ingleses de los que hacen el servicio del África del Sur y algunos cargueros noruegos y alemanes, se llenó bien pronto de barquichuelos que se acercaron velozmente al «Sinaia» y desde los que una multitud de vendedores ambulantes nos ofrecían toda clase de variadas y pintorescas mercancías. Lo escaso de nuestros fondos sólo nos permitió comprar alguna fruta, una bolsa típica bordada a mano que aún conserva Angelines como recuerdo y, a escote con otros compatriotas, un barrilito del renombrado vino del país111.



El barco se detuvo en Funchal que, por cierto, una de las exclamaciones que hice al ver la isla fue: ¡Yo ya me quedo aquí! Me gustó y, sí, ya me quedaría, como diciendo, ya me estoy alejando demasiado...112



Contra la nostalgia

Circulan unas píldoras contra el mareo, también debieran circular píldoras contra la nostalgia. Para extirparla radicalmente, porque no es este el momento de entregarnos al tiempo perdido sino de hincar nuestra voluntad en el futuro. Ni las condiciones sufridas deben ser ya motivo para continuarlas imaginativamente, sufriendo, ni todo aquello que hubimos de abandonar debe amontonarse -lacrimoso- ante nosotros para entorpecer nuestra marcha. Fatigas y goces pasados deben convertirse en estímulo, o dejemos libre el paso. Estamos recorriendo un paréntesis vacío entre dos vidas. Hay que recorrerlo cantando, con el menor equipaje posible de recuerdos. De la vida anterior sólo debemos conservar lo que verdaderamente sea el germen, levadura, en la segunda vida. No, no es tiempo de brumosas nostalgias sino de duros propósitos. No   —80→   de desfallecimientos sino de ímpetus. Lo perdido en bienes materiales, de otra índole, de seguro lo hemos ganado en experiencia, en madurez, en hombría. En grandeza de alma. Y ésta la debemos reflejar en el tono general -exterior o interior- de nuestra vida.

Que ya no podrá ser frívola, puesto que por ella ha pasado la más honda tragedia de la historia española. (Y si tan honda tragedia no consiguió hacernos más grandes, es que nosotros venimos siendo muy pequeños.) El mundo debe conocer nuestra semilla grandeza: hay que elevar, pues, el todo de nuestra vida a bordo, como la de nuestra vida en tierra firme, puesto que estamos sirviendo de espectáculo. Estamos representando a España. Debemos salir airosos de la prueba. Nuestro papel es difícil: es el papel de España, de una España que ha perdido sin haber salido de ella. No somos un lastre, solución. Por eso no debemos reclinar la cabeza sobre el cojín de los recuerdos sino alzarla gallardamente para salir al encuentro del pueblo fraternal que nos aguarda113.



«Es tremenda la represión franquista»114.
29 mayo 1939



El Sinaia era un barco que a decir de su capitán:

... empezó su carrera en el año 1924, realizando el servicio regular de emigración entre Marsella y Nueva York.

El origen del mote «Sinaia» se debe al madrinazgo de la reina de Rumania, razón por la que ostenta el nombre de su residencia real.

Ha efectuado tres viajes llevando peregrinos a La Meca. Recogió los grupos supervivientes de los destrozados ejércitos de Wrangel y Donikin en el Mar Negro. Fue fletado en expediciones de esperantistas en las temporadas veraniegas. Cuenta entre sus múltiples cargamentos humanos 2 033 armenios que se dirigieron de Francia al país natal en la URSS, un crucero de 8 días por los puertos mediterráneos partidarios del desnudismo. En octubre último, al producirse la tensión europea que desembocó en el Pacto de Munich, condujo tropas coloniales a Marsella115.



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Sinaia.

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Pero ¿cómo veían los pasajeros al barco?

Era un barco pequeño, de unas 12 000 toneladas116.



No era un barco de pasajeros, era un barco mixto, de carga y de pasajeros que lo adaptaron para traernos aquí a México, refugiados. Parece que cabrían normalmente novecientos, eso fue uno de los comentarios que yo recuerdo. Cabrían novecientas personas como pasajeros y los demás eran bodegas para carga. Entonces lo adaptaron, pero una adaptación así, bastante deficiente y rápida...117



Era un barco destartalado en una etapa preagónica, estaban exprimiéndole los últimos jugos118.



Era un barco donde llevaban tropas senegalesas, de un lugar a otro119.



Yo creo que era de esos que trasladaban soldados árabes porque había inscripciones en árabe120.



Decían que era un barco francés, a mí me pareció la salvación, no pensaba que pudiera hundirse, ni que pudiera pasar nada121.



Había barquichuelas pero, mira, es mejor que no haya pasado nada porque de haber pasado algo nos ahogábamos todos, porque no creo yo que fuera un barco de mucha seguridad122.



Un barco cuyo cupo era de unos novecientos pasajeros fue adaptado para transportar a más de mil quinientos. Así que se encontraba lleno todo, por todas partes, siempre, porque, claro, no había lugar donde estar metidos...123



El Sinaia es, en varios aspectos, una ciudad.

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Sin ir más lejos, el complejo problema de la circulación. En los pasillos suelen formarse grupos dialogantes, «turnistas» desplazados, etcétera. La dificultad se acrecienta cuando empieza el vaivén. Para subsanar la deficiencia basta con un sentido elemental de la línea recta, el décimo tercer mandamiento «no estorbar» y de que las tertulias se desarrollen a su hora y en su lugar... ¿probamos?...124



Fue maravilloso. Por primera vez no había un señor que estuviera diciéndonos lo que teníamos que hacer. Pero, al mismo tiempo, una sensación de inquietud terrible.

¿Qué tenemos que hacer?, ¿a dónde tenemos que ir?, ¿qué pasa?... nada, no pasaba nada, no había nadie que lo estuviera vigilando a uno, ni arreando, ni impidiendo, ni dando órdenes. Fantástico, ¿verdad? ¡Libertad!125



«El terror y la muerte imperan en toda España»126.
30 mayo 1939



Lo que pasa en el mundo.

Las noticias se conseguían por la radio, la información esa la estaban escuchando estos oficiales, precisamente, que estaban en el puesto de mando y el cuarto de máquinas; que tenían, pues, tenían acceso a estas cosas y nos enterábamos, por ejemplo, de los movimientos de las tropas de Hitler y de lo que pasaba en España poco más o menos. Y eso concretamente era lo que se ponía también en el periódico Sinaia127.



A través de las noticias conocían la situación mundial. Todos presentían una segunda guerra y se preparaban para ella.

Las arbitrariedades nazis en Danzig

Varsovia. Continúan en Danzig las persecuciones contra los ciudadanos polacos.

Los comerciantes recibirán una circular del Senado prohibiendo la venta de mercancías a los súbditos polacos.

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La prensa de Varsovia califica de provocaciones escandalosas estos incidentes preparados y desarrollados sin recato por los nazis128.



La superioridad naval franco-inglesa

París. El almirante Darlan, comandante en jefe de la escuadra francesa, ha hecho unas interesantes manifestaciones, declarando que las fuerzas navales anglo-francesas son notoriamente superiores a las italiano-germanas de modo especial en lo que respecta al número de cruceros ligeros, que son las unidades más importantes en la guerra moderna129.



Inglaterra aumenta el número de sus pilotos

Londres. En la última semana, se han incorporado a la Royal Air Force 826 reclutas contra 440 en la misma semana del año pasado. El enrolamiento total de pilotos conservadores desde el 1.º de abril, es 7 384 comparado con 2 792 para el periodo correspondiente del año anterior130.



Viaje de prácticas

Indianápolis. Los acorazados «New York», «Texas» y «Arkansas», han salido para su viaje anual de prácticas131.



Roosevelt no será abuelo esta vez

Boston. Mrs. John Roosevelt, esposa del hijo más joven del presidente ha dado a luz a un niño muerto132.



Lon Nove vence por K. O. a Max Baer

Nueva York. Lon Nove ha derrotado a Max Baer, antiguo campeón del mundo, por K. O. técnico en el «Yankee Stadium» ante veinte mil espectadores. El árbitro interrumpió la pelea en el undécimo round. La cara de Baer sangraba abundantemente y apenas podía mantenerse en pie133.



También escribían en el Boletín pequeños artículos con los que se   —84→   intentaba levantar el ánimo de los pasajeros para que llegaran contentos a México.

En México nos aguardan un régimen progresivo, unas instituciones populares que garantizan a los republicanos españoles, desde el mismo momento de su llegada, un trato de ciudadanos libres.

¡Seamos dignos de esta ayuda generosa de México, apoyando la política democrática del presidente Cárdenas!134



Nueva etapa de lucha

Amigos y enemigos nos miran con ansiedad: para los primeros somos bandera y esperanza, para los segundos, testimonio y acusación viva de su infame subasta del solar patrio, de sus crueldades infrahumanas.

Somos bandera de todos los refugiados españoles y heraldos de una razón por la que han muerto millares de héroes sencillos, hombres obscuros, de conciencia insobornable, que supieron dar su vida por una España más nuestra y más justa. Somos esperanza de los que viven semienterrados en los campos de concentración; pero lo somos mucho más de aquellos hermanos que no pudieron huir, al convertirse España en una inmensa cárcel y sobre cuyas cabezas pesa, a todas horas, la sentencia de muerte.

Porque México ha de ser la demostración, en el frente del trabajo, de cuanto supimos mantener con honor en los frentes de combate.

En la tierra hermana que nos abre sus puertas será nuestro trabajo una nueva etapa de lucha entre fascismo y cultura, entre progreso y reacción, entre opresión y libertad.

México es nuestra próxima trinchera: el trabajo nuestra arma del momento.

A. M.135



Mientras tanto, en México se iniciaban los preparativos para recibir al Sinaia:

Doscientos cincuenta refugiados españoles para nuestro estado.

Ciento cincuenta son campesinos y cien obreros.

Se informó hoy oficialmente que el primer grupo de milicianos   —85→   españoles llegará a México en número de 1 800 a bordo del vapor Sinaia, que arribará a Veracruz del 6 al 8 de junio.

Para inspeccionar el desembarque de sus contingentes, saldrán para Veracruz en representación de la Secretaría de la Defensa, el coronel Carlos Valdés, el director de Población, señor Francisco Trejo, el jefe de la Oficina de Migración, general Piña y un delegado de Salubridad.

Se indica que entre los milicianos vienen ochocientos campesinos, cuatrocientos trabajadores, cincuenta intelectuales, ciento cincuenta individuos que se dedican a diversas actividades y seiscientos familiares entre ellos mujeres y niños.

A todos los refugiados les otorga el gobierno, medios de transporte, alimentos y auxilio, y serán por su cuenta los gastos de instalación en las zonas que se les ha destinado. Se indica también que a fines de junio llegará otro contingente de tres mil refugiados que se distribuirá en la forma que estime más conveniente nuestro gobierno en los estados de Chiapas, Chihuahua y Coahuila136.



«La URSS pide aclaraciones sobre la duración del Pacto
y acerca de Artículos Referentes a la Alianza Tripartita»137.

31 mayo 1939



La escasez de agua potable provocó muchos problemas durante la travesía. El boletín mencionaba esto con frecuencia:

¡No desperdiciar el agua potable! Oro líquido138.



Debido al exceso de pasajeros sus reservas podían terminarse, por lo que se racionó el agua:

Había regaderas, desde luego tipo militar, público; las de los hombres, las de las mujeres y demás. Ahí se podía uno echar su regaderazo y demás. Había que tener bastante entusiasmo   —86→   porque era con agua salada y entonces se le quedaba a uno la sal encima. No había agua fresca con que quitársela139.



El barco se mantuvo limpio durante la travesía. El boletín recomendaba:

Arrojar cáscaras de fruta en los puentes es una licencia antisocial, con una caída con posible remojón, como final casi seguro.

Consejo que vale -por razones de higiene, de buen gusto, de humanidad escueta, para las cubiertas140.



... yo creo que en general la gente era limpia, y esto lo observé en el campo de concentración; allí había una especie de dejadez cuando se había perdido la esperanza y esto repercute inmediatamente en la higiene personal, en cambio cuando se va con esperanza se vuelve a la condición normal y habitual de limpieza141.



Después de siete días de viaje, ¿cómo se sentían?:

En realidad teníamos una gran expectación, muy reciente todavía lo de España, es decir, como si te escociera la herida. Al mismo tiempo pensar cómo va a ser de hecho la convivencia en el país que te acoge; cómo te vas a desenvolver, porque todo era una incógnita y, sin embargo, a pesar de eso, teníamos como la convicción de que saldríamos adelante en lo colectivo142.



El viaje era incómodo para una persona como yo a quien las multitudes no le agradan, nunca me han gustado. Y cuando se llegaba la hora de dormir, tener que hacerlo en compañía; y cuando llegaba la hora de comer, tener que comer y beber en un bote de hojalata, y creo que el plato era igual. Era algo que sólo uno había visto, yo al menos no lo había visto más que en los asilos de los pobres donde iban los que no tenían nada que comer, iban con su plato y su bote de lata...143



  —87→  

«LA URSS pide un pacto defensivo eficaz»144.
1.º junio 1939



La tarde anterior hubo una conferencia muy interesante y útil sobre la geografía médica de México; el expositor, don Ramón Rodríguez Mata, dio un amplio panorama del tema:

Se refirió extensamente a la distribución del paludismo en la República, mencionando las principales reglas profilácticas individuales: uso de telas metálicas en las habitaciones, mosquiteros y velos y quinización preventiva.

Explicó la importancia del tifus exantemático en las zonas centrales, enfermedad que los indios llaman «matlazahuatl» y la eficacia preventiva de las medidas de despiojamiento: limpieza del cuerpo y desinfectación de los vestidos.

La segunda parte de la disertación la dedicó a la alimentación en México, destacando la importancia relativa en el consumo, por orden decreciente, del maíz, el arroz y el trigo. Habló de los alimentos característicos del país: los frijoles negros y los chiles, con sus usos y preparaciones. Y se detuvo especialmente en el capítulo de las frutas indígenas: aguacate, mangos, zapote blanco, chicozapote, mamey, guayaba, coco, etcétera.

Enumeró diferentes golosinas mexicanas para terminar el capítulo de dietética con la explicación de las principales bebidas alcohólicas mexicanas: pulque, mezcal y tequila y aunque afirmó que era muy buena y fácil de encontrar la cerveza en México, terminó recomendando el... agua cristalina y pura.

Finalmente, hizo un resumen comparado de la climatología mexicana con la española, afirmando que podía establecerse cierto paralelo entre el clima de las zonas centrales y la capital del Distrito Federal con el de Málaga, tratando los efectos y adaptación a las alturas de la Altiplanicie -desaconsejándola a los cardiacos y hemorrágicos-, y terminó con unas palabras de optimismo y confianza en los medios preventivos de las enfermedades, que nos permitirán conservar la vida para emplearla al servicio de nuestros ideales145.



En el boletín del Sinaia casi todos los días aparecían exhortaciones para lograr una travesía mejor:

  —88→  

Formábanse enormes colas, enormes colas para comer.

Se organizaron turnos para evitarlo. Y ahora... ¡se hace cola para el turno! Acabaremos «pegados» con tanta cola146.



Arrojar al mar los cascos de las botellas de cerveza es, por lo menos, una imprevisión. Máxime teniendo en cuenta que con frecuencia se carece de estos recipientes para retirar jarabe y otros específicos de la enfermería.

¿Saben ustedes el camino?147



No cayeron en saco roto

Esta mañana, a las 5, cuando un marinero disponíase a regar la cubierta de popa, quiso arrojar antes al agua cuatro o cinco cascos de botellas de cerveza, pero un expedicionario -andaluz y de edad madura por más señas- lo impidió... recuperándolos para la enfermería.

El episodio es sencillo; pero en su pequeñez aparente posee un valor de ejemplo, de estímulo. Demuestra que nuestras recomendaciones no fueron palabras al viento148.



«Submarino Inglés perdido. El Thetis, en viaje de prueba,
se sumergió en las cercanías de Binkenhead y no ha aparecido»149.

2 junio 1939



Susana Gamboa recibió una carta de Augusto Vidal, pasajero del barco, en la que le exponía sus preocupaciones. Por medio del boletín ella le contesta:

Comprendo la angustia que llena su carta. Pero V. sabrá soportar estos duros momentos, este duro trance que supone tener que marchar muy lejos de su patria dejando en ella sus seres más queridos. Tres años de lucha heroica contra los enemigos del pueblo español, han templado con firmeza nuestro ánimo. Como usted, muchos españoles que hoy marchan en el Sinaia han quedado separados de su familia, pero esta separación no será muy duradera.

  —89→  

Mi país que los coge en su seno, facilitándoles medios de reconstruir su vida, les ofrece también la posibilidad de unirse a sus familiares en México. El hecho de que nuestro gobierno no haya reconocido a Franco nos impide hacer -directamente- gestión alguna en ese sentido.

Pero una vez que la salida de sus familiares sea resuelta desde Francia, con la cooperación de otros países, a través de una organización especial creada al efecto, sus familiares podrán marchar a México e instalarse allí, con el apoyo decidido de nuestro gobierno.

Para la dirección inmediata de sus cartas, mi consejo personal es que dé V. la de la representación del SERE en México.

Cordialmente lo saluda

Susana Gamboa150



Un polizón

La noticia se comentó cariñosamente durante todo el día por los contertulios de «calles» y «plazas». ¡Un recién nacido! ¡Un polizón a bordo! ¿Es niño?, ¿es niña? Pues sí, señores, el nuevo pasajero con título de polizón es, desde ayer, Susana Sinaia Caparrós Cruz. La pequeñita nos tuvo movilizados las 24 horas del día. Desfilaron los comités, la Sra. Gamboa, el fotógrafo Chin y... a ver si lo celebramos151.



Fecundidad

Según un enterado hay todavía 17 señoras a bordo para dar a luz «de un momento a otro». La estadística de las dispuestas a multiplicarse nos pone los pelos de punta a todos los admiradores de la Agrupación Musical del maestro Oropesa. Quién podrá escucharlo cuando los nuevos pasajeros acudan a los conciertos152.



La atención médica era suficiente para la cantidad de pasajeros:

Sí, había médicos, tanto del barco como algunos pasajeros que son médicos y se atendía a la gente cuando lo necesitaba153.



Mi padre se había ofrecido ya desde antes, desde antes se puso   —90→   a trabajar para ir a los campos de concentración a ver a las personas que estaban incluidas en la lista de los que iban a subir al barco; uno de los problemas más grandes para él, fue que muchos venían de campos de concentración y estaban llenos de sarna, tan contagiosa como es, bueno, entonces había una enfermería, la que ocuparon de momento las personas enfermas y las personas que tenían cosas contagiosas, muchos sarnosos que estaban bien de salud, pero que los tuvieron que meter aparte...154



Por el trabajo que estaba haciendo papá en el barco, tampoco comimos con todo el grupo de refugiados, sino que comíamos con la tripulación, no fue ningún sacrificio...

Si tenía que haber alguna diferencia, era lógico que fuera para las personas que tenían un trabajo o que ocupaban algún cargo...155



Había enfermería que era suficiente para las novecientas personas que comúnmente podían viajar en el barco, y además en condiciones normales, que seguramente las gentes que embarcaban no eran enfermos que venían de campos de concentración y de una guerra156.



Medicinas había, porque, claro, el barco zarpó con poco tiempo y las condiciones para la gente no eran como en un barco de lujo, pero tampoco como si hubiera sido una emergencia en tiempo de guerra; no, medicinas no faltaron157.



... enfrente de mí iba un matrimonio que su hijo estaba malísimo y no había medicinas en el barco y antes de embarcar yo, mis amigos y el alcalde de Monden me habían provisto de algunos medicamentos para la niña, en caso de infección yo ya había comprado también para prevenir. Entonces a ese niño le habían prescrito una medicina que no la tenían en la clínica del barco y el matrimonio estaba consternadísimo; entonces entré yo a ver al niño. «-¿Qué le pasa? -Nada, que necesita este medicamento. -¿Le sirve éste? -Sí». Y se curó...158



... aquello funcionó bastante bien, no hubo problema. De muerte, digo por enfermedad, ninguno, al menos que supiera   —91→   yo, ¿no?, pero si hubiera habido alguna se hubiera sabido ¿no?; tampoco hubo ninguna epidemia. Nos vacunaron aparte de que nos habían vacunado en el campo, cinco de antitífica de un jalón, que se murieron muchos. Nos volvieron a vacunar contra la antitífica al subir al barco, yo creo que estamos inmunizados para trescientos años159.



«El Thetis perdido para siempre. El almirantazgo británico
abandonó la esperanza de salvar a sus ochenta y ocho tripulantes»160.

3 junio 1939



Cumpleaños

El día de hoy tiene un matiz simpático, una nota característica: el cumpleaños de don Antonio Zozaya, que es entre nosotros algo más que un sencillo pasajero...161



Al cumplir sus 80 años. Unas manifestaciones de don Antonio Zozaya

Don Antonio Zozaya cumple hoy, a bordo del Sinaia, 80 años repletos de trabajo generoso, savia democrática, de jugosidad mental. Con ánimo templado arrastra las durezas del exilio, no ha vacilado en acometer una nueva vida. Departiendo con él, todavía le brillan los ojos, chasquea los dedos, sobre todo cuando desea reforzar un juicio o apostillar una reflexión. Madrileño de cuna y de carácter, su obra atestigua cantidad, contenido -un esfuerzo incansable, disciplinado-. Treinta obras originales, cien traducciones o anotaciones de filosofía, más de seis mil artículos, siempre de significación progresiva, republicana. Es un publicista independiente, que nunca se adscribió a ningún partido, que rehusó por principio los cargos públicos, excepto un empleo honorífico, en el Patronato de la Biblioteca Nacional...

«Me siento dichoso en la expedición. Voy a México con el ánimo que presta la protección oficial que se me otorga y el ejemplo de una juventud que vale mucho más que la de mi tiempo.

  —92→  

Debemos unirnos todos al margen de partidismos, con un fin común realizable en la emigración, que nos atraiga la simpatía del mundo y permita que se acelere en nuestra amada patria el proceso de la emancipación de los extranjeros y opresores tradicionales»162.



¿Cómo mantener la unidad de los españoles?

Solamente si los republicanos españoles permanecemos unidos en el anhelo común de reconquistar la patria invadida, podremos en un día no lejano, vivir de nuevo en una España libre, independiente, dueña de sus destinos. Unidad que hizo posible nuestra resistencia al fascismo cerca de tres años y que debe continuar, incrementándose hoy, por encima de todos los matices ideológicos, con una sola directriz: España.

A los lectores de Sinaia, cualquiera que sea su profesión, su filiación política o sindical planteamos unas preguntas inspiradas en este concepto. Sus respuestas deben servir -contribuirán indudablemente- para fortalecer, en el barco primero, en México después, el sagrado sentimiento de unidad que ha de alentar a todos los españoles.

1.º ¿Cómo reforzar la unidad de los españoles en la emigración, especialmente a bordo? 2.º ¿Cómo mantenerla en México? 3.º ¿Cómo ayudar a defender la política popular del amigo de la causa de nuestro pueblo, Presidente Cárdenas? y 4.º ¿Cómo reafirmar en la emigración nuestro carácter de españoles, contribuyendo desde fuera a la reconquista de nuestra patria?163



Contestando a nuestra encuesta primera.

1.º El exilio ofrece, políticamente, varios riesgos capitales: dispersión, falta de unidad, de tareas concretas, de finalidades comunes.

La convivencia en el Sinaia brinda posibilidades de transformar estos peligros en factores positivos. En la manera justa y medida y discretísima, de evocar el pasado inmediato, la guerra, que sólo debe interesarnos como motivo de compenetración y de trabajo.

(Resulta criminal, so pretexto crítico, abrir grietas entre los antifascistas españoles.)

Proseguir, incorporando a los pocos que todavía se mantienen al margen, el programa cultural que esbozó la señora Gamboa   —93→   y que está realizándose con acierto. El viaje es, además, una cura psicológica que debe borrar los recuerdos hirientes, la irritabilidad heredada de la contienda, el régimen de concentración, de la obsesión del porvenir incierto, en otros casos la aguda nostalgia familiar. Únicamente ayudando con tacto a los que se encuentran en tales condiciones, habremos forjado las premisas morales de la conducta próxima en México.

2.º En México es decisivo que no perdamos contacto. En el seno de la sociedad que nos acoge, creemos elemental que se establezca el nexo ideológico en torno al Frente Popular, cuya misión adquiere mayor trascendencia que nunca. Comunidad política, tensa solidaridad, obligación histórica de conservar y profundizar nuestras peculiaridades.

3.º Diferenciándose siempre el «gachupín», del indiano en ciernes, del que sólo sueña con su plata intransferible. Adaptándonos enérgicamente a las costumbres mexicanas, identificándonos con las realizaciones y las ansias de progreso de aquel pueblo laborioso. Ligados a los problemas vivos de la liberación de España.

La manera adecuada de reafirmar en la emigración nuestro carácter nacional republicano consiste, aparte de nuestro agrupamiento, en participar activamente en la batalla mundial entablada contra el fascismo, y no con declaraciones platónicas, en el terreno mismo donde nos hallemos. Facilitar medios -orientación, recursos-, para que los españoles que padecen el yugo de Franco y de los invasores, puedan articular prácticamente su rebeldía164.



Es interesante hacer notar cómo los refugiados españoles que vienen en el Sinaia quieren aclarar su diferencia con los «gachupines»: aquellos españoles residentes en México cuyo viaje había tenido una finalidad diferente; «hacer la América», ganar dinero, así su contacto con el pueblo mexicano era sólo el estrictamente necesario.

Los pasajeros del Sinaia venían por cuestiones políticas y se pretendía que al llegar a México su actitud fuese diferente y hubiera un acercamiento con los mexicanos.

La mayor parte de estos antiguos residentes habían apoyado a Franco durante la guerra.

Protestan por los ataques a los refugiados

Un grupo de españoles se acercó a nuestra redacción, suplicándonos que hiciéramos del conocimiento del público que la   —94→   mayoría de los trabajadores de esta nacionalidad que viven en México desde hace varios años, no está de acuerdo en modo alguno con la campaña periodística que en contra de los refugiados paisanos suyos se viene haciendo por cuenta de algunos capitalistas iberos y por conducto de individuos agitadores opositores del gobierno del general Cárdenas.

Afirman nuestros entrevistados que ellos fueron simpatizadores de Franco durante la guerra y así lo han externado reiteradas veces, pero que ahora la cosa ha cambiado mucho y si bien no se han convertido a las ideas avanzadas, que en cambio se sienten españoles y están en desacuerdo con el que se trate como criminales a los humildes obreros, campesinos y profesionistas españoles que vienen en busca de paz y tranquilidad al solar mexicano.

Tampoco están de acuerdo nuestros visitantes, en que se señale a toda la colonia española como fomentadora de la campaña contra los refugiados, porque esta clase de empresas siempre ha estado a cargo de los ricos o fanáticos del franquismo, como es fácil comprobarlo, y que, por el contrario, ellos se disponen a cooperar en la medida de sus esfuerzos a aliviar la situación de sus coterráneos cuando arriben al país. Nos suplican no dar sus nombres para evitar represalias de sus patrones165.



«Sigue la cruel purga en España.
Por sistema se condena a la pena capital»166.

4 junio 1939



La primera expedición masiva de republicanos españoles a México apenas incluía connotados dirigentes políticos y sindicales. Predominaban las mujeres y hombres marcados por sus profesiones y oficios; más soldados llanos, combatientes, que mandos militares y del comisariado. Proporcionalmente, un fuerte porcentaje de funcionarios, catedráticos y maestros, de escritores y artistas, de periodistas167.



Había gente de todos los rincones españoles, de todos los confines españoles; esto era muy curioso y además de todas las   —95→   clases sociales y de todas las tendencias políticas e ideológicas168.



Había catalanes, había vascos, gallegos, madrileños, valencianos. De todos, de todos lados169.



Yo diría que en relación con la población de las distintas regiones de España había una proporción elevadísima de catalanes170.



Había mucho catalán, lógicamente había catalán y aragonés, lógicamente pues estábamos cerca de la frontera en aquellos tiempos, ¿no? Era muy difícil que pudieran ir, por ejemplo, de Madrid hasta la frontera de Francia171.



Venía de todo, podría decir que eran obreros calificados, burócratas y clase media, funcionarios de estado; también había intelectuales172.



La mayoría de los pasajeros del Sinaia eran trabajadores. Éramos una mayoría bastante pequeña de intelectuales173.



La mayoría eran profesionistas, porque venían muchos doctores, venían ingenieros, venían pintores también, artistas, músicos. Entonces era más la gente, digamos intelectual que gente obrera174.



Nuestro barco, como te digo, fue un barco de gente muy, muy escogida. La gente en general que venía en nuestro barco era gente de un nivel cultural muy elevado. Quizá la gente menos preparada éramos Grau, Torá, yo y unos pocos, pero la gente en general que venía en nuestro barco, era gente de un nivel cultural muy elevado175.



... sí, sí, gente acomodada porque cuando bajamos del barco, había gente que bajaba con sombrero, las señoras sobre todo y hombres también. El hecho de llevar sombrero sí significaba algo, por lo menos en España. Aunque en Cataluña   —96→   vivíamos bien, pero sombrero, yo llevé sólo cuando me casé, porque era una cosa elegante176.



... Pues entre los pasajeros para qué nos vamos a engañar, la ideología que predominaba, yo creo, no puedo asegurarlo, apreciación mía que eran comunistas o comunistoides, porque ya sabes que... eso de ser comunista como ser socialista o el de tenerse que decidir para ver cómo les va mejor se arriman a un lado, se arriman a otro, de manera que yo creo que la mayoría de los comunistas que venían ahí, no eran comunistas, comunistas convencidos, ni sabían lo que era el comunismo; se habían hecho comunistas porque era según ellos, lo más extremista...177



Posiblemente un ligero predominio comunista pero ligero, diluido. Había también unos fuertes núcleos de pensamiento y sentir liberal y republicano entre determinado grupo de intelectuales y muchos de los excombatientes, etc. y socialistas178.



No había roces por cuestiones políticas, veníamos todos con la impresión o convencimiento de que constituíamos un grupo especial que tendríamos que afrontar situaciones ignoradas y para las cuales nos hacíamos falta unos a otros, por eso no hubo nunca roces políticos...179



Lo anterior resulta interesante: en el Sinaia los españoles se unieron, dejaron a un lado sus diferencias políticas y regionales y hubo verdadera identificación entre todos ellos. Siendo la desunión uno de los problemas más graves de España y de los españoles, el hecho sucedido en el Sinaia es de llamar la atención.

Junto conmigo llegó gente que no estaba muy comprometida, que no tenía puestos muy elevados ni políticamente ni militarmente...180



«Daladier y Hitler hablan de la Paz»181.
5 junio 1939



  —97→  

Infancia

¿Cuántos niños irán en el pasaje? ¿Un millón?, ¿dos? El uno grita, el otro llora, aquel pide pipí... ¡Baja Herodes!182



... niños sí, muchos, la explosión demográfica no debía ser tan fuerte como ahora, pero sí es verdad aquello de que en épocas de guerra es cuando nacen más niños, como si la naturaleza quisiera equilibrar, ahora que yo creo que se le pasó la mano... lo que sí recuerdo es que nada más gritaban, yo de ellos sólo recuerdo los gritos y lloros y gritos de las mamás; es decir que si me dicen niño, asocio griterío183.



Al capítulo de dificultades o aspectos desagradables de la travesía hay que unir, finalmente, la presencia a bordo de no menos de 500 niños (¿sabe alguien que no haya viajado entonces en el Sinaia lo que es medio millar de «angelitos» confinados en un barco?), y la de uno de esos niños, mi hijo, que fue (y cuidado que la cosa es difícil) el campeón de travesuras de todos ellos con desesperación y sobresalto continuos de Angelines y de todos los amigos y conocidos. El buen «Pirracas» era feliz; consideraba al barco como terreno conquistado y lo mismo se asomaba por la borda, debajo de las lanchas de salvamento donde no había barandilla ni protección alguna, que cruzaba, haciendo sonambulismo, por una estrecha viga sobre las profundas bodegas abiertas, dejando en suspenso, mientras tanto, la respiración de los espectadores, que bajaba de cabeza las empinadas escaleras marineras184.



... venía también, ahora recuerdo, el ingeniero Dorronsoro con su familia. Por cierto, el hijo que, claro, ahora ya es un hombre, era un muchacho muy travieso que se perdía continuamente en el barco, la madre estaba siempre preocupada por el chico y todos los demás procurando buscarlo y lo encontrábamos en los sitios más inverosímiles185.



... venían profesores encantadores para liberarnos a las madres un poco de la carga de los niños; organizaron unas escuelas donde los tenían entretenidos...186



  —98→  

Organización de juegos y entretenimientos para los niños

Todos los niños de a bordo, deberán encontrarse hoy, a las dos de la tarde, en el puente A, para la organización de juegos, entretenimientos, etcétera187.



Y los niños trabajaron. Estupendo el gesto de los compañeros que lo dirigen. Está visto que ni los pequeños pudieron escapar a nuestro afán de ganar naturalmente lo que perdimos. Se hicieron las clases y a juzgar por el interés de pequeños y mayores, con el agrado de todos, aunque para otra vez quizás fuera mejor contar con menos espectadores. ¡Lo agradecerían tanto los peques!188



Fue don Pedro Moles -que había sido director del Instituto Escuela de Madrid- quien con gran paciencia organizó las clases para los pequeños pasajeros del Sinaia.

Sin un lugar adecuado ni material escolar, fue capaz no sólo de entretener a los niños sino también de impartirles conocimientos.

Hubo preocupación también por hacer agradable el viaje para los pequeños:

El reparto de caramelos

... y la vida se endulzó a los «peques». Algunos ni recordaban ya el gusto de los caramelos con los que tantas veces soñaron y los degustaron a placer. De los mayores... ni hablar; se nos hizo agua la boca y hasta jugamos un poco a comernos alguno189.



Sí, recuerdo juegos, juegos, sí. En esa sección del barco que hay como una plataforma, debajo había algo, yo sé que ahí íbamos mucho a jugar, en fin, me imagino que jugábamos mucho a las escondidas. Ahora, ya no recuerdo si éramos muchos niños o no. Pero es curioso que no recuerde nada de mis hermanos, recuerdo mucho a Plazuelo en el barco, sobre todo cuando estábamos pescando. Yo sí recuerdo que había mucha gente pescando190.



Durante la travesía me acuerdo de ese tipo de juegos, ya que   —99→   los hacían más o menos organizados. Eso lo recuerdo porque eran grupos así, más o menos compactos, no recordaba si eran muchos o pocos pero siempre me ha dado la sensación de estar dirigidos por alguien, o bajo la tutela de alguien191.



Y el mismo niño agrega:

Yo noto, siento la tensión, la sensación del barco, no puedo precisar, yo creo que una persona de 20 años puede decir pues yo pasé tantos días... uno no lo recuerda, muchas veces cree uno que habla de otro niño. Pero sí noto el ambiente de alegría de llegar, pero al mismo tiempo había algo incómodo. La gente mayor se puede comunicar más fácilmente, y en el niño lo único es el temor o la alegría, se pasa rápidamente de una cosa a otra y en el barco había esa dualidad; recuerdo esa sensación un poco angustiante, de qué va a pasar, pero al mismo tiempo de decir ¡caray, ya vamos a América! la verdad es que tampoco sabía yo si veníamos a América o no192.



Rumbo a Veracruz salieron los representantes de la Secretaría de Defensa, del Departamento de Salubridad y de delegados de la Dirección de Población y de Migración para recibir y atender a los mil ochocientos refugiados españoles que llegarán en el vapor Sinaia entre el 6 y 8 del actual. Se dice que traen suficientes medios económicos para proporcionarse elementos de vida durante dos años193.



«Choque entre tropas japonesas y de la URSS»194.
6 junio 1939



Llegaron a Puerto Rico. El recibimiento fue maravilloso. Cuando el barco se acercaba recibieron varios telegramas:

Frente Popular Español Puerto Rico, Asociaciones Democráticas, saludamos heroicos defensores libertad, llegada tierras América195.



  —100→  

La Federación Libre de Trabajadores de Puerto Rico, os saluda por vuestra conducta y os estimula para que continuéis la lucha por la implantación en el mundo de la democracia social, económica y política196.



Aumenta la represión franquista

París. El fascismo intensifica su represión en España. Los datos que facilitan los lacayos de los invasores reducen a capricho las vastas proporciones de esta ola de temor que se produce coincidiendo con la incapacidad para resolver los problemas económicos y con la reciente impopularidad de Franco. Los tribunales militares «laboran» día y noche. Los portavoces del generalísimo calculaban que les queda «ocupación» para un año. En el campo de concentración de Alicante se encuentran 20 000 soldados republicanos.

Dos mil oficiales están encarcelados. Las detenciones se multiplican en toda la Península, especialmente en Madrid, Barcelona, Murcia y Alicante.

Las autoridades franquistas han realizado su excitación al público para que denuncie a los «criminales» y «sospechosos»197.



Llegan a Veracruz 327 republicanos españoles

Veracruz. Ha llegado, en el Flandre, una expedición de 327 republicanos españoles.

Entre ellos se encuentran el poeta Juan José Domenchina, el ex ministro señor Giral y Cristino Lorenzo, que fue jefe de la propaganda radiada en la España republicana198.



Tuvimos una acogida extraordinaria, de un cariño de los puertorriqueños y de los españoles que allí vivían, todo de clara decantación democrática. Emocionante.

Lo de Puerto Rico es una cosa que se nos metió en el corazón para siempre199.



Entonces, lo que recuerdo de Puerto Rico fue los sindicatos, o no sé qué, algo, alguna organización, supongo que obrera o política o todo eso, mandó una orquesta y estuvieron tocando todo el tiempo ahí con un sol hermoso, para eso era el mes   —101→   de junio, y entonces sí vinieron delegaciones de gentes con canastas y subíamos fruta. Nos regalaron piñas, fue creo que la primera vez que probé la piña, definitivamente la primera vez que probé el mango, y una serie de frutas raras200.



Tocamos el puerto San Juan de Puerto Rico, que allí hubo una manifestación muy grande, que todos íbamos a pescar, en el sentido de que nos daban fruta y agarrábamos cosas como cestos, los entregábamos y estábamos pescando. No nos dejaron bajar, pero en cambio, la población, mucha, mucha y mucha trayéndonos fruta para comer, y como andábamos muy hambrientos, allí todo el mundo comiendo plátanos y mangos201.



Sí, nos echaban fruta que la gente recogía, y comíamos. Ahí conocí las toronjas, no las conocía, las guardábamos para después de comer y cuando las comimos tuvimos una decepción porque pensábamos que era una cosa dulce202.



... desde antes de entrar al puerto miles y miles, pero cientos de lanchas con la bandera republicana y la bandera de Puerto Rico rodeaban el barco, casi no dejaban andar, salieron a recibirnos, entró el barco, se quedó en el muelle. Por cierto, para mí fue un día amargo porque desde la mañana temprano mandé a mi hijo muy peripuesto, muy arregladito, pensando que nos dejarían bajar, porque habían preparado gran cantidad de camiones para enseñarnos la isla y habían preparado un gran banquete y grandes actos de masas; no nos dejaron bajar al puerto; entonces a mi hijo lo mandé con su padre para ver si íbamos a desembarcar.

Cuando subí le pregunté por él, mi marido no lo había visto y en todo el barco no lo había visto nadie en todo el día, entonces pensé: este niño se ha caído al mar y con tantas lanchas nadie lo ha visto, ¡he perdido un hijo en Puerto Rico! Una cosa pavorosa, ya me dolían las piernas de subir y bajar y preguntar y resulta que como habían atracado el barco pegadito al muelle, mi hijo se sentó delante de una barca salvavidas y le estaban dando plátanos y leche y dulces, y pan y toda clase de comida de los puertorriqueños y todo el día comió, cuando ya salíamos de Puerto Rico a las nueve de la noche, se presentó con una barra de pan, una bandera republicana,   —102→   un par de zapatos de diferente color para mí y ropa para su hermana que le habían regalado203.



Mientras, otro niño:

De Puerto Rico recuerdo, como de esas películas de las islas del sur, que venía tanta gente a traernos fruta, comida. Me acuerdo que la gente tiraba monedas a los niños para buscarlas y me acuerdo que nosotros decíamos que también nos echábamos por el dinero, sin saber que ese dinero ya no valía. Pero sí recuerdo con mucha alegría esa llegada, además nos hinchamos de piña y sandía; era mediados de año, o sea que sí estaba en plena época de sandía y todo eso. Eso sí me acuerdo de la fruta, pero yo no recuerdo si nos dieron carne o... pero la fruta sí, me acuerdo muchísimo204.



Un pasajero recuerda:

A medida que nos acercábamos a México esa sensación de depresión que existía en los primeros momentos se fue convirtiendo en una sensación de liberación en la travesía205.



El periódico recomendaba:

Nos visitarán comisiones del Frente Popular

Seguramente en Puerto Rico nos visitarán comisiones de republicanos españoles y simpatizantes con nuestra causa.

Es preciso que los recibamos como se merecen, cada uno con sus mejores trajes, en homenaje a esta amistad con que se nos recibe206.



¡Curiosa recomendación! ¿Cuántos trajes elegantes podrían llevar estos pasajeros?

... cuando llegamos a Puerto Rico bajó una comisión, bajamos los del SERE: Pedro Martín Puente, don Antonio Zozaya, Gamboa y no sé si bajó alguno más, para dar las gracias   —103→   a los sindicatos y a los partidos políticos que habían organizado el recibimiento207.



Este grupo visitó las casas de los Partidos Socialista y Comunista, y el local de la Federación Libre de Trabajadores, en donde fueron muy bien recibidos, igual que por el pueblo puertorriqueño que mostró su solidaridad con los republicanos españoles, atestando las calles y manifestándoles su adhesión.

«Hoy se estudiará en Londres el Pacto Tripartita»208.
7 junio 1939



La tripulación... creo que era de nacionalidad francesa; yo no tuve ningún trato con la tripulación, no tuve ningún problema...209



La relación era escasa, muy escasa pero cortés y amable...210

Con la tripulación no teníamos plática, el único de la familia que tenía plática con la tripulación era Rodolfo; como ya hablaba francés se hizo amigo de un negro, el que tocaba la campana cuando era la hora de la comida ¿no?, y le llevaba alguna manzana, alguna fruta...211



Susana Gamboa era una mujer de muy buena planta, ésa es la verdad. También se caracterizaba, por lo menos a mí me lo parece, el recuerdo personal que tengo de ella, como una persona fundamentalmente buena, inteligente y hábil de trato, es decir a su inteligencia en el trato unía un cierto charme femenino que sabía emplear con una eficacia extraordinaria. Su presencia en el barco fue decisiva, eso lo afirmo y creo que cualquiera que haya estado allí en los entresijos de la actividad del Sinaia, como la publicación del diario de a bordo, la organización de conferencias, la programación de los conciertos de la Banda Madrid, toda esta actividad giraba en torno a ella, trabajó mucho y con muy buen sentido. En realidad el Sinaia le debe un homenaje a Susana Gamboa212.



  —104→  

Sobre si existió algún roce entre la oficialidad y los pasajeros:

... debió haber alguno, pero no recuerdo; tengo en la memoria algo que se oía: «Mira, ya sabes lo que pasó», pero no sé absolutamente nada213.



Entonces era muy importante que la gente tuviera calma, que aguantara toda clase de provocaciones, que las hubo de algún marinero... antes de llegar a Veracruz, dijeron que un marinero sacó un cuchillo, que amenazó a un pasajero, pero como ya estábamos sobre aviso, lo calmaron y no pasó nada214.



La oficialidad era toda francesa y bastante, no negro negro, pero sí tostado y algún marroquí y sólo la oficialidad era francesa. Teníamos, podríamos decir, el respeto, la admiración de muchos de los servidores negros y marroquíes, porque ellos nunca se metieron con nosotros. Intentó meterse con nosotros la oficialidad, pero hicimos una especie de comité y había siempre en el cuarto de máquinas y en la cabina de mando, un oficial nuestro, porque nos habían amenazado con que nos iban a llevar a la Martinica... Veníamos con la Banda Madrid y había casi todos los días conciertos y había gente que tenía humor para bailar, la oficialidad se metía con las señoras y muchachas y pues algunas bofetadas se repartieron entre los refugiados y la oficialidad215.



Yo me imagino que debía haber gente triste, sobre todo gente que no debía ir con la familia y demás, pero... fíjate que casi siempre uno ve las cosas desde su punto de vista, desde el nuestro no íbamos ni demasiado tristes ni a disgusto, al contrario, esperanzados. Yo estaba contenta y con cierta inquietud incluso, de ver cómo serían las cosas...216



Yo, honradamente, estuve bien, quizá por la juventud, quizá por lo mal que lo había pasado en Francia que para mí fue lo más horrible, solamente por el hecho de andar libre por el barco ya era una cosa pues el sursum corda del estar contento217.



  —105→  

«Un acuerdo general entre
Francia, Gran Bretaña y la URSS»218.

8 junio 1939



El ilustre pasajero don Antonio Zozaya dio una conferencia que interesó mucho a los pasajeros:

México y España

Comenzó elogiando las civilizaciones azteca y maya, superior a las orientales -asiria, egipcia, caldea y fenicia-, explicó la existencia de los sacrificios humanos, que se producen en todas las épocas. Destacó que todos los pueblos invasores y colonizadores han exterminado a los aborígenes y han rehuido confundirse con ellos. España, en cambio, mezcló su sangre con la de los indígenas sacando una raza fuerte y varonil. Con este motivo subrayó la primacía de las razas mezcladas sobre las puras a través de elocuentes razones biológicas y la inferioridad de la supuesta raza aria.

España -continuó el ilustre escritor- infundió en el indio la conciencia de su dignidad y si fue tiránico el dominio de los virreyes, era como consecuencia del despotismo que padecía España bajo la Inquisición, al igual que el cierre de las aduanas con América respondiera a un falso criterio económico. En el mismo orden histórico de cosas, la Ordenanza de 1629, que despojó a los indios de los ejidos y bienes comunales, fue tan funesta en la metrópoli como en México citando en apoyo de su tesis una copiosa bibliografía.

Después de extenderse en nuevas consideraciones, que refuerzan la tesis que viene desarrollando, pasó a lo que él considera será el futuro de las relaciones entre España y los pueblos hermanos de América.

Afirmó que la futura España republicana adoptará tres resoluciones que hace tiempo propuso públicamente:

1.º Los mexicanos gozarán de todos los derechos inherentes a la ciudadanía española, al pisar el territorio de la Península.

2.º México tendrá la potestad de designar un representante en el Parlamento Español, y

3.º Los productos mexicanos no pagarán al entrar en España, impuesto ni gravamen alguno.

  —106→  

Dedicó una parte de las más interesantes de su conferencia a subrayar un vibrante canto a México, la nación hermana que nos abre las puertas en momentos culminantes de la vida de nuestra nación y de la lucha por sus libertades y exhorta a los españoles que se encaminan a la noble nación que dirige el presidente Cárdenas, para que siempre tengan en mente el apoyo que debemos a los trabajadores mexicanos.

Terminó recomendando que la norma de conducta firme, el trabajo austero y el cumplimiento del deber de antifascistas es primordial219.



Los organizadores de la expedición se preocuparon por reunir a los pasajeros en función de su profesión, con el fin de ver cómo iban a ser colocados a su llegada a México. Sobre estas reuniones, el boletín anunciaba:

A todos los agricultores:

Constituido el grupo de elementos profesionales de la agricultura, con el objeto de establecer el debido contacto entre todos los agricultores que figuran en la expedición y en vista de la futura labor a desarrollar en México, se acordó convocar a unas reuniones preliminares, según la siguiente distribución:

Diciembre 1.º, jueves, a las 2.30, grupo A: castellanos y manchegos, grupo B: norteños (gallegos, asturianos, montañeses y vascos). A las 3.15, grupo C: andaluces y extremeños; grupo D: catalanes.

Diciembre 2, viernes, a las 3.15, grupo E: levantinos y aragoneses.

Las reuniones tendrán lugar en el comedor de tercera clase. Por ser de interés primordial para todos los agricultores, se ruega que acudan puntualmente a dichas reuniones, según la clasificación que antecede220.



Ayer se reunieron los profesionales de la enseñanza:

Con el fin de prestar una colaboración más eficaz a la obra de educación del pueblo mexicano y para estudiar diferentes problemas, se reunieron los profesionales de la enseñanza acordando agruparse en sus diferentes grados. Quedó constituida una comisión general integrada por cinco miembros221.



  —107→  

Pero ¿cuáles eran los planes de estos pasajeros?:

Pues en realidad no tenía ningún plan. Yo no pensaba nunca que pudiera ejercer la carrera aquí, pensaba que tendría que cambiar de actividad. Yo conocía mecánica, carpintería y ebanistería y pensaba que a lo mejor pues tendría que ingresar a oficios manuales y abandonar los intelectuales222.



Nos decían que estaban repartiendo las tierras y yo tenía un poco de miedo porque yo toda mi vida he sido republicano. Entonces yo agarré un poco de miedo porque yo era comerciante y un comerciante entre el medio, digamos comunista, salimos sobrando porque dicen que somos los que encarecemos una cosa y la otra, que en parte es cierto, pero era la única cosa que sabía hacer yo. Me propusieron los amigos que eran intelectuales, que querían poner un colegio y que yo me ocupara de barrer. Y dije, bueno, si tengo que barrer allá; con ellos o tengo que vender carbón, mejor barro solo y así no me da vergüenza223.



... el hecho de haber siempre vivido y trabajado como empleado público es un lastre tremendo porque impedía que yo buscara trabajo; recuerdo ahora perfectamente que siempre esperaba que me vinieran a buscar para un trabajo. Fuera de ser profesor no tenía nada que hacer como emigrado, yo estaba formado completamente para una profesión y aquello tenía que hacer224.



Había por ejemplo un Vázquez Humasqué que fue el director de la Reforma Agraria. Venía el hijo de Niceto Alcalá Zamora, esta gente no tenía ningún tipo de prevención, éstos venían con la cosa de que estarían situados. Había mucha gente, no sé, el 90%, muchos como yo, que nos era igual una cosa que otra; yo pensé si en México se duerme y si en México se sientan yo podré hacer camas y podré hacer sillas225.



Yo tenía la ilusión de hacer una carrera universitaria, me gustaban mucho las matemáticas pero sentía que México era un lugar en donde no me iba a poder desarrollar así y en este sentido no estaba muy contento que digamos. Ahora, por encima   —108→   de todo esto y a un nivel de magnitud superior estaba esta sensación de alivio ¡nos escapamos de Europa!, ¡nos escapamos de los campos de concentración!, todo va a ser mejor226.



No deseaba llegar porque en realidad me sentía un poco acobardado de ver qué iba a hacer. Yo llevaba el trauma de la persona que ha hecho una carrera, dos oposiciones muy duras y muy fuertes y en el momento en que ya está en lo alto, cae abajo otra vez por causas ajenas227.



«Renació el optimismo en Londres.
Los negocios con la URSS van muy bien»228.

9 junio 1939



Me es muy difícil recordar un día normal, yo recuerdo que cada uno hacía lo que le daba en gana. Con tal de estar en el turno a la comida, yo no me acuerdo si había una hora. Había quien jugaba a las cartas; yo leía, paseaba y charlaba con los amigos o con los que no eran amigos pero que encontraba229.



Nos paseábamos de arriba para abajo. Como ya nos conocíamos, unos contaban su vida y así. Mi hijo también paseaba. Había veces que daban cigarros para los hombres y mi marido decía a mi hijo: «Mira a ver si tú puedes alcanzar alguno». A él no le podían dar porque era chico. Después daban caramelos, pero tampoco le tocaban porque era muy grande. No podía tomar nada, tenía 14 años230.



Por las mañanas temprano desayunábamos café solo, porque no nos daban leche más que para los niños chiquitos; mi hijo muy tempranito se iba a la cola y conseguía algo de leche condensada para su hermana, porque hasta los cuatro años daban algo de leche, entonces nosotros tomábamos el café con galletas y después a hacer cola para ducharnos; luego subíamos a bordo y ahí estábamos hasta la hora de la comida; después los   —109→   niños iban a que los entretuvieran, en una especie de kinder que organizaron ahí. Había conciertos de cuatro a cinco, había conferencias sobre México, la gente jugaba al ajedrez, leían el periódico, la gente tenía entusiasmo de leer el periódico porque realmente era ingenioso, venían colaboradores muy buenos. Después de cenar nos subíamos a bordo un grupo de amigos íntimos, entonces muchas noches Pedro Garfias nos decía poesías de Machado. Estábamos lo más tarde que podíamos para no tener que bajar a acostarnos en los inmundos camarotes donde veníamos, así que nos quedábamos muy tarde pues hablando, comentando... y teníamos tertulias. Éramos un grupo casi siempre de veinte o treinta o cosa así231.



Otra amiga y yo dábamos vueltas y vueltas pues no había nada que hacer, así que nos paseábamos y platicábamos y platicábamos y platicábamos. Entonces, en el periódico pusieron que si nos llegan a poner un puente llegaríamos diez días antes nosotras a Veracruz232.



En el Sinaia la vida que hacíamos pues era diariamente reunirnos en grupos y comentar, hablar, decir, recordar episodios de la guerra, maldecir a la gente que nos había llevado a esa aventura, y con esto se pasaba el día233.



Las tertulias de que nos habla este pasajero, seguramente se salían de tono y al respecto decía el periódico:

Muy importante

Lamentamos vernos precisados a recomendar nuevamente a los compañeros que guarden silencio en los sitios indicados otra vez, donde descansa la tripulación.

Gozamos de toda clase de atenciones, podemos estar donde queremos (proa, puente de oficiales...). ÚNICAMENTE a condición de que observemos la consideración debida al descanso de los marinos y oficiales.

Así es que todos a esta tarea y a refrescar la memoria a los amnésicos234.



Descansando mucho, tirándonos allá, leyendo alguna que otra   —110→   vez los chismes del periódico y algún libro que llevábamos y haciendo bromas y como éramos jóvenes, pues buscando a las muchachas de día y de noche235.



Lo que yo sí notaba era un orden dentro del barco. Me imagino, ahora pensando ya de mayor, era un orden dentro de la anarquía que era aquello, porque 1 500 personas ahí, pues no es fácil. Me imagino que sólo con el hecho de ir al baño, pues imagínate. Entonces debía haber un orden. Creo que los niños eran los que menos nos enterábamos, porque además siempre son a los que nos dan más facilidades. Pero sí, yo notaba algo dirigido. No recuerdo así broncas, ni conatos de pleito, no recuerdo nada porque esas cosas también quedan grabadas, cuando se es muy chico sobre todo y no recuerdo nada de eso236.



Mientras tanto, el Sinaia caminaba tan lentamente que ni aún asomándose por la borda, para mirar el mar como referencia cercana, podía uno darse cuenta que el barco experimentara ningún desplazamiento y el comprobar, cada día, en el mapa fijado en el vestíbulo y en el que se hallaba marcada nuestra posición, que habíamos recorrido un buen trecho durante la última singladura, constituía siempre una grata pero casi increíble sorpresa. La memorable travesía fue la prueba más grande que en mi vida he presenciado del valor de la perseverancia. La distancia a recorrer era enorme, la embarcación apenas se movía, la lógica parecía indicar que jamás alcanzaríamos el punto de destino...237



La recepción a los españoles el próximo domingo. Viene el secretario de Gobernación con los otros funcionarios de esa dependencia

Procedente de México arribó ayer en la mañana a esta ciudad el señor Óscar R. Peralta, jefe del servicio de población, estuvo en la Secretaría de Gobernación para tratar lo relativo a la próxima llegada a este puerto del vapor francés Sinaia, con 1 614 refugiados, de los cuales 604 son solteros y el resto viene con sus familias. Por el señor Peralta supimos que bajarán a Veracruz, de mañana a pasado, entre otros altos funcionarios de la federación, el titular de la Secretaría de Gobernación, García Téllez, el jefe de población de la propia oficina, señor   —111→   Francisco Trejo y el jefe del Departamento de Migración, con el que vendrán los agentes José Inés Pérez y Ramón Tirado238.



«Es inminente otra gravísima crisis en Europa»239.
10 junio 1939



Estrechamente unidos a los trabajadores mexicanos

«Los trabajadores mexicanos esperan con los brazos abiertos a sus compañeros españoles. En México no necesitan ustedes presentación», se nos ha dicho. Pero nosotros no hablamos nunca de ellos, nadie se acuerda de que nuestros problemas se han de resolver de perfecta conformidad con el proletariado mexicano. Son los obreros todos del país donde se nos espera los que han de proponer nuestra admisión al trabajo.

Ofrecerse a entidades, a empresas o al Estado, sería dar la espalda a los trabajadores de allí. No olvidemos ni por un momento que nosotros vamos como trabajadores de todas clases: los unos del campo, los otros del taller o la fábrica, otros intelectuales... Traicionar a ellos es traicionarnos nosotros mismos. Debemos estar siempre dispuestos a colaborar con el pueblo que es nuestro amigo, a apoyar la política revolucionaria del Presidente Lázaro Cárdenas, a estrechar, a fortalecer nuestros lazos de unión ya que en ella encontraremos el mejor camino de esa colaboración y el más rápido para volver a nuestra España que hemos de contribuir a reconquistar. En México tenemos enemigos que querrán aprovechar cualquier ocasión para sembrar la enemistad entre aquel pueblo y nosotros. En todo momento despreciaremos las provocaciones y cultivaremos afectos en vez de antipatías siguiendo cada día más unidos, porque cada día lo necesitamos más.

De los tres años que hemos vivido debemos deducir provechosas enseñanzas y quizás la principal es, la de que, de nuestra obra, no sólo depende la suerte de los miles de antifascistas que esperan el momento de su liberación, sino también la de los familiares de los que formamos parte de esta expedición y, en definitiva, la de nuestra propia nación.

Repitámoslo: el mejor camino será apoyar en todo y por todo la política del Presidente Cárdenas y su gobierno, permaneciendo estrechamente unidos, en fuerte abrazo, a todos los trabajadores mexicanos. Ayudémosles, seamos sus mejores colaboradores;   —112→   de esta manera todo un pueblo recordará con cariño al presidente querido que autorizó la entrada en su tierra de los republicanos españoles y debilitaremos la obra del fascismo, ya que sus propagandas no encontrarán eco en la conducta recta que vamos a seguir240.



El formar parte de la primera expedición de republicanos españoles a México, nos asigna categóricas obligaciones.

No se trata sólo de la suerte, colectiva o individual, de los centenares de antifascistas que nos hallamos en el Sinaia. De nuestra conducta depende notablemente que se acelere la liberación de miles de compañeros de lucha que desde los campos de concentración anhelan seguir la misma ruta.

Pensando en ellos, en que los enemigos jurados de España en el mundo entero, la reacción fascista, tienen un interés extremado en provocarnos y desprestigiarnos, sabremos mantener una firme actitud de disciplina, de entusiasmo sereno, de abnegación, de unidad, tanto en el curso del viaje como en la república hermana que nos acoge.

Debemos hacerlo. En cualquier momento, con cualquier motivo, sin vacilación alguna241.



El pueblo mexicano tenía una serie de temores ante la llegada del Sinaia, muchos pensaban que sus ideas podrían perjudicarlos, el Gobierno consciente de esta situación declaraba:

De ninguna manera se permitirá a los refugiados que se dediquen a labores políticas mientras vivan en el país. A los que se salgan de las normas establecidas, se les aplicará el 33.º Constitucional242.



Orientaciones. Fidelidad a los principios democráticos

Vamos a México. El Atlántico, progresivamente va quedando atrás. Dentro de breves días, tierras para nosotros desconocidas, se abrirán ante nuestros ojos y nos brindarán su asilo, su fraternidad.

Por ello, desearíamos que cada uno, particularmente, se trazara una conducta a seguir, basada en el principio de mutua convivencia y de simpatía hacia el pueblo que nos acoge. Pero   —113→   también, queridos compañeros, debemos tener siempre en cuenta, hasta en los detalles más nimios e insignificantes, que nuestra causa sigue en pie y, que, en todo momento aportaremos el grado de colaboración a esa idea, según el comportamiento cívico que desarrollamos a los ojos del Nuevo Mundo.

Tened presente que hemos sido constantemente atacados por nuestros enemigos con una propaganda sin escrúpulos, donde nuestra personalidad ha quedado menoscabada y en entredicho.

Por eso, nosotros, con nuestra ejemplaridad, con nuestras honradas y nobles actividades, haremos por la causa de la República en estos pueblos de alma española, mucho más, infinitamente más, que todos los discursos y artículos periodísticos encauzados a este justo fin.

La señora de Gamboa, en su primera conferencia, nos ha dado detalles de la vida política, económica y social del pueblo mexicano. Nos ha dicho que allí encontraremos trabajo en nuestras respectivas profesiones. Y teniendo ya esa seguridad de labios tan autorizados, debemos pensar desde hoy que, resuelto nuestro problema material de existencia, nos queda la difícil tarea de ir, día a día, y cada uno en sus medios, prestigiando la bandera que nos ha llevado a la lucha y por la que hemos derramado tanta sangre.

No olvidemos esta consigna básica: moralidad, honradez, fidelidad a esos principios democráticos, y, sobre todo, no olvidarse, de que un día retornaremos a nuestra patria, y que esas conductas de hoy serán páginas imborrables en los anales de la república243.



¿Cómo es la tierra de México? ¡A mí que me den un azadón!

En la proa, silenciosos y reconcentrados, con la mirada prendida en la tierra granadina, hay dos hombres, campesinos de siempre. Un deber más fuerte que todos los afectos convirtió a esos dos labradores en soldados de la República: uno fue capitán de ametralladoras, otro simple soldado, pero uno y otro llevan en lo más hondo de su conciencia la certeza de haber luchado por una causa mil veces justa.

En medio del mar, rumbo a México, vuelve el recuerdo a su mundo de siempre, a su trabajo de siempre: La tierra. El periodista los miró y escucha oyendo de sus labios veraces   —114→   escenas fulgurantes de nuestra lucha; escenas inéditas que nunca serán historiadas [...]. Pronto entablamos conversación. Ahí, a menos de 25 kilómetros, está mi casa -dice el ex capitán-. Ahí quedan mi madre y mi hermana. Y la muerte... (Al nombrar la muerte, «su muerte», hay unción de caricia en su palabra).

Mi casa la pasamos ayer, dice el soldado raso. Allá, junto Cabo Palos, se queda sola. Ya hace casi tres años que salí de ella; después, cayeron en la lucha mis dos hermanos. Hace poco murió mi madre; murió de pena... ¡Ya no tengo nada de España...! Al cabo de un rato de silencio doloroso, y como puestos de acuerdo me preguntan:

¿Tú sabes cómo es la tierra de México?

Les aclaro lo mejor que puedo, lo que es la nación hermana; les hago ver que allí hay tierras de muchas clases y los más diversos cultivos. Quiero hacerles ver que allá tenemos una enorme tarea.

Y hay que «zumbar», que hay que demostrar que somos unos tíos buenos, a pesar de cuanto digan -subraya uno de ellos-. Un azadón es lo que yo necesito -dice el que fue capitán-.

A mí que me den un azadón y tierra por delante. Lo demás queda de mi cuenta.

Los hombres que el Sinaia lleva a México son así. Ellos comprenden el compromiso de honor que tienen contraído con sus compatriotas, con los que les llevan a tierra hermana y consigo mismos. Y allá, lejos de la lucha cruel y obligatoria, sabrán hacer honor a este compromiso.

Y trabajar con fe, con energía, volcando en el esfuerzo diario toda el ansia redentora del español digno de su patria244.



Y los mexicanos ¿qué pensaban acerca de la llegada de estos españoles?

Lo que entendemos por pueblo, que tiene un innato instinto de admiración de quien gane, se mostraba en favor de Hitler como había sido partidario de Franco y de Mussolini. Después las cosas cambiaron indudablemente y el cambio despertó calor y cordialidad, intercomunicación y comprensión y muchos de aquellos que nos habían abucheado fueron excelentes amigos, con esta sin par manera mexicana de ser amigos que entraña la entrega más total245.



  —115→  

«Danzig en peligro»246.
11 de junio 1939



De la comida de a bordo más vale no hablar. Nuestros dos hijos que en conjunto no pesaban, por aquel entonces, arriba de 30 kilos, perdieron cuatro cada uno durante el viaje y ello a pesar de que gracias a las amistades que hicieron con el radiotelegrafista y con un cocinero negro, éstos les suministraban alguna fruta y uno que otro bocadillo suplementario247.



Fue el lugar donde pasé más hambre en mi vida, en el barco. Más que en la guerra, fue en el barco, donde pasé más hambre yo248.



La comida era muy buena, muy bien servida y muy bien preparada, comíamos con la tripulación y con el capitán del barco, en un comedor especial para la tripulación. Por el trabajo que estaba haciendo papá en el barco, comíamos con la tripulación249.



La alimentación, en términos generales era malísima. En la mañana consistía, en una lata transformada en taza recortada como si fuéramos... una taza con un café horrendo y unas galletas de esas que toman los marinos que son duras como una piedra y cuando las meten dentro de un líquido se inflan, entonces se vuelven una cosa insípida y horrorosa. Y las comidas eran como para sostenerse nada más250.



... la primera cosa desagradable fue la comida tan infecta y espantosa que nos dieron en todo el viaje; era una cosa repulsiva. Nos daban garbanzos o alubias blancas bailando en un agua infecta de un color rojizo que no se sabía qué era, con grasa, de vez en cuando tenían un pedacito de carne flotando, pero nada más y pan, pan que era bueno. En unas regaderas de esas para regar los jardines, de latón, grandes, nos daban vino, nos echaban el vino ese y cuando habíamos acabado de comer, el vino que sobraba, lo volvían a echar a las regaderas para la próxima comida, para que no se desperdiciara251.



La comida si bien no era muy abundante, no era tampoco muy   —116→   mala, te daban pan bueno. Nos daban nuestro vino, nuestro café y pan en la mañana. Al mediodía, potajes de alubias o de lentejas, pan y una taza de vino. Y en la noche nos daban café, y también pan y algunas veces nos daban alguna cosa caliente252.



Lo peor era el café que nos daban y galletas saladas que no se me van a olvidar en la vida, por eso no como galletas. Yo sólo recuerdo el café y las galletas a todas horas, en latas oxidadas de leche condensada253.



La comida estaba muy bien, bueno, acostumbrados a los campos de concentración, era maravillosa. Había vino y había todo254.



¡Llegamos todos más esbeltos!; porque después de veinte días de dieta ¡estábamos todos hermosísimos!255



Se avisaba siempre a las horas de las comidas por medio de la campana o sirena. Había probablemente dos o tres turnos256.



Había comedores, como si fuera un cuartel, eran comedores inmensos y comíamos en dos o tres turnos. Eran comedores, no digamos lujosos ni mucho menos, pero sí bastante limpios257.



El desayuno debía ser alrededor de las 8 y la comida alrededor de las 12 y la cena alrededor de las 6 ó 7258.



Había gente que se apuntaba el primer turno y luego volvía259.



Esta noche homenaje al Comité Británico. Concierto y recital poético

Mañana, festival en honor de la representación del gobierno mexicano260.



  —117→  

En los momentos más difíciles de los campos de concentración, cuando el desánimo podía apoderarse de nosotros, hemos visto con enorme cariño el trabajo de ayuda del Comité Británico, nacido de las mismas entrañas del pueblo inglés. Nos hemos entrevistado hoy con el señor Brebner, delegado del Comité en esta expedición. No se ha defraudado el concepto que tenía de nosotros, que seguirá manteniendo.

Habla del carácter de la ayuda. Sus fondos -dice- se deben a los trabajadores, al pueblo inglés en general. Se aprovecha cualquier circunstancia para aumentar la suscripción. Las peticiones en los clubes, en las calles, en actos especiales, se multiplican y el pueblo inglés siempre responde con cariño.

El juicio que le merece esta expedición es de franco éxito. El mismo espíritu general ha permitido todas las libertades. No han sido necesarias las instrucciones que podían reglamentar la vida del barco; el sentido de comprensión de todos ha hecho posible un régimen de vida de completa tolerancia. Tengo la satisfacción de haber podido comprobar el buen concepto que tenía del pueblo español.

¿Proyectos? Se harán otras nuevas expediciones, el pueblo inglés piensa constantemente en los refugiados españoles. De ahí nuestro interés por el éxito de ésta y la esperanza de que, a pesar del cansancio natural de todos los viajes, se evitaran los pequeños disgustos que pudieran ocurrir.

Despidiéndonos ya, nos dice: «Tengo confianza en que todos pondrán su mejor voluntad y buen sentido de españoles para conservar el éxito de esta expedición, ya que habremos de apoyarnos en él para la salida inmediata de las siguientes». Nosotros sabremos terminarla con éxito completo. De esta manera corresponderemos a los trabajos del Comité Británico, representante del espíritu y del esfuerzo de los trabajadores antifascistas ingleses261.



Próximos a México, recordamos todos que sólo con la unidad, con una conducta política y laboriosa ejemplar, corresponderemos a la solidaridad que se nos dispense y será posible la reconquista de la patria262.



Ansiedad

La gente se encuentra ya con la comezón de llegar rápidamente. Por fin será -esto en secreto- el martes a las seis de la   —118→   mañana. Es una noticia extraoficial que nos atrevemos a comunicarles, aunque les recomendamos también tranquilidad absoluta... por si acaso nos equivocamos263.



La ficha sanitaria

Siendo el último día en que podrán recogerse las fichas sanitarias, se recuerda a los compañeros que no las tengan en su poder pasen hoy a buscarlas ya que, de no hacerlo, entorpecerían el desembarco, ocasionando retrasos desagradables264.



Mañana llegará el vapor Sinaia. El Sinaia atracará después de la visita sanitaria

Oficialmente fuimos informados de que el vapor francés Sinaia, contrariamente a lo que decía el público, no atracará en muelle alguno tan pronto esté dentro de la bahía, sino que será para esperar la visita del médico de Sanidad Federal, el señor Prieto, y del servicio de migración, así como el aduanal. Terminada la visita sanitaria y declarado el barco con patente libre, se dispondrá el atraco y el descenso a tierra del primer contingente de refugiados políticos. Se calcula que la visita sanitaria durará de seis a siete horas, de manera que es muy conveniente que tomen en cuenta ese dato las comisiones no oficiales y las delegaciones obreras que desean ir a bordo del Sinaia265.



«Excitativa de Daladier al pueblo de Francia.
Millones de hombres al servicio activo. Son llamadas las reservas»266.

12 junio 1939



Del viaje en general... yo guardo la impresión que pese a provenir de una derrota, teníamos una conciencia de fuerza moral, es decir, yo pude ver allí que nuestro pueblo tiene una serie de resortes ante la adversidad, ante lo desconocido que creo que son muy importantes y además a pesar del llamado individualismo español hubo una coordinación y hubo un sentido   —119→   colectivo que nos mantuvo unidos; en el Sinaia éramos una comunidad267.



Estábamos tan felices allí, palabra que estábamos felices, hicimos un viaje de lo más bonito que se puede hacer268.



... y aquellas últimas horas de convivencia, antes de dispersarnos, los pasajeros del Sinaia los aprovechamos para rendir un merecido homenaje a la señora Gamboa, bella e inteligente mujer que hizo el viaje representando al Gobierno de México y que fue para todos nosotros amiga, consejera e informadora paciente que contestaba cuantas preguntas le hacíamos sobre su patria, a la que amaba entrañablemente y de la que hora tras hora nos hablaba con entusiasmo indefinido.

El acto resultó emocionante y brillantísimo. El capitán, por primera vez, accedió a prestarnos la instalación eléctrica y los gallardetes de que el barco dispone para su empavesamiento y con una y otros adornamos la cubierta de popa que brillaba como la consabida ascua de oro en la serena noche tropical; la Banda Madrid nos hizo oír lo mejor y más castizo de su repertorio. Amparito Aliaga, la conocida y excelente tiple de la voz de plata, cantó bellas canciones españolas; el recitador Iniesta nos deleitó con las más hermosas poesías de Machado y García Lorca y allí escuchamos por primera vez el canto que compuso Garfias en aquella ocasión, aquél que había de hacerse famoso en todo México y que comienza así:



Qué hilo tan fino, qué delgado junco
-de acero fiel-
nos une y nos separa con España
presente en el recuerdo con México
presente en la Esperanza, pueblo libre
de México.

Como en otro tiempo por la mar
salada te va un río español de sangre
roja, de generosa sangre desbordada.
Pero eres tú esta vez quien nos conquistas
y para siempre, ¡oh vieja y Nueva España!



Ya muy tarde, apenas un par de horas antes del amanecer, nos retiramos a los camarotes con objeto de descansar un poco para estar temprano listos y dispuestos a desembarcar, pero, si   —120→   he de juzgar por mí, poco se durmió aquella noche a bordo y las primeras luces del alba nos sorprendieron cavilando sobre la nueva etapa de nuestra existencia que iba a comenzar, tan pronto, para todos nosotros269.



«Vasto complot de Hitler. Danzig le mira»270.
13 junio 1939



Nos recibieron con los brazos abiertos, una cosa muy emocionante, una cosa que yo toda la vida voy a recordar, la multitud aplaudiéndonos, una cosa inesperada de alegría, de buen humor, de todo, algo grande271.



La llegada a Veracruz es de las cosas más emotivas y apoteósicas que se pudiera concebir; toda la explanada de lo que hoy es el malecón estaba llena de un gentío enorme de los distintos sindicatos y gentes que nos esperaban. Debía haber, pues yo creo que más de 50 000 gentes con pancartas, saludos, gritos. Inmediatamente se organizó una manifestación de agradecimientos y bajó la gente del Sinaia, los hombres, las mujeres y desfilamos hasta el zócalo...272



Uno de los grupos era de mujeres, pero un montón de mujeres, con una pancarta: «El Sindicato de Tortilleras de Veracruz saluda a los heroicos defensores de la República Española» y eso nos puso a rascarnos la cabeza, ¡hasta dónde llegaba la sindicalización en México!; después descubrimos que se trataba de las que hacían tortillas de maíz273.



Me acuerdo, cuando llegamos fue la apoteosis. ¡Cómo nos recibieron!, ¡cómo nos recibieron!274



... fue un recibimiento de lo más emocionante que te puedes imaginar, muy cálido, muy cariñoso, se llenó el puerto de gente, salieron las autoridades sanitarias con las enfermeras impecablemente vestidas, todas de blanco, muy gentiles, muy amables, muy cariñosas y empezó el desembarco y ya todos   —121→   juntos marchamos, no como nos habían despedido en Francia, con bayoneta de los senegaleses, sino al revés, encuadrados por todo el pueblo de Veracruz, no te imaginas qué cosa más emocionante.

Nos quedamos asombrados del recibimiento y del cariño de toda la gente, fuimos hasta el Ayuntamiento; entonces el gobernador de Veracruz nos dio la bienvenida oficialmente en nombre de Cárdenas, también estaba García Téllez en representación de Cárdenas y fue una cosa emocionante.

¡Y se portaron los veracruzanos!, nos invitaban cervezas heladas, a los niños les daban dinero, nos regalaban dulces, bueno, fue una cosa emocionante, fue muy bonita; la llegada a Veracruz, no se olvidará nunca275.



Recuerdo la llegada, que yo estaba ahí en cubierta, yo creo que todos los niños estábamos con la cabeza ahí, no había forma de sacarnos.

Sí, lo recuerdo muy bien, pero no lo recuerdo como una cosa de alegría, yo creo que ahí me angustié de ¡ver qué pasaba!276



... Fue una manifestación imponente, una manifestación popular, bien organizada, la organizaba el actual PRI, que entonces se llamaba de otra manera277. Vinieron allí con sus pancartas y sus cosas. Yo estaba feliz278.



... al llegar a México yo me sentí liberado...279



Se consumaba, a bocanadas, la primera incorporación masiva, histórica, de los republicanos españoles a México.

Cada particular destino adquirió, de tal suerte, un decisivo sesgo280.