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¿Tan largo me lo fiáis...?

Drama trágico legendario

Tirso de Molina



Primera versión del «don Juan», de Tirso, procedida de la estancia de su autor en Sevilla en 1616



HABLAN EN LA OBRA LAS PERSONAS SIGUIENTES:
 

 
EL REY DE CASTILLA.
DON GONZALO DE ULLOA.
EL EMBAJADOR DON PEDRO TENORIO.
DON JUAN TENORIO.
CATALINÓN.
Una PESCADORA.
BATRICIO.
EL DUQUE OCTAVIO.
MARQUÉS DE LA MOTA.
ISABELA,   duquesa.
ARMINTA.
BELISA.
DOÑA ANA,   criada.
EL REY DE NÁPOLES.
Una PASTORA.
ALFREDO.
TIRSEO.
SOLDADO 2.º
Criados.
Músicos.





ArribaAbajoJornada I


Escena I

 

Salen ISABELA, duquesa, y DON JUAN TENORIO, de noche.

 
ISABELA
Salid sin hacer ruido,
Duque Octavio.
DON JUAN
El viento soy.
ISABELA
Aun así temiendo estoy
que aquí habéis de ser sentido;
que haberos dado en Palacio 5
entrada de aquesta suerte,
es crimen digno de muerte.
DON JUAN
Señora, con más espacio
te agradeceré el favor.
ISABELA
Mano de esposo me has dado, 10
Duque.
DON JUAN
Yo en ello he ganado.
ISABELA
El aventurar mi honor,
Duque, desta suerte ha sido
segura, con entender
que mi marido has de ser. 15
DON JUAN
Digo que soy tu marido,
y otra vez te doy la mano.
ISABELA
Aguárdame, y sacaré
una luz, para que dé
de la ventura que gano 20
fe, Duque Octavio. ¡Ay de mí!
DON JUAN
Mata la luz.
ISABELA
¡Muerta soy!
¿Quién eres?
DON JUAN
Un hombre soy
que aquí ha gozado de ti.
ISABELA
¿No eres el Duque?
DON JUAN
Yo no.
25
ISABELA
Pues di ¿quién eres?
DON JUAN
Un hombre.
ISABELA
¿Tu nombre?
DON JUAN
No tengo nombre.
ISABELA
Este traidor me engañó.
¡Gente, criados!
DON JUAN
Detente.
ISABELA
Mal un agravio conoces. 30
DON JUAN
No des voces.
ISABELA
Daré voces.
¡Ah del Rey, soldados, gente!


Escena II

 

Sale EL REY DE NÁPOLES. Dichos.

 
EL REY DE NÁPOLES
¿Qué es esto?
ISABELA
¡Favor! ¡Ay triste,
que es el Rey!
EL REY DE NÁPOLES
¿Qué es?
DON JUAN
¿Qué ha de ser?
Un hombre y una mujer. 35
EL REY DE NÁPOLES

 (Aparte.) 

Esto en prudencia consiste,
quiero el daño remediar.


Escena III

 

Sale EL EMBAJADOR de España y criados. Dichos.

 
DON PEDRO
¡En tu cuarto, gran señor,
voces! ¿Quién causa el rumor?
EL REY DE NÁPOLES
Haced prender y matar40
ese hombre y esta mujer.
DON PEDRO
¿Quién son?
EL REY DE NÁPOLES
No es bien conocellos,
porque si aquí llego a vellos
no me queda más que ver.
Pues me venzo y me resisto,45
vosotros no me incitéis,
que en estos que ver queréis
sin verlos mi ofensa he visto.
Don Pedro Tenorio, a vos
esta prisión os encargo; 50
si ando corto, andad vos largo,
ved quién son esos dos.

 (Vase.) 



Escena IV

 

Dichos menos EL REY.

 
DON PEDRO
Daos a prisión, caballero.
DON JUAN
No llegue ninguno a mí,
si morir no quiere aquí. 55
DON PEDRO
Matadle.
DON JUAN
La muerte espero
por la punta desta espada.
Llegad a comprar mi vida,
que ha de ser tan bien vendida
como de todos comprada. 60
DON PEDRO
¡Matadle!
DON JUAN
¡Qué mal lo adviertes!
Las fieras puntas desvía:
considera que la mía
ha de costar muchas muertes.
A muerte estoy condenado, 65
y, pues es cierta mi muerte,
matándoos de aquesta suerte
moriré más consolado.
Que he de vender deste modo
mi vida, os quiero advertir,70
y pues sé que he de morir,
quiero aquí morir por todo.
SOLDADO 2.º
¡Muere, vil!
DON JUAN
¿Quién os engaña?
Ved que caballero soy.
DON PEDRO
Rabiando de enojo estoy. 75
DON JUAN
El Embajador de España
llegue solo, que a él no más,
pues es forzoso el morir,
mi espada quiero rendir.
DON PEDRO
Agora más cuerdo estás. 80
Todos con esa mujer
a ese cuarto os retirad.
ISABELA
Tal traición, tan gran maldad,
¿en hombre pudo caber?
Diré quién soy, mas mi agravio 85
a voces dirá quién soy,
pues hoy sin honor estoy,
y estoy sin el Duque Octavio.
 

(Vanse.)

 


Escena V

 

DON PEDRO y DON JUAN TENORIO.

 
DON PEDRO
Ya estamos solos los dos;
muestra aquí tu esfuerzo y brío. 90
DON JUAN
Aunque tengo esfuerzo, tío,
jamás le tuve con vos.
DON PEDRO
¿Quién eres?
DON JUAN
Don Juan.
DON PEDRO
¿Don Juan?
DON JUAN
Sí, señor.
DON PEDRO
¿De aquesa suerte
lo dices?
DON JUAN
Dame la muerte,
95
y mis desdichas tendrán
fin en tus manos.
DON PEDRO
¡Traidor
alevoso! No imagino
que eres, don Juan, mi sobrino,
porque no tienes honor. 100
¿Tú, con dama en el Palacio
del Rey, y en ofensa mía
haces tal alevosía?
DON JUAN
Mi culpa no pide espacio;
tío, si me has de prender, 105
préndeme, llévame preso,
y advierte que aqueste exceso
por amor se pudo hacer.
Amor es una cautela,
y es ciego y loco quien ama. 110
DON PEDRO
¿Quién es la dama?
DON JUAN
Es la dama...
DON PEDRO
Prosigue; ¿quién?
DON JUAN
Isabela.
DON PEDRO
¿La camarera?
DON JUAN
Señor,
sí, que por el Duque Octavio
la engañé.
DON PEDRO
Mayor agravio
115
y desventura mayor.
Tu padre desde Castilla
a Nápoles te envió
por insufrible, y te dio
cárcel la espumosa orilla 120
del mar de Italia, causando
mil escándalos en ella,
no reservando doncella,
ni casada reservando.
Ya no te sufre la tierra,125
y estoy por matarte aquí;
pero como veo en ti
sangre que mi pecho encierra,
por fuerza te he de librar.
¿Tienes por dónde escaparte? 130
DON JUAN
Aquí está un balcón.
DON PEDRO
Colgarte
puedes por él y bajar
al suelo.
DON JUAN
Aunque está muy alto,
por la capa bajaré.
DON PEDRO
Baja, pues, porque no esté 135
el Rey con más sobresalto,
que yo diré que te echaste
por una ventana, huyendo
de mí.
DON JUAN
Ya va amaneciendo.
DON PEDRO
Pues tú este daño causaste, 140
pon remedio en él, partiendo
de Nápoles luego a España,
que si agora el Rey se engaña
de la suerte que pretendo,
con la duquesa Isabela, 145
si puedo, te casaré,
para que pagues con fe
lo que hiciste con cautela.
DON JUAN
En todo, señor, me honráis.
DON PEDRO
Pues vete con Dios, y advierte 150
que hay castigo, infierno y muerte.
DON JUAN
¿Tan largo me lo fiáis...?
DON PEDRO
Esa presunción te engaña.
Llega, si es éste el balcón.
DON JUAN
Con tan larga pretensión 155
glorioso me parto a España.
 

(Vanse.)

 


Escena VI

 

Sale EL REY.

 
EL REY DE NÁPOLES
Envidian las coronas de los reyes
los que no saben la pensión que tienen,
Y mil quejas y lástimas previenen,
porque viven sujetos a sus leyes. 160
Pero yo envidio los que guardan bueyes,
y en cultivar la tierra se entretienen,
que aunque de su trabajo se mantienen,
ni agravios lloran ni gobiernan greyes.
Porque, aunque con más ojos que Argos vivan, 165
y miren por la espalda y por el pecho
los reyes, no proceden como sabios
si del oír con el mirar se privan:
que un rey siempre ha de estar orejas hecho,
oyendo quejas y vengando agravios.170


Escena VII

 

Sale DON PEDRO, TENORIO. Dichos.

 
DON PEDRO
Ejecutando, señor,
lo que mandó vuestra Alteza,
el hombre...
EL REY DE NÁPOLES
¿Murió?
DON PEDRO
Escapose.
EL REY DE NÁPOLES
¿Qué decís?
DON PEDRO
¡Quién lo creyera!
Di con la guarda sobre él, 175
y él con la misma fiereza
que un hombre desesperado
siempre en tales casos muestra,
juzgando flacas aristas
las valientes puntas nuestras, 180
con la suya se metía
haciendo notable ofensa.
Di voces, ¡muera! ¡Matadle!,
y enlazando en una reja
la capa, fue en el caer 185
Luzbel como en la soberbia.
Acudí, y vi con la luna
un hombre que por la tierra
llevaba el pecho arrastrando
como la cauta culebra. 190
Di voces, y en la distancia
que tardé en tomar la puerta,
el que arrastrando huía,
corrió con tal ligereza
que no pareció jamás; 195
y no habiendo casa abierta,
pareció cosa imposible
que escapárseme pudiera.
Y porque lo que está oculto
en la corte no se sepa, 200
excusando el alboroto,
excusé las diligencias.
EL REY DE NÁPOLES
Mostrastes, Embajador,
vuestra cordura y prudencia;
pero mucho me ha pesado205
de que el hombre no muriera.
¿Y sabéis quién es la dama?
DON PEDRO
Es, gran señor, la Duquesa
Isabela.
EL REY DE NÁPOLES
¿Qué decís?
DON PEDRO
Lo que escucha vuestra Alteza.210
EL REY DE NÁPOLES
Pues el hombre es de importancia,
y es más pesada la ofensa.
Id por ella.
DON PEDRO
Ya la guarda
viene, gran señor, con ella.


Escena VIII

 

Sale ISABELA. Dichos.

 
ISABELA
¡Con qué ojos veré al Rey! 215
EL REY DE NÁPOLES
Ya estoy corrido de verla.
ISABELA
Amor, dame aquí tus ojos,
ya que me diste tu venda.
EL REY DE NÁPOLES
Duquesa.
ISABELA
Señor, confieso
mis culpas y mis ofensas; 220
mas sírvame de castigo
el verme en vuestra presencia.
Profané vuestro Palacio;
discúlpenme Troya y Grecia,
si hay disculpa, gran señor, 225
bastante en tanta bajeza.
El Duque Octavio me dió
mano de esposo, y con ella
le di entrada y le di el alma
y la más costosa prenda. 230
Perdóname las palabras
si las obras consideras,
que al punto que no fui casta
a ese mismo no fui honesta.
EL REY DE NÁPOLES
¿Qué, aquél era el Duque Octavio? 235
ISABELA
Sí, señor.
EL REY DE NÁPOLES
Al Duque prendan
con diligencia y cuidado,
y a esa mujer llevad presa.
ISABELA
Gran señor: volvedme el rostro.
EL REY DE NÁPOLES
Ofensa a mi espada hecha 240
es justicia y es razón
castigarla a espalda vuelta.

 (Vase EL REY.) 

DON PEDRO
Su Alteza está justamente
sentido de Vuexcelencia.
ISABELA
No será tan grande el yerro 245
si el Duque Octavio lo enmienda.
DON PEDRO
Vamos, señora.
ISABELA
¡Ay amor!
Ya que me engañaste a ciegas,
en este engaño me ayuda
y en esta traición me esfuerza. 250
DON PEDRO
Si puedo, yo haré que al Duque
le disculpe su inocencia,
y que Don Juan, mi sobrino,
se case con Isabela.
 

(Vanse.)

 


Escena IX

 

Sale EL DUQUE OCTAVIO y criados.

 
CRIADO 1.º
Tan de mañana, señor, 255
te levantas.
EL DUQUE OCTAVIO
No hay sosiego
a la inclemencia de amor,
porque si es fuego, del fuego
nace el incendio mayor.
¿No habéis visto entre las olas, 260
cuando sus cerúleas colas
bate el mar agonizando
un derrotado, tragando
el mar entre espumas solas?
Pues así yo, mar haciendo 265
la cama en la noche fría,
me he anegado, padeciendo,
en viendo la luz del día,
del mar he escapado huyendo.
CRIADO 1.º
Pues si te adora Isabela, 270
no tienes que recelar,
que, aunque amor todo es cautela,
jamás te vendrá a olvidar,
porque en tu amor se desvela.
vive cuando estás presente; 275
de tus colores se viste;
siempre tus disgustos siente;
triste está si tú estás triste
y muerta si estás ausente.
Pues si está en tu voluntad 280
la suya, ¿qué te desvela?
EL DUQUE OCTAVIO
No hay, amigo, aunque es verdad,
que sí me adora Isabela,
en amor, seguridad.
Es al tiempo semejante 285
el amor, y no te espante
que tema en la Primavera
invierno quien considera
en el creciente y menguante.
 

(Sale un criado.)

 
CRIADO 2.º

  (Saliendo.) 

El Embajador de España, 290
a quien gallardo acompaña
la guarda del Rey, se apea
en el zaguán, y desea,
con ira y fiereza extraña,
hablarte, y debe de ser 295
para prenderte.
EL DUQUE OCTAVIO
¿Prender?
¿Por qué? Temer es locura,
que una conciencia segura
no tiene de qué temer.
Dejadle entrar.


Escena X

 

Sale EL EMBAJADOR y gente. Dichos.

 
DON PEDRO
Quien así
300
con tanto descuido duerme,
sin culpa está.
EL DUQUE OCTAVIO
Cuando a mí
a honrarme y favorecerme
Vueseñoría ha venido,
delito es no haber salido 305
a la calle a recebir
tal merced.
DON PEDRO
Fuerza es venir.
EL DUQUE OCTAVIO
Bien se ve que fuerza ha sido;
porque mi casa no tiene,
señor, el merecimiento 310
que a tal grandeza conviene;
pero este humilde aposento
mi voluntad os previene.
DON PEDRO
Después, señor, de besar
vuestras manos, si lugar 315
nos da tanto caballero,
aquí a solas con vos quiero
cierto negocio tratar.
EL DUQUE OCTAVIO
Dadnos lugar.
CRIADO 1.º
En buen hora.
EL DUQUE OCTAVIO
La cámara despejad. 320
CRIADO 2.º
Digo que es prisión.
CRIADO 1.º
Ahora
echo de ver que es verdad.
CRIADO 2.º
Mucho una envidia desdora.
 

(Vanse.)

 
EL DUQUE OCTAVIO
Ya estamos solos.
DON PEDRO
Pues vea
Vuexcelencia este papel. 325
EL DUQUE OCTAVIO
Pendiente está el alma dél,
como el suceso desea.

 (Lee.) 

«Prenderéis al Duque Octavio,
y si se resiste, muera.
Yo el Rey.» ¡Prender! ¿Por qué agravio? 330
DON PEDRO
Si el alma la causa espera,
callar es acción de sabio.
Sabed que en Palacio ha habido
esta noche un alboroto
desabrido para el Rey, 335
para el pueblo, escandaloso.
Cuando los negros gigantes,
mostrando funestos toldos,
ya del crepúsculo huían
unos tropezando en otros, 340
estando yo con su Alteza
tratando ciertos negocios,
porque antípodas del sol
son siempre los poderosos,
voces de mujer oímos, 345
cuyos ecos medio roncos
por los artesones sacros
nos repitieron ¡socorro!
Sin darme licencia a mí,
tomó una luz el Rey solo, 350
y saliendo a ver quién era,
como gallardo, brioso,
vio que en el salón estaban
las causas deste alboroto.
Salí con el capitán 355
de la guarda, y con él todos
los nobles que le acompañan,
haciendo, Duque, lo propio.
Prended ese hombre y mujer,
nos dijo, y queriendo pronto 360
conocerlos con la luz,
la desvaneció de un soplo.
Dimos sobre el hombre, llenos
de lisonjeros enojos,
que en la muerte las lisonjas365
hacen su oficio más propio;
mas él, como suele en Libia
tras el cazador famoso
salir la parida tigre,
se escapó de entre nosotros, 370
y huyendo por un balcón
se nos fue, y nos fue forzoso,
por no alborotar la corte,
dejarle; y volviendo todos
a dar cuenta desto al Rey, 375
para darla de nosotros,
la mujer, que es Isabela,
que para admirarte nombro,
en la presencia del Rey,
con lágrimas y sollozos, 380
dijo que era el Duque Octavio
el que con nombre de esposo
de su honor había gozado,
estimándola en tan poco.
Mandola el Rey llevar presa 385
y manda que haga lo propio
con vos. Vuestro amigo soy:
huid, o poneos en cobro.
EL DUQUE OCTAVIO
Pienso que os estáis burlando,
o pienso, amigo, que os oigo 390
en sueños. ¿Con Isabela
hombre en Palacio? Estoy loco.
Primero las salamandras
verán los cóncavos hondos
del mar, y serán los peces 395
y el fuego mar proceloso,
que de Isabela imagine
traición; y me afrento y corro
de oíros. ¿Con Isabela
hombre en Palacio? Estoy loco. 400
DON PEDRO
Como es verdad que hay estrellas,
del cielo brillantes ojos;
muerte, vida, pena, gloria,
bien, mal, contentos y enojos,
así es verdad que Isabela 405
con vos, señor, o con otro,
esta noche en el Palacio
la hemos hallado todos.
EL DUQUE OCTAVIO
Dejadme, no me digáis
tan gran maldad de Isabela; 410
mas si fue su amor cautela,
mal hacéis si lo calláis.
Proseguid, que me matáis
dulcemente en mi porfía,
que es vuestra lengua sangría, 415
y la muerte no se siente,
que morir tan dulcemente
lisonja a mi mal sería.
¿Con otro hombre, y no conmigo
Isabela en el Palacio? 420
Mi mal no consiente espacio:
¡muera el villano enemigo!
Pero ¿qué intento? ¿Qué digo?
¿Qué a locuras me provocó?
Y aun el sentimiento es poco 425
si el alma en él se consuela.
Amigo, ¿con Isabela
hombre en Palacio? Estoy loco.
Embarcarme quiero a España
y dar a mis dichas fin. 430
DON PEDRO
Por la puerta del jardín
Duque, esta prisión se engaña.
EL DUQUE OCTAVIO
¡Ah veleta! ¡Ah débil caña,
fácil al viento más poco!
Ya extrañas provincias toco, 435
huyendo de tu cautela.
Reino, adiós. ¿Con Isabela
hombre en Palacio? Estoy loco.
 

(Vanse.)

 


Escena XI

 

Sale la PESCADORA.

 
PESCADORA
Yo, de cuantas el mar
pies de jazmín y rosas 440
en sus riberas pisan
matizadas alfombras
en pequeñuelo esquife,
ya en compañía de otras
tal vez al mar le peino 445
la cabeza espumosa;
Ya con la sutil caña
que el débil peso dobla
del tierno pececillo
que el mar, pescado, azota.450
Sola de amor exenta
como en ventura sola,
tirana me entretengo
de sus prisiones locas.
Que en juveniles años,455
amor, no es suerte poca
no ver entre estas redes
las tuyas amorosas.
Anfriso, un pescador
a quien los cielos dotan 460
de gracia y bizarría,
más que a los de la costa,
me sirve y me entretiene,
y yo todas las horas
le mato con desdenes; 465
de amor condición propia,
querer donde aborrecen
despreciar donde adoran
Mis pajizos umbrales,
que heladas noche ronda, 470
cubiertos amanecen
de flores sin lisonjas.
Pero, necio discurso
que mi ejercicio estorbas,
tirano no me ocupes 475
en cosa que no importa
Quiero entregar la caña
al viento, y a la boca
del pececillo el cebo.
Pero al agua se arrojan480
dos hombres de una nave
que el mar escollo azota,
que sobre aguada viene
antes que el mar la sorba.
Un hombre al otro aguarda, 485
que dice que se ahoga.
¡Gallarda bizarría!
En los hombros lo toma.
Anquises se hace Eneas,
si el mar está hecho Troya, 490
Ya, nadando, las aguas
con valentía corta.
Daré voces: «Anfriso,
Tirseo, Alfredo, hola.»
Pescadores me miran: 495
ruego a Dios que me oigan.
Mas milagrosamente
ya tierra los dos toman
sin aliento el que nada,
con vida el que le estorba. 500


Escena XII

 

Salen DON JUAN TENORIO y CATALINÓN.

 
CATALINÓN
¡Válgame la Cananea
y qué salado es el mar!
Aquí puede bien nadar
el que salvarse desea,
que allá dentro es desatino, 505
donde la muerte se fragua.
Donde Dios juntó tanta agua
¿no juntara tanto vino?
Agua, y salada, extremada
cosa para quien no pesca: 510
si es mala aun el agua fresca,
¿qué será el agua salada?
¡Ah! ¡Quién hallara una fragua
de vino, aunque algo encendido!
Si del agua que he bebido 515
hoy escapo, no más agua.
Desde hoy abrenuncio della,
que la devoción me quita
tanto, que aun agua bendita
no pienso ver por no vella. 520
¡Ah señor!, helado y frío
está: ¿si estará ya muerto?
Del mar fue este desconcierto
y mío este desvarío.
¡Mal haya aquel que primero 525
pinos en el mar sembró
y el que sus rumbos midió
con quebradizo madero!
¡Maldito sea Jasón,
y Tifis maldito sea! 530
Muerto está; no hay quien lo crea;
¡mísero Catalinón!
¿qué he de hacer?
PESCADORA
Hombre, ¿qué tienes?
CATALINÓN
En desventuras iguales,
Pescadora, muchos males, 535
y falta de muchos bienes.
Veo, por librarme a mí,
sin vida a mi señor; mira,
qué he de hacer.
PESCADORA
No, que aun respira.
CATALINÓN
Dichoso soy si es ansí.540
PESCADORA
Ve y llama los pescadores
que en aquella choza están.
CATALINÓN
Y si los llamo, ¿vendrán?
PESCADORA
Vendrán luego, no lo ignores.
¿Quién es este caballero? 545
CATALINÓN
Es hijo aqueste señor
del Camarero mayor
del Rey, por quien ser espero
antes de diez días Conde
en Sevilla, adonde va, 550
y adonde su Alteza está,
si a mi amistad corresponde.
PESCADORA
¿Cómo se llama?
CATALINÓN
Don Juan
Tenorio.
PESCADORA
Llama mi gente.

  (Vase.) 

CATALINÓN
Yo voy.


Escena XIII

 

PESCADORA y DON JUAN.

 
PESCADORA
Mancebo excelente,
555
noble, bizarro, galán:
volved en vos, caballero.
DON JUAN
¿Dónde estoy?
PESCADORA
Ya podéis ver,
en brazos de una mujer.
DON JUAN
Vivo en vos, si en el mar muero, 560
y en estos extremos dos,
veo el mar manso y cruel
pues cuando moría en él,
me sacó a morir en vos.
O sin duda el mar ordena 565
tras del suyo otro pesar,
pues sacándome del mar,
vengo a dar en su sirena.
Y puesto que lo seáis,
no pretendo a vuestras quejas 570
poner cera en mis orejas,
pues con los ojos matáis.
Ya muero en vos, que consiente
amor que seáis mi mar,
pues veis que hay de mar a amar 575
una letra solamente,
y en ver tormentos mayores,
crece amor en mis pesares;
y si moría de mares,
desde hoy moriré de amores. 580
Y pues tan dulce rigor
en vos he llegado a hallar,
dejadme volver al mar
para huir del mar de amor.
PESCADORA
Muy grande aliento tenéis 585
para venir sin aliento
y tras de tanto tormento
muy gran contento ofrecéis.
Parecéis caballo griego
que el mar a mis pies desagua, 590
pues venís formado de agua
y estáis preñado de fuego.
Y si mojado abrasáis,
estando enjuto ¿qué haréis?
Mucho fuego prometéis; 595
ruego a Dios que no mintáis.
DON JUAN
A Dios, zagala, pluguiera
que en el agua me anegara,
sin que della me escapara
al fuego que en vos me espera, 600
que amor, bien considerado
con este daño entendió,
en el mar antes me aguó
y ardo en vos estando aguado.
En agua abrasado llego, 605
que tal vuestro incendio ha sido,
que aun el agua no ha podido
librarme de vuestro fuego.
PESCADORA
¿Tan helado os abrasáis?
DON JUAN
Tanto fuego en vos tenéis. 610
PESCADORA
Mucho habláis.
DON JUAN
Mucho encendéis.
PESCADORA
Ruego a Dios que no mintáis.


Escena XIV

 

Salen los pescadores y CATALINÓN. Dichos.

 
CATALINÓN
Ya vienen todos aquí.
PESCADORA
Ya está tu dueño vivo.
CATALINÓN
Con tu presencia recibo 615
todo el gusto que perdí.
ANFRISO
¿Qué es lo que mandas, Tisbea?
Que por labios de clavel
no lo habrás mandado a aquel
que idolatrarte desea 620
apenas, cuando al momento,
sin reservar llano o sierra,
surque el mar, are la tierra,
tale el fuego y pare el viento.
PESCADORA
¡Oh, qué mal me parecían625
estos requiebros ayer
y hoy echo en ellos de ver
que sus labios no mentían!
Estando, amigos, pescando
sobre este peñasco, vi 630
hundirse una nao y allí,
entre las ondas nadando,
dos hombres, y compasiva
di voces, que nadie oyó
y en tanta aflicción llegó, 635
libre de la furia esquiva
del mar, sin vida a la arena,
déste en los hombros cargado,
este hidalgo, ya anegado,
y envuelta en tan triste pena640
a llamaros envié.
TIRSEO
Pues aquí todos estamos;
manda que en tu gusto hagamos
lo que pensado no fué.
PESCADORA
Que a mi choza los llevemos 645
quiero, donde, agradecidos,
enjuguemos sus vestidos,
y a ellos los regalemos,
que mi padre gusta mucho
desta debida piedad. 650
CATALINÓN
Extremada es su beldad.
DON JUAN
Escucha aparte.
CATALINÓN
Ya escucho.
DON JUAN
Si te pregunta quién soy,
di que no sabes.
CATALINÓN
¡A mí
quieres advertirme aquí 655
lo que he de hacer!
DON JUAN
Muerto voy
por la hermosa pescadora;
esta noche he de gozalla.
CATALINÓN
¿De qué suerte?
DON JUAN
Ven y calla.
ALFREDO
Salucio: dentro de una hora 660
los pescadores prevén
que cantan y bailan.
SALUCIO
Vamos,
esta noche nos hagamos
rajas y paños también.
 

(Vanse.)

 


Escena XV

 

Quedan DON JUAN CATALINÓN y la PESCADORA.

 
DON JUAN
Muerto voy.
PESCADORA
¿Cómo, si andáis?
665
DON JUAN
Ando en pena, como veis.
PESCADORA
Mucho habláis.
DON JUAN
Mucho encendéis.
PESCADORA
Ruego a Dios que no mintáis.
 

(Vanse.)

 


Escena XVI

 

Salen EL REY DE CASTILLA y DON GONZALO DE ULLOA.

 
EL REY DE CASTILLA
¿Cómo os ha sucedido en la Embajada,
Comendador mayor?
DON GONZALO
Hallé en Lisboa
670
al Rey Don Juan juntando gruesa armada
para los mares de la ardiente Goa:
recibiome muy bien.
EL REY DE CASTILLA
Temió la espada
en el famoso brazo de un Ulloa,
cuyo esfuerzo y valor, cuyo decoro 675
tantas veces temor le ha puesto al moro
¿Es buen lugar Lisboa?
DON GONZALO
Es maravilla
octava: tanto puede y tanto vale.
Merece bien que vuestra regia silla
para corte del mundo la señale.680
EL REY DE CASTILLA
¿Es mayor que Sevilla?
DON GONZALO
Con Sevilla
no hay ciudad en el mundo que se iguale,
que si es Tajo a su mar su claro río,
estocada es al nuestro el Betis frío.
EL REY DE CASTILLA
¿Tenéis hijos?
DON GONZALO
Señor, sola una hija
685
a mi vejez de báculo prevengo,
en cuya frente rayos ensortija
el sol, por quien sosiego y vida tengo,
en ella mi vejez se regocija,
y en ella mis trabajos entretengo. 690
EL REY DE CASTILLA
Yo la quiero casar como merece.
DON GONZALO
¿Quién la merecerá si tanto crece?
EL REY DE CASTILLA
Sabed que hay en Italia un caballero
de sangre ilustre y de valor notorio.
Es hijo de Don Juan, mi camarero,695
conocido en España por Tenorio,
hermano del famoso y gran don Pedro,
por quien tanto en Italia crezco y medro.
Con título de Conde de Lebrija,
villa que por servicios ha ganado 700
su padre, es vuestro yerno, aunque tal hija
merecía más alto y digno estado.
Vuestra quietud el término corrija
al caballo del tiempo acelerado,
que la inquietud de un padre en años puesto 705
al fin conduce del vivir más presto,
DON GONZALO
Dame esos sacros pies por honras tales.
EL REY DE CASTILLA
Salid a Publicar vuestra alegría.
DON GONZALO
Jamás toque tu vida los umbrales
del olvido que yace en sombra fría.710
EL REY DE CASTILLA
Premios, como es razón, piden iguales
hechos notorios.
DON GONZALO
La ventura mía
por Sevilla dirá, señor, a voces.
EL REY DE CASTILLA
Volvedme a ver,
DON GONZALO
Tu reino inmortal goces.
 

(Vanse.)

 


Escena XVII

 

Salen CATALINÓN y DON JUAN.

 
DON JUAN
Esas dos yeguas prevén715
pues acomodadas son.
CATALINÓN
Aunque soy Catalinón,
soy, señor, hombre de bien;
que no se dijo por mí
«Catalinón es el hombre», 720
pues sabes que aquese nombre
me asienta al revés aquí.
DON JUAN
Mientras que los pescadores
van de regocijo y fiesta,
tú las dos yeguas apresta, 725
que de sus pies voladores
sólo nuestro engaño fío.
CATALINÓN
¿Al fin pretendes gozar
a Tisbea?
DON JUAN
Si el burlar
es hábito antiguo mío, 730
¿qué me preguntas, sabiendo
mi condición?
CATALINÓN
Ya sé que eres
langosta de las mujeres.
DON JUAN
Por Tisbea estoy muriendo,
que es buena moza.
CATALINÓN
¡Buen pago
735
a su hospedaje deseas!
DON JUAN
Necio, lo mismo hizo Eneas
con la reina de Cartago.
CATALINÓN
Los que fingís y engañáis
las mujeres desa suerte 740
lo pagaréis en la muerte.
DON JUAN
¿Tan largo me lo fiáis...?
CATALINÓN
Ya viene la desdichada.
DON JUAN
Vete y las yeguas prevén.
CATALINÓN
¡Pobre mujer! Harto bien 745
te pagamos la posada.
 

  (Vase.) 



Escena XVIII

 

Sale la PESCADORA.

 
PESCADORA
El rato que sin ti estoy
estoy ajena de mí.
DON JUAN
Aunque lo dices ansí,
crédito jamás te doy. 750
PESCADORA
¿Por qué?
DON JUAN
Porque, si me amaras,
mi alma favorecieras.
PESCADORA
Tuya soy.
DON JUAN
Pues di: ¿qué esperas?
¿Qué dudas? ¿En qué reparas?
PESCADORA
Reparo en que fue castigo 755
de amor el que he hallado en ti.
DON JUAN
Yo digo lo mismo aquí,
y para ver si te obligo,
palabra y mano te doy
de esposo.
PESCADORA
Soy desigual
760
a tu ser.
DON JUAN
No digas tal,
Tisbea; en tu casa estoy,
y estimo ser más en ella
un humilde pescador,
mereciendo tu favor 765
y tu mano hermosa y bella,
que las riquezas mayores
que el mundo puede ofrecer.
PESCADORA
Casi te quiero creer;
mas sois los hombres traidores. 770
DON JUAN
¿No echas de ver por los ojos,
mi Tisbea, el corazón?
Pues míos tus brazos son
no me niegues sus despojos;
abrázame y dame en ellos 775
el alma.
PESCADORA
Ya a ti me allano;
mas con la palabra y mano
de esposo.
DON JUAN
Juro, ojos bellos
que mirando me matáis,
de ser vuestro esposo.
PESCADORA
Advierte,
780
mi bien, que hay infierno y muerte.
DON JUAN

 (Aparte.) 

¿Tan largo me lo fiáis...

 (Alto.) 

Ojos bellos, mientras viva,
vuestro cautivo seré.
PESCADORA
Ésta es mi mano y mi fe. 785
DON JUAN
Y ésta es la mía, si estriba
en ella vuestro sosiego.
PESCADORA
Pues ya tu amor no me engaña,
ven, y será la cabaña
tálamo de nuestro fuego.790
Entre estas cañas te esconde
hasta que tenga jugar.
DON JUAN
¿Por dónde tengo de entrar?
PESCADORA
Ven, y te diré por dónde.
DON JUAN

 (Aparte.) 

Ciega y satisfecha vais. 795
PESCADORA
Esta voluntad te obligue,
y si no, Dios te castigue.
DON JUAN

 (Aparte.) 

¿Tan largo me lo fiáis...?
 

(Vanse.)

 


Escena XIX

 

Salen los villanos cantando y bailando.

 
PASTOR 1.º
¡Hola! Llamad a Tisbea
Y las zagalas llamad 800
para que en la soledad
el huésped la corte vea.
ANFRISO
Estará muy ocupada
con los huéspedes dichosos
de quien hay mil envidiosos. 805
PASTOR 1.º
Siempre es Tisbea envidiada,
a su cabaña lleguemos.
PASTOR 2.º
No vais, porque no hay lugar
tan bueno para bailar
allá. De aquí la llamemos: 810
¡Tisbea, Lucinda, Antandra!
¿Hay descuido más cruel?
ANFRISO
¡Triste y misero de aquel
que en su fuego es salamandra!
 

(Cantan.)

 
A pescar sale la niña 815
tendiendo redes
y en lugar de pececillos
las almas prende.


Escena XX

 

Sale la PESCADORA. Dichos.

 
PESCADORA
¡Fuego, fuego, que me quemo
que mi cabaña se abrasa! 820
Repicad a fuego, amigos,
porque se me abrasa el alma.
¡Fuego, zagales, fuego, fuego y rabia;
amor, clemencia, que se abrasa el alma!
¡oh choza, oh vil instrumento825
de mi deshonra y mi infamia!
Rayos de ardientes estrellas
en tus cabelleras caigan
porque abrasadas estén,
si del viento mal peinadas. 830
yo soy aquella que hacia,
émula de las zagalas,
burla de amor; que así amor
a quien dél se burla paga.
Engañome el caballero 835
debajo de fe y palabra
de marido, profanando
mi honestidad y mi cama.
Gozome al fin, y yo entonces
le di a su rigor las alas 840
en dos yeguas que crié,
con que me burla y me infama.
¡Oh aleve huésped, que dejas
una mujer engañada,
nube que del mar saliste 845
para anegar mis entrañas!
Pero bien lo ha merecido
quien se fía de palabras.
Seguid al vil caballero;
mas no importa que se vaya, 850
que en la presencia del Rey
tengo que pedir venganza.
¡Fuego, zagales, fuego, fuego y rabia:
amor, clemencia, que se abrasa el alma!

 (Vase.) 

PASTOR 1.º
Vayan tras ella al momento,855
porque va desesperada,
y podrá arrojarse al mar,
buscando mayor desgracia.
PASTOR 2.º
Tal fin la soberbia tiene.
ANFRISO
Su locura y confianza 860
paró en esto. Al mar se arroja.
¡Tisbea, detente, aguarda!
PASTOR 2.º
Ya vuelve, tenelda todos,
tenelda, no se nos vaya.
 

(Sale la PESCADORA.)

 
PESCADORA
¡Fuego, zagales, fuego, fuego y rabia: 865
amor, clemencia, que se abrasa el alma!
 

(Vanse.)

 



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