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171

Sobre Leyva, véase «Sobre la última "interview"» pp. 62-63. Valdría la pena que alguien comprobara si la declaración de Lorca y los papeles que firmó en el «juzgado de Buenavista», respecto al «Romance de la Guardia Civil Española», a lo que se alude en «Sobre la última "interview"», se han conservado.

 

172

Las únicas cartas publicadas dirigidas a Lorca son las que se mencionan en n. 160.

 

173

Germán Arciniegas, «Federico García Lorca», Diario de la Marina (1.º abril 1930), p. 16. Este importantísimo artículo, que evidentemente se basa en informaciones de primera mano, dice que Lorca conoció a Unamuno, quien al publicarse Impresiones y paisajes le escribió haciendo un elogio del libro, debido a lo cual Lorca era conocido entre sus profesores de Granada como el «joven de quien había hecho un elogio don Miguel de Unamuno». (No he podido ver lo que dice Nadal de la visita de Lorca a Unamuno en 1932, en Los Sesenta, n.º 4 [1965], pp. 39-44, citado por Marie Laffranque en BHi, LXXIV [1972], p 550).

Además de sugerir la existencia de un poema desconocido, «Alpha», que correspondería al poema publicado «Omega», este artículo contiene el primer comentario que se hizo a los poemas de Poeta en Nueva York, que es tan importante y tan inasequible, que vale la pena reproducirlo. Después del Romancero gitano, Lorca «pasa a escribir su libro nuevo. Es un libro que no tiene sino lo bueno de atrás, pero en donde el hecho poético se produce como un hecho propio. [Véase la conferencia "Mecánica de la poesía"]. "Aquí no hay la lógica humana, aquí no puede entrarse a juzgar como se juzgan las cosas que están sometidas al encadenamiento de las causas y de los efectos históricos. El hecho poético se produce por la reunión de elementos de belleza dentro de un asunto en donde sólo interviene la ficción del poeta".

»Y aquí ha escrito García Lorca poemas terribles, como el de la Crucifixión, y poemas dulces y poemas trágicos en donde la unidad sólo se da a golpes de imágenes que no dicen de anécdotas, ni de romances, sino de belleza desnuda y solitaria.

»Los poemas resultan diáfanos y sencillos. Pero el poeta ha trabajado en ellos como un benedictino. Hay palabras que ha tenido que rehacer cuatro y cinco veces y cada palabra que ha borrado ha sido una palabra vencida después de un largo combate interior».

Este artículo también menciona una desconocida traducción portuguesa de Libro de poemas por «López Viera y de Pascoes», y da la interesantísima noticia de que «García Lorca ha encontrado en las bibliotecas flores del siglo XVII que ni en aquel siglo fueron publicados».

 

174

En mi opinión, uno de los elementos olvidados que influyeron en el libro de Lorca sobre Nueva York, junto con el libro de Moreno Villa, Pruebas de Nueva York, sobre su viaje a Nueva York (1927), es Mi viaje a la Rusia soviética, de Fernando de los Ríos, uno de los libros de viajes más populares de aquellos años. En una conferencia, Lorca dijo «no he querido hacer una descripción por fuera de Nueva York, como no la haría de Moscú» (OC, II, p. 902). Lorca y Fernando de los Ríos hicieron juntos el viaje de España a Nueva York; tal vez el antiguo profesor de Lorca le sugirió que hiciese una crónica poética de su viaje.

 

175

Antonio de la Villa, «Un evadido de Granada cuenta el fusilamiento de García Lorca», Estampa [s. f., pero septiembre 1936], reimpreso en Verdades, n.º extraordinario (enero 1937), p. 7. Según este artículo, estas cartas no se las llevaron los rebeldes, sino que las dejaron después del registro, lo cual permitía hacer de ellas una minuciosa descripción.

 

176

Pablo Suero, Figuras contemporáneas, Sociedad Impresora Americana, Buenos Aires, 1943, p. 55.

 

177

Brickell, «A Spanish Poet in New York» (véase n. 47), p. 389.

 

178

Gibson, p. 66. Esta información, que procede de Rosales, también se encuentra en Vida y muerte de Marcelle Auclair, p. 335.

 

179

Rivas Cherif, «La muerte y la pasión de García Lorca», Excelsior, suplemento (27 enero 1957), p. 3.

 

180

Véase El público, pp. 20-21; «Un nuevo inédito de Lorca», Ínsula, n.º 322 (septiembre 1973), p. 1, n. 4; conversaciones con Mildred Adams, que entrevistó a Nadal cuando preparaba su biografía de Lorca; José Luis Cano, en Ínsula, n.º 282 (mayo 1970), p. 8.