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Poemas octogeanímicos

Miguel García Mackle






ArribaAbajoAlegoría de la humedad



   Veo la gota enmudecida
en el papel mojado,
la lluvia después de caer
y borrarse en el sonido,
la tempestad en el relato
instantáneo del viento,
el mar batiéndose
con jirones de furia.

   Veo más allá el silencio
de la vida en sus orígenes,
tal vez un fuego húmedo
y una frágil brujería en el aire
batallando entre columnas de soledad;
y luego la tierra
hecha solo de horizonte
hasta donde amanece
el rostro del vacío
y luego el nómade de los siglos
descubriendo a saltos
el lenguaje primitivo del amor.

   El papel mojado
dejado a mis manos
quizás por qué extraño
residente del tiempo.

(27 de diciembre de 2007)




ArribaAbajoReminiscencia emblanquecida


   Las canas significan mucho más
de lo que dice el rostro
y la caída del cabello
es apenas algas
no vistas ya en el mar del ocaso,
mientras tanto
la vida va cayendo en el espíritu
como una lluvia eclipsante
dejando en la sombra
el rastro inevitable del tiempo;
y la vida es vivida para eso
justamente,
para ser vista desde adentro
y sentirla
en lo que el pasado tiene de presente.

(5 de mayo de 2008)




ArribaAbajoSucesos



   Algo se pierde
segundo a segundo
minuto a minuto
día a día
año tras años;
va desdibujándose el ser
en cada suceso huidizo
que nos deja la marca de la fuga
y uno va borrando interrogantes
sacadas del surco del alma
con respuestas que a su vez
revelan incertidumbres.

   Sin embargo
algo se encuentra
con lo que se pierde
continuamente
y esa es la forma
como nuestro ser
convive con la muerte.

(5 de mayo de 2008)




ArribaAbajoOtra cosa



   El Trofeo que reclamo ante los braminos del tiempo,
la ansiedad propicia para aventurar mi grito en el espacio,
la melodía sentida con las gotas de lluvia en mis manos,
la nostalgia de algo más allá de lo visible,
la verosimilitud de lo que busco en la nada,
lo inolvidable de este interminable viaje sin llegada,
la imposibilidad de ver y oír eso que no sé qué es,
el hecho de estar aquí con todo mis sueños iconoclastas,
      todo eso
      no es otra cosa
      que mi deseo
      de vivir.

(26 de mayo de 2008)




ArribaAbajoPrenoción


   ¿Cuánto me queda de vivir soñando?
¿Cuánto ha vivido mi pasión de aeda
y cómo soñaré lo que me queda
de ilusiones que aún me están quedando?
Alegrías me van ilusionando
y quedan en el alma como seda
impalpable, confiadas a la rueda
del tiempo en que la vida va rodando;
también con las tristezas, lo soñado
que se queda sin fin en lo rodado
de la vida vivida con pasión;
es un quedarse en todo con el ser
sembrado en la ilusión y en el querer
vivir del sueño con el corazón.

(6 de diciembre de 2007)




ArribaAbajoVeraz



   Será al final de esta vigilia
cuando se podrá verificar
mi esfuerzo en esta carrera
contra la hoguera del reposo.

   Pero ¿Cómo
será ese regreso
de lo más veraz de esta hazaña
de bracear en nuestra propia sangre
para alcanzar la orilla que no buscamos?

   ¿Cuánto tiempo
para leer mi ausencia?

   Años, un siglo después
de haberse enterrado mis huesos
bajo la fecunda ansiedad
de mis rasgaduras vitales,
o solo días, horas, minutos
después de apretar
las manos de mis amigos
en una despedida
que será
como lanzarme al mar
sin mi cuerpo.

   Creo que esas dos posibilidades
despejan la verificación
de lo que he sido
con mis afirmaciones
y negaciones.

   Yo estaré en otra vida,
viajero incapaz de volver la vista
y abriendo caminos
en las sombras
hacia la infinitud
de la luz.

(4 de junio de 2008)




ArribaAbajoVoy hacia ti, muerte


   Tengo mi ser abriéndose hacia ti,
todo lo entregaré, sin más ni menos,
las palabras airadas que tenemos
sin contener la sangre; yo sentí
los pies del andariego, que tal fui,
irremediables, aunque en mis terrenos
sigo mi ruta, doy pasos serenos
para llegar, gozoso, adonde vi
sin verlo, luminoso, un rostro alado
con la mirada honda que convengo
es el vuelo del ser con lo acabado
de la búsqueda eterna; voy y vengo
con mi fe, claridad de sueño andado
para dártelo, muerte. ¡Es lo que tengo!

(30 de mayo de 2008)




ArribaAbajoComo si fuera nada


   Adentro, muy adentro, muy adentro
de lo que hubiere sido mi vacío,
con esto hallado sin hallar lo mío,
algo de periférico en el centro
de esa secreta médula que encuentro
fugaz, como las aguas de mi río,
invisible corriente, un albedrío,
tal como es en verdad; y sin más entro
hasta el cuello en el cauce de la vida,
muy adentro de todo lo que hubiere
sido mi suerte desde la partida,
algo vacío y lleno como fuere,
muy adentro, hallada la perdida
corriente que al albur se decidiere.

(5 de febrero de 2008)




ArribaAbajoCompás


   El repique
de una campana
oculta
en la memoria
eso es
el recuerdo.

(31 de mayo de 2008)




ArribaAbajoNoche de luna



   La noche es un universo intrínseco
comienza en nosotros
en un lucero apagado
que alumbra la intimidad
y llega hasta la luna,
la única certeza
haciéndonos sentir
la existencia de la oscuridad.

   La luna
es como decir
nuestro espíritu,
la eternidad
en medio de las tinieblas.

(17 de mayo de 2008)




ArribaAbajoLa corriente de mi río


   Con el agua corriendo bajo el puente
y el vasto cielo arriba vigilante
van las cosas, el mundo va adelante,
cosas mías, sentidas al presente,
y de ayer, en memoria que se siente
en el silencio, cuando llora o canta
algo impreciso adentro, como aguanta
la aventura del tiempo omnipotente
el correr de la vida sucesiva,
el agua caudalosa de este río
que es el ser, a la vista imprevisiva
con su pasión, su luz, su desvarío,
pero siempre corriendo rediviva
del pasado al presente; así es lo mío.

(16 de mayo de 2008)




ArribaAbajoAutenticidad


   No sé de horas ni de hacer medidas
ni de larga o corta trayectoria,
humos ajenos con sus vanaglorias
me hacen vivir entre las otras vidas;
mentiras y verdades ya vividas
se borran una a una; las victorias
son como el humo, formas ilusorias
que siempre se evaporan, transitivas,
estancias de una página sin cuento;
y no hablo de derrotas porque estoy
a salvo, con las alas de mi aliento
abiertas sobre el mundo; ahora voy
con los vuelos y enigmas que yo invento
y viviendo la vida como soy.

(9 de diciembre de 2008)




ArribaAbajoPresentimiento



   Sale de adentro un trémulo sentido
de la existencia, como si escapara
la sombra de su cerco donde ampara
la señal invisible del olvido,
un murmullo oído en lo inoído,
en lo profundo donde se separa
la huella de su cuerpo y se repara
algún eco alejado del sonido;
sale de adentro lo que no sabemos
de haber sido, de ser o de seremos
ni de desvanecerse en ese empeño;
y en el murmullo así como me hundo,
siento también que se me escapa el mundo,
el fuego, el ideal, el canto, el sueño.

(26 de mayo de 2008)




ArribaAbajoDel ver y vivir




I

   Viéndolo bien lo ya visto
parece que se borrara
cuando la suerte se encara
con lo incierto y lo previsto;
es el designio, andar listo
a ver todo, cara a cara,
y veremos qué depara
lo por verse algo imprevisto;
y a mi modo yo resisto
ver la vida, siendo rara.


II

   Viéndolo bien, lo que vimos
no se borra, visto está,
de la vida no se va;
paradójico, si fuimos
y eso no somos, vivimos
de lo que fue y vivirá
siendo visto hasta que ya
no sepamos si existimos
ni si en la vida pudimos
ver algo que otro verá.


III

   Veo de hoy y de ayer,
veo adentro, veo afuera,
viendo todo pareciera
vivir solo para ver
y esa es la esencia del ser:
rayos de sol, primavera,
las sombras que a su manera
esconden vida en su haber;
todo es visto, al parecer
si no viera no viviera.


IV

   Viéndolo bien, lo que veo
y lo ya visto es mi vida;
seguiré viendo enseguida
lo que vive; es mi deseo
reinventarme, y esto creo
es la vida sucedida
y en el fondo, perseguida,
porque inventando recreo
lo ya visto, en apogeo
de este vivir sin medida.

(17 de mayo de 2008)




ArribaAbajoVamos al jardín



   El tiempo de vivir es proceloso
no hay descansos
desde que comienza el sol
a rozar nuestra piel
ni paradas
sin la ebriedad del deseo,
sino esa inmediatez
de la sed que no se apaga
hacia un final sin estrellas
abierto a la infinitud
de lo ignorado.

   Sin embargo
en el último momento
con el río oscuro del silencio
desembocando en el abismo
y rodeados de flores
llegamos al jardín
de cenizas
de la eternidad.

(12 de mayo de 2008)




ArribaAbajoViejas querencias



   Mientras voy hacia adentro
de mis pasos extramuros
suena la vieja campana
del templo del Rosario
llamando a misa de seis
en una turbia tarde
de Cúa
que parece salir
del musgo de las paredes
y yo estoy muy metido
en mi exploración de sombras,
sin embargo
saliéndome de la supervivencia
del creo en Dios Padre
todopoderoso
alcanzo a bajar un lucero
para alumbrar mis recuerdos.

(10 de mayo de 2008)




ArribaAbajoAsí


   He sido así,
soy así
y seré siempre así,
así como soy
de la raíz
a la flor
de mi luz interior.

(10 de mayo de 2008)




ArribaAbajoRecado a Rogelio Bianco


   Tú has sentido
igual que yo, Rogelio,
cómo ser cueños
significa hondamente
caminar por las calles
del pueblo
de nuestras andanzas
del siglo pasado
con un solo corazón
hecho de tierra y sol
y con los pies descalzos
del alma.

(10 de mayo de 2008)




ArribaAbajoEncadenamiento


   Canto y recuento
recuento y revivo
revivo y desando
desando y renazco
renazco y recomienzo
recomienzo y prosigo
prosigo y reencuentro
reencuentro y reconozco
reconozco y canto.

(11 de mayo de 2008)




ArribaAbajoEl espejo


   La condición humana
es como la comente del río:
en la fuente originaria
es apenas
una música que despierta
con el alba,
un balbuceo de fuerzas naturales
entre piedras, caídas y remansos,
después enfrenta el espacio abierto
con todo lo sorprendente del reto
y va engrosándose
en el caudal tiempo;
afluentes y lluvias
la van llenando con todo
lo que el tiempo transforma
en vertiente del destino
y la vemos arrastrar
con su fuerza indetenible
el ofrecimiento de la vida,
su cristalina virtud
de ser igual y distinta.


   Así ha sido
la corriente de mi vida.

(9 de mayo de 2008)




ArribaAbajo¡Qué solo!



   ¡Qué solo estoy
acompañado de gentes que van
y vienen
con la misma prisa
de todos los días
y los mismos rostros sin mirada
haciéndolos irreales
debajo de sus ropas!

   ¡Qué solo con la TV
y su inmersión en todo
lo que el mundo tiene de odio y muerte
sin que yo pueda salirme de mis ojos!

   ¡Qué solo con esas canciones
como globos inflados de nada!
¡Qué solo! ¡Qué solo! ¡Qué solo
entre máscaras y bullicios vacíos!

(16 de mayo de 2008)




ArribaAbajoRecuerdos con altibajos


   ¡Cómo han pasado sobre mí estos años,
puntos inenarrables desde lejos
han venido trazando en mis espejos
rectas y curvas, cánticos y engaños,
las trincheras del sueño, desengaños
y alguna vez la sangre sin consejos,
volcánica ansiedad con entrecejos
del mestizo que soy! Los entrepaños
místicos de mi antigua primavera
con la roja belleza de su flor
en la rama del sueño, cual se viera,
me han llevado a la hondura del amor,
a la luz en la sombra, verdadera
hazaña de este eterno buscador.

(10 de mayo de 2008)




ArribaAbajoEl vaso de barro


   Esta vida es tan frágil como el vaso
de barro que moldea la mujer
campesina, raíz del mismo ser
que la nutre del alba hasta el ocaso,
y su espíritu, así, es el traspaso
de la tierra y el tiempo a su saber;
es el hondo secreto a enaltecer
en este simple y singular repaso
de la existencia: barro, raíz, viento,
todo es al fin como sugiere el caso,
toda la vida, todo lo que siento
se reparte entre el triunfo y el fracaso
con la fragilidad en el momento
en que todo se rompe como el vaso.

(28 de diciembre de 2008)




ArribaAbajoHonda fuerza

A mis hijos Leonardo Jesús, María Virginia,
Ana María y Miguel Enrique.


   En la plenitud
de mi ser andante
para saber de la vida
sobrevino un sueño
que me imprimió en 1962
el cristal del grito
y un suave llanto de luz;
después ese mismo año
otro sueño me reveló
la fuente de la ternura
quedando desde entonces
y con el correr del tiempo
grabada en mi oleaje
una flor abierta
en la transparencia
de mi raíz;
luego en 1964
en el tercer sueño
vi, como la fuga del viento
se hizo alegría en mis brazos
haciendo brotar de mi sangre
el ritual del sol;
y en 1966
el mundo se ensanchó
hasta el infinito
con el cuarto sueño
germinado en mi hondura
más luminosa.
¡Son los cuatro sueños
que le dan a mi espíritu
la fuerza para vivir.

(7 de marzo de 2008)




ArribaAbajoSueños y sueños


   Una vez
en mi primera juventud
pensé que sería
un hombre grande
y que todos me verían así;
lo escribí en un verso
que luego no utilicé
y olvidé
y este fue un acto
de prematura madurez;
ahora, en esto
que llaman la tercera edad
recuerdo los muchos versos
optimistas, fuertes,
llenos de humanidad
que he escrito
y digo que sin ser grande
dejo sin embargo en esas letras
algo de mi sueño de juventud,
algo profundo de mi intangibilidad
cuyo tamaño tal vez lo dirán otros
cuando yo no lo oiga.

(7 de mayo de 2008)




ArribaAbajoLa aguja


   La aguja lúdica del tiempo toma
sus fines trecho a trecho y quien desea
aparar sus labores se marea
porque en la marcha siempre el fin asoma,
entre canción y gritos se retoma
el ritmo de la vida, aguijonea
la pauta elemental sin que se vea
ni se sienta punzando, como aroma
de una insólita flor de puro invento,
una rama emergente de la nada
extendiéndose más en un momento;
yo veo mi existencia destinada
a su virtud, me aguijonea el viento
entre grito y canción en mi enramada.

(5 de mayo de 2008)




ArribaAbajoNoche a los 80


   La noche es para algunos un descubrimiento,
luces intermitentes en las calles
como miles de estrellas enloquecidas del cielo;
el vértigo de la caída sin precipitación
y un ruido que va girando
hacia donde nadie va;
la noche que llama a perderse en el vacío
de la ciudad y su destino sin rumbo,
incertidumbres como horizontes en el abismo,
días, años viendo pasar las cosas
con una igualdad distinta en cada momento;
aventuras ahogadas en una ebriedad seca,
cosas de meditación para salirse de uno mismo
y para rodar con la noche simplemente.


   Así como en mí oscurece el sueño
y siento una iluminación sombría en mi soledad,
así como viene y se va el ruido de la vida,
así voy con la noche
abriendo puertas inexistentes,
soñando con otra vida.

(5 de mayo de 2008)




ArribaAbajoDel camino


   He caminado
desde mi partida,
una crónica sin palabras,
hasta esta meta de hierba mojada
de mi vida
desde la cual podré seguir
sin pies para el cansancio
hasta donde
me saldré de mi cuerpo
como un punto suspensivo
de mi aliento
dejando solo mis sueños,
mis semillas invisibles
en el camino.

(13 de mayo de 2008)




ArribaAbajoMi sombra escucha


   ¿Cómo es que siempre escuchas, aunque diga
mis decires sin voz? Se me silencia
algo adentro y mi estado se evidencia
en mí mismo; el silencio que desliga
tú lo escuchas también; es una miga
del ser, la voz sin voz, la esencia
de estar con una forma sin presencia,
en medio, atrás, enfrente de ti, amiga;
confidente de todo lo que digo
tu imperio pertinaz me encubre y nombra;
inseparable cuando vas conmigo
hasta lo indescriptible que me asombra,
esa meta sin meta, mientras sigo
sabiéndote a mi lado, siempre, sombra.

(26 de diciembre 2007)




ArribaAbajoCiencia de la vida


   Yo pertenezco a esta anatomía
desde mis pies andantes -como reza
en los libros- tocando en la cabeza
estos pelos de mi sabiduría,
blancos, de añeja pátina, diría
quien pisando también esta corteza
con suma de alegría y de tristeza
hubiese presentido la autarquía
de algo sin descripción y sin medida,
más allá de los pasos y la testa,
una ciencia que llega desmedida
hasta donde el saber nada contesta
y sin embargo es ciencia de la vida,
aventura, virtud, dolor y fiesta.

(16 de noviembre de 2008)




ArribaAbajoEl rey


   Vino tinto afamado en esta cena
con copas que se llenan como rosas
ardientes desde lo finito; ansiosas
de llegar hasta el fondo de la pena
o del suspenso nítido que suena
al choque del cristal entre las cosas
de algún sueño escanciado en vaporosas
burbujas del amor. No habrá condena
alguna para el don que ofrece el vino:
algo volando fuera del recinto
hacia la plenitud de donde advino
su propia gracia, como ahora pinto
con su color oscuro cuan divino
entre rosas, el rey, el vino tinto.

(30 de mayo de 2008)




ArribaAbajoHasta entonces


   Hasta que mis manos toquen lo intangible
y mis oídos oigan el sonido del silencio
y mis ojos vean en la oscuridad
de lo inexistente;
hasta que la flor invisible
del árbol del sueño
deje en mis sentidos el aroma de la soledad;
hasta que mis raíces broten
del fondo pétreo donde los arqueólogos
hallarán lo que soy sin serlo;
hasta que el tiempo
supremo hacedor de secretos y revelaciones
lleve mis pasos
hasta la eternidad.

(24 de mayo de 2008)




ArribaLa fugaz evidencia



   Vertientes hay de la vida
como fluidos insomnes,
parábolas de una íntima percusión
en el silencio sin orillas,
enigmas de una lámpara impalpable
cuya luz
es un rumor de fábulas
contra la corriente del río.

   Yo lo he sentido así
cuando en el inminente forcejeo
con el tiempo asediante
he visto furtivamente
el rayo incesante
de la nada.

(31 de mayo de 2008)





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