31
Octavio PAZ: Laurel. Antología de la poesía moderna en lengua española, edición de Xavier Villaurrutia, Séneca (México, 1941).
32
Antes de 1970 Octavio Paz ya había publicado diez libros de ensayo, cuatro poemarios y su traducción de los haiku de Basho. Al decir del poeta José Luis García Martín: «Octavio Paz ha desempeñado, primero en su México natal y luego en España e Hispanoamérica, un papel semejante al que en su momento cumplió Ortega y Gasset, pero un Ortega y Gasset que fuera simultáneamente Juan Ramón Jiménez»
. En José Luis GARCÍA MARTÍN: «La gratitud del ogro filantrópico», en Punto de mira, Llibros del Pexe (Gijón, 1997), p. 120.
33
Octavio Paz se prodigó en elogios hacia la poesía de Francisco Brines, Vicente Núñez y Pablo García Baena, poetas de referencia de la llamada «Poesía de la Experiencia». Para una aproximación a su correspondencia ver Pere GIMFERRER: Lecturas de Octavio Paz, Anagrama (Barcelona, 1980).
34
Jorge Luis BORGES: «Como Shakespeare, como Quevedo, como Goethe, como ningún otro escritor, Joyce es menos un literato que una literatura»
, en «Fragmento sobre Joyce», Borges en SUR, 1931-1980, Emecé (Barcelona, 1999), p. 168.
35
Cansinos-Asséns se reencontró con Borges y escribió unas sentidas líneas: «Jorge Luis Borges, que hoy es el intelecto máximo de su país y de la América entera -que pide el NOBEL para él- sigue conservando su modestia y su sencillez juveniles, y yo, al través de los signos del tiempo, creo estrechar todavía entre mis brazos al joven novel que se acercó a nuestra mesa de EL COLONIAL hace cuarenta años. Y tengo que hacerme un esfuerzo para sentir esa gravedad que el tiempo imprime a toda emoción en que interviene. Jorge Luis conserva una juventud inmarcesible en los alcanfores de su ingenuidad, y además está viviendo ya en la inmortalidad de su obra»
. En Rafael CANSINOS-ASSÉNS: «Impresión de una visita» en Índice, n.º 170 (Madrid, 1963), p. 5.
36
Ver Italo CALVINO: Por qué leer los clásicos, Tusquets (Barcelona, 1992), pp. 242-249; George STEINER: Gramáticas de la creación, Siruela (Madrid, 2001), pp. 150 y 233 y Extraterritorial, Siruela (Madrid, 2001), pp. 35-47; Harold BLOOM: El canon occidental, Anagrama (Barcelona, 2005), pp. 473-501 y Genios, Anagrama (Barcelona, 2005), pp. 795-800, y el número especial de Cahiers de l'Herne (París, 1964) dedicado a Borges.
37
El paradigma del crítico borgeano sería José Luis García Martín, quien ha bebido de Borges el arte de prologar, el arte de reseñar y hasta el «arte de injuriar»
(ver nota final de Jorge Luis BORGES: Historia de la eternidad, Emecé, Buenos Aires, 1953).
38
Ver Antonio FERNÁNDEZ FERRER: La inexistencia de la literatura hispanoamericana y otros desvelos, Renacimiento (Sevilla, 2004) y los ensayos reunidos en Palabra de América, Prólogo de Guillermo Cabrera Infante, Seix-Barral (Barcelona, 2004).
39
Fernando IWASAKI: «No quiero que a mí me lean como a mis antepasados», en Palabra de América..., pp. 104-122.
40
Pascale CASANOVA: La República mundial de las Letras, Anagrama (Barcelona, 2001), p. 24.