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11

Losada, Buenos Aires, 1938.

 

12

Antonio Otero Seco, «Sobre la última "interview" de García Lorca», LT, XLVIII (1964), p. 56.

 

13

Ian Gibson, La represión nacionalista de Granada en 1936 y la muerte de Federico García Lorca, Ruedo Ibérico, París, 1971, p. 32. Sobre este libro véase mi recensión de la traducción inglesa en HR, XLIV (1976), pp. 90-92, y «Una visita con Jean-Louis Schonberg», en mis Textos y documentos lorquianos, Tallahassee, 1975, pp. 37-50.

 

14

Otero Seco, art. cit., p. 58, y OC, II, p. 1.026.

 

15

Rafael Martínez Nadal, «El último día de Federico García Lorca en Madrid», en Residencia, n.º conmemorativo (1963), reproducido en Martínez Nadal, El Público, Dolphin, Oxford, 1970, p. 15, y «Un nuevo inédito de Lorca», Ínsula, n.º 322 (septiembre 1973), pp. 1 y 16.

 

16

P. González Guzmán, «Federico en Almería. Nuevos datos para la biografía de García Lorca», PSA, XXXV (1964), p. 220, y Gibson, op. cit., pp. 31-32; quizá fue en esta ocasión cuando dio a Adolfo Salazar una copia de Yerma (carta citada infra, p. 56).

Lo que hizo Lorca para proteger sus manuscritos indica que sabía que sus enemigos tenían interés en encontrarlos. Aunque según mis noticias la búsqueda de sus manuscritos fue infructuosa (véase Apéndice I), la búsqueda se produjo; según las palabras que Luis Rosales dice haber oído a Ramón Ruiz Alonso, y que no deben aceptarse sin reservas, Lorca había «hecho más daño con sus libros que otros con las pistolas», y respondiendo a la pregunta «¿Qué es lo que le reprochan?» contestó «sus obras» (ambas citas en Marcelle Auclair, Vida y muerte de García Lorca, trad. de Aitana Alberti, Era, México, 1972, p. 345). De las obras inéditas y no estrenadas de Lorca, la más conocida era con mucho Poeta, y era también la obra que contenía un mensaje político y religioso más claro. Es muy posible que Poeta fuese la obra en la que Ruiz Alonso estaba pensando y que tan frenéticamente buscaba.

 

17

Desde luego, Humphries no sabía cómo eran ilegibles los originales de Lorca; véanse los comentarios sobre este punto en la correspondencia entre Guillén y Lorca, en Guillén, Federico en persona, Emecé, Buenos Aires, 1959, pp. 111 y 114-115.

 

18

Vida y muerte, p. 377. Esta carta está incluida en la nueva edición (la 18ª) de OC, II, p. 1203, trae «estado» en vez de «venido» y su editor le asigna la fecha, que no puede ser correcta, de «agosto-octubre, 1935».

 

19

Poems, trad. de Stephen Spender y J. L. Gili, Dolphin-Oxford, Londres-Nueva York, 1939, p. XXI.

 

20

Carlos Morla Lynch, En España con Federico García Lorca, Aguilar, Madrid, 19582, p. 464.