Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

511

El 14 de Abril de 1852, por Teodora Lamadrid, María Rodríguez, Arjona, Ossorio, etcétera. Hemos leído esta obra en un ejemplar de la ed. de 1852 (Imprenta de G. González, calle del Rubio, núm. 14, Madrid), el cual aparece lleno de correcciones marginales, tachaduras, interlineaciones, cuartillas adosadas, con nuevas alteraciones y entrerrenglonaduras, todo escrito de puño y letra del señor Hartzenbusch y con una nota a lápiz de su hijo don Eugenio indicando que casi todas estas variantes se incluyeron en las ediciones de Leipzig. Tal multitud de enmiendas y refundiciones confirma lo que ya hemos observado en otra parte de este libro sobre el prurito de Hartzenbusch de corregirse a sí mismo o a los clásicos que refundió. Correcciones con las que no siempre salieron ganando los originales.

 

512

El catálogo de las obras de Hartzenbusch puede verse en el t.º LIV de la Colección de escritores castellanos, nota a la pág. 19 (Madrid, 1887).

 

513

(1796-1861). Nació en el Escorial. Estudió primeras letras en Francia, donde completó sus conocimientos en Ciencias Físicas y Exactas, tras de haber vivido algunos años en Madrid. En 1823 fue miliciano nacional. Perteneció al Consejo Real. Cargo del que fue destituido por el Gobierno de O'Donnell. Académico de la Española y de San Fernando. Se retractó públicamente en La Esperanza (7 de Febrero de 1861), si bien lo negó su familia, de cuanto había contra la religión y la moral en su ruidoso drama Carlos II, el Hechizado. Colaboró en El Entreacto (1839-40) con el pseudónimo de Rabadán, y en el Semanario Pintoresco.

BIBLIOGRAFÍA.- El Padre Blanco García: La literatura española en el siglo XIX, Parte primera (Madrid, 1909). Antonio Ferrer del Río: Galería de la literatura española (Madrid, 1846).

 

514

Historia de la literatura contemporánea en España, págs. 135 y 136 del libro II.

 

515

Págs. 119 a 121.

 

516

Págs. 249-251 de la Parte primera.

 

517

No nos sustraemos a la tentación de referir una de ellas, que, de ser auténtica retrata de cuerpo entero al celebérrimo fraile Victorio. Sometido a su censura el drama Don Rodrigo, de Gil y Zárate, dio dictamen desfavorable, observando: «Aunque en efecto haya habido en el mundo muchos reyes como Don Rodrigo, no conviene presentarlos en el teatro tan aficionados a las muchachas». Don Antonio Ferrer del Río hace una semblanza muy cáustica del padre Carrillo, en Galería de la literatura española, págs. 115-117.

 

518

Julián Romea interpretó, el día del estreno, el protagonista Alfonso Pérez de Guzmán.

 

519

Cejador: Historia de la lengua y literatura castellana, t.º VI, pág. 368.

 

520

Recuérdese el Claudio Frollo de Nuestra Señora de París, el Triboulet de El rey se divierte y Marión Delorme.